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jueves, 17 de enero de 2019

La fragua literaria leonesa: Mónica Miguel Franco


LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Mónica Miguel: "León siempre fue y es ancla, es Ítaca, la isla-meseta brillante de escarcha y luz añil a la que mirar desde lejos"

La polifacética Mónica Miguel Franco, autora leonesa residente en Panamá de poemarios como '20 poemas de desamor y una canción alcoholizada', está en estos momentos con otros dos poemarios esperando editor, y aun en la escritura de otro más. En breve terminará una novela. Y va a lanzarse a escribir un docenario poético.

Mónica Miguel
Mónica Miguel. Foto: Manuel Cuenya
Manuel Cuenya | 17/01/2019 - 10:02h.
Que tus sueños sean siempre tan hermosos
como los pensamientos de un dios
Mil demonios retuercen sus uñas en mis entrañas.
Rompiendo mis dientes muerdo con rabia.
Quieren hacerme gritar.
En silencio, siempre en silencio, sonrío, y hablo despacio,
como se espera de una señora.
Tengo miedo de no poder parar si comienzo a gritar.
Si comienzo a gritar no podré parar.
Asco, miedo, rabia y un amor podrido que bulle en sus monstruos.
Lampreas que pululan en las profundidades de mi sonrisa.
Cucarachas que se filtran en mi escudo de calma.
Insomnio lleno de intrusos que rasgan la cordura.
Insomnio que ruge por unas manos, unos ojos,
unos labios que no  existen.
Huir, correr sobre la tierra en mi tierra.
Respirar sin sentir extrañeza.
Poder dormir en los brazos de un sátiro,
que me muestre el cinturón de Orión,
que me cante en el oído la música lenta de los robles.
Sentir mi piel recorrida por los dedos de la risa de los cuervos
y las plumas de las orugas.
Una voz que me grite con el viento y me haga estremecer.
Sileno que me ate a un haya mientras me latiga con su mirada.
Pero los monstruos asedian mi cordura,
perforan mis entrañas.
Lamiendo con lengua de rata mis muslos.
(Mónica Miguel, 'Entrañas', incluido en '20 poemas de amor y una canción alcoholizada)
Viajar te pone en contacto con el mundo. Por eso, uno debe viajar. Ocurrió hace aproximadamente un mes en uno de mis viajes a la capital del Reino, justo antes de poner rumbo a otro Reino, el de la sensorialidad. Pero esto queda para ocasión. Y ahora lo que toca es hablar de ese fructífero viaje a Madrid, donde me encontré con la amiga y escritora María José Prieto (a quien ya tuve la ocasión de entrevistar en esta misma sección), al bueno de su marido Julián, los cuales, como excelentes anfitriones, me ofrecieron su hospitalidad (que tanto valoro en tiempos del sálvese quien pueda) y me presentaron a un poeta, que resultó ser Eusebio Pozo, con quien rápido establecí una magnífica conversación hasta el punto de que, en esa distendida charla, salió a relucir el nombre de Mónica Miguel Franco (a quien hoy dedicaremos esta fragua).
Valga por delante que agradezco a María José y Julián (maravillosas personas) que me pusieran en contacto con Eusebio Pozo, y que este amable escritor me hablara de una leonesa que vive en Panamá: la poeta, narradora, editora y profesora Mónica Miguel Franco, que es una mujer renacentista, con hondos saberes y una mirada cercana e inteligente. Un bonito descubrimiento. Pues, a la vuelta de mi viaje al Reino de la sensorialidad, tuve la ocasión de verla y conversar con ella en la ciudad del Viejo Reino Leonés, coincidiendo además con la presentación del reciente libro de su hermana Ruth Miguel Franco en nuestra capital provincial. Curiosamente, a Ruth ya le había dedicado una fragua hace un tiempo, pero ella no me habló de su hermana mayor, Mónica, aunque al final y por otras vías (parece que se cumple el dicho de que todos los caminos conducen a Roma, y este tuvo que pasar por Madrid)  llegué a la autora que nos ocupa hoy. Por eso hay que viajar, recorrer caminos, hacer camino al andar, para llegar a buen puerto.
Huelga decir que, cuando Eusebio Pozo me mencionó el nombre de Mónica con sus dos apellidos, pensé de inmediato en Ruth. Ambas leonesas y con los mismos apellidos tenían que ser parientes. Y así resultó ser.
Nostálgica de su tierra, aunque siempre vitalista, Mónica Miguel Franco contagia alegría, buenas vibraciones. Vive desde hace más de veinte años en Panamá, un país que le ha procurado trabajo. Y le ha abierto grandes posibilidades, habida cuenta de que ella, tras acabar sus estudios de Filosofía y postgrado en la Universidad de Salamanca (y no encontrar su espacio en España), decidió abrirse camino, poner océano de por medio y lanzarse a la aventura panameña.
(Puedes seguir leyendo esta fragua en ileon.com: https://www.ileon.com/cultura/093525/monica-miguel-leon-siempre-fue-y-es-ancla-es-itaca-la-isla-meseta-brillante-de-escarcha-y-luz-anil-a-la-que-mirar-desde-lejos)

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