LA FRAGUE LITERARIA LEONESA
José Yebra: "Escribir es vivir"
Manuel Cuenya | 31/10/2017 - 11:43h.
El poeta y profesor cacabelense Jose Yebra, autor de 'Otra lengua extinta', sigue escribiendo en sus cuadernos, yendo a recitales siempre que le es posible y disfrutando de la poesía. El próximo mes de noviembre presentará su ópera prima en Madrid.
José Yebra
Y entonces se acercó a él
y le contó al oído
que una vez hubo un dios
que se bebió de un trago
toda el agua
de los orígenes
para luego escupir
con desgana
millones de mares
que al instante configuraron
esta aproximación al universo:
como él no creía
en dioses ajenos,
cerró sus pulmones
y cabalgó solo y aturdido
buscando refugio humano
en el siguiente poblado.
(Jose Yebra, 'GODLESS DIOS', poema incluido en 'Otra lengua extinta')
Autor de 'Otra lengua extinta' (Suburbia ediciones, 2017), Jose Yebra es un poeta y profesor de inglés nacido en el Bierzo, aunque en la actualidad, desde hace tiempo, viva en Asturias. En todo caso, "el Bierzo (también el resto de León) y Asturias viajan juntos conmigo. Es innegable que las similitudes son muchas entre ambas tierras", reconoce Jose, quien dice sentirse como en casa en Asturias, porque esta tierra hermana supone un despertar en su persona, y además le ha permitido conocer la vida en una ciudad y sentirse libre en cada momento.
Por su parte, Cacabelos es su origen, "el olor de mi infancia, de mi adolescencia. Es el lugar en que aprendí a ser la persona que soy; los recuerdos de conversaciones interminables con mi abuela, comiendo castañas al calor de un brasero; las manos pegajosas en época de vendimia, las risas y mis amigos y amigas de siempre. El Bierzo siempre está presente cuando escribo. Es inevitable, porque la memoria está ahí, activa en todo momento", rememora este creador, que en otra época impartiera clases de español/castellano en Londres, en concreto en Phoenix High School. Una experiencia muy dura y a la vez maravillosa, según él.
Con el transcurso de los años y la perspectiva que procura la distancia, ahora cree entender aquella amalgama de estudiantes provenientes de más de 80 países –matiza–, que hablaban más de 50 lenguas distintas. "La educación es muy diferente en Gran Bretaña, sigue siendo todo gratuito (materiales incluidos), pero la competitividad por el dinero público entre centros es feroz y eso llega a agobiar demasiado. Londres sería, tras Cacabelos y Oviedo, mi tercer hogar", afirma este profesor de inglés, convencido de que su trabajo como docente está ligado a su faceta como poeta. Imposible desligar ambas actividades, en su opinión, porque su tarea como educador consigue que pueda aprender cada día de su alumnado, de sus necesidades vitales, sus alegrías, problemas o intereses. "Me obligan a estar al día en sus asuntos (en este aspecto, también mi papel como padre de adolescentes). Por otro lado, el inglés es un referente primordial en mi manera de escribir; incluso, me atrevo a introducir no sólo títulos de poemas en inglés, sino algún que otro verso cuyo contexto lo pueda permitir. Tengo poemas también en inglés, algunos de ellos publicados en alguna revista digital en Suecia", señala Jose, que es un apasionado de la escritura creativa, porque su cabeza siempre está "centrifugando poemas o historias, y me resulta imposible no trasladar todo eso a un papel (sigo escribiendo a mano)".
Para él, "escribir es vivir". En este sentido, anima a la gente a leer más, a escribir, a recitar, "a perder ese miedo endémico nuestro a disfrutar de actuar ante un público atento y con ganas de pasárselo bien con la poesía, que sepan que no es aburrida". Lectura y escritura procuran vida. Y ayudan a vivir, sin duda.
Como buen lector, requisito cuasi imprescindible para escribir, Jose Yebra reivindica a algunos de sus autores y autoras preferidos, que le han dejado una huella emocional, reflexiva. Cuenta que hay cuatro poetas que siempre revisita, cuatro creadores de los que siempre se puede aprender, "de su emoción, de su verdad", como es el caso de Miguel Hernández, "el poeta del pueblo por excelencia"; Allen Ginsberg, "que en su momento me retorció por dentro de una manera casi indescriptible"; Emily Dickinson, "a la que descubrí en la facultad estudiando Filología"; y el gijonés David González, que es, en su opinión, el gran referente actual del realismo sucio, de la pura verdad poética.
Asimismo, muestra predilección por autores y autoras contemporáneos suyos, amigos y amigas también, como Laura Fjäder, Alberto Claver, Víctor Cuetos, Gema Martínez, Sandra Sánchez, Tamara Camino (a quien hemos dedicado recientemente una fragua en este mismo periódico), Suarón, El Suárez, Laura Marcos..., "de toda la gente con la que comparto poesía, siempre aprendo, porque es que son muy buenos".
La poesía rápida frente a la poesía interesante
Jose Yebra cree que la poesía está de moda, si bien en la actualidad hay demasiada poesía rápida, "que proviene de las redes sociales, que en su mayoría son kleenex de usar y tirar. Ésa no me interesa", apostilla. No obstante, sí le interesa mucho alguna de la poesía que se hace en la provincia de León, como es el caso del poeta Vicente Muñoz Álvarez, al que dice no conocer en persona, aunque tengan muchos amigos y amigas poetas en común. "Gas, la última antología de Muñoz Álvarez, me parece brutal. Antonio Colinas. Llamazares, siempre. En El Bierzo, que también se mueve, tenemos a Amparo Carballo o Casimiro Martinferre, aparte de crear unos relatos increíbles con unas imágenes tremendamente buenas, es muy buen poeta".
"Cacabelos es el olor de mi infancia, de mi adolescencia. Es el lugar en que aprendí a ser la persona que soy; los recuerdos de conversaciones interminables con mi abuela, comiendo castañas al calor de un brasero; las manos pegajosas en época de vendimia, las risas y mis amigos y amigas de siempre"
Aparte de los autores y autoras mencionados, Yebra cita a poetas que, aun no siendo originarios de León, le parecen buenos, como la valenciana Nerea Delgado (con la que ha coincidido en algún recital en Oviedo), que se encuentra en la actualidad viviendo en León capital, y Nayar Crespo Sánchez, "un puro animal poético", así califica al autor del prólogo de su poemario 'Otra lengua extinta'.
Y esto escribe Nayar Crespo Sánchez a propósito de Jose Yebra: "... Lo de Jose... es guerrilla hecha papel. Avanzar por sus páginas es escuchar, verso a verso, las bombas españolas que caían en Costa Rica que cantaba Strummer, o mirar directamente a la pupila, eternamente dilatada, del Duque Blanco... Jose fue mi profesor de inglés favorito (se me perdone el favoritismo) aunque nunca llegara a darme clase. En una hora nos dio tiempo a hablar de música, de libros, de películas, de series, dejando esas ganas de más tan odiosas cuando algo se acaba. Por primera vez tuve ganas de no salir de clase, y quedarme a oír hablar a ese profesor tan curioso... Jose es humano, demasiado humano, y eso es lo que de verdad engancha de él".
"Hay multitud de actos y recitales poéticos en toda la provincia de León. Por ejemplo, en el Museo Arqueológico de Cacabelos, que ya se encarga Silvia Blanco, su directora, de acercar el museo al pueblo organizando infinidad de actividades", comenta el creador de 'Otra lengua extinta', su viaje primigenio, según él, "su poética de la cotidianidad... y la resistencia", cuyos poemas han sido escritos en estos dos últimos años, aunque haya algún poema que data de los primeros años 90.
Este libro es, a su juicio, su memoria, su poesía de guerrilla, poesía del pueblo para el pueblo; y en él nos muestra su capacidad de observación, su crítica social de todo aquello que no le gusta, "de las injusticias, de la muerte y la extinción, de lo meramente cotidiano".
Reconoce que le gusta obviar en ocasiones la puntuación para que, quien lo lea, lo recite a su manera, con plena libertad. "Ya no me pertenece, pertenece a quienes lo leen".
Por otra parte, tiene una novela inédita, 'Ciclos de Mil Cabezas', aunque sí la conserva por capítulos en un blog con el mismo título Una obra muy influenciada, según él, por 'Hijos de la medianoche' de Salman Rushdie, La Gramática Generativa Transformacional de Noam Chomsky y por alguna que otra vivencia y/o experiencia personal.
(Puedes seguir leyendo esta fragua en ileon.com: http://www.ileon.com/cultura/079233/jose-yebra-escribir-es-vivir)