La bimilenaria Lugo, la más antigua de Galicia, es una ciudad familiar, a la que suelo viajar en estas fechas sanfroilaneras. Hace años que disfruto de al menos un día de San Froilán. Y este año tampoco he querido perdérmelo, porque me apetecía ver de nuevo a Las fillas de Cassandra, después de asistir a los conciertos que dieran este mismo año tanto en el festival de Ortigueira como en el festival del Noroeste de Coruña.
Me entusiasma este grupo gallego conformado por cuatro chicas (inicialmente dos, María Soa y Sara Faro, de Vigo) con mucha marcha sobre el escenario, como me recordara una gran amiga. Una música que combina las melodías tradicionales (incluida la mitología griega, ellas mismas son heroínas) con la modernidad del pop y la electrónica.
Y, además de este espectáculo musical, tuve la ocasión de pasear por esta ciudad amurallada (incluida su muralla, la mejor conservada del mundo, según algunos) y festiva, llegando a toparme incluso con la ruralidad (una pareja de vacas, un cerdo llevado del ramal por un hombre...) en todo su esplendor.
También tuve tiempo para visitar la antigua cárcel, un sitio donde aún se respira el horror, ¡el horror, el horror!, como dijera el coronel Kurtz en El corazón en las tinieblas de Conrad, recientemente ilustrado por el gran artista leonés Toño Benavides.
La antigua cárcel de Lugo acogió durante casi un siglo, desde el año 1887 hasta el 1981, a miles de presos políticos, sobre todo, durante el franquismo. Más de 900 fueron los reclusos que estuvieron hacinados entre sus paredes.
Este edificio semicircular cerró en 1981 para volver a abrir en 2017 como un centro social dedicado a las artes y a la cultura lucense.
Me gusta sanfroilanear, como ya he señalado en algún momento, festejar al santo Froilán, nacido en Lugo y fallecido en León, el cual es patrón tanto de la tierra galega como de la diócesis leonesa. De modo que Lugo y León estamos hermanados por este santo, al que le rendimos fiesta en uno y en otro sitio. Dicho sea de paso, León perteneció a la Gallaecia, y San Froilán, que tiene una capilla en la catedral de Santa María de Lugo y fue obispo en León, también anduvo de retiro espiritual, cual eremita, por las montañas del río Curueño (el río del olvido, del que nos habla Julio Llamazares) y por la Tebaida del Bierzo, que son espacios ciertamente literarios e inspiradores. Los restos de San Froilán se conservan en la catedral de León.
En el San Froilán lucense, "la fiesta más bella del otoño gallego", según el escritor Cunqueiro, han actuado grandes músicos y bandas, que he tenido la ocasión de ver, como la fadista portuguesa Dulce Pontes https://cuenya.blogspot.com/2019/10/dulces-pontes-o-la-belleza-de-la-musica.html, los cubanos Omara Portuondo y Elíades Ochoa https://cuenya.blogspot.com/2023/10/el-musico-cubano-eliades-ochoa-en-lugo.html, los gallegos Budiño, Susana Seivane, Antón Reixa, Siniestro Total, Berrogüetto, las pandeireteiras o cantareiras Leilía, incluso al grupo Di Elas, comandado por el actor y músico Luis Tosar, o Las fillas de Cassandra, como ya dije, entre otros, además de Ariel Rot y Kiko Veneno, los Corizonas (Coronas en fusión con Arizona Baby, dos bandas que me entusiasman), el compositor vasco y maestro de la trikitixa, Kepa Junkera, la cantante y actriz valenciana Bebe, el líder de Radio Futura, Santiago Auserón, el compositor de rock, Rosendo, el grupo de pop rock Amaral, el grupo mexicano especializado en corridos y narcocorridos, Los Tigres del Norte, la banda granadina de indie rock, Los Planetas, la compositora mallorquina María del Mar Bonet, el senegalés Ismaël Lô, el compositor serbobosnio, Goran Bregovic, acompañado de las Voces Búlgaras https://cuenya.blogspot.com/2017/10/goran-bregovic-en-lugo.html, o la Fanfare Ciocarlia (banda rumana que también llegó a tocar en Ponferrada)
https://cuenya.blogspot.com/2014/05/sones-rumanos-en-el-bierzo.html. Estos son algunos que recuerdo. Pero son algunos más, que ahora no recuerdo. Lugo bien se merece un brindis por San Froilán, con un godello, albariño o ribeiro y una tapa de pulpo à feira.
https://cuenya.blogspot.com/2014/05/sones-rumanos-en-el-bierzo.html. Estos son algunos que recuerdo. Pero son algunos más, que ahora no recuerdo. Lugo bien se merece un brindis por San Froilán, con un godello, albariño o ribeiro y una tapa de pulpo à feira.
Hasta el próximo concierto, Fillas de Cassandra.
Las piedras de Lugo resisten, y el mundo intelectual está cada vez más vacío...
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