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jueves, 27 de octubre de 2011

En busca del argán

Essaouira
Prosigo con mis cartas marroquíes, mientras saboreo aún los aromas de mi último viaje al país de las miradas que tocan y acarician. Una botella de aceite de argán en la maleta de mano como fetiche. Y ahora que no les de a los tipitos o tipitas del aeropuerto por quitármelo, alegando que es líquido y supera los límites estipulados. Por fortuna, la botella pasa el control sin mayores problemas en el Aeropuerto Mahamed V de Casablanca, lo cual me alivia. Me estoy adelantando pero bueno... acaso en un alarde de prolepsis, estilo Crónica de una muerte anunciada, o El túnel, de Sábato, que en cine se conoce como flashforward, casi , como vemos por ejemplo en American Beauty (qué pedante me he puesto). "Tengo 42 años -dice el prota de esta grandiosa peli americana- y en menos de un año estaré muerto”. Vaya arranque. Como ponérsele a uno los pelos parados, ché. 


Huile d'Argane Alimentaire Bio Atlas Tajmil, eso es lo que pone en la botella. Riche en vitamine E, en oméga 6 et oméga 3. Pues extraordinario. Reduce la tasa de colesterol sanguíneo y tiene un efecto anticancerígeno (esto figura también en francés). 


El aceite de argán, cuyas propiedades resultan cuasi milagrosas, me re-liga a Al-Magrib, en concreto a los bosques de Agadir y de Essaouira, que desde finales de los 90 son Reserva de la Biosfera por su valor ecológico, cultural y económico.  


Gare de Marrakech
Al parecer, el argán es un árbol exclusivo de estas zonas del Atlas y Antiatlas, aunque también se encuentra en México, según me contara Salima en el trayecto de Marrakech a Casablanca, y también se dice que hay algún ejemplar en Andalucía. Qué privilegio. 


Al final, va a resultar que el argán vive y se da en lugares con los que uno tiene gran conexión. Por tanto, a partir de ahora, que he probado este bálsamo, me declararé devoto del mismo para, llegado el caso, combatir la hipertensión y el colesterol, que de momento -toco madera, de argán- no creo tener. 


En busca del argán como si fuera un Indiana Jones en busca del arca perdida. 


Medina de Rabat
A decir verdad, una botellita de aceite de argán, tanto si es como alimento o cosmético, resulta cara. Unos cien dirhams el cuarto litro, o sea, unos 10 euritos. Y eso si regateas. Como ocurriera en la Medina de Rabat, que por cierto nunca hubiera imaginado tan grande y apetitosa. Esta es ya mi segunda visita a Rabat, pero la primera vez ni me enteré. He de confesar (como mal cristiano) que no paré mucho en esta urbe, salvo para echarle unas fotitas (al estilo japonés) a la Torre de Hassan. Y poco más. Me he saltado, como el que no quiere la cosa y por arte de magia, de Essaouira a Rabat. Bueno, el argán, que todo lo preside, me ha llevado hasta allá. Pero no os inquietéis, que procuraré seguir relatando, con cierto (des)orden y (des)concierto, este viajecito por le Maroc. 

Torre de Hassan
En mi próxima visita a Essaouira (qué guay, ya estoy pensando en viajes) iré a Diabat, que tanta mitología generó en sus días con el hippismo, los fumetas, Hendrix y otros. Y me postraré ante un arbusto de argán, cual si estuviera rezando el muecín, para hacerle reverencias cual si fuera un numen o divinidad. 


Un pretexto más -los pretextos se inventaron para los pendejos, diría un mexica- para volver a Essaouira. Cuando uno deja uno sitio, acaba sintiendo como nostalgia por algún paraíso perdido. Y la visita a esta ciudad   blanca, con las ventanas y puertas pintadas de azul celeste, me latió breve. 


El regreso a Marrakech, como espacio primigenio, lo hice en un Supratours, que iba hasta los topes, en compañía, en esta ocasión, de una marroquí parca en palabras, con la mirada escondida tras unas gafas de sol. La fama de autobús magnífico se me cayó por los suelos, aunque los turistas prefieren esta modalidad frente a la CTM (Compañía de Transportes Marroquíes), que me parece mejor, con todos los respetos. La diferencia, entre una y otra, reside nomás en que Supratours es una compañía privada y la CTM es pública. El precio en ambas es el mismo: 70 dirhams, esto es, un regalito para los europeos relamidos. Bueno, y la CTM te asegura tu equipaje por un valor de 100 dirhams (DH), si se te pierde, a cambio del pago de 5 DH de suplemento. Con el sol a punto de ponerse/ocultarse, llegué a la antigua estación de Marrakech (ahora estación de Supratours) para encaminarme a la Medina en busca de mi "suite" en el hotel Faouzi. Bonne continuation, le deseé a la marroquí, que sonrió, ya sin sus gafas de sol. Y, en efecto, la misma habitación me estaba esperando, qué bueno. Cené un tajine de poulet en el Toubkal, que me supo a gloria bendita, me di una vuelta ceremonial por la Jemaâ y volví al hotel para descansar. 
Marrakech
"Mañana -me dije- me reencontraré con mis amigos y amigas en Casablanca... Casa Voyageurs". Próxima parada.  

2 comentarios:

  1. Hola Manuel de lo que comentas de que es posible que en Andalucía pueda haber algún ejemplar de argan pues yo no lo se,pero si te puedo decir que yo después de 6 años de experiencia y seguimiento he conseguido sacar todos los plantones que me propongo,y quizás mejores que los se puedan encontrar en Marruecos...
    1943feria@hotmail.com

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  2. Hola Manuel de lo que comentas de que es posible que en Andalucía pueda haber algún ejemplar de argan pues yo no lo se,pero si te puedo decir que yo después de 6 años de experiencia y seguimiento he conseguido sacar todos los plantones que me propongo,y quizás mejores que los se puedan encontrar en Marruecos...
    1943feria@hotmail.com

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