Vuelves al frío y las nieblas
como un salvaje
que tocara el tan-tan
e imaginara el futuro
como un tiempo derretido
colmado de fresas
Vuelves al frío
dispuesto a sentir
una vez más
cómo procrean las bestias
en los acantilados
bajo la brisa azul cobalto del trópico
mientras los niños sueñan con un dios
cariñoso e inexistente
Vuelves al frío y las brumas
en espera de una sensación placentera
y un mundo en paz
en el que cantan los gorriones de tu infancia
y soplan las gaitas
un eco infinito de ficción
en los mares del noroeste
Tú que eres un viajero puedes sentir esa sensación y supongo que añoranza de volver al frío acogedor de la infancia y los recuerdos.
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Helena, por tu mensaje. Un abrazo.
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