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jueves, 29 de agosto de 2013

El tiempo de los asesinos

A la memoria de quienes lucharon y fueron sepultados en las cunetas 

El tiempo, el tiempo, el tiempo...
El tiempo no borra las heridas
ni la memoria
sólo empapa la historia
con sudores fríos y sangre coagulada

El tiempo salpica la historia
con miedo y barbarie
en una guerra fratricida
traición y desdicha
muerte y fatiga
en las cunetas del olvido

El tiempo, el tiempo, el tiempo...
Nadie puede borrar el tiempo
ni la memoria
fusilada
Nadie puede cicatrizar las heridas
de tantos muertos
de tantos desaparecidos
Nadie, nadie, nadie... podrá nunca olvidar
que el tiempo de los asesinos
reventó la historia
nuestro tiempo 
de miserias y angustias

El tiempo, el tiempo, el tiempo...
El tiempo no borra las huellas
sangrantes
ni la memoria
reciente
sólo humedece las conciencias
con sudores y sangre

El tiempo se ha derretido 
como la nieve 
en las aguas de un río 
en el que se refleja nuestra historia
cargada de asesinatos

La vida es lo único que tenemos
para que el tiempo de los asesinos
nos la arrebate
en un instante

La vida, siempre la vida, la vida
el tiempo, el tiempo, el tiempo...



miércoles, 28 de agosto de 2013

La fragua literaria leonesa: Ana María Romero Yebra

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA | ANA MARÍA ROMERO YEBRA

Ana María Romero Yebra en Noceda del Bierzo

«Invento personajes y situaciones fantásticas»

La poeta y narradora Ana María Romero Yebra, autora de ‘Mi tío Moctezuma’, está escribiendo dos novelas y ha comenzado un par de poemarios

Manuel Cuenya 27/08/2013
Autora de una extensa y sustanciosa obra, tanto en prosa (El Memoriápodo) como en verso (Efectos secundarios), Ana María Romero Yebra ha escrito y publicado varios libros de poesía y otros tantos de narrativa. Especializada sobre todo en literatura infantil —quizá debido a su profesión de maestra— Ana María también ha escrito para adultos, léase su novela histórica Mi tío Moctezuma sobre la conquista de Méjico, por la que su autora siente predilección, «tal vez por el esfuerzo, ya que tiene detrás mucho trabajo de investigación», matiza esta escritora nacida en Madrid, aunque muy ligada y religada sentimentalmente al Bierzo, en concreto a Salas de los Barrios, localidad próxima a Ponferrada, porque de ahí era su madre, y, además, Ana María ejerció como profesora de infantil en La Campañana y en San Pedro de Trones. «Mis años como maestra allí me enriquecieron muchísimo».
http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/invento-personajes-y-situaciones-fantasticas-_822382.html


«Vive y deja vivir»

martes, 27 de agosto de 2013

La inteligencia emocional en la creación literaria

Os dejo este enlace de la revista Prolepsis (editada por el colegio oficial de psicología de Castilla y León), que ha tenido a bien publicarme un artículo sobre inteligencia emocional y su relación con la creación literaria. 

Lo escribí y reescribí a partir de una conferencia que impartiera este año en el Instituto Álvaro Yáñez de Bembibre. 

Gracias, Carmen-Rula, gracias, Vicente. Gracias, Maite. 


RESUMEN
        La tesis, que se desarrolla en este trabajo, es cómo la inteligencia emocional, a través de ambos hemisferios cerebrales,  interviene de un modo definitivo en la creación literaria, tanto en la novela, relatos y cuentos como en el teatro, sobre todo en la construcción e interpretación de personajes. Asimismo, se aborda qué es la inteligencia en su relación con la memoria emocional, la percepción, la sensibilidad…, así como los diferentes tipos de inteligencia o habilidades cognoscitivas, entre las que se encuentra la inteligencia emocional.
        PALABRAS CLAVE: Memoria emociona, sensibilidad, razonamiento, aprendizaje, emociones inteligentes, teoría de las inteligencias múltiples, hemisferios cerebrales, talento, creación literaria.
        ABSTRACT
 The thesis, that is developed in this work, is how emotional intelligence, through both cerebral hemispheres, takes part of a definitive way in the literary creation, as much in the novel, stories and stories like in the theater, mainly in the construction and interpretation of characters. Also, it is approached what is intelligence in its relation with the emotional memory, the perception, sensitivity…, as well as the different types from intelligence or cognitive abilities, between whom is emotional intelligence.
       
                Vivir como uno desee: sólo eso merece llamarse éxito” (Bertrand Russell)
       
        ¿Qué es esto de la inteligencia?
       
        Cuando a uno le preguntan, qué es para ti la inteligencia, resulta harto difícil dar una explicación o definición adecuada, porque se trata de un término genérico, donde interviene, en su configuración, la genética, la neuroquímica (la importancia de la dopamina en el aprendizaje, o de la serotonina en las emociones, la noradrenalina en la atención y concentración, etc.) y el ambiente estimulante y favorable.
        La inteligencia está, por lo demás, íntimamente relacionada con otros conceptos como la memoria (por supuesto emocional o afectiva, acaso la genuina, aparte de la memoria sensorial: visual, auditiva, olfativa, táctil..., y aun otros tipos de memoria, la sensación (recepción de estímulos), la percepción (interpretación y organización de esos estímulos, a través de los cinco sentidos clásicos, y algunos otros como el propioceptivo o del equilibrio), y por supuesto con la sensibilidad (tan presente en lo artístico, en la ternura, en la empatía...), sobre todo si nos referimos a la llamada "inteligencia emocional", término acuñado por dos psicólogos, Mayer y Salovey, de la Universidad americana de Yale, y difundido por el psicólogo y comunicador Goleman.
        Desde hace algunas décadas sabemos que la inteligencia no es sólo puro raciocinio o razonamiento lógico (valga la redundancia), en todas sus variantes y acepciones (véase el razonamiento causal, tanto el deductivo -de lo general a lo particular- como el inductivo -de lo particular a lo general-. Y no sólo somos "logos" sino que, cual buenos primates, tenemos sentimientos (los animales, algunos al menos, también los tienen, según la Etología. No hay más que ver a Pancho, el perro de mi vecino, que es como una persona, por no hablar de mis gatos). Por tanto, la inteligencia, al menos una suerte de inteligencia, lejos de ser sólo aprendizaje cognoscitivo, que lo es, se resuelve en emoción aplicada, porque el auténtico aprendizaje acaso resida en lo afectivo -olvidémonos, por favor, de aquel dicho tan horrible, que la letra con la sangre entra, y digamos que la letra con amor entra. O algo tal que así-. Aprendemos, incluso "desaprendemos" y hasta llegamos a cambiar o modificar nuestros hábitos y comportamientos, observando, imitando, como otros monos, a través del entrenamiento, de la educación, del estudio, de la reflexión, confrontada con la experiencia. Y, en el proceso de aprendizaje, se nos reactivan o fortalecen las conexiones sinápticas entre nuestras neuronas.
        Por eso, es conveniente estar activos, ejercitar la mente/cuerpo a través de actividades diversas como la lectura, la escritura, los viajes, entre otras.
       
En todo caso, la inteligencia no puede ser un mero aprendizaje de papagayo ni una aptitud para superar un examen, una prueba o un test psicométrico, que a duras penas logra medir nuestro cociente intelectual (CI), y quizá alguna cosa más, bueno, depende de la prueba pergeñada.
        La llamada inteligencia académica, tal y como está concebida, poco o nada tiene que ver con las emociones, pues hay gentes brillantes, con un CI estupendo, que se pierden y se hunden en situaciones adversas, porque no saben manejar sus “emociones inteligentes”.
        La inteligencia es, en definitiva, la capacidad de adaptarse al entorno, a la realidad, a las realidades, incluso a las irrealidades, y de sobrevivir en un mundo cada día más atroz (aunque creo que ninguna época fue tan dorada como a veces se pintan, antes al contrario, véanse, por ejemplo, la Edad Media o nuestra época de Guerra y Posguerra inciviles).  
        La inteligencia como la capacidad para saber discernir entre lo que nos conviene y aquello que nos resulta inconveniente, la habilidad para escoger quizá la mejor opción de todas las posibles, y de este modo poder enfrentarnos al mundo y resolver con solvencia nuestros asuntos. 
        En estos últimos años el neuropsicólogo americano Gardner, Premio Príncipe de Asturias de las Ciencias Sociales en 2011, nos ha hablado de la teoría de las inteligencias múltiples, en el sentido de que hay muchos tipos de inteligencia, hasta siete diferentes habilidades cognoscitivas, entre las cuales estaría la inteligencia lingüística, en la que estarían englobados quienes se dedican al noble oficio, a veces arte o creación literaria, de juntar letras y palabras. Asegura Gardner que, para esta suerte de inteligencia, se requiere de la utilización de ambos hemisferios cerebrales.       
        Hemisferios cerebrales
        Ya sabemos que el hemisferio cerebral izquierdo domina sobre todo aspectos como el lenguaje, la solución de problemas lógicos y el pensamiento analítico; mientras que el hemisferio derecho está abocado a la comprensión espacial, musical y el dibujo.
        A menudo los programas educativos se han centrado y se centran principalmente en las habilidades del hemisferio cerebral izquierdo, mientras que han descuidado -o no han prestado suficiente atención- al desarrollo del hemisferio derecho, lo que ha supuesto un hándicap para el íntegro desarrollo creativo, en el que intervienen ambos hemisferios a la vez, de una forma coherente y completa. Como es el caso de la creación literaria.
        Cabría señalar que en la poesía es muy importante no sólo el hemisferio izquierdo, responsable del lenguaje, sino el hemisferio derecho, en cuanto al ritmo, incluso su resonancia o la musicalidad de las palabras. Y por supuesto el lenguaje y el pensamiento analítico, propios del hemisferio izquierdo, son imprescindibles cuando se trabaja en una novela o en un cuento. Por ejemplo, en los relatos o historias extraordinarias (Berenice, El retrato oval o La caída de la casa Usher…), de Allan Poe (creador del detective Dupin) o en las historias detectivescas de Conan Doyle, el inventor de Sherlock Holmes (un personaje ficticio que emplea con habilidad la observación y el razonamiento deductivo para resolver casos difíciles), entre otros muchos autores y obras.
        Además de la inteligencia lingüística, Gardner habla de otras inteligencias como la lógico-matemática (la llamada antaño auténtica inteligencia), que es propia de científicos y filósofos; la inteligencia musical de los músicos, cantantes y bailarines; la inteligencia espacial, característica en personas que se dedican a profesiones tan diversas como el diseño, la arquitectura, la ingeniería, la escultura, la cirugía o la marina; la inteligencia corporal-cinestésica, en la que estarían los actores, mimos, bailarines, y aun los deportistas y cirujanos. 
        Gardner cita incluso la inteligencia intrapersonal, que sería como una especie de inteligencia emocional de autoconocimiento, propia de la gente que se dedica a la psicología, y la interpersonal o social (otra suerte de inteligencia emocional, de relación, en la que figuran los vendedores, políticos, profesores y terapeutas).
        La capacidad para ponerse en la piel de la otra persona, en esto consisten tanto la inteligencia intrapersonal como la interpersonal (esto es la inteligencia emocional, conocida a principios del siglo XX como inteligencia social). O por decirlo de otro modo, la habilidad social de empatizar, de comprender y motivar a la otra persona así como a uno mismo.
        Es en el ámbito de la inteligencia emocional (estrechamente relacionada con la memoria emocional o afectiva) donde interviene de un modo activo nuestro talento (si lo hubiere) y nuestra capacidad creativa (si somos capaces de desarrollarla teniendo no sólo confianza en nosotros mismos sino entusiasmo, perseverancia, intuición, imaginación, fina percepción y sensibilidad, curiosidad por saber e inquietud por aprender...), a través de la cual podemos generar nuevas ideas y conceptos a partir de asociaciones, etc.
        El propio Goleman habla de la inteligencia emocional como la habilidad social para sentir, entender, manejar y modificar tanto estados anímicos propios como ajenos, siendo capaces de mostrar empatía con los otros.
        Y, en este sentido, la inteligencia emocional es no sólo muy importante, sino esencial, definitiva -como ya había adelantado-, en el proceso de creación literaria, tanto en la novela, relatos y cuentos como en el teatro, sobre todo en la construcción e interpretación de personajes, donde ponemos toda nuestra emoción (incluso contenida) y nuestro saber hacer racional/irracional a la hora de componer nuestros personajes, sean estos más o menos ficticios, más o menos reales.






       




lunes, 26 de agosto de 2013

Lucía Etxebarría versus Colinas


(Os dejo este texto que escribiera en 2003 en Diario de León sobre la polémica Lucía Etxebarría, que al parecer tuvo varios contratiempos en un reality)
     

FRAGUA DE FURIL MANUEL CUENYA

Lucía Etxebarría versus Colinas

19/02/2003 (Diario de León)

Qué pena, Lucía, te han pillado con las manos en la andorga. Tú que creías que no se darían cuenta. La próxima vez ándate con cuidado, y no se te ocurra volver a copiar a nuestro paisano y poeta Colinas, que luego todo se sabe, y este es un país que no perdona. Bueno, no perdona a quien no le interesa, porque a algunos, hagan lo que hagan, nunca les pasará nada. Que nadie se escandalice. El que más y el que menos mete baza en el copieteo, porque resulta más fácil y más cómodo. Y eso que los profes no se cansan de vigilar a sus pupilos. Que cada cual haga lo que le salga de la punta, que algún día ya se topará con su sombra. 

Hasta el propio Henry Miller, grande entre los más grandes, confiesa que comenzó su carrera artística copiando algunas novelas. Sólo les cambiaba el título y el nombre de los personajes, asegura él. No sé cuánto de cierto habrá en esto. Quizá sea sólo una de sus ocurrencias literarias. En cualquier caso, si uno copia debe hacerlo con precaución y extremada delicadeza, y sobre todo debemos tener el coraje de decirlo. Pues esto que estoy escribiendo procede de la transpiración de tal o cual autor. Y no pasa nada. O no tiene por qué pasar nada. Uno lo dice y ya está. Punto y aparte. 

Lo que ya no queda tan bien es copiar poesía, porque la poesía, si se precia de tal, tiene que salir de las entretelas de uno. La poesía sólo debería escribirse con la sangre y el semen de uno. O la sangre menstrual y el flujo vaginal de una. Y tú, Lucía, has hecho trampa con los fluidos rosa. No sé si eres buena o mala narradora. No te tengo controlada. Aún no he logrado leerte de un tirón ni siquiera de dos. Beatriz y los cuerpos celestes lo hojeé. Nomás. Y ese del prozac y las dudas tampoco llegué a echarle el diente. Qué dejadez. ¿Verdad? Me caes bien, no obstante, porque aspiras a ser una mujer rebelde y una escritora maldita. Tras tu máscara de bisex flipada  a base de prozac y dudas existenciales no sé si se esconde una novelista avispada,  o un engendro mefistofélico, que nos sedujera con sus delirios y alucinaciones. No te conozco. No he tenido el gusto de saludarte, saborearte, sentirte. Te he visto, sin embargo, en dos ocasiones. Recientemente. Un día, sería el dos o el tres de enero del año en curso, me crucé contigo a la altura de Antón Martín, en la capital del Reino. No me atreví a decirte nada. Un autógrafo, tal vez. Tampoco reaccioné a tiempo. Y unos días más tarde, a finales de enero de este mismo año, te volví a ver, esta vez en el cine Capitol de la Gran Vía de Madrid.  Bajo el pretexto de un certamen de cortos, saliste a la palestra para leernos un manifiesto en contra de la guerra que ya nos está mordiendo las pelotas. Si te volviera a ver, Lucía, entonces te diría algo...



martes, 20 de agosto de 2013

IV Encuentro Literario en Noceda del Bierzo

Tònia Passola, Ana María  Romero, Gustavo Vega, Cuenya, Cubelos, Antonio Esteban

Un año más, y ya vamos por el cuarto, se celebró en Noceda del Bierzo un encuentro literario. Y esto es motivo de alegría, sobre todo para aquellos y aquellas que aún creemos en la palabra, en la palabra hecha carne y alma, en la palabra sagrada y balsámica, en los versos, en la música, en los sonidos acariciadores, que siguen arrullándonos a su paso por el verde y frondoso valle del Noceda, el útero de Gistredo, ese microcosmos que me vio nacer (y aun crecer) y en el que he encontrado la temperatura afectiva adecuada. Un espacio que amo y siento con todo mi espíritu, porque aparte de ser mi lugar de nacimiento (lo que inevitablemente marca, y mucho) es mi remanso de paz, mi jardín donde cultivo los afectos, el sitio que me inspira y me ayuda a seguir caminando por el mundo "alante", la tierra donde por fortuna viven y siguen viviendo mis padres (un auténtico tesoro) y una de mis hermanas, amén de amigos, amigas y paisanos y paisanas.
Un año más (qué bueno y qué saludable eso de seguir cumpliendo años y sueños) nos hemos dado cita poetas y narradores en Noceda, en las antiguas escuelas del barrio de Vega (donde la maestra Engracia/Desgracia, qué terrible, estropeara a toda una generación, o más, de rapazas). Pero esta es harina de otro costal, y no voy a entrar en ella. Daría para una novela.


Me alegra haber compartido con ellos y ellas, con el público asistente, entregado y amable, una hermosa tarde de sábado agosteño, y luego una velada entrañable, bajo las parras de la lírica. 

En el encuentro también rememoramos (esto forma parte de la vida, por desgracia) el terrible accidente que ocurriera en Santiago de Compostela hace algo más de un mes. Confieso que se me puso un nudo en la garganta (y se me estropajó la lengua) mientras di lectura al poema-recuerdo-de Santiago. 

Agradezco, como no podía ser de otro modo, que nuestros invitados de honor aceptaran con gusto la invitación y espero que se hayan sentido como en su casa leyendo y recitando sus poemas. Gracias Ana María Romero (por tus sentidos poemas de tu primera y actual épocas), Tònia Passola (por tu poética universal recitada en catalán), Antonio Cubelos (por tus poemas de memoria, impregnados de morriña), Antonio Esteban (por tu poesía recitada con fuerza y sentimiento), Gustavo Vega (por tu saber hacer, tus recuerdos entrañables de Villaverde de los Cestos y tus haikus en diferentes idiomas, ah, y tu soneto paseado susurrado), y Jose Caurel (que nos obsequiaste, con tu arte, tu voz, tu guitarra y tu gracia) bellas piezas musicales.  


El próximo año, Dios mediante (que diría el cura, joder, me está entrando la vena creyente, qué cosas), más. A por el Quinto Encuentro.


La fragua literaria leonesa: Epigmenio Rodríguez


Epigmenio Rodríguez (foto Cuenya, tomada en Gran Café de León)

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA | EPIGMENIO RODRÍGUEZ

«Las dos cosas de las que más se aprende son leer y viajar»

El narrador y cineasta Epigmenio Rodríguez, autor de ‘El color de las hayas’, está ahora centrado en su segunda novela, perteneciente a la trilogía De Infernis

 Manuel Cuenya 20/08/2013

Leonés de Taranilla, profesor y economista, consultor y cineasta, Epigmenio Rodríguez, que ha dedicado la mayor parte de su vida a la enseñanza, tanto en España como en el extranjero, se ha revelado como un magnífico narrador con El color de las hayas, su primera novela, recientemente publicada. Se trata ésta de una obra que formará parte de una trilogía titulada De Infernis, en clara referencia a la idea del «infierno de los vivos», que Italo Calvino desarrolla en Las ciudades invisibles, pues Epigmenio, o sea Epi, ya está con su segunda novela de esta trilogía, que tiene bastante avanzada «y seguramente estará lista a lo largo de este año», asegura él. El color de las hayas, ambientada en la montaña leonesa, es una «novela nostálgica de aire rural… con la fuerza de las grandes tragedias», tal como la definiera, de un modo atinado, con sus referencias a Ulises y su regreso a Ítaca, el profesor y narrador Paco Flecha, «de esas tragedias que han venido ocurriendo en el Mare Nostrum desde la noche de los tiempos —apostilla su autor—, y que han configurado lo que somos».

http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/las-dos-cosas-de-las-que-mas-se-aprende-son-leer-y-viajar-_820474.html 

 Me apasiona el encuentro con gente interesante

http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/me-apasiona-encuentro-con-gente-interesante_820473.html 

jueves, 15 de agosto de 2013

La fragua literaria leonesa: Ester Folgueral


 Ester Folgueral (foto Cuenya, tomada en Valle de Bubín, Igüeña)

«No les cuentes a los lectores lo que ya saben sobre la vida»

La poeta y periodista Ester Folgueral, autora de poemarios como ‘Lo indestructible’, tiene previsto publicar dos nuevos libros

 http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/no-les-cuentes-a-los-lectores-lo-que-ya-saben-sobre-vida-_818689.html

Manuel Cuenya 13/08/2013

Noticias relacionadas
Ester Folgueral (foto Cuenya)
Feliz, como una filósofa epicúrea en los huertos-jardines, y religada con su entorno natural y la poesía, la periodista y poeta berciana Ester Folgueral, a quien le gusta escribir sobre la vida, «que incluye muerte, misterio, amor, dolor, y millones de interrogantes», reconoce que su matria, el Bierzo, ha nutrido, con sus grandes riquezas como la naturaleza, la literatura y el arte, su manera de estar en el mundo, «incluso cuando vivía lejos –matiza–, durante más de veinte años, yo llevaba en mi escritura mis orígenes», porque la autora de La espada azul —libro galardonado con el Premio de Poesía Nuevas Escrituras Canarias— habita una casa hecha con el pensamiento de tantos que le han precedido y de otros que le acompañan, entre los cuales estaría su maestro y mentor Antonio Colinas, al que respeta mucho, como poeta que ha dedicado su vida a su obra poética y al estudio de la poesía. Ester recuerda cómo bebió en sus versos de Noche más allá de la noche, de Astrolabio. «Todo lo que me acompañó y aprendí en 1991 con el primer Tratado de armonía, mientras, embarazada, pateaba los barrancos de Gran Canaria o hablaba con el mar, en mi aprendizaje de la paciencia. También leí estudiando sus ensayos, como El sentido primero de la palabra poética, o La simiente enterrada. También le debo mis lecturas de María Zambrano». Asimismo, el poeta Colinas prologó su Memoria de la luz, un poemario reflexivo y vitalista, por el que recibiera una mención especial en el Premio Internacional Manuela López. «Fue muy generoso conmigo cuando le envié mi libro… a los pocos días llegaron sus palabras, precisas y preciosas, hablando de mi poesía como unión de pensamiento y sentimiento».


«Nos columpiamos sobre un barranco»

 http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/nos-columpiamos-sobre-un-barranco-_818688.html

sábado, 10 de agosto de 2013

Las lágrimas de San Lorenzo

-¡El tiempo!... ¡El tiempo!... -vuelvo a escuchar mientras me adormezco contemplando las estrellas que señalan la situación de Constanza en la oscuridad del mundo (Julio Llamazares, Las lágrimas de San Lorenzo)

Las lágrimas de San Lorenzo es el hermoso título de la última novela de Julio Llamazares, que dedica a sus amigos de Ibiza (los que están y los que ya nos están) e introduce con dos citas, una de ellas perteneciente al gran poeta José Antonio Llamas: ¡Dichosa edad en la que vuelan las estrellas!

Las lágrimas de San Lorenzo son una metáfora del tiempo y hacen referencia a las estrellas fugaces, a la lluvia de estrellas que suele tener lugar por estas fechas, con mayor intensidad en la noche de mañana. 

Ayer mismo tuve la ocasión de contemplar, bajo un cielo protector, tachonado de estrellas y blanquecino en su vía láctea, una de esas perlas que surca veloz el firmamento y se pierde en la lejanía de los tiempos. El tiempo, siempre el tiempo, como tema esencial de esta novela que a alguien, muy muy especial para mí, se le antoja un auténtico tratado filosófico sobre la fugacidad del tiempo, una reflexión poderosa y a la vez escalofriante acerca del inexorable paso del tiempo, de la imposibilidad de detenerlo, de la toma de conciencia del tiempo como algo que pasa y no volverá jamás. "Como decía John Lennon, la vida es eso que te sucede mientras estás ocupado haciendo otros planes".

Todo ello narrado con una prosa envolvente, tocada por la magia de la lírica hecha belleza. Contada en primera persona por un nómada o trotamundos en un brillante monólogo (en realidad en diálogo del protagonista con su hijo Pedro). 

Podríamos intuir que se trata de una novela con un marcado toque autobiográfico, aunque lo autobiográfico quede diluido y/o transfigurado por el hechizo de la ficción y una memoria, que a veces "traiciona". El personaje principal (y narrador) es un profesor y escritor nacido en Bilbao, aunque con orígenes en un pueblo de León, "que olía a lúpulo y a tomillo", el cual nos cuenta sus andanzas, como lector, por diferentes ciudades europeas, entre ellas, Aix-en-Provence, Constanza, Liubliana, Bari, Utrecht, Iasi, Uppsala, Coímbra... mientras recuerda con afecto y morriña sus mejores años de juventud en Ibiza.

A partir de determinada edad -ya lo escribió Julio en aquella novela imprescindible y conmovedora que es La lluvia amarilla- uno se da cuenta de la finitud. «Llega siempre un momento -el mío coincidió con la muerte de mi madre- en el que, de repente, la juventud se acaba y el tiempo se deshiela como un montón de nieve atravesado por un rayo». 

 ...¡Oh, flor del tiempo!

De nuevo Llamazares, veinticinco años después de La lluvia amarilla, vuelve con esta novela, Las lágrimas de San Lorenzo, que nos sumerge en las heladas aguas del océano-tiempo y nos remueve y sacude todas las entrañas con sus reflexiones, con recuerdos teñidos por la melancolía sobre los abuelos y los padres, un hermano muerto (Ángel), un tío desaparecido en la posguerra incivil (Pedro), novias, mujeres y amigos del personaje principal.  
"Lo único que no desaparecerá es el tiempo". 

viernes, 9 de agosto de 2013

Aveiro

Canal Central (muliceiro en primer plano)
Si uno visita Oporto, y dispone de algunos días, conviene acercarse a Aveiro, en la costa atlántica de Portugal (Portus Cale, que es hoy Vila Nova de Gaia, la ciudad del vino, a la otra orilla del Douro, mirando para Porto). Se tarda aproximadamente una hora en tren desde la Estación de Sao Bento (Porto/Oporto). Y resulta muy barato, si se saca ida y vuelta. 
Estación Sao Bento (Oporto)


Canal de Sao Roque
Aveiro, situada al sur de Oporto, es una ciudad tranquila donde uno puede disfrutar contemplando bellos atardeceres con aroma marino, porque Aveiro es ría y salinas, canales y moliceiros (que son unas embarcaciones de madera pintorescas, coloridas, que hacen recordar a las góndolas venecianas), tal vez por eso a Aveiro se le conoce como la Venecia portuguesa. Por eso y por sus canales, que abren el centro de la ciudad, entre los que están el Central (con el exotismo de sus palmeras), el das Pirámides o el de Sao Roque. Sin embargo, a uno le parece que Aveiro tiene cierto aire con Copenhague, sobre todo Cais dos Botirões, que tanto me hace recordar al Nyhavn (nuevo puerto, donde por cierto viviera Andersen, el de los cuentos) de la ciudad de la sirenita danesa. 

Cais dos Botiroes

Es un placer recorrer la ciudad, a pie o en moliceiro, dejarse fluir con sosiego, sin prisas, respirando la brisa marina (aunque no olvido que, cuando visité esta ciudad, no ha mucho, me tocó una ola de calor), dejándose arrullar por el encanto de sus callejuelas y sus buenas vibraciones. Hay ciudades, que nada más poner un pie en ellas, te invitan a quedarte. Otras, en cambio, te echan a la primera. Y esto se percibe al instante. Sólo hay que agudizar algo los sentidos y estirar la intuición. Y Aveiro es una de estas ciudades en las que se respiran paz y tranquilidad como si uno se fuera a un huerto-jardín, bajo la sombra de algún árbol centenario o milenario, a reencontrarse consigo mismo y con el universo. 

Un sitio estupendo, Aveiro, para reflexionar, meditar, relajarse, sentirse a gusto. En el Morgan and Jacob's Guesthouse, situado en la Praça do Peixe, en pleno barrio del mar, disfruté de su confort, sus vistas hacia el Cais dos Mercantéis y Cais dos Botirões, y desayunos amenizados incluso con música de Pink Floyd. Un hostel más que recomendable, sobre todo si uno tiene la suerte de disponer de prácticamente todo el alojamiento para sí solo. Un lujo cuasi impagable. 

Su aroma, los "ladridos" de las gaviotas y el sabor de aquel granizado de yogur me hacen rememorar mi visita a esta ciudad, declarada Patrimonio Mundial por la Unesco, con edificios azulejados y estatuas dedicadas a los pescadores y las pescadoras.
Nyhavn (nuevo puerto) fue construido a finales del siglo XVII como un canal que permitía el acceso directo al mar desde la antigua ciudad de Copenhague.

Con el tiempo se fue convirtiendo en la zona donde vivían los pescadores y marineros. Y más adelante en un barrio de mala fama.

La expansión de la ciudad hacia el mar acabó absorviendo el Nyhavn, que ahora forma parte del centro de Copenhague.

El Nyhavn actual es un canal precioso, jalonado por las típicas casas con fachadas de colores (algunas de ellas datan de 1681) que dan lugar a una de las más conocidas postales de Copenhague. En el canal suelen estar atracados numerosos barcos de madera, que contribuyen a crear una atmósfera especial que nos lleva al pasado. - See more at: http://www.viajeadinamarca.com/cubic/ap/cubic.php/doc/Nyhavn--el-canal-mas-famoso-de-Copenhague-261.html#sthash.aED0d2FP.dpuf

Nyhavn (nuevo puerto) fue construido a finales del siglo XVII como un canal que permitía el acceso directo al mar desde la antigua ciudad de Copenhague.

Con el tiempo se fue convirtiendo en la zona donde vivían los pescadores y marineros. Y más adelante en un barrio de mala fama.

La expansión de la ciudad hacia el mar acabó absorviendo el Nyhavn, que ahora forma parte del centro de Copenhague.

El Nyhavn actual es un canal precioso, jalonado por las típicas casas con fachadas de colores (algunas de ellas datan de 1681) que dan lugar a una de las más conocidas postales de Copenhague. En el canal suelen estar atracados numerosos barcos de madera, que contribuyen a crear una atmósfera especial que nos lleva al pasado. - See more at: http://www.viajeadinamarca.com/cubic/ap/cubic.php/doc/Nyhavn--el-canal-mas-famoso-de-Copenhague-261.html#sthash.aED0d2FP.dpuf

Nyhavn (nuevo puerto) fue construido a finales del siglo XVII como un canal que permitía el acceso directo al mar desde la antigua ciudad de Copenhague.

Con el tiempo se fue convirtiendo en la zona donde vivían los pescadores y marineros. Y más adelante en un barrio de mala fama.

La expansión de la ciudad hacia el mar acabó absorviendo el Nyhavn, que ahora forma parte del centro de Copenhague.

El Nyhavn actual es un canal precioso, jalonado por las típicas casas con fachadas de colores (algunas de ellas datan de 1681) que dan lugar a una de las más conocidas postales de Copenhague. En el canal suelen estar atracados numerosos barcos de madera, que contribuyen a crear una atmósfera especial que nos lleva al pasado. - See more at: http://www.viajeadinamarca.com/cubic/ap/cubic.php/doc/Nyhavn--el-canal-mas-famoso-de-Copenhague-261.html#sthash.aED0d2FP.dpuf