Hoy mismo, viernes 31 de mayo, nos daremos cita un buen puñado (es un decir y un suponer, vale) de amigos y colegas de las letras en el Castillo de Los
Templarios de Ponferrada (magnífico escenario) porque al gran Valentín Carrera, viajero intrépido, escritor, periodista y cineasta universal se le ha ocurrido la feliz idea de presentar una herramienta (en este caso on line, que no se trata precisamente ni de una "batedera" para hacer los "atapones" y regar el "prao" de Llamillas ni de ningún sacho para cavar la huerta del Gonzalo, esa, la que queda tras la casa paternal/maternal). Y con esta herramienta casi que me he perdido, bueno, ahora regreso al terreno, a la cancha. La "ferramienta" en cuestión es la edición en e-book (qué "anglosaxón" quedó esto) multimedia de esa novela romántica y bercianísima "intitulada" El señor de Bembibre. Una apuesta, pues, por nuestra cultura. Esta estupenda edición, a cargo de Valentín Carrera, incluye el texto íntegro revisado y versiones con
audio en castellano e inglés, además de un facsímil de 1920 y algunas otras lindezas. Qué bueno, cómo lo vamos a disfrutar.
¿Y qué haremos el resto de la tropa de convidados?, os estaréis preguntando. Pues hablar de la edición digital, de los ebooks, de nuestra experiencia en
este mundo, y en concreto con eBooksBierzo, sello editorial de Carrera, en el que algunos y algunas hemos editado obras, como Trasmundo (ese es mi caso), entre otras muchas y variadas. En el Castillo Ponferradino, a las 19h30, nos daremos cita Consuelo Álvarez de Toledo, Aniceto Núñez, Arturo Suárez-Bárcena, Susana Villar, Carlos Fernández, María José Montero y el "procer" de la cultura berciana, Miguel A. Varela, que ejercerá como moderador.
En lo que a mí respecta -ya lo adelanto- hablaré brevemente, claro, sobre las bondades de editar en digital, porque vivimos en la era digital, y no hay marcha atrás. El libro en soporte papel es una maravilla, sobre todo si huele y sabe rico como un hojaldre recién horneado en algún horno (o en su defecto en una fragua). Pero lo digital, no sólo en el mundo editorial, sino en el cine, se impone con fuerza, permite editar de un modo relativamente fácil, etc. Y abre, sin duda, nuevos horizontes porque puede llegar a más lectores/as. Y eso siempre se agradece. La gente, por lo general, es reacia a esta nueva era digital, que ya es un presente cotidiano. Pero no debemos dejarnos cegar por quimeras. Cierto es que leer en pantalla resulta más tedioso, pero nos estamos habituando a pasos agigantados y también cabe la posibilidad de descargar el archivo e imprimirlo en papel. Si en el fondo, seguiremos conviviendo de un modo armónico con el papel impreso. Y lo digital no resta, antes al contrario, añade. Me causa risa (y hasta tristeza, depende de cómo se quiera mirar) que alguna gente (incluso me atrevería a decir que demasiada), cuando se le pregunta por las redes sociales, los blogs... en definitiva, por lo digital, echa pestes por la boca o se hace la "sueca", no aceptando la evidencia (y lo que es peor, algunos y algunas dicen no hacer uso de estas redes y tecnologías, y luego uno se da cuenta de que están todo el santo día colgados de la Red). Los blogs serían hoy los nuevos filandones de antaño, diría el bueno de Paco Flecha.
Y El pobrecito hablador de Larra hoy sería un blog, según Valentín Carrera, que sí cree en las redes sociales, en la era digital, en los blogs, no sólo como medio de comunicación, que no es poco, sino como una plataforma para escritores y periodistas. "Es casi imposible ser
periodista o escritor sin estar en la Red", aclara Carrera. "Requiere un aprendizaje de técnicas
y estilo: ir al grano, ser sintético, ameno, claro". El propio Valentín, como buen entusiasta, nos recomienda Escribir para Internet, de
Silvia Cobo.Y sí, ya sabemos que a escribir se aprende escribiendo y reescribiendo en solitario, en la intimidad, con oficio, con entrenamiento (si hay telento, entonces ya es la rehostia), habiendo leído la Biblia en verso y más, viajando (no sólo al exterior sino al interior), y todas esas cosas... pero el facebook, el twitter, los blogs, los ebooks... (bien utilizados, qué cosa) pueden dar (y están dando) mucho de sí. Una nueva diálectica socrático-platónica se está imponiendo. Diálogos con menos enjundia filosófica tal vez... mas diálogos de esta época. Qué se le va a hacer. Tampoco nadie es capaz de escribir ya como Cervantes, sobre todo la monumental y acaso más grande obra que se haya escrito nunca El Quijote (imprescindible, sobre todo para un castellano parlante), ni como Dostoievski, ni como Hesse, ni como Shakespeare (algunos de los más grandes de todos los tiempos) pero hay que seguir dándole... aunque sea por la vía digital. Lo importante, en el fondo, no es el continente sino el contenido. ¿O no? Historias se escriben muchas (hasta podría decir que ya está todo escrito sobre los grandes temas universales, el amor, el sexo, la muerte, el devenir temporal...) pero el asunto es cómo se escriben o se reescriben, qué forma se les da, cómo se vuelven a contar para que enganchen, emocionen, hagan reflexionar a los lectores/as. Y ahí tal vez resida el meollo del cogollo, la madre del cordero... de dios, ay, que quitas el pecado del mundo. Joder, cómo se me fue la santa al cielo. Hasta dentro de un rato, queridos cuates y queridas cuatas.
No sabéis la envidia que nos dais a los que no estamos en el BIERZO y, por tanto, no podemos asistir. Pasadlo bien y no cejéis en vuestro empeño.
ResponderEliminarGracias, amigo
ResponderEliminarque envidia no poder estar ahi con ese elenco de profesionales
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