Marta del Riego, a quien conozco desde hace años, presenta esta tarde, en la cafetería Central del Museo de la Energía de la capital del Bierzo, su reciente novela Pájaro del Noroeste, un singular título para alguien, como ella, a la que le entusiasma el Noroeste, "reino verde y brumoso". Como también le fascinaba a nuestro querido maestro Pereira. O bien al amigo César Gavela, al que le hemos rendido homenaje recientemente a través del IEB (Instituto de Estudios Bercianos).
A Marta he podido entrevistarla en más de una ocasión. Y también reseñar alguna de sus novelas como Sendero de frío y amor, que me cautivó, porque se trata de una portentosa narración, que contiene sabias reflexiones acerca de la vida, el amor/desamor, la memoria y la muerte, los grandes y eternos temas literarios y vitales, que todo es uno.
En esta ocasión, la escritora y periodista Marta del Riego, de la mano de la también periodista y escritora Noemí Sabugal, nos presentará esta tarde su novela Pájaro del Noroeste, que nos devuelve en cierto modo a aquella obra titulada Sendero de frío y amor, pues también esta nueva novela está ambientada en lo que ella llama La Salgada (donde el juego de las chapas es "un vicio secular"), que bien podría ser un territorio mítico como la Comala de Rulfo o el Macondo de Gabo, que por lo demás tiene influjo, me da la impresión, en esta autora nacida en La Bañeza: "el viento traía ya el olor de la lluvia".
Me adelantaba Marta, ya en 2016, su proyecto de novela, que acabaría siendo una realidad a través de este Pájaro del Noroeste, donde el vino, que le maravilla a su creadora, resulta esencial en la trama de la obra: "Todo empezó el día de la última vendimia", así comienza esta historia, que nos adentra, a través de su protagonista Icia, en el mundo del amor, del sexo, del desarraigo, del suicidio, en la que León ("está en la ruta migratoria de ciertas aves..."), sobre todo la comarca del Bierzo (con Cacabelos, el Morredero, el idílico valle del Silencio-Peñalba de Santiago o la aldea neohippy de Matavenero, entre otros), conocida por sus vinos (el vino de mencía) tiene una gran presencia.
"La vida no está para malgastarla en malos vinos" o "el vino hay que beberlo despacio, como la vida", escribe esta narradora, que en su novela, poniéndole voz a su personaje, nos habla de que no existe el amor entre una mujer y un hombre. "Existe el sexo... existe la costumbre o la amistad... Yo, mujer frívola del sur de Europa, me doy cuenta (y es un alivio) de que no existe el amor... Me cago en el amor entre amigas... ¿Y el amor fraternal? Sí, existe".
En cuanto a la vida, nos cuenta lo siguiente: "¿Esto era la vida? Incertidumbre. Violencia".En cualquier caso, a pesar de la historia de la infamia, de la maldad, que se repite, hay que "seguir adelante siempre... seguir adelante y ser feliz", contra viento y marea, aunque la felicidad como tal no deje de ser una quimera.
"El tiempo de los pájaros ha llegado".
Pájaro del Noroeste es "un regreso a la tierra donde las viñas dan sentido a la vida".
Nos cuenta el amigo y excelente escritor Julio Llamazares, a propósito de esta novela de Marta, que "en mitad de sus vidas, la protagonista y su autora nos dan una lección de valentía y de talento. Una novela de las de verdad".
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