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lunes, 31 de julio de 2017

La fragua literaria leonesa: Gonzalo López Alba


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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Gonzalo López Alba: "La buena literatura no sabe de orígenes sociales ni procedencias geográficas"

Manuel Cuenya | 18/07/2017 - 11:28h.

El periodista y narrador Gonzalo López Alba, autor de 'Los años felices' y 'My dear love', está a la espera de encontrar una buena editorial que desee publicar su tercera novela, que en buena medida está ambientada en El Bierzo. Asimismo, tiene previsto acometer la reconstrucción de lo ocurrido en el PSOE desde la renuncia de Zapatero hasta la segunda elección de Pedro Sánchez como secretario general.

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Gonzalo López Alba
"Hoy me he llevado una sorpresa al abrir el buzón de mi correo electrónico. Me ha escrito una chica rusa. Se llama Antonina. Dice que nos conocimos en Badoo, aunque yo no lo recuerdo; puede que sí, puede que no, porque envié muchos mensajes, pero si tiene mi email ha de ser porque antes contacté con ella (¿o no?)..."
(Gonzalo López Alba, fragmento del Diario de Mariano, 10 de octubre de 2003, correspondiente a 'My dear love')
Premio Luis Carandell por su labor como cronista político y parlamentario, Gonzalo López Alba ha trabajado en diversos medios, como 'ABC' o  bien 'Público', además de colaborar ahora con 'El confidencial' e 'Interviú'.
Si bien ha publicado tres libros,  Gonzalo no se considera escritor, porque, según él, hay autores que han publicado decenas de libros y nunca llegaron a ser escritores. "A otros, como Juan Rulfo, le bastó con escribir uno ('Pedro Páramo') para serlo", puntualiza  este periodista berciano, que lleva 35  años de actividad profesional, cuya carrera profesional ha desempeñado y desempeña en la capital de España, adonde se fue a estudiar con tan sólo 16 años. Por tanto, estamos ante uno de tantos bercianos ilustres e ilustrados que viven y desarrollan su trabajo fuera de su tierra, lo cual es una pena para nuestra comarca.
Ojalá esta tendencia cambiara con el paso de los años, y nuestros talentos, nuestro capital humano se quedará en nuestra zona. En todo caso, Gonzalo es consciente de sus raíces porque en el Bierzo sigue viviendo la mitad de su familia, entre ellos el narrador Ruy Vega, al que también tuve la ocasión de entrevistar para este medio.
No sólo eso, sino que fue el propio Ruy Vega quien me habló de su tío Gonzalo López Alba. "Cuando vengo al Bierzo siento que vuelvo a casa y, también, pena al ver cómo tenemos tanta riqueza y potencial desaprovechados", rememora Gonzalo, sabedor de que el Bierzo cuenta con esos recursos humanos a los que antes hacíamos referencia.
Nacido en la "pequeña Compostela", donde confluyen los ríos Burbia y el Valcárcel, Gonzalo pasó sus primeros años de vida en una barriada de Vega de Valcarce. Y cuando le preguntan de dónde es, responde en tono humorístico (rememorando al gran Max Aub) que es de Cacabelos, porque "uno es de donde hizo el Bachillerato".
Se siente berciano por los cuatro costados, "incluso con unas gotas de sangre gallega, para que no falte de nada. La nuestra es una tierra fronteriza y, como tal, de mestizaje, y eso forma parte de mis señas de identidad". En este sentido, está convencido de que, tanto en el periodismo como en la literatura, y también en su personalidad, es fruto del mestizaje, confesando su gusto por los clásicos españoles, pero también por el realismo mágico de los autores iberoamericanos y obras de escritores de todos los continentes: europeos, japoneses, árabes, africanos, estadounidenses, rusos... "La buena literatura no sabe de orígenes sociales ni procedencias geográficas", apostilla este berciano/leonés, el cual cree, "medio en broma medio en serio", que la provincia de León es una tierra que sólo produce inútiles porque  quizá no haya otro territorio con menos extensión geográfica –apunta– que tenga una nómina más abundante y notable de escritores. "Por cada nombre que pudiera decir, me olvidaría de tres, así que prefiero no decir ninguno. Si me pones en el brete, confieso que entre nuestros clásicos siento predilección por Luis Mateo Díaz, y entre los más jóvenes, por Ruy Vega, que es sobrino mío".
"Sin el aprendizaje cotidiano de escribir que te proporciona el periodismo y sin lo que he podido ver y conocer, no
habría podido escribir como escribo ni escribir de lo que escribo"
En su caso el periodismo y la escritura creativa van de la mano, como suele ser habitual, de modo que "sin el aprendizaje cotidiano de escribir que te proporciona el periodismo y sin lo que, gracias al desempeño de este oficio, he podido ver y conocer, no habría podido escribir como escribo ni escribir de lo que escribo", señala el autor de 'Los años felices', que escribe a partir de sus experiencias como cronista político, cuyo protagonista es un periodista como Gonzalo, de su generación, aunque no sea, en su opinión, una novela autobiográfica, puesto que no ha pretendido contar su vida. "Pero sí es una visión generacional (la de los que pertenecemos al llamado 'baby boom') de un periodo fundamental en la historia de España. De mi vida personal sólo utilicé vivencias compartidas por esa generación, aunque, como dijo Claudio Magris, que de esto sabe mucho más que yo, la narración es un juego de espejos y siempre que te asomas a un espejo hay una parte de ti que también queda reflejada, generalmente la que es menos evidente".
Se trata de una novela editada por Planeta aunque, como nos recuerda su creador, también es un relato histórico con elementos "que bosquejan un apunte de ensayo sobre las causas que nos llevaron a la Gran Recesión. Si tuviera que sintetizarlo, diría que es una invitación a revivir de forma amena las décadas más trascendentales y cambiantes de nuestra historia reciente, vistas con el prisma de quienes llegamos a la mayoría de edad en democracia, pero incorporando también a personajes de todas las generaciones vivas, desde los que vivieron la guerra civil hasta los niños de nuestros días. Todos ellos se pueden sentir reflejados en algún pasaje de mi libro".
Realidad virtual, el lado perverso de las redes sociales
Recientemente, acaba de publicar 'My dear love' (Edición independiente,  de venta exclusiva en Amazon: ebook y papel), una novela singular, una historia de amor y engaño que nos adentra en el mundo de la soledad, el aislamiento, y nos muestra el lado perverso de las redes sociales... Su creador nos alerta acerca del peligro de estas redes sociales, que nos acaban atrapando. Y terminamos siendo prisioneros de una realidad/irrealidad que nos convierte en autómatas, ególatras. "Una realidad que mejora la realidad auténtica, con la consiguiente frustración cuando nos enfrentamos a ésta".
Esta novela nos invita a reflexionar acerca de una de las grandes paradojas del siglo XXI. Ahora que vivimos en la era por excelencia de las comunicaciones, "resulta que vivimos más solos que nunca, enganchados a las redes sociales, y aislados en mundos virtuales. La soledad se ha convertido en el llamado primer mundo en la gran enfermedad de comienzos del milenio".
Escrita en formato de correos electrónicos y fragmentos de un diario personal, aparte de las narraciones de los capítulos titulados 'El viaje' y 'Las pesquisas de Lena', donde se nos desvela la trama, 'My dear love' es, a su juicio, un experimento de construcción narrativa, en el que rescata la vieja tradición de la literatura epistolar adaptándola a los usos y lenguajes
actuales, a la vez que nos invita, como lectores y lectoras, a participar activamente en el relato con la reserva de espacios en blanco. "En cuanto al contenido, aborda un tema que ya forma parte consustancial de nuestras vidas. La revolución de las tecnologías de la comunicación y las redes sociales ha cambiado nuestras formas de trabajar, pero también nuestros hábitos, nuestras conductas y hasta nuestros pensamientos. No seré yo quien imite ante este hecho a los negacionistas del cambio climático, pero todas las monedas tienen dos caras y, en este sentido, es una llamada de atención sobre el lado oscuro de las redes sociales, que también existe. Tendemos a pensar que los más jóvenes están más expuestos a caer en ese lado, pero los nativos digitales conocen mejor sus ventajas e inconvenientes que los analógicos como yo, y por eso mis personajes son personas adultas. Todos estamos expuestos a caer en ese lado oscuro", nos explica Gonzalo a propósito de su novela protagonizada por Antonina y Mariano.


Aproximación a Israel

http://www.ileon.com/actualidad/076648/aproximacion-a-israel (Podéis leer esta aproximación a Israel en ileon.com y en mi propio blog). 

Once días en Israel no son suficientes para medio entender este joven Estado, que en el fondo es uno de los territorios con más historia del mundo, esta tierra Prometida, habitada en la actualidad por judíos, que son mayoría, aunque también resida en la misma un buen porcentaje de árabes, entre otros. 
Muro de las lamentaciones en Jerusalén

Musulmanes y judíos que no se entienden ni tiros (nunca mejor dicho), y supongo que no se llegarán a entender, mientras existan intereses económicos, territoriales de por medio, porque en verdad las religiones son pretextos (inventados por pendejos) para llevarse el gato o la gata al catre. Ni más ni menos. Dejémonos de monsergas. 
Sólo hay que leer al antropólogo americano Marvin Harris para darse cuenta de que, desde el materialismo cultural que nos propone, todo se explica en términos materialistas (léase por ejemplo su interesantísimo ensayo 'Vacas, cerdos, guerras y brujas'). Esto requeriría de un análisis exhaustivo pero no es menester en este apartado, que deseo dedicar a mi reciente viaje a Israel, donde conviven religiones que no se soportan, como hemos podido comprobar, in situ, a lo largo de esta última temporada, sobre todo en la antigua ciudad de Jerusalén, donde ha habido varios muertos y centenares de heridos a resultas de los atentados y altercados de estos últimos días, siempre por lo mismo, la disputa de la Tierra Santa. Qué esta tierra es mía, que no, que te bajo un rachonazo, que te atizo, leche, que no me quites el agua del 'prao' que te meto el sacho  'nel llombo', algo así ocurría también, otrora, en tiempos de penuria y estrechez económicas, en mi pueblo, que en verdad es aldea universal. Habla de tu pueblo y estarás hablando del universo. 
Puerta de los leones (Lions Gate)
Cámaras de videovigilancia, detectores de metales, controles impresionantes, sobre todo en la Puerta de los Leones (Lions Gate), impidiendo de este modo a los palestinos que entren a rezar en su templo sagrado. Un gran despliegue de militares y policías por las calles de la ciudad amurallada de Jerusalén le ponen a uno, aunque sólo sea un mero turista o viajero, el corazón en vilo, habida cuenta (todo hay que decirlo) que uno viaja solo, sin una manada o rebaño turístico guiado al que ampararse. Da como escalofríos ver a los militronchos con sus fusiles en mano apuntándote.
Al fondo, la Cúpula de la Roca

Imposible adentrarse en determinados sitios, como en la llamada Explanada de las Mezquitas, donde se halla el emblemático monumento de la Mezquita de Al-Aqsa (se dice, cuánta leyenda, que el profeta Mahoma ascendió a los cielos desde esta mezquita) y la vistosa Cúpula de la Roca, que llama la atención del visitante desde casi cualquier punto de la ciudad. Conocida asimismo como Roca Fundacional o Domo de la Roca, se cuenta que Jesús, en referencia a este templo, le dijo a Pedro: "Tú eres la roca sobre la que edificaré mi iglesia". Lugar de culto por supuesto tanto para hebreos como para musulmanes. Todos se disputan este monumento. 
Me había prevenido, por fortuna, el gran Eugenio García Gascón: "Mañana procura salir temprano de la ciudad antigua porque será un día muy peligroso, sobre todo a mediodía", lo cual le agradezco enormemente. No sólo que me avisara del peligro de quedarme en la ciudad vieja de Jerusalén, sino que me ofreciera su hospitalidad, su casa para comer, y su invitación al café París, que queda en el residencial y elegante barrio de Rehavia, donde él vive, a un cuarto de hora caminando, más o menos, de la puerta Jaffa de Jerusalén, conocida también como la puerta de la torre de David, a través de la cual se accede a la ciudad vieja. 
Con Eugenio G. Gascón en terraza del café París-Jerusalén
No obstante, tuve la ocasión de quedarme un rato en el exterior de la puerta de Jaffa a ver cómo se manifestaban los palestinos. Dicen que la curiosidad mató al ratón. O al gato. No importa. 
Gracias a nuestra amiga común Álida Ares (gracias, Álida) tuve la fortuna de conocer a Eugenio García Gascón, que ejerce como periodista y corresponsal de 'Público' en Jerusalén ("la ciudad divina", como él la llama) desde el año de 1991. Anteriormente, residió en Damasco ("ciudad humana"). 
Catalán universal, enamorado de Jerusalén, que no cree en nacionalismos ni religiones, tal vez porque esta ciudad divina es, en su opinión, el mejor laboratorio del mundo para ver el nacionalismo y la religión en su expresión más absoluta".
Autor, entre otros libros, de 'Israel en la encrucijada', Eugenio habla hebrero y árabe. Y espera irse a vivir, con su mujer Sandra, a Segovia cuando se jubile, en unos dos años, más o menos. "Anda, ¿y por qué eliges Segovia para vivir en tu jubilación?", le pregunto. "Porque es un sitio tranquilo, cercano a Madrid", me responde. 
"Naturalmente, la religión y el nacionalismo son doctrinas retrógradas, pero con ellas se pretende hallar una solución a los problemas que plantea un entorno inseguro y de referentes inciertos. ¿Qué ofrecen la religión y el nacionalismo? Ideas y principios irrefutables para la gente incapaz de vivir durante mucho tiempo sin otros valores sólidos", escribe Eugenio G. Gascón en un libro dedicado a la figura y la obra de Sayyid Qutb, intelectual que se apartara del laicismo para abrazar un islamismo radical. Pues eso, que vayan aprendiendo los catalanistas. 
Por otro lado, me cuenta el amigo escritor y periodista José Luis Moreno-Ruiz que mientras Irán no permita a los palestinos firmar la paz, las cosas seguirán así. Con lo cual el conflicto palestino-israelí seguirá presente. Y nosotros con un nudo en la garganta. 
El propio Eugenio García Gascón publicaba, coincidiendo con mi visita a Israel, un artículo sobre Gaza, "hundida y sin esperanza", así lo titula, en el que pone de manifiesto que, a resultas del bloqueo que impone Israel, dos millones de personas viven en el infierno. "Un bloqueo que causa muertes a diario", nos cuenta el periodista y escritor.  Y recientemente ha publicado otro artículo en el que escribe lo siguiente: "...Netanyahu arremetió contra la Unión Europea y pidió a los primeros ministros presentes que presionen a Bruselas para que modifique su política con respecto a Israel. No habló de paz ni de la solución de los dos Estados sino que lamentó la posición de Europa, aunque es obvio para todo el mundo que Europa no hace absolutamente nada para resolver el conflicto con los palestinos". Qué morrazo le echa el actual primer ministro israelí. Bueno, la verdad es que Europa (gran cementerio, estilo al que vemos en el monte de los olivos de Jerusalén) bastante tiene con sus miserias, con sus cuitas e insolencias. 
Conflicto palestino-israelí en la puerta Jaffa de Jerusalén

Una situación brutal, la de la franja de Gaza. Lo mismo ocurre con Cisjordania (a este otro lado de Jordania o Transjordania, o sea de la parte israelí), que uno no llega a entender, porque todas son fronteras y muros y obstáculos insalvables o cuasi insalvables.  Y las fronteras, los muros, las vallas nos estremecen. Cada vez que uno tiene que cruzar una frontera se me erizan todos los vellos del alma. Qué peligro, che.
Puerta Jaffa, con torre de David al fondo

Cuesta asimilar en tan poco tiempo cómo es, cómo vive y respira Israel. Pero intento hacer el esfuerzo, ponerme en la piel de los otros, analizar, reflexionar, mucha reflexión me ha procurado este viaje al Oriente Medio. ¿Cómo se puede vivir en un país en permanente conflicto con sus vecinos, incluso con sus hermanos? Porque en el fondo todos somos hermanos, verdad, o eso dice la religión cristiana (que tampoco es mejor que la judía o la musulmana... o la que se tercie, sobre todo en tiempos inquisitoriales, que a menudo silenciamos o tendemos a olvidar, amnésicos que nos gusta ser) y todos los seres humanos somos iguales, aunque algunos sean más iguales que otros, como dijera, con cierto punto humorístico, Orwell. 
Panorámica de Jerusalén desde Monte de los Olivos

Todos los seres humanos sentimos, comemos, dormimos, amamos (incluso odiamos, qué terrible). Y nuestras emociones, nuestros sentimientos son iguales, o muy similares, acá y allá. Recomiendo la lectura de 'La expresión de las emociones en los animales y en el hombre", de Darwin, cuya traducción al castellano es obra de mi ex profesor Tomás Ramón Fernández. 
Pero las religiones, que son todas un engañatolos, nos vuelven majaras perdidos. Y eso es lo que les pasa en Isarel, que su religión, sus religiones los tienen del revés. 

Cierto que los judíos israelitas (acusados, entre otros asuntos, de clavar literalmente a Cristo) han sufrido el exilio, la diáspora, han sido perseguidos y aniquilados vilmente (no olvidemos el holocausto nazi, qué barbarie, tal vez por esto y después de tal horror, como dijera el filósofo Adorno, ya no cabe la poesía) pero no por ello los judíos son mejores ni peores que el resto. Y los tópicos de que son usureros, que les gusta la guita (¿a quién no le gusta en este mundo hipercapitalizado?) son sólo eso, lugares comunes, que conviene analizar. A este respecto también os recomiendo la lectura de 'La ética protestante y el espíritu capitalista', del sociólogo alemán Max Weber. 
Muchos grandes cineastas son judíos, cierto, entre ellos, Woody Allen, Spielberg (véase su impresionante 'La lista de Schindler'), Polanski (véase su magnífica 'El pianista'), Kubrick, Lang, Billy Wilder, Preminger, Cukor, Lubitsch, Pollack, William Wyler, Ophuls, Mankiewicz, entre otros. Pero eso no obedece a ningún gen especial ni a qué sea una raza superior, que no es ninguna raza, tampoco. Miedo da cuando alguien cree que es superior o diferente. Entonces, hay que echarse a temblar. 
Rabinos en oración en Muro de Lamentaciones

En todo caso, cuando uno los ve rezar (imagino que son judíos ultraordodoxos) en el muro de las Lamentaciones se me antoja todo un espectáculo teatral, delirante, me atrevería a decir, pura psicosis o esquizofrenia, hasta el punto de que parecen convulsionar, orando con todo su cuerpo, echándolo hacia adelante, como queriendo pegarse al muro. Dicho sea de corrido y a la buena de dios (¿de qué dios, el de los ateos, tal vez?) algunos judíos lucen ataviados cual si fueran señoritos andaluces, qué cosas. Y aunque esto pudiera parecer una ocurrencia de última hora, una boutade, que dice la francesidad, no lo es tanto. Fijaos en el detallito. La verdad, no sabría precisar si podrían ser señoritos andaluces de 'Zevilla' o de 'Cádi'. 
Luego también puedes toparte con una estampa bien surrealista, como que uno de estos rabinos, ataviados como mandan los cánones de la Torá, la ley de Moisés, la Biblia hebrea, se ponga a tocar el Wish you were here de Pink Floyd en una céntrica calle del Jerusalén moderno. Cosas de la posmodernidad, sospecho. 
Judío tocando el wish you were here

En realidad, se requiere de mucho tiempo (mil vidas necesitaríamos, y aun así... tampoco serían a buen seguro suficientes) para lograr conocer un lugar y a sus gentes, sobre todo si hablas de esta tierra bíblica, tierra Prometida, cargada de historia, tan fundamental para entender el mundo en que vivimos en la actualidad. 
Esta es tan sólo una aproximación a Israel, una introducción a esta realidad, en la que espero ahondar en próximos días. O al menos relatar mi viaje o parte del mismo. 

martes, 11 de julio de 2017

La fragua de Furil en ileon. Abel Aparicio

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Abel Aparicio: "San Román de la Vega es mi lugar y en él disfruto de la vida, que es de lo que se trata"

Manuel Cuenya | 11/07/2017 - 10:27h.

El poeta, narrador y viajero Abel Aparicio, autor de 'La ruta del Tuerto', entre otros libros, está pensando en escribir una pequeña novela ambientada en la zona del río Tremor, mezclando minería y memoria histórica.

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Abel Aparicio. Foto: Manuel Cuenya.
"Una noche de primavera, dando un placentero paseo mientras observaba imperturbable el firmamento, rebobiné la película de mis recuerdos, concretamente, quería ir al fotograma  en el que aparecía en verano bañándome en el río que pasa por mi pueblo, San Román de la Vega. Estando en ese río, aparte de disfrutar del agua y de amigos y amigas, me solía hacer una pregunta, esta agua, ¿de dónde vendrá? ¿En qué lugar nacerá el Tuerto? Aquella pregunta que me hacía, volvió a proyectarse en mi cabeza durante un par de semanas más y, o encontraba la respuesta o aquello no iba a detenerse..."
(Abel Aparicio, prólogo de verano de 'La ruta del Tuerto')
Conozco al poeta y narrador Abel Aparicio desde hace años. Y con él he compartido algunos encuentros, recitales y algún magosto/filandón, tanto en Noceda del Bierzo como en el valle de Bubín (Igüeña). O bien, en Ponferrada y Bembibre, entre otros sitios.
Siempre comprometido con las nobles causas ha participado en diversos recitales poéticos en varias ciudades de la geografía española, entre ellas, en Madrid, donde residiera durante años, en León, o en la provincia de Toledo, donde también ha vivido durante un tiempo.
Inquieto y dinámico, Abel es coautor y coordinador de una antología de poesía social, 'Esto no rima', en la que colaboraron grandes autores, entre ellos el genial poeta y músico Ángel Petisme.
Ha colaborado, asimismo, con algunas revistas literarias como 'Es hora de embriagarse con poesía', 'Furmientu' o 'La Curuja', aparte de sus participaciones en libros de poesía: 'Versos para derribar muros', 'Versos a Oliegos', 'En-clave de Orión' (de Carlos Huerta, El Solito trovador) o 'Poesía de guerrilla', y aun en libros de fotografía, véase 'La luz de mi noche', de Presa (premiado como libro Leonés del Año 2013)
Originario de San Román de la Vega, confiesa que es en su pueblo donde se siente feliz y seguro, "donde pasean mis recuerdos y nacen cada día nuevas experiencias", matiza. "Un pueblo vivo, que fue y por suerte seguirá siendo. Como todos los sitios, también tiene sus dificultades, problemas y enfrentamientos".
Cuenta el autor de 'Tintero de tierra' –recordando lo que escribe Sergio del Molino en 'La España vacía'– que muchas veces se habla de los pueblos como lugares mágicos e idílicos. "Se escribe desde la distancia, la altanería del emigrante erudito, el recuerdo e incluso desde la imaginación, pero la realidad suele ser otra. En definitiva, San Román de la Vega tiene sus cosas buenas y malas, pero es mi lugar y en él disfruto de la vida, que es de lo que se trata", sintetiza este poeta y narrador, cuya escritura se asienta sobre todo en la memoria (la recuperación de la Memoria Histórica), de todas aquellas personas que quedaran sepultadas en las cunetas y fosas comunes a resultas de la sangrienta Guerra Incivil, incluso de la inmediata posguerra.
"Se escribe desde la distancia, la altanería del emigrante erudito, el recuerdo e incluso desde la imaginación, pero la realidad suele ser otra"
A este respecto, sostiene que somos herederos del franquismo en muchos aspectos y, "hasta que no rompamos esa barrera, no seremos un país digno". Recuerda que, hace pocos años, el director de un periódico digital de Astorga (a quien no merece la pena nombrar, aclara él), empleó el título de 'Zombis en Astorga' para referirse a un homenaje que le hiciera el Ateneo Republicano de Astorga a las víctimas de la Guerra Civil (provocada por un golpe de estado) y de la represión franquista. O bien cuando "un diputado del Partido Popular llegó a decir que los familiares de las víctimas del franquismo se acuerdan de desenterrar a su padre sólo cuando hay subvenciones".

Ilegales en León

Son varias las veces que veo en concierto a los Ilegales. Y siempre me entusiasman. "Tiempos nuevos, tiempos salvajes...toma tu parte, nadie regala nada/no hay nada sin lucha, ni aire que respirar". 
Vivimos tiempos salvajes, es obvio. Vivimos en medio de la jungla. Sálvese quien pueda. Nunca los tiempos han sido fáciles ni de color rosa, al menos para quienes tienen que luchar cada día por subsistir, que no es poco. Y de este modo vive la mayor parte de la población mundial, aquí y allá. Qué no nos vendan la moto.
El tiempo de bonanza nunca existió, al menos para los pobres, que tienen que sobrevivir a como dé lugar. España siempre ha estado en crisis. Y antes en guerra... El eterno cantar de siempre. El resto del orbe tira como puede. África, Asia, América (incluidos los Estados Re-Unidos...) sobreviven. Europa ha muerto, como diría Jorge Ilegal.
¿Qué nos queda? Toda la Tierra está bajo control, teledirigida, manipulada... Nos queda acaso el arte, la música, las palabras... la poesía cantada, tocada, la vibración, el ritmo... 


Ilegales en la plaza Mayor de León
Ilegales, gracias a su líder Jorgito Martínez, me insuflan energía. Buen rollito. Y por supuesto me devuelven a mis tiempos mozos, a aquella época loca y hermosa en Oviedo, donde por cierto pude verlos en los ochenta. 
"Delincuente habitual... soy un chico formal... córtate las venas, maldita sea la ley".  
Recientemente, he tenido la ocasión de escucharlos en la Plaza Mayor de León, un lugar con mucha solera, donde Tina, la de Álvaro Furil, tenía una pensión. Álvaro, aparte de rezar blasfemias increíbles, pura versificación, era el mítico herrero de Noceda del Bierzo. 
A pesar del paso del tiempo, Jorgito, a quien veía a menudo en aquel bar ovetense llamado La Santa Sebe, rodeado de chicas, con su vaso en la mano, se mantiene joven, delgado, fuerte, pelado, si bien tengo la impresión de que ha dejado de ser un macarra, al menos se mostró educadito, y hasta diría que algo frío, en una fría noche sanjuanera, en la que tampoco había tanto público. Una vez más, sólo lo mediático, lo que aparece habitualmente en los medios de comunicación es lo que atrae  a las masas. Habrá que volver a releer al sabio Ortega.
No obstante, me hizo ilusión volver a escuchar a esta banda legendaria, a la que llegara a ver también en la sala La Vaca de Ponferrada, y hasta en unas fiestas de San Juan de Toreno, hace ya algunos añitos. 
Recuerdo que, después de aquel concierto, me dio por escribir algo al respecto en 'Diario de León': 
También recuerdo cómo el macarra y Nosferatu Jorgito, tan provocador otrora, llegó a decir que aquel concierto de La Vaca sería el último que diera en la provincia de León, al menos con el grupo Ilegales. 

Pero por fortuna el vampírico jefecito de la banda -a quien le gusta coleccionar guitarras tanto como chicas- tocó con su banda algunos clásicos como Europa ha muerto, esa Europa cementerial, luego de dos guerras mundiales, con muchos holocaustos y campos de concentración, o bien Enamorados de Varsovia. 
Lástima que no tocara Ángel Exterminador, que tanto me hace recordar a Luis Buñuel (lo digo por su peli). Es probable que esta sea su mejor canción.   


Sin duda, lo más granado de estas fiestas de León. Un gran acierto: Ilegales. 



lunes, 10 de julio de 2017

A Mario Pérez Antolín, De Nadie

Aunque ya ha pasado tiempo desde que Mario Pérez Antolín presentara su obra, 'De Nadie', en la sala Ármaga de León, me apetece sacar ahora esta carta, que le enviara a Mario, habida cuenta de que en esa fecha no podía estar para acompañarlo, como me hubiera gustado, en su presentación. 

Querido Mario:

Te deseo lo mejor en la presentación de tu nuevo libro en León, adonde me habías invitado para acompañarte, pero que, por razones de trabajo, no me será posible estar contigo ahí, al menos de un modo físico, porque sí lo haré en espíritu. Y eso quiero transmitirte.
Mario Pérez Antolín


Para quienes hayan podido acompañarte, quiero decirles que tú, Mario Pérez Antolín, eres un maestro de la narrativa breve, que nos has cautivado con libros como ‘La más cruel de las certezas’ o bien ‘Oscura lucidez’, que tuvimos la ocasión de presentar, también en León, hace ya algún  tiempo. Ahí sí pude arroparte en cuerpo y alma.

Mario, eres en verdad un filósofo, que nos ayudas a reflexionar acerca del mundo loco y deshumanizado en que vivimos, e incluso nos invitas a adentrarnos en los subterráneos de lo humano-animal, donde “se valoriza lo trivial y se banaliza lo primordial”, como a ti te gusta decir.

Con tu precisión y brevedad, con tu capacidad analítica y tu sutil ironía, nos emocionas a la vez que nos haces pensar. Literatura y filosofía en estado puro nos ofreces en tus obras, construidas a través de poemas, microrrelatos, aforismos, sentencias, greguerías, diálogos esenciales y toda una suerte de reflexiones críticas sobre los grandes temas de la humanidad: la muerte, el sexo, el amor, la libertad, entre otros.

Y ahora nos obsequias con este regalo en forma de poemario cuyo título es ‘De Nadie’, que ha ilustrado Nuria Cadierno; y cuyo prólogo corresponde al gran poeta, amigo y paisano Juan Carlos Mestre, quien dice de ti que eres “uno de los nuestros en la irrefutable apuesta por la repoblación espiritual del canto y su humana interlocución con lo sagrado”.

Qué las musas te sigan sonriendo, Mario, amigo.



Un fuerte abrazo. Y un saludo afectuoso para todo el público asistente, en especial para Marga, para la ilustradora Nuria Cadierno y por supuesto para nuestro común amigo el poeta Felipe Piñeiro.

domingo, 9 de julio de 2017

Oliegos 2017

Este año no he participado en Versos a Oliegos. No se puede estar en todo. Uno no es dios. Necesitaría mil vidas para hacer lo que quisiera. Y aun así siempre serían insuficientes. De todos modos, una vida cuasi eterna acaso sería una tortura, y en todo caso resulta inconcebible. Nacemos para morir. Eso oía decir antaño. Y es una verdad como un templo. 

A decir verdad, la mayor parte de las veces la vida es demasiado breve, harto efímera. Y cuando uno quiere darse cuenta ya se ha pasado más de la mitad de la vida, eso en el mejor de los casos, claro está. Podría seguir por esta senda, mas lo que concierne ahora es hablar de Oliegos, de ese certamen que viene haciéndose desde hace añares con motivo de la desaparición de este pueblo de la Cepeda con la consiguiente construcción del embalse de Villameca. Otrora los embalses eran como el padre nuestro de cada día. Al dictador le encantaban los pantanos. La pena no es que haya pantanos, que siempre vienen bien para almacenar agua, sobre todo en este país, cada día más seco. El asunto es que fueron muchos los pueblos que quedaron sepultados. Y eso se me antoja terrible para quienes habitaban esos lugares, que encima tuvieron que irse a otras tierras, con una mano delante y otra detrás, en la mayoría de los casos.  
San Feliz de las Lavanderas-otoñal

La Cepeda, esa tierra cantada por el gran Tomás Álvarez, que fue quien me invitó a participar en este certamen, tanto el pasado año como éste. La Cepeda, como territorio que figura en el libro de viaje, 'La ruta del Tuerto', del poeta y narrador Abel Aparicio, que suele colaborar con este certamen, y a quien acompañé gustoso en la presentación de su obra en el Museo de la Radio de Ponferrada recientemente.  El sepultado Oliegos recibe las aguas del Tuerto, además del río Valdesamario. 
El propio Abel Aparicio nos cuenta, en su libro de viaje, la historia de cómo tuvieron que abandonar Oliegos sus oriundos. Una historia terrible, sin duda. Y un libro ameno, el de Abel, que nos ayuda a viajar por el río de su infancia, por el río de su memoria afectiva. 
Este año, como dije, no participé en el certamen a Oliegos, que se hizo hoy mismo. Pero el pasado año (aunque me pillara en Coruña, ciudad maravillosa) sí tuve a bien escribir algo, que se recogiera en un librito titulado 'Astorga, también Cepeda. Versos a Oliegos 2016'. Gracias, Sonia, por el obsequio. 

Pues en este volumen, en el que participan diversos autores y autoras, entre ellos y ellas, Tomás Álvarez, Abel Aparicio, Manuela Bodas, Rogelio Blanco, Isabel Cantón, Xuasús González, Manuela Vidal (agradezco tu amistad), Mercedes G. Rojo, Ramón Núñez, Nuria Antón o Victorina Alonso. uno tuvo también la ocasión de colaborar con este texto poemático:

 Un día soñé con Oliegos


Un día soñé con Oliegos
Con sus ojos acariciadores y su sonrisa primaveral
Con su brisa verde y su aroma a resina de pino
Derretido en medio del lodo
Un día soñé que me hundía en la oscuridad
En una espiral infinita
Hasta que todo acabó esfumándose

Vi cómo un pueblo se ahogaba
En mitad de la nada y el hedor
Y las casas se hacían añicos
El tiempo reventó
Y Oliegos comenzó a navegar a la deriva

Con sus gentes a la intemperie
Arrancadas de la tierra
Como se arrancan las ilusiones
Hasta que un grito acabó sembrando el pánico

Entre la nostalgia y la desolación
Desaparecieron las lágrimas
Sólo quedó la incertidumbre viajando en un vagón de segunda
Salpicando los raíles de la desesperación

Entre la rabia y el agua
Desaparecieron las fuerzas
De unas gentes a la intemperie
Arrancadas de la tierra
Como se arrancan las ilusiones
Sólo quedó el eco retumbando en el subconsciente
Y una herida surcando el corazón
Manando
Sólo unas palabras y unos molinos floreciendo del fondo de un pantano
Que un día arrasó la esperanza de una población

Me derrumbé bajo el barro de un tiempo anegado
Sentí cómo brotaba, del fondo, un dolor sangrante
Que inundó el espacio
Para siempre

Un día soñé con Oliegos
Un día en que dios, hecho a imagen y semejanza humana, enfermara
Un día en que la memoria se ahogó
Y ahora sólo queda un sueño hecho trizas
Un pueblo sepultado
Bajo el remolino donde habitan los fantasmas
Y la herrumbre
Con gusanos en la boca
Ahora ni siquiera podré ya soñar