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viernes, 6 de octubre de 2023

El músico cubano Elíades Ochoa en Lugo

 Desde hace años suelo ir al San Froilán de Lugo porque, entre otras cosas, aparte de una estupenda gastronomía, siempre hay algún concierto que merece la alegría. Y la música es un excelente nutriente del espíritu. 

¿Qué haríamos los seres humanos sin música?  Es quizá la música el arte más sublime de todos, eso he llegado a escribir alguna vez y lo sigo pensando. Al menos la música despierta nuestras emociones y nos hace bailar, algo realmente sano y divertido. 

En esta ocasión actuaba el músico cubano Elíades Ochoa y su banda. Y no quise perdérmelo. Pues es una de las estrellas del Buena Vista Social Club, que fuera en tiempos un club popular en la ciudad de La Habana y a la vez un grupo musical creado en los años noventa del pasado siglo, con músicos de la talla de Compay Segundo, Ibraim Ferrer, Omara Portuondo (aún viva, por fortuna) o el propio Ochoa, entre otros.  

Este club inspiró una grabación del genial guitarrista Ry Cooder, que además es el compositor de la banda sonora de París, Texas, cuyo director, el alemán Wim Wenders, se embarcó en la aventura de filmar un documental maravilloso titulado Buena vista social Club,  donde asistimos a conciertos de este club o grupo de legendarios músicos cubanos en ciudades como Ámsterdam o Nueva York. 

El documental de Wenders nos pasea además por La Habana, de la mano de Ry Cooder y su hijo, el músico, Joachim Cooder adentrándonos en la capital cubana, en la que estuve este verano y donde espero volver pronto. Eso me gustaría. 


Por tanto, el concierto de Elíades Ochoa y su banda ayer mismo en Lugo, con temas entrañables como Chan Chan o A caballo vamos pal monte, me hizo rememorar La Habana, Buena Vista Social Club y la música cubana en directo, en todo su esplendor. Un concierto emocionante ante un buen puñado de seguidores, entre ellos algunos cubanos. Sorprende que, aun siendo fiesta en Lugo, no hubiera mucha gente en el concierto. 

Los teloneros, Abya Yala, también me gustaron porque en su repertorio incluyeron canciones clásicas e inolvidables como Oye cómo va, del músico estadounidense de origen puertorriqueño Tito Puente (el mejicano Carlos Santana también hizo una versión potente de esta canción) y Bésame mucho, de la mejicana Consuelito Velázquez, una canción que se ha quedado grabada en nuestra memoria colectiva. 

Incluso tuve tiempo, antes de los conciertos, de darme un garbeo por la muralla lucense y por el casco histórico de la ciudad, con una visita al santo Froilán, que para eso es patrón de Lugo y de la diócesis leonesa, el cual anduvo de retiro espiritual, como buen eremita, por las montañas del Curueño, el río del olvido, y también por el Bierzo, que son espacios literarios que me entusiasman. 

La música nos hermana a cubanos, bercianos y a gallegos. 

*Como en este espacio no me deja subir vídeos de las canciones que grabé, Chan chan y A caballo vamos pal monte, las subiré a mi muro de Facebook. 

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