(Artículo publicado en la Nueva Crónica el miércoles 9 de julio de 20014)
Estoy convencido de que escuchar a los Arizona Baby en vivo y en directo es algo inolvidable, que a uno le sacude las entrañas. Se trata, sin duda, de uno de los mejores grupos del panorama musical español. Su directo resulta potente, cautivador. Recuerdo que los vi, hace años, en esos conciertos que emite la 2 TV de Radio 3 -mi radio favorita, la de siempre, aunque en los últimos tiempos casi no la escucho, sobre todo desde que dejaran de emitirse ‘Diálogos 3’, ‘Caminando sobre la luna’ o ‘Rosa de Santorio’-. y me encantó su música. “Tengo que escuchar en directo alguna vez a estos fenómenos”, pensé. Pasado algún tiempo me enteré de que actuarían en la Sala La Vaca de Ponferrada. Una ocasión de oro. “Ni siquiera tengo que desplazarme”, me dije. Qué curioso, hace unos días han vuelto a tocar en esta sala de conciertos, como si el círculo se cerrara, y allá que volví, entusiasmado. Entremedias pude verlos en Lugo y también en Salamanca, aunque en estas ciudades iban en compañía de Los Coronas, en una gira conocida como “dos bandas y un destino”, bajo el nombre de Corizonas, que surge como una fusión de Los Coronas y Arizona Baby. Ambos grupos musicales son magníficos por sí mismos, pero esta conjunción se me antoja excelente. Es tal su fuerza, su energía en directo, que uno acaba emocionado, vibrando con ‘Hey Hey Hey’ (con resonancias a los Rolling), ‘Hotel room’, ‘I wanna Belive’ o ‘El Rancho’, entre otras muchas y buenas. Además de sus propias canciones, Los Corizonas tocaron algunas versiones como el ‘Wish you were here’, de los Pink Floyd (mi banda favorita de adolescencia), que Vielba, el líder de los Arizona Baby, recordó con cariño, como una de las mejores y más grandes canciones dedicadas a la amistad. Y de paso hizo un guiño al psicodélico Syd Barrett y al ‘guapo’ David Gilmour. Asimismo, hicieron otras versiones como ‘Piangi con me’, de los británicos The Rokes, y aun otra de Black Sabbath titulada ‘Supernaut’.
La música de los Arizona Baby, bajo la voz y la guitarra de su alma mater, me recuerda a los mejores The Doors, aunque esta banda pucelana tenga su propio estilo indie o rock acústico del Oeste. El propio Vielba, formado en Londres, es como un Jim Morrison de la meseta castellana, que atrapa con su voz, su verbo, su modo de tocar la guitarra y aun la percusión, con su aspecto bohemio y barbado, casi valleinclanesco.
También en esta reciente actuación, en la capital del Bierzo, el trío musical vallisoletano nos ofreció un recital estupendo. Y ahí que nos interpretaron la clásica ‘This is the end’.
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