Te di la vida entera es el título de la novela de Zoé Valdés que he elegido para hablar el próximo martes en la cadena Ser, Radio Bierzo.
Quizá no sea su mejor obra, pero a mí me apasionó cuando la leí por primera vez. Ahora que la estoy releyendo no me parece tan buena, lo que no significa que no lo sea, quede claro.
Además, me sigue encantando esa forma de contar, tan habanera, a ritmo de bolero y guaracha, con ese lenguaje que engatusa y a la vez nos resulta tan melosón.
También me gusta el recurso del narrador muerto, en este caso una muerta, algo muy cinematográfico, como hemos visto en Sunset Boulevard (El crepúsculo de los dioses) del Billy Wilder.
"No soy la escritora de esta novela. Soy el cadáver", escribe Zoé Valdés al inicio del primer capítulo.
Se trata de un melodrama con aroma almodovariano, con el ingrediente sabroso de todos esos personajes salidos de la movida, en este caso, cubana: lesbianas, mariconcetes, putas y chuloputas, entre otros.
También hay en la novela, sobre todo en el primer capítulo, un gusto por la narración celiana, véase Cristo versus Arizona, por ejemplo.
La novela entera está plagada de cubanismos, que hacen deliciosa la lectura, y nos ayudan a degustar la realidad/irrealidad que nos muestra la autora, esa HABANA colorida, iluminada... con sus mujeronas de carnes duras, muslos gruesos... tras la que se esconde un mundo subterráneo de sexo y decadencia.
Continúa.
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