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sábado, 13 de octubre de 2018

Sanfroilaneando


Sanfroilaneando. ¿Qué os parece el título? A veces un simple título encierra todo un misterio, incluso lingüístico/lingual. Los títulos, como los nombres propios, pueden decir mucho. O nada. Y hasta pueden ser embrionarios, fecundos. Un título breve se memoriza fácilmente. Un título en gerundio no sé si resulta enrevesadín. No hay que abusar de los gerundios en la escritura. Pero he tratado de transformar un nombre propio, en este caso el de un santo, en verbo.

Capilla de San Froilán
Nuestros hermanos y hermanas de Hispanoamérica lo hacen con frecuencia. ¿Nos vamos a cafetear?

Me gusta sanfroilanear, que es como decir que me gustar ir a festejar al santo Froilán, nacido en Lugo (Lujo) y fallecido en León. Y por ende patrón de esta tierra galega y de la diócesis leonesa. Hermanadas Lugo y León por este santo, al que le rendimos fiesta tanto en uno como en otro sitio. Y qué siga corriendo la farra, aunque el pretexto sea un santín, quien por cierto anduviera, según cuentan las lenguas, de eremita incluso por la Tebaida del Bierzo. 
No es la primera vez que me asomo (o dejo caer unas letras) sobre San Froilán (Está Froilán. No, yo no soy un pailán). Disculpad esta licencia o gracieta, que hasta tiene su base real. 
Heredeiros da Crus

La realidad siempre superando la ficción. Por mucho que los fabuladores se encarguen en decirnos que se inventan realidades, mundos fantásticos. Sí, está bien fabular, fantasear, sobre todo cuando uno imagina sin cortapisas, como quisiera el marqués de Sade, cuando uno le pone salsa y chispa a la vida, en ocasiones rutinaria y gris, porque las palabras, como dijera Borges (y nos recordara el amigo periodista y escritor Eduardo Keudell en un reciente taller literario/filosófico en Bembibre) son inocentes. 
Muralla lucense

La picardía, el ingenio, la garra se la ponemos nosotros como lectores. Y quizá también como escribidores o componedores de palabras. 
El realismo mágico, que en verdad es un invento galego (con Cunqueiro a la cabeza, además de la estela que nos legara Torrente Ballester en su saga/fuga), se vuelve realismo, sin más, en Hispanoamérica, pues lo asombroso, lo mágico, forma parte de la cotidianidad. Algo así nos recordaba hace una semana en Toreno el dramaturgo berciano Carlos García Ruiz, que imparte clases de teatro en la Universidad de Bogotá, en un mágico-realista país como Colombia, la cuna de Gabo (aunque el Nobel hispano, con raíces gallegas) viviera gran parte de su vida en México, otro país mágico-realista o sencillamente surrealista. 
Madonna mía (que diría un siciliano de Palermo), adónde me ha llevado el santito Froilán. 
Pues eso, que, en llegando estas fechas, a uno le da por sanfroilanear. Y este año abrimos boca en León, en el Reino Llionés, con algunos conciertos en la plaza de la catedral. Y cerramos (cerré, que el plural mayestático no queda del todo bien aquí) con otros en Lugo, "Lujo", como dijeran los revulsivos músicos Heredeiros da Crus en la plaza Horta do Seminario de la capital lucense. 
Plaza do Campo-Lugo

Como entrante, León nos recibió (qué manía con el plural mayestático, aunque aquí podría tener cabida) con el Festival del Reino de León y unos conciertos fantásticos, fabulosos (utilizo intencionadamente estos adjetivos, ahora también se dice fenomenales, imagino que por contraposición a esenciales, ¿verdad?). En la misma plaza de la bella catedral leonesa pude ver/escuchar a la legendaria banda galega Milladoiro, que en el mes de julio de este mismo año había tenido la ocasión de presenciar en el mítico Festival de Ortigueira (cita ineludible) y a la bretona banda de gaitas Bagad Kemper (a la que también he podido escuchar en vivo y en directo en más de una ocasión en el susodicho Festival Internacional de Música Celta de Ortigueira).
Bagad Kemper en León
¿Alguien me pude explicar qué es la música celta? ¿Acaso la Bagad Kemper no tocaba, aparte de las gaitas, una especie de cornamusas, como me recordara el poeta salmantino-leonés Chema García? ¿Y las cornamusas no son romanas? Qué curioso, Chema, que nos encontráramos viendo este concierto en León. 

La verdad sea dicha me encantó el concierto de la Bagad Kemper, su fuerza musical cuasi sísmica. Qué poderío. Con cerca de cuarenta músicos, creo recordar, sobre el escenario.
Milladoiro en León
Por su parte, también me gustó 
Milladoiro, incluso más que en el pasado festival de Ortigueira, tal vez porque en León (tierra hermana de Galiza, pues perteneció a la Gallaecia, según nos contara el veterano líder de Milladoiro) tocaron algunos temas gloriosos de bandas sonoras como 'La mitad del cielo', del cineasta Gutiérrez Aragón, con quien por lo demás coincidiera en La Habana, de la mano de Alquimia Peña, estupenda mujer, y directora de la Fundación del Nuevo Cine latinoamericano, a la que le he dedicado algún artículo. 
Y el pasado jueves me encaminé a Lugo para asistir a los conciertos de los mencionados Heredeiros da Crus. Y sobre todo de la Fanfare Ciocarlia, que actuaban en la plaza de Santa María (donde se halla la catedral), aun antes de que finalizara el concierto de Heredeiros. Creo que no deberían solaparse eventos, conciertos, al menos en un sitio como la ciudad amurallada de Lugo, que tampoco tiene tanta población. 
A la Fanfare Ciocarlia (la fanfarria u orquesta de instrumentos de viento, la orquesta del ruiseñor, pues eso significa Ciocarlía) la recuerdo acompañando, junto con otras bandas como las Voces Búlgaras o Taraf de Haidouks (otro grupo musical magnífico), a Goran Bregovic en algún concierto hace años. Y hasta participaron, creo recordar, en el banda sonora de Tiempo de gitanos, de Emir Kusturica. 
Y luego tuve la ocasión de ver a la Fanfare en el Festival de Ortigueira a principios de los 2000. Incluso llegaron a actuar en la sala La Vaca no hace tantos años en Ponferrada, lo cual que escribí un artículo para La Nueva Crónica. Y ahora, mañana domingo, vuelven a dar concierto en la capital del Bierzo. O sea, que estamos de enhorabuena, porque se trata de una banda que no deja indiferente a nadie. Y esto pude comprobarlo el pasado jueves en Lugo, ante un público no demasiado numeroso pero entregado en cuerpo y alma a los sonidos balcánicos de esta Fanfare, de estos extraordinarios músicos gitanos, romaníes, provenientes de ese país exótico y lejano de la Europa del Este llamado Rumanía, que he podido visitar en dos ocasiones. 
Me chifla esta música gitana, lo reconozco, que podría llegar a resucitar a un muerto. No en vano, comenzaron actuando en bodas y funerales en su país. Una música apropiada para fiestas de pueblo. Hay algo en su música, en su modo de interpretarla, que me devuelve a mi pueblo, a mi útero, de otro tiempo, de mi época infantil/juvenil, cuando Noceda era un poblado tribal. 
Fanfare Ciocarlia en Lugo
Una maravilla volver a disfrutar de la Fanfare. Qué prosiga el San Froilán y uno pueda continuar sanfroilaneando. 
En Lugo he tenido la oportunidad de presenciar conciertos de los Corizonas (Coronas en fusión con Arizona Baby, dos bandas que me entusiasman), Budiño y Kepa Junkera, Omara Portuondo, Susana Seivane, Berrogüeto, Antón Reixa, Bebe, Santiago Auserón, Rosendo, Amaral, Siniestro Total, Los Tigres del Norte, Los Planetas, María del Mar Bonet, el senegalés Ismaël Lö,  incluso al grupo Dielas, comandado por el actor y músico Luis Tosar, o el propio Goran Bregovic, acompañado de las Voces Búlgaras, que actuara el pasado año. Por poner sólo algunos que recuerde. 
Lástima que este año, ayer mismo, me perdiera a Marky Ramone, que a buen seguro fue un concierto memorable. 
Y como no sólo de nutrientes musicales vive un ser humano, uno puede acercarse, si así lo tiene a bien, al restaurante O Xugo a tomarse una ración de pulpo a feira o bien unos callos con garbanzos, exquisitos, regados con un vino. Cual si regresáramos a nuestra época de tratantes/feriantes de ganado. Si estamos en ferias, habrá que feriar, ¿verdad? Ahora que lo pienso, O Xugo está al lado del parque Rosalía de Castro. Y no puedo evitar volver a la poesía de Rosalía: Negra sombra, que es ritmo, música (con versiones de nuestro paisano Amancio Prada o Luz Casal y Carlos Núñez, entre otros). 



Cando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.

Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.

Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.

En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.

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