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martes, 28 de noviembre de 2017

La fragua literaria leonesa: Javier Huerta Calvo

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Javier Huerta: “La creación está siempre por encima de la crítica, que es efímera”

Manuel Cuenya | 28/11/2017 - 10:15h.

El polifacético Javier Huerta Calvo, autor de los poemarios 'Razones coloradas' y 'Manual de literatura', además de 'Gerardo Diego y la Escuela de Astorga', entre otras obras, está escribiendo ahora una'Historia maldita del teatro español'. Asimismo, trabaja en un libro sobre La Barraca de Federico García Lorca.

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Javier Huerta Calvo. Foto: Eloy Rubio
Doctor y Catedrático de Literatura, investigador, creador, especialista en dramaturgia y en la obra del poeta astorgano Leopoldo Panero. Este es Javier Huerta Calvo.
Nacido en Madrid, aunque leonés/maragato de Brazuelo, por vía materna, donde ha pasado, "y sigue pasando", según él, algunos de los mejores momentos de su vida. Y donde se le despertara, siendo un niño, la vocación literaria.
"Tal vez sea Brazuelo el lugar donde más libros he leído; y los libros que se leen en la infancia y la juventud son los que más te marcan la personalidad", recuerda Javier, que, si bien vive en Madrid, tiene una actividad intelectual cada vez más intensa, sobre todo en relación al proyecto de la Casa Panero, "en el que están involucrados una serie de grandes amigos, todos ellos notables intelectuales", aclara el autor de 'Razones coloradas', poemario con el que se siente bastante satisfecho, por el que recibiera, hace un par de años, el prestigioso premio Joaquín Benito de Lucas.
"No he publicado demasiada obra creadora, pero todo se andará. Quiero seguir con la poesía, si las musas me inspiran. También he escrito y estrenado alguna obrilla dramática, nonadas, en fin", apostilla Huerta, que es todo un especialista en teatro. Tanto es así que, aparte de sus varias publicaciones sobre esta disciplina, fundamentalmente en el llamado teatro breve de los siglos de oro, "cierto Benavente oculto, la obra dramática de García Lorca, en particular 'El público'", ha impulsado el teatro en la Universidad Complutense -donde imparte clases-, en colaboración con la fundación del Instituto del Teatro de Madrid.
Asimismo, ha contribuido, de un modo activo, a la creación de un máster y un doctorado en Estudios Teatrales, lo que le ha permitido el contacto con las gentes de teatro (dramaturgos, directores, actores), "que durante mucho tiempo han vivido de espaldas a la universidad, y la universidad de espaldas a ellas, claro".
El teatro como una actividad que tiene, en su opinión, una proyección pública realmente extraordinaria. Y con la que se siente muy satisfecho. El teatro como compendio de su dedicación a la enseñanza y la investigación, labores indisociables, a su juicio.
"Soy de los que creen que la enseñanza es indisociable de la investigación, y no concibo la una sin la otra, sobre todo en el ámbito de las humanidades".
En este mismo sentido, está convencido de que el estudioso de la literatura, el crítico (como es su caso) está siempre en contacto con la creación, es decir, cerca de la belleza y del espíritu.
"Toda la obra cervantina: un verdadero deleite espiritual y, si me perdonas que me ponga estupendo, el consuelo mejor cuando uno ve ya, aunque sea a lo lejos, la última vuelta del camino".
La creación versus la crítica literaria
"Su función es la de ser un mediador entre el creador y los lectores, y ayudar a estos para la buena apreciación de la obra literaria. No es extraño que un día, siquiera sea momentáneamente, abandone esta tarea de comentarista, para intentar él crear algo también. El empeño es difícil, porque como crítico sabe mejor que nadie de las imperfecciones y las deficiencias de la obra mal hecha. Y tal vez esto lo lleve a cierta actitud imposible. En cualquier caso, el esfuerzo merece la pena, porque la creación está siempre por encima de la crítica, que es efímera: lo ha dicho el que acaso sea el mejor crítico de la contemporaneidad, George Steiner. Tú puedes escribir una extraordinaria exégesis de 'El Quijote', pero a la postre será insignificante ante la grandeza de aquel", nos revela Huerta, haciendo hincapié en el hecho de que algunos colegas suyos, "algo petulantes" están convencidos de que su labor crítica es poco menos que trascendental para el desarrollo no sólo de la literatura sino de la humanidad.
"Otro gran crítico, Todorov, escribió en los años 70 una 'Gramática del Decamerón', que tuvo mucho éxito en su momento. Hoy hasta el título nos parece un despropósito: ¿cómo se puede reducir el genio de Boccaccio a un código tan antipático como el de la gramática?", se plantea el creador e investigador Huerta, quien, con buen humor y talante, cree que, si el crítico es consciente de los límites humildes de su tarea, puede ayudar mucho a estimular la lectura de las obras.
"Como profesor, me basta con cumplir ese objetivo respecto de los buenos estudiantes, y son ya centenares, los que han pasado por mis clases", agrega este estudioso sobre Leopoldo Panero, y admirador de la poesía de Antonio Gamoneda y Antonio Colinas, que son ya, en su opinión, dos clásicos de la mejor poesía contemporánea.
También reivindica a narradores como Luis Mateo Díez, Juan Pedro Aparicio, Julio Llamazares..., "a quienes debemos algunas de las mejores novelas escritas después de 1975". O bien la producción cuentística de José María Merino, que se le antoja cada vez más admirable, "como lo fuera la del recordado maestro Antonio Pereira".
Aparte de estos escritores ya consagrados, "incorporados con todos los honores al Parnaso de nuestro tiempo..., la nómina es ampliable a otros, veteranos y noveles, como Andrés Trapiello, Andrés Oria, Raquel Lanseros, Antonio Manilla... Y que me perdonen los no citados".
El propio Andrés Martínez Oria afirma que la poesía de Huerta es auténtica, "personal y verdadera, surgida de la experiencia del yo que es vivencia cotidiana y a la vez intelectual... En fin, poesía comprometida y de contenido moral quizá hasta ético".
Cuenta el autor de 'Manual de literatura' que hace unas semanas les hablaba a sus estudiantes del prodigio casi astral que suponía la coincidencia en un mismo espacio y un mismo tiempo ˗la España del Siglo de Oro˗ de escritores como Santa Teresa, San Juan de la Cruz, Cervantes, Lope de Vega, Tirso de Molina, Góngora, Quevedo... "Pues bien, esas coincidencias milagrosas se dan en otros ámbitos y en otros niveles... y ese es el caso de los escritores leoneses. Sin prurito alguno de carácter chovinista bien se puede hablar de una verdadera edad dorada de la literatura 'leonesa'", afirma Javier, devoto de Cervantes, habida cuenta de que nos ha legado a la posteridad un verdadero ejemplo de vida y de obra bien hecha, "como recientemente ha destacado el filósofo Javier Gomá", apostilla el autor de 'Gerardo Diego y la Escuela de Astorga', que en estos momentos está releyendo, desde las claves éticas que ha apuntado, al creador de 'El Quijote', porque  también lo tiene que explicar a su alumnado, "toda la obra cervantina: un verdadero deleite espiritual y, si me perdonas que me ponga estupendo, el consuelo mejor cuando uno ve ya, aunque sea a lo lejos, la última vuelta del camino".


domingo, 26 de noviembre de 2017

En la luz epistolar, por Ruy Vega


Me alegra encontrarme, hoy domingo, con esta carta-artículo que el escritor Ruy Vega le dedica, en La Nueva Crónica, a ‘Antología de relatos-Universidad de León’, publicada por PIEdiciones (con el beneplácito de la ULE, gracias también a José Manuel Trabado, el director del servicio de publicaciones de la Universidad de León). Una obra que salió a la luz este verano, en el mes de junio. Y que a uno le hace mucha ilusión, después de que, durante tiempo, quisiera hacer algo así. 

Una maravilla que Ruy se haya tomado su tiempo (en una época en la que todos (todas) vivimos acelerados/as, como si quisiéramos llegar ya a la meta, qué terrible). 
Me late extraordinario que este autor berciano (a quien he tenido la ocasión de entrevistar para la fragua, como él mismo dice: http://www.ileon.com/cultura/073733/ruy-vega-la-literatura-es-parte-de-mi-vida-me-mueve-y-me-conmueve) haya querido reseñar, a modo de carta al padre (cual si fuera KafKa, pongamos por caso, colosal el autor de 'La metamorfosis'), este libro, en el que han participado alumnos/as de mis cursos de escritura de extensión universitaria, tanto en León como en Ponferrada (a quienes felicito por sus relatos). Y que uno ha tenido el placer de coordinar, antologar (si tal puede decirse). 
Agradezco mucho tus palabras, Ruy. Y te felicito por tu buena labor con las nobles causas de la escritura. 
Creo que quien escribe y publica, aunque no sea una obra de arte (qué difícil lograr hacer arte) ya se merece todos mis respetos (aunque a veces, quizá en demasiadas ocasiones, echemos pestes de libros que creemos no nos aportan casi nada). 
La escritura (la llamada escritura creativa/constructiva/reconstructiva/recreativa) siempre resulta interesante, al menos para quien la ejercita, porque, como bien sabes, y sabemos, nos ayuda a poner en orden nuestro mundo, nuestro universo interior. Es, por lo demás, un modo de estar y ser en el mundo, de articular nuestro pensamiento a través de la palabra, de la palabra escrita. 
Cada día me fascina más la escritura.Jugar con las palabras. Acostarme con las palabras, como a buen seguro diría el gran Cortázar, soñar con las palabras. 
Pues eso, sigamos soñando con mundos literarios, con otros mundos posibles, ya que nuestro mundo real es finito, 'mortal y rosa' (por decirlo a lo Umbral, que tomó el título de su emocionante y reflexivo libro de un verso de Pedro Salinas). Siempre leyendo y escribiendo.  

https://www.lanuevacronica.com/en-la-luz-epistolar

jueves, 23 de noviembre de 2017

Un pez atravesó la luna

Un pez atravesó la luna es el título de la lectura-performance que hará el poeta, el artista Gustavo Vega este jueves 23 en el Campus de Ponferrada. Será a las 19h30 en la biblioteca del Campus universitario.  
Me alegrará volver a ver a mi paisano de Villaverde de los Cestos (berciano universal, con proyección incluso internacional) después de que estuviera en Noceda hace unos años, con motivo del Encuentro Literario que tengo a bien hacer en mi útero, con el apoyo del colectivo Cultural La Iguiada, que edita la revista la Curuja, y el Ayuntamiento de Noceda del Bierzo. 
Tonia y Gustavo en Noceda

Autor de Poéticas visuales, y una voluminosa tesis doctoral, de casi 3.000 páginas, Gustavo Vega es pionero en la aplicación (nos remontamos a los años 80 del pasado siglo), de los métodos del minimalismo americano a la poesía visual, en la introducción de ésta en la enseñanza así como en la realización de una nueva escritura caligramática con letras deformadas utilizando las posibilidades de la informática. Por tanto, estamos ante un artista, con diversos libros publicados, traducidos a idiomas como el inglés o el italiano (incluso el albanés o japonés), y múltiples performances a sus espaldas. 


Sus performances le han permitido viajar por todo el mundo. Y empaparse sobre todo de sus gentes, reconociendo sobre todo la influencia de países alejados de nuestro Occidente cultural. 


Como tantos bercianos (leoneses), este renacentista, que tuvo la ocasión de formarse en Roma, ha desarrollado casi toda su carrera profesional en Barcelona, esa ciudad que tanto ha aportado a la cultura de nuestro país, aunque ahora viva un clima de tensión a resultas de lo ocurrido en los últimos tiempos con el asunto del separatismo.   

Guatavo Vega reconoce que su  obra (influenciada por el Zen japonés o el Tai Chí) se basa en cierto modo en su infancia y su mocedad en el Bierzo y en la ciudad de León (con la que también tiene vínculos afectivos). Tanto es así que ha llegado a reivindicar la figura de Valerio del Bierzo, que utilizó acrósticos y telésticos, como un precedente de la poesía visual. 

En su obra se aúna lo plástico y lo visual, su gusto por los haikus y en ocasiones por los poemas comestibles. 

Tilo Cocodrilo, de Emma Sánchez Varela

Este viernes, en la casa de la cultura de Ponferrada, a las 18h30, la narradora y cuentacuentos Emma S. Varela presentará su cuento 'Tilo Cocodrilo'. Será un placer acompañarla. 
Conocí a Emma hace unos años en un curso de escritura (esos cursos que habitualmente imparto en León y en la capital del Bierzo). Y puedo asegurar que es una buena narradora, no sólo para la población infantil (que le entusiasma, no en vano trabaja como educadora infantil) sino también para adultos. 

Me alegra que Emma haya formado parte como alumna  de estos cursos. Y que figure además en una Antología de relatos que la editorial Piediciones (en colaboración con la Universidad de León) tuviera a bien publicar. Una Antología de la que me siento orgulloso y feliz como coordinador de la misma. 
Y también  me hace ilusión que ahora Emma tenga tanta proyección. En realidad, ella, cuando la conocí, ya había escrito algunos libros. Y había hecho varios cuentacuentos. 
En el fondo, no deberíamos marcar estas diferencias o fronteras entre la escritura para niños (niñas) y para gente adulta porque uno es buen narrador o no, independientemente de que escriba para una población u otra.
Su cuento 'Tilo Coocodrilo', que sí está pensado para niños y niñas de entre tres y seis años, está magníficamente ilustrado y nos adentra en el universo de la amistad, del afecto entre dos seres, en este caso entre dos animales, que, como bien sabemos por la etología, también tienen sentimientos. Y hasta sueñan, incluso despiertos. En esencia, los seres humanos somos animales, sobre todo emocionales, antes que racionales, a tenor de lo visto y vivido a lo largo de la historia. 

Amar y ser amados es lo mejor que nos puede ocurrir. Algo así llegaba a decir la gran actriz Nicole Kidman en 'Moulin Rouge'.
La amistad, el amor, los afectos, en definitiva, son, aparte de la salud (qué importante la salud, sólo la sabemos valorar si nos acaba faltando) lo más importante. 
Aunque muchos y muchas (el hipercapitalismo ha causado estragos en la Tierra) crean que lo más importante se el dinero, ese poderoso Caballero, o mejor dicho, ese significante que pudre cualquier significado, porque en verdad el dinero es mierda (a pesar de su gran valor en este mundo podrido y corrompido hasta la médula).
Pues eso, que Emma nos da aliento con su 'Tilo Cocodrilo' y a buen seguro lo agradecerán sus 'bebecines'. 
Un cuento, cómo no podía ser de otro modo, instructivo, pedagógico.  

(Vaya aquí este enlace, en el que aparece la fragua literaria que le dedicara hace unos años en ileon.com: http://www.ileon.com/cultura/042345/emma-s-varela-me-encanta-leon-su-gente-su-historia-y-sus-leyendas)

martes, 21 de noviembre de 2017

La fragua literaria leonesa: Manuel Durruti

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Manuel Durruti: "Buenaventura Durruti era un hombre encantador, lleno de energía, ilusión y amor al prójimo"

Manuel Cuenya | 21/11/2017 - 11:50h.

El investigador y narrador Manuel Durruti Cubría, autor de 'Hierbas silvestres comestibles', entre otros,  está ahora con un libro sobre las plantas de los muros del Baixo Miño.

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Sobrino carnal del anarcosindicalista y republicano y Buenaventura Durruti, Manuel Durruti Cubría es Doctorado en Bioquímica y un apasionado de las plantas, los animales, las ciencias. No en vano estudió Ciencias Naturales en Oviedo y en Madrid antes de irse, en los años sesenta, a vivir a Alemania.
Su experiencia en el país teutón fue extraordinaria porque allí pudo terminar su formación en la prestigiosa Universidad de Heidelberg, donde logró trabajar durante años. Se trata de una de las mejores universidades del mundo y la más antigua de Alemania.
Heidelberg es una animada ciudad en medio de una zona boscosa, enclavada en el valle del río Neckar, con su castillo y el llamado paseo de los filósofos, un jardín epicúreo que invita al estudio, el retiro espiritual y la contemplación de la belleza como una suerte de estimulación vital.
Aunque se muestra crítico con la historia nazi de Alemania, está convencido de que nuestra historia de Guerra Incivil es aún peor que la alemana.
"Recuerdo la historia de Federico el Grande y la tragedia de Alemania con los amigos de Franco. Aquellos que hicieron de Alemania un  país de asesinos uniformados. De aquella tragedia aprendieron y siguieron  trabajando. Es mucha la culpa, pero no tienen fosas comunes por todo el país. Ni un Valle de los Vencidos. Volaron el monumento de Núremberg", señala Manuel Durruti,  a quien su madre aconsejaba, siendo él un niño, que ocultara su primer apellido y sólo dijera su segundo apellido con el fin de que no lo asociaran a su tío Buenaventura.
Cabe mencionar que la ciudad de Núremberg fue elegida por Hitler como sede para los congresos del Partido Nazi. Sobre el congreso de 1934 en esta ciudad alemana existe un sofisticado y espectacular documental, 'El triunfo de la voluntad', de Leni Riefenstahl, que contribuyó, de un modo asombroso, a difundir la ideología nazi.
La vida del controvertido Buenaventura, ya desde su infancia, resulta de gran interés. Mecánico, tornero, afiliado de la CNT (Confederación Nacional del Trabajo), exiliado en Francia. Y posteriormente en Argentina y Chile. Al que se le atribuyen hechos, que no fueron tales según su sobrino Manuel.
Cuenta el escritor y periodista leonés Ernesto Escapa que Buenaventura Durruti fue un libertario puro, el héroe popular más importante de los comienzos de la guerra civil. "Tres cuartos de siglo después, su póster figura en los álbumes de la mitología revolucionaria y su aventura alimenta una bibliografía copiosísima, mientras en León permanece el tópico de su perfil facineroso".

miércoles, 15 de noviembre de 2017

Gijón, aroma marino, sabor a sidra

Vuelvo a Gijón (Xixón) para presentar Mapas afectivos. Y me encuentro con una ciudad acogedora, donde la comida y la bebida lo es todo, o casi todo. Algo habitual, por lo demás, en nuestra piel de toro, sobre todo en este Noroeste verde y marino. 
Puerto de Gijón

Se come mucho y bien en esta tierra, lo que a uno le entusiasma, dicha sea la verdad. Por lo general, a los seres humanos nos gusta comer y beber, salvo que tengamos algún trastorno mental (véase la terrible anorexia, o bien la bulimia), que sin duda dan muchos quebraderos de cabeza a quien las padece. Y aun se los procura a su entorno más inmediato, a su familia. 
María, Esperanza, Natalia, Manuel, Pablo, José María

También existen lugares en el mundo, pongamos por caso Cuba, donde la comida resulta harto escasa, incluso para los turistas, lo cual es mucho decir, o al menos esa fue mi impresión en mis viajes a la isla caribeña. 
No así el bebercio, pues el ron (aunque a veces sea malo) se toma en cantidades. Qué rulen los mojitos a orillas del Maleconcito habanero. 
De repente, me doy cuenta de que Gijón, con su luz tenue, casi mortecina, me ha llevado a La Habana, acaso porque ambas son ciudades marinas, aunque en una se coma de rechupete (un buen pote o fabada y aun un cachopo regado con sidrina hacen las delicias de cualquier comensal) y en la otra la comida (a excepción de grandes hoteles) no va más allá, ay, del arroz con frijoles, y de vez en cuando alguna langosta. 
Por cierto, guardo un buen recuerdo de Los Nardos, un restaurante perteneciente a la asociación cultural Juventud Asturiana, que se halla en el primer piso de un edificio del famoso Paseo del Prado, enfrente del emblemático Capitolio. 
Al parecer, también en Gijón existe el Centro Asturiano de La Habana, que no he llegado a visitar. Quizá en una próxima visita a esta ciudad con aroma marino y sabor a sidra pueda visitarlo. 
En Cabo de Peñas

Sí visité, en cambio, la casa leonesa de Gijón, donde presentara mis Mapas afectivos, con la hospitalidad de su presidente Santiago Seara, que es originario de Torre del Bierzo, en el Bierzo Alto (o sea paisano) y de su tesorero, el escritor maragato José María Chimeno, que anda ahora presentando un libro sobre Gaudí (apasionante la figura y la obra de este genio, que supuestamente se inspirara, para idear sus arquitecturas, en la Capadocia turca. Y que nos ha dejado monumentos singulares tanto en Astorga como en la ciudad de León).
Zona del Cabo Peñas

Me ha gustado volver a Gijón y reencontrarme con gente conocida, gente amiga, como es el caso de Pablo Huerga (gran filósofo y estupenda persona) o bien las poetas Esperanza Medina y Natalia Menéndez, a quienes tuviera la ocasión de conocer en un encuentro poético en La Felguera, en el centro de Artes Escénicas Álvarez Nóvoa (otro grande de la escena teatral y cinematográfica, con quien llegué a compartir algunos momentos inolvidables). 
En la presentación también estuvieron presentes Beatriz y su marido. Beatriz es una extraordinaria profesional de la enfermería. Gijonesa que vive entre Ponferrada y su ciudad natal. 
Luanco

Y por supuesto allí estuvo María, mi prima, la nieta de Simona Cuenya, originaria de Vega de los Árboles (La Vega), próxima al monasterio de San Miguel de Escalada. 
Antes de la presentación tuve tiempo para darme una vuelta a lo largo del paseo de la bahía de San Lorenzo, haciendo parada para echarle un ojo al histórico bar Varsovia, situado en un edificio modernista, Art Decó, en la calle Cabrales. Un local con solera especializado en cócteles. La bahía de San Lorenzo me recuerda a las playas de Riazor y Orzán en Coruña. Gijón y Coruña tienen como cierta similitud. 
Bar Varsovia

Al día siguiente de la presentación de Mapas afectivos me encuentro con mi sobrino carnal Rodrigo, que desde hace algún tiempo vive y trabaja en las Asturias verde de montes y negra de minerales (el poema de Garfias y la canción de Víctor Manuel son sublimes). Y nos vamos a danzar por los alrededores, acercándonos a Luanco (donde no recuerdo haber estado nunca, a pesar de la cercanía con Gijón, y de que ahí vive mi prima María) y al hipnótico Cabo de Peñas, el más septentrional del Principado astur. Un balcón con vistas a los acantilados y al verdor esperanza de una tierra familiar.
Lo de Principado suena a cuento de hadas, a xanas, tal vez. Y nos adentra en la mitología de los seres sobrenaturales. En ocasiones, conviene dejar volar la imaginación, incluso conviene volar de un modo físico. 
Monumento a la sidra-Gijón

En mis sueños recurrentes de infancia soñaba con volar. Y a menudo pienso que estaría muy bien poder volar/sobrevolar Gistredo hacia Asturias. A vista de pájaro el Bierzo Alto, Babia y Asturias. En todo su esplendor. En línea recta estamos al lado. El Bierzo Alto y Asturias hermanados por una lengua común, por un sentir parecido. Si es que nos parecemos más de lo que creemos. En realidad, los seres humanos, aquí y allá, somos más parecidos de lo que algunos creen. Por eso los nacionalismos no tienen sentido. Y aun son perniciosos para la Humanidad.    
Después de la visita al Cabo de Peñas, que hace soñar con el romanticismo paisajístico (el paisaje como memoria afectiva, la genuina memoria) y esas olas que vienen y van, como en la archiconocida canción Je t'aime moi non plusde Serge Gainsbourg, continúo el paseo por Verdicio, un lugar para entrar en contacto con el eremitismo cantábrico, un mapa para perderse en otoño y reencontrarse en sus playas en verano.
Verdicio

Me despido de Gijón mirando al mar cantábrico, desde el monumento de Elogio del horizonte, de Chillida, que a la poeta y narradora Marta Muñiz le entusiasma. 
"De la que bajo" (expresión que tanto presta a los astures) voy recorriendo la medina de Cimadevilla, medineando por sus callejuelas, con sus casas coloridas y el fuerte y a la vez agradable olor de las sidrerías, en las que se escancia (no se tira, como me recordara un escanciador espabilado) esa bebida que a uno se le antoja una de las mejores (tal vez más saludables) del mundo. Devoción le tengo a la sidra natural, sobre todo si se acompaña con buenos pinchos o quesos de la tierra, que son muchos y muy abundantes (habrá que entrarle al Gamoneo en una próxima visita). 
Elogio del horizonte-Gijón

El aroma a sidra me lleva, cómo no podía ser de otro modo, al monumento a la Sidra, que es un árbol hecho con botellas de este elixir, próximo a la estatua de Pelayo, en la zona del puerto, cuyas vistas a los barcos me procuran, por instantes, la ilusión óptica de que estuviera en el Nyhavn de Copenhague. Unas ciudades me llevan hasta otras, de un modo inevitable. Ha comenzado a orvallar/orbayar y ya toca despedirse, de verdad, de la ciudad, que en su interior también alberga a algunos sin techo, durmiendo al aire libre. Y es que la globalización, sobre todo de la miseria, se ha impuesto en este mundo capitalista. 

martes, 14 de noviembre de 2017

La fragua literaria leonesa: Marcelo Óscar Barrientos Tettamanti

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Marcelo Barrientos: "Me gustan las obras que me emocionan"

Manuel Cuenya | 14/11/2017 - 12:45h.

El poeta y fotógrafo Marcelo Óscar Barrientos Tettamanti, autor de 'Lugares comunes', está trabajando ahora muy despacio en relatos y poemas, que no sabe bien hacia dónde irán a parar, si acabarán juntos o separados.

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Marcelo Barrientos
HIJO Ahora sé que el universo cabe
en la sonrisa de un hijo.
Descubro uno nuevo
cada día.
Sea el sol o la lluvia,
todo es un motivo de alegría.
Encuentro respuestas
que antes no existían.
Descubro los secretos de la vida.
Y en el saco rojo
que guardo en las costillas
ha hecho él, el sitio donde anida.
Y entre sueño y noches de vigilia
siento el alma bullir con tanta vida.
Ahora sé cómo mienten los espejos
porque solo en su mirada me reflejo
y me dice "papá"
y yo le abrazo,
y me hundo en su frente...
con un beso
(De su poemario 'Lugares comunes')
Argentino de nacimiento, el poeta y fotógrafo Marcelo Óscar Barrientos Tettamanti llegó a España (en concreto a la ciudad de León) cuando era estudiante de Veterinaria. Y fue cuando su padre le recordó que su bisabuelo era leonés, aunque no recordaba nada más. Por desgracia. Toda una historia que daría acaso para un relato o una novela.
En aquella época en Argentina reinaba el caos, "la inflación era tan brutal que al cobrar el sueldo ibas a gastarlo todo porque al día siguiente, incluso a las horas siguientes, comprarías mucho menos. Pensé que mi familia lo perdería todo", rememora con tristeza Marcelo, consciente de lo que significa migrar, pues se trata, según él, de un proceso largo, "cuando llegas a tu destino tras de ti van llegando poco a poco los nuevos paisajes, el acento, los sabores, llegan y empujan lo que era tuyo, muchas cosas permanecen en ti inamovibles, la familia que has dejado, los amigos y mi río Paraná. Al tercer año de estar en León empecé a llenar mis estanterías de las cosas que tenía en cajas pensando volver a casa, tomé conciencia de que si no echaba raíces León no me querría ni yo a ella, la ciudad se abrió y yo me fui enamorando, me regaló a mi mujer y dos hijos, no hay raíces más profundas. Mis amigos son leoneses, y me siento leonés también. Llevo veintiocho años renovando el hierro de mi sangre a base de morcilla de León".
"Al tercer año de estar en León empecé a llenar mis estanterías de las cosas que tenía en cajas pensando volver a casa, tomé conciencia de que si no echaba raíces León no me querría ni yo a ella, la ciudad se abrió y yo me fui enamorando, me regaló a mi mujer y dos hijos, no hay raíces más profundas"
Al final, Marcelo, con su mujer y sus hijos, se ha arraigado en León. Una vez más, es la temperatura afectiva (no la ambiental) la que acaba imponiéndose. Y decidiendo el lugar en el mundo en el que uno desea establecerse, vivir.
Desde hace algún tiempo coordina en la ciudad de León, junto a Julia Álvarez ("un ángel de persona"), la interesante actividad de 'Cuento Cuentos contigo', que pusiera en marcha Flor Méndez Villagrá, a quien el actual coordinador reconoce su maestría, su buen hacer y su amor por los cuentos.
"Con más de dos años involucrado, la experiencia es muy positiva, con la gente se aprende mucho y también mucho de uno mismo, el alma de 'Cuento Cuentos Contigo' es aquella persona que escribe un relato y tiene el valor de ponerse delante de un micrófono y leerlo. Éste es el núcleo, que debe, en mi opinión, permanecer inalterable, no hay mayor satisfacción que oír aquella historia guardada en un cajón hacerse sonido en la cafetería Varsovia, los nervios del lector, el silencio que se logra es sencillamente mágico, la música, los retos, todo lo que acompaña cada encuentro no es más que relleno ante aquel hecho de compartir la prosa. Es el único lugar que yo sepa de la ciudad donde la prosa tiene su espacio entre tanta poesía. No está mal formar parte de eso, y digo parte porque desde su fundación tenemos claro que 'Cuento Cuentos Contigo' vivirá lo que la gente quiera que viva, sin otra pretensión en tiempos de prisas absurdas, que juntarnos alrededor de una (varias) mesa(s) a contarnos una historia", así se expresa Marcelo, fascinado con la actividad literaria que existe en León, con esa diversidad de voces narrativas y poéticas, que  nos da, a su juicio, la opción a conocer, "que es lo mismo que amar y a elegir, que es lo mismo que crecer", porque en León la literatura está en la calle, "no se me ocurre un mejor lugar, sobre todo para la poesía, será el lector quién la coloque en su biblioteca particular y decida en que estante", apostilla este creador, ilusionado con que existan tantas voces, pues "al contrario de esa idea de exceso, de mediocridad que se oye una y otra vez a mí me alegra esta abundancia... y por supuesto me gustan las obras que me emocionan".
Entre sus autores y autoras preferidos figuran, entre otros, Baudelaire, Lorca, Machado, Miguel Hernández, Whitman, Bécquer, Benedetti, Horacio Quiroga... En realidad, cuenta que, cuando llegó la democracia a Argentina, su abuela materna sacó del fondo de un armario una caja donde ponía: "Para Marcelo", escrito con la letra de su abuelo. Y allí había una colección de libros, en la que estaban los escritores citados. En su adolescencia  también tuvo la enorme suerte de tener un vecino lector, quien, después de verlo leyendo un best-seller de la época,  le mostró su biblioteca, puso en sus manos tres libros de Herman Hesse y le dijo: "vuelve a por más...".
Luego Marcelo comenzaría a leer a  Alfonsina Storni, Cortázar, Pizarnik, Farny, Aldo Pellegrini... entre una larga lista. "Y no puedo dejar de nombrar en modo genérico los libros de ciencia que he leído y aún leo, siento debilidad por el conocimiento de la biología que deriva de mis estudios inconclusos de veterinaria".
"En la fotografía la emoción es inmediata (...) en la escritura hay un esfuerzo, el de leer, la imagen es creada dentro del lector"
Poesía y fotografía, dos maneras de contar la vida
En la actualidad, Marcelo compagina su labor como fotógrafo y su faceta como poeta y relatista, porque ambas actividades le entusiasman. "Son dos maneras de contar la vida que al final es la pretensión que tengo en imagen y palabra", aclara este artista que reconoce su amor especial por el arte, desde siempre, porque le parece la herramienta más humana para afrontar la realidad y para mover las estructuras fijas en el pensamiento individual, a lo que, en su opinión, somos tan proclives como especie.