LA FRAGUA LITERARIA LEONESA
Epigmenio Rodríguez: "Tengo una tendencia, más o menos 'natural' a expresarme con imágenes"
El narrador, cineasta, profesor y viajero Epi Rodríguez, autor de 'El color de las hayas' o 'El sol entre los rascacielos', se tomará ahora un respiro, después del estreno de su película 'Media hora (y un epílogo)', a la espera de ponerse con la tercera novela de su trilogía.
Epigmenio Rodríguez. Foto: Manuel Cuenya
Manuel Cuenya | 24/07/2018 - 11:15h.
Apasionado de Julio Verne, Herman Melville, Camus, García Márquez, Yourcenar o David Lodge. Y por supuesto de la literatura de viajes, que es un género en sí mismo, y de autores de libros de viajes como George Borrow, Julio Llamazares, Kapuscinski, Bill Bryson o Ramón Carnicer, Epigmenio Rodríguez, más conocido como Epi, es un solvente narrador y cineasta, que recientemente nos ha ofrecido un largometraje, estrenado con gran éxito.
Se trata de 'Un epílogo (y media hora)'. Una película sacada adelante con escasos medios, con mucho talento y tesón, gracias a una campaña de 'crowdfunding', gracias también a la colaboración de todo un equipo técnico y artístico bajo la batuta de su guionista y director, Epi.
Señalar que la película cuenta, entre otros muchos, con la interpretación de Saturnino García, un gran actor, al que tuve la ocasión de invitar, hace años, a las llamadas Tardes de Cine que hacíamos en Bembibre. Y pude comprobar que es extraordinario. Asimismo, en el equipo técnico están el genio Juan Carlos Mostaza y el gran Pablo Vega (quienes fueran colegas en la ex Escuela de Cine de Ponferrada). Y en el elenco actoral vemos a Inés Diago, estupenda actriz teatral, que también da mucho juego interpretativo.
'Media hora (y un epílogo)', como su título indica, hace referencia a lo que les ocurre en media hora, a través de saltos en el tiempo y elementos que acaban encajando como piezas de un puzzle, a unos personajes que protagonizan un hecho inesperado "En treinta minutos se puede construir un mundo... y también acabar con él". Algo original, novedoso, arriesgado. "Un drama coral con ribetes de thriller cuya acción transcurre a lo largo de media hora y de noche". El manejo ingenioso del tiempo y del espacio (claves en el arte cinematográfico), así como el concepto de fatalidad y la noche son elementos de suma importancia en esta cinta, a la que le deseamos largo recorrido. Aunque, como bien nos cuenta su director, la película, al carecer de una distribución dentro de la industria, ha requerido el cien por cien de dedicación.
"La trilogía de la que ambas forman parte está inspirada en el último párrafo de 'Las ciudades invisibles', de Italo Calvino. Ése en el que habla de la existencia (y lo describe) del infierno de los vivos"
Harto difícil se nos antoja hacer cine en León. Y que éste tenga proyección. Ahí están los casos, por ejemplo, de Chema Sarmiento, con su 'Filandón', 'Los Montes', 'El Wólfram, la montaña negra', 'Viene una chica', o bien Gabriel Folgado (Beli) con sus 'Paisajes interiores' (documento imprescindible sobre la minería leonesa) o 'Ancestral Delicatessen' (acerca del mundo de las castañas), que sí han logrado, también a base de mucho talento, esfuerzo y dedicación, tener una proyección internacional, algo realmente magnífico.
Por fortuna, Epi, que ya había filmado 'Las becicletas' (y que a buen seguro seguirá filmando) aunque no resulte nada fácil, es un buen narrador. Y autor del libro de viajes 'León sin prisa' (que tanto hace recordar 'Viaje a la Alcarria', de Cela), un recorrido por nuestra provincia, con la mirada de un genuino viajero, gran conocedor de la tierra.
También Epi, nacido en el pequeño pueblo de Taranilla, "en un entorno rural, bastante remoto, de la montaña leonesa. Y en una época como aquélla, a principios de los cincuenta del pasado siglo", es el creador de las novelas como 'El color de las hayas' y 'El sol entre los rascacielos', que forman parte de una trilogía, a la espera de que su autor nos obsequie con la tercera novela. En ello está.
Literatura y cine
Precisamente, la novela 'El color de las hayas', concebida inicialmente como un guion de cine, está ambientada en la montaña leonesa. Y nos muestra la vida rural con todo lujo de detalles, desde el ordeño de las vacas hasta la feria de ganado, pasando por el pasaje de 'El tiro al plato' (en tiempos estampa festiva de los pueblos leoneses), con la mina como telón de fondo.
Teñida por todos los tonos, del amarillo al rojo (incluso al rojo sangre), nos muestra a unos personajes que conocen (y aún sufren) la dureza de la climatología, la crueldad de la vida en forma de silencio, porque éste, "sólo roto por el canto lejano de algún pájaro, lo invade todo".
Personajes que obedecen a sus instintos primarios y que están marcados por un destino trágico.
Escrita con una prosa limpia y directa, despojada de pomposidad, con diálogos bien construidos, creíbles, mantiene el pulso narrativo, con ciertas dosis de intriga, hasta el final. La lectura de esta novela nos ayuda a conocer más y mejor la condición humana.
(Puedes seguir leyendo esta fragua en ileon.com
https://www.ileon.com/cultura/088119/epigmenio-rodriguez-tengo-una-tendencia-mas-o-menos-natural-a-expresarme-con-imagenes)
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