Ahora que volvemos con los trenes al circo, incluido el Ponfeblino (la historia se repite, qué cosas), se me ocurre la "loca" (la idea, o sea) de lanzar esta locomotora textual al ruedo de los aconteceres diarios, o algo tal que así, ¿os parece bien? Pues vale. Que prosiga la farsa.
De repente el
Bierzo se vuelve noticiable, ay, por todos los entresijos de su intra-ánima, y vemos saltar noticias
como liebres por nuestros montes oregánicos/orgásmicos, esos en los que quieren
clavarnos palones eólicos. Si a esto sumamos otros tantos conejitos rosa,
sacados de la chistera, la cosa se torna surrealista y mágica, como si
estuviéramos en un cuento latinoché o en la Alicia de Carroll, porque el monumento
del corregidor de Oencia, conocido como el
alcalde rockero, es de traca, aunque sean nomás sus carnalitos, y no la Junta, la yunta de bueyes aradores, quienes
hayan apoquinado guita para darle el gustazo a este alcalde que tiene pinta de
Jesucristo posmoderno dándole a la tocata y fuga en el organillo de alguna
ermitina, vivir para contarla. O la
construcción de viviendas sociales en Noceda, cuando hay tantas casinas que
deberían restaurarse en aras de una buena salud urbanística y revulsivo
atractivo turístico. En el país de Alicia, bajo
un cielo de ensueño, saltan conejos blancos de ojos rosados por doquier,
desde ese Alvia que pasa delante de nuestras napias -aunque no sabemos si
parará en la domótica y fantasmal
terminal de Bembibre- sin que reparemos en él, tal vez porque es velocísimo,
hasta el Ponfeblino, que sería algo
así como el de la bruja piruja por los valles encantados del Bierzo y Laciana,
o el llamado Tierras del Bierzo que
nos llevaría en plan tour, en vagón
de madera tirado por una locomotora de vapor MSP, como si estuviéramos en
Eurodisney, desde el Toral de los Vados cementero y dioxínico a la Villafranca de los poetas. Turismo a la
carta en nuestro valle, que es hoya, y también olla y cubeto en un Cacabelos
pujante, Museo Arqueológico incluido, feriado y vinatero, Bierzo Vino con proyección internacional, gracias al hermanamiento
de la villa del Cúa con la localidad italiana de Torano Nuovo, “perché noi siamo
fratelli”, porque hay algo en los bercianos que nos hace parecer italianos del
sur, y aun sicilianos, como nos sugiriera Vito Ingoglia, en ese su sentido
hospitalario y pícaro, Bierzo con caldos, como el Losada, que comienzan a
conocerse en el mercado gringuito, y deportistas de élite, como la ondina
nocedense Noemí Feliz, que esperamos nos lleve hasta el Olimpo chino. Mas como
no todas son liebres en nuestros montes, a veces se nos cuelan ratas
estafadoras por las cuadras de Cabañas Raras, y aun por los bajos fondos ponferradinos,
en busca de inmigrantes, lo que nos devuelve un semblante no tan maravilloso en
este País de Alicia, donde todo recobra su desaborida realidad con abrir de
nuevo los ojos.
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