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miércoles, 2 de octubre de 2019

La fragua literaria leonesa: Inocencia Montes

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Inocencia Montes: “Sin labradores, pescadores y ganaderos, no comeríamos”

La poeta Inocencia Montes, autora del recién horneado poemario 'Las paridoras de la plaga', aparte de la promoción de su libro, se ha puesto a escribir algunos poemas más y aun un ensayo.

Inocencia Montes
Manuel Cuenya | 02/10/2019 - 09:15h.
"Ven amor, entra en mi cama.
Te enseñaré lo que aprendí de los hombres
que me regalaron
el olor de la vida entre sus piernas.
Cómo me partí en dos
cual fruta por dedos hábiles desgarrada,
cuando dejé de avergonzarme
por temblar de deseo con sólo mirar a los ojos.
Ven amor...
aún estoy poblada de curvas rotundas bajo la piel.
Soy infinita en silencios,
y tengo los brazos llenos
de entradas por salir en busca de ternura.
Ven amor...
aún voy pariendo cada día mi humedad
por ser heredera de hembras hechas para lengua
inquieta.
Aún me lavo
en un río femenino y sensual
hasta que me desvanezco cada noche en la corriente
de un desagüe de bañera,
y luego,
convierto en humo de sabanas
lo que debió ser lujurioso desenfreno.
Porque soy un recipiente de mujer casi vacío,
porque tengo el corazón seco
y el cuerpo aún palpitante.
Ven...
que soy una mujer
ofreciendo música.
Declárame tu amor
y dejaré soñar...
el Stradivarius".
(Inocencia Montes, 'Dicen del Stradivarius')
Natural de Tabuyuelo de Jamuz, Inocencia Montes es autora de algunos poemarios, entre otros, 'Las ausencias del palomar' o 'Corazón de golondrina', que es asimismo el título de su blog: http://inocenciamontes.blogspot.com/
Cuenta su autora que estos poemarios ya son libres y están destetados. Que se defienden solos. "Yo sólo fui el cuerpo sementera que los custodiaba, nada más. Como niños bien educados se emanciparon y viven su historia", así se expresa Inocencia Montes, nombre artístico tras el que se esconde Rocío Pérez, que es una apasionada de su tierra, del mundo rural. Y por supuesto de la poesía.
"Sin labradores, pescadores y ganaderos, no comeríamos", dice ella, convencida de que la importancia de "labrar la tierra", "sembrar el campo", "criar cabezas de ganado" o "salir a la mar".
"El día que se lo crean y se unan –se refiere es obvio a los labradores, pescadores y ganaderos–, dejaremos de escuchar por todas partes ese tonillo peyorativo cuando se habla del mundo rural".
Lástima que el mundo en que vivimos no tenga en consideración a quienes logran, con su sudor, alimentarnos, dar de comer al mundo.
"El mundo reposa en la explotación y se desplaza por la guerra. El mundo descansa en el explotado o avanza sobre cadáveres... Todo se hace a costa de alguien...Vivimos sobre el terreno pantanoso de los explotados... Mira a un obrero de cerca. 'Es tan persona que asusta', como dijo alguien de otra cosa. Hay tras él generaciones de esfuerzo, viene del fondo revuelto y gremial de los oficios, las epidemias y el hambre", escribe el genio Umbral en ese libro revelador que es 'Mortal y rosa'.
Hay que volver a la tierra. La poesía también debería brotar de las entrañas de la tierra, de la Madre Naturaleza. El mundo rural debería ser para todos, apunta Inocencia Montes, que, con su vena lírica, escribe que "el paraíso huele a trébol recién cortado y manteca. A pastos para  las ovejas. A primavera para las libélulas. A monos  azules en los tractores y a manteles con alcanfor que sólo salen para la fiesta".
"Tengo hilos con distintas generaciones. En un pueblo, cuando has nacido en él, a poco que te esfuerces nunca estás solo. Todo es auténtico por sencillo. Si te vienes arriba, o te subes al guindo, te devuelven rapidito a tu lugar... 'mira la Montes, pero si yo le quitaba los mocos de chavala'"
Con su singular visión de la realidad, "esta humilde personica de pueblo", como ella misma se define con humor, nos recuerda que la poesía es una huelga constante. Y su poesía es atrevida, comprometida. Como brotada como la lava de las entrañas de la tierra, efervescente como un vino con solera y el aroma universal a frutas o frutos del bosque.
"Farugh Farrojzad decía que es una ventana. Se abre y se asoma quien haya nacido hace 200 años o se abre para quien nazca dentro de 300 años. Creo que las poetas muertas nos empujan por la ventana para que sigamos protestando, para que sigamos en huelga".
No en vano, la ya fallecida poeta iraní Farugh Farrojzad, con su rebelión, es una de las autoras que más le ha influido a Inocencia en su forma de escribir, aparte de "Gioconda Belli y su revolución; Susana Barragués y sus amántopos; Alda Merini y su locura; Celsa Barja y su profundidad; Elsa López y su inevitable océano; Rosalía toda... Jesús Lizano, Hamlet Lima Quintana, Mestre, Bonald, Borges...", agrega Inocencia Montes, a quien le gustan encuentros literarios como el Ágora y el Cuento Cuentos, porque le devuelven, según ella, la confianza en la franqueza cuando duda de todo. La duda metódica, método que populariza el filósofo Descartes, como un modo de conocimiento. Y por ende de supervivencia. Uno debería quizá dudar de todo por sistema.
"Sangra aún tu amor por las suturas
de la almohada hundida.
Me has golpeado por el cuerpo
Lamiendo mi pasión a tu capricho.
Ahora,
un último rayo de sol que se ha perdido
muere entre mis uñas
sin saber su travesura,
llorando está el invierno de las tejas a la calle
sin sospechar siquiera que detrás
de esa ventana
que enfría bajo cero este noviembre,
aun queda el calor de un pezón caliente
y el arqueo de la pelvis
tras la carne penetrada.
Y que estoy desnuda aún...
Y esperanzada".
(Inocencia Montes, 'Post coitum...', poema incluido en 'Las paridoras de la plaga')

León, hervidero de locura literaria

En todo caso, cree que León es en la actualidad un hervidero de locura por la cantidad de eventos literarios que existen. "Formar  parte y ser un grano (entiéndase grano como se quiera... grano de arena o grano en salva sea la parte) es una gozada. Perdóneseme el desbarro si digo... que es comparable a meter la mano entre una camada de perros recién nacidos. Oyes el gruñido de una perra madre (la escritura)... pero la mano está suave, cálida, sientes respirar inocentes. Luego podrán ser perros de presa, de aqueda, de compañía, de caza, de paseo. Somos una camada", explica con cierta ironía Inocencia Montes, "la Montes", como le llaman con frecuencia en su pueblo, pues allí, donde vive, dice ser alguien sin nombre, en el sentido de que es la hermana de... la nieta de... la hija de...

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