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jueves, 4 de noviembre de 2021

Como una tarde de otoño nuevo

 Me siento, a veces, triste/ como una tarde del otoño viejo;/ de saudades sin nombre,/ de penas melancólicas tan lleno.../ Mi pensamiento, entonces,/ vaga junto a las tumbas de los muertos/ y en torno a los cipreses y a los sauces/ que, abatidos, se inclinan... Y me acuerdo/ de historias tristes, sin poesía... Historias/ que tienen casi blancos mis cabellos.

(Manuel Machado, Melancolía)

Como una tarde de otoño viejo, con la morriña acechando tras algún olmo viejo, deambulo con la sensación de haberme adentrado en algún bosque milenario, donde habitan las xaninas y los duendes. 

Como una tarde de otoño viejo, con su música melancólica a cuestas por algo que pudo haber sido y no fue, vago como un espectro bajo las hojas secas y la luz dorada del tiempo presente, sumergiéndome en las profundidades de un mundo nuevo. 

Como una tarde de otoño viejo, bajo un estado vaporoso, repaso el tiempo pasado. Entonces, me siento sobre el tronco de un olmo viejo a la orilla del río y regreso volando, como un pájaro, a la infancia. Esa infancia de luz, fuego y vida. 

Como una tarde de otoño viejo, con la impresión todavía de un verano de viajes y descubrimientos, contemplo un horizonte de colores cálidos, incendiados, que me devuelven por fin la alegría de saberme aquí y ahora, un terreno donde siento mis raíces afectivas.

Como una tarde de otoño nuevo, sintámosla en toda su explosión cromática, en toda plenitud frutal, en el instante mágico de su luminosidad, mientras continuamos, por fortuna, empapándonos de belleza.  


4 comentarios:

  1. Hermosas fotos Manuel, acompañas ilustrando a este comentar del otoño berciano que avanza dejándonos entrever, todo ese encanto de la naturaleza que se renueva y en nosotros asienta cierta tristeza...
    Un fuerte abrazo

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  2. Con esos paisajes tan bonitos del Bierzo sera más fácil de llevar la morriña, abrazo Manuel!

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  3. Un abrazo grande también para ti, amigo Dionisio.

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