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miércoles, 5 de junio de 2019

La fragua literaria leonesa: Marcelo Alcalá de Caso

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Marcelo Alcalá: "Para mí la lectura ha sido y es como la comunión para los creyentes"

El poeta y narrador Marcelo Alcalá de Caso, autor del poemario 'Del Amor, de la Vida, de la Muerte', está ahora con la promoción de su reciente libro. Y sigue escribiendo lo que le apetece, sin importarle a priori su posible publicación.

Marcelo Alcalá
Marcelo Alcalá. Foto: Lauren Pérez
Manuel Cuenya | 05/06/2019 - 16:34h.
"Cuando la vida quema y sientes cómo te destruyes por dentro poco a poco, viendo cómo todo pasa sin pausa ni remedio, sólo te queda soñar y anclar tu memoria a una hoja de papel".
(Marcelo Alcalá, 'Del Amor, de la Vida, de la Muerte')
Autor del reciente poemario 'Del amor, de la vida y de la muerte' (LápizCero Ediciones, 2019), Marcelo Alcalá de Caso se define como autodidacta y lector compulsivo desde que era un niño. Algo habitual, por lo demás, en la gente que se dedica a escribir de un modo creativo, para quien la lectura es esencial, insustituible, porque quien lee mucho suele acabar escribiendo. Y este es también su caso.
"Para mí la lectura ha sido y es como la comunión para los creyentes. Algo que me produce paz, ilusión, pasión, tristeza, alegría..., y sobre todo una forma de mirar a la vida. Y la creación muchas veces es consecuencia del conocimiento y ante todo de la ilusión por abrir puertas a nuestras inquietudes", señala Marcelo, para quien la poesía es una casa que sólo tiene ventanas por las que uno puede asomarse desde muchos ángulos y tener muchas perspectivas.
'Del Amor, de la Vida y de la Muerte' nos hace recordar de un modo inevitable al genio Rulfo, pues el autor de 'Pedro Páramo' afirmaba que sólo hay tres temas: el amor, la vida y la muerte. Y si me apuran me atrevería a decir que sólo hay dos temas, el Eros, con sus variantes, por supuesto, y el Tánatos, esa Parca que se impone como una apisonadora inexorable, justa, certera, siempre y en todo momento. Ojalá el Eros triunfara sobre el Tánatos. "Eros en carne viva", como escribe Marcelo Alcalá. Pero la realidad, una y otra vez, pese a los avances tecnológicos y científicos, nos dice lo contrario. Y así continuará, me temo, por los siglos de los siglos.
Logra Marcelo Alcalá bellas imágenes en algunos de sus poemas, como cuando escribe: "... entonces te subes a la grupa de mi unicornio/ y dejas volar tu melena roja, / sembrando el cielo de polvo de estrellas,/ tras tu estela de fuego y vida".  O bien cuando nos dice: "Ya no buscaré en tu pubis el aroma fresco de la mañana, ni respiraré ávido y sediento la pócima mágica de tu aliento".
Asimismo, nos ofrece poemas impactantes como el titulado 'Memoria' ("... Soy de un lugar, donde los habitantes/ viven la lenta agonía/ de esperar a que la muerte les llame, / con voz indolora, suave y lejana.". Y algunos otros sorprendentes como 'Oferta de trabajo' ("... Estoy alicatando mis sueños/ con material de derribo/ para construir un Edén/ Experiencia en manejo de los siguientes materiales/ Corazones usados/ Almas condenadas/ Sueños incumplidos/ Pasiones imposibles/ Lágrimas derramadas/ Noches en vela/ Besos caducados/ Manos que guardaban caricias/ Y se quedaron en los bolsillos") o 'Perversión' ("Hoy he visto a Dios escribiendo poemas a la luz/ de un candil,/ estaba equidistante y callado, subido en un pedestal./ Escribía poemas de amor, paz e igualdad;/ se los declamaba sumiso, como siempre,/ a la patronal/ se fustigaba defendiendo a los pobres,/ de su pobre realidad...".  Incluso un poema titulado 'Bailar... quiero bailar', en el que asistimos a un coqueteo con la Muerte. En el fondo, vida y muerte, Eros y Tánatos se tocan, se funden en un abrazo mistérico. "... Viajaremos en una carroza hecha con lirios dorados. / Y haremos el amor sobre una cama sembrada de/ crisantemos negros... Acógeme entre la humedad venenosa de tus fluidos fatuos, /...".
'Del Amor, de la Vida, de la Muerte' es un libro prologado por la poeta Carmen González Pinillas (a quien le hemos dedicado fragua en este mismo diario digital). "Melancolía, añoranza, amor, vida, muerte, puente, río, camino, mar, olor a tierra mojada. Momentos intensos llenos de infinidad de sensaciones en la lectura de estos versos escritos desde lo más profundo del alma del poeta", escribe Carmen G. Pinillas a propósito del poemario de Marcelo Alcalá. Desde lo más profundo del alma, desde las entrañas es desde donde debería brotar siempre la poesía, porque la poesía debe contener vida o ser vida, si al menos se precia de ser tal.

Miedos, ilusiones, pasiones como temas literarios

"En este poemario he intentado plasmar sobre todo mis inquietudes, mis miedos, mis ilusiones, pasiones, puede que también mis vivencias y expresarlas de forma que sean atractivas para el lector", explica Alcalá de Caso, que logró publicar este libro gracias a la inestimable ayuda del escritor Ramiro Pinto (a quien también hemos entrevistado en esta sección), el cual lo puso en contacto con el sello LápizCero Ediciones, que dirige Xavier de Tusalle.
"El Ágora es un encuentro que da voz a todo el mundo. A los que son conocidos y a quienes nunca tendrían voz en circunstancias normales. Donde todos somos igual de importantes"
Una editorial (LápizCero Ediciones) que se ha encargado también de publicar, entre otros libros, las Antologías del Ágora de poesía. A este respecto, cabe recordar que Alcalá de Caso, quien fuera pastor en sus tiempos mozos, es uno de los asiduos participantes a este singular Encuentro poético que se celebra el último viernes de cada mes en el anfiteatro de San Marcos.
"Si me he decidido a publicar, ha sido por el ambiente de compañerismo y amistad que rodea al Ágora y todo lo que significa", porque "El Ágora es un encuentro que da voz a todo el mundo. A los que son conocidos y a quienes nunca tendrían voz en circunstancias normales. Y sobre todo es un espacio libre, libre de complejos, libre de crítica y libre de egocentrismos. Pues ese espacio es un espacio de igualdad. Donde todos somos igual de importantes", comenta Marcelo Alcalá con orgullo y satisfacción, convencido además del potencial literario que tiene León, porque, en su opinión, se está viviendo un momento muy dulce. "A diario se presentan libros y algunos con una gran calidad. Novela, poemarios, incluso ensayo y literatura infantil", agrega este creador leonés nacido en Castroverde de Campos (Zamora), aunque vive en la provincia de León desde que era un niño.
"Aparte de llevar viviendo casi treinta años en Valderas, mi relación con León es total. Desde crio he vivido en muchos pueblos de esta provincia, mis padres hacían trashumancia en invierno para aprovechar los pastos de invierno y mis hermanos y yo seguimos haciéndolo hasta el año 1988. Luego me casé y he trabajado casi siempre en esta tierra. Habré vivido en unos quince pueblos de León", precisa él, cuyos referentes literarios son sobre todo Neruda, con su poesía amorosa, que se deja traslucir en lo que escribe. Y también Pemán, del cual dice que algunos de sus poemas le parecían geniales, aunque, después de tantos años, ni se acuerda de ellos.
Lorca, Cernuda, Rubén Darío -sobre todo la poesía latinoamericana de mediados del siglo XX-, pero también León Felipe, Gil de Biedma, "he leído algo de Vicente Aleixandre... y algunos más", figuran entre sus maestros, que le han dejado poso.

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