Alberto Flecha: "La literatura, como actividad artística, tiene el deber de plantearse el lenguaje mismo"
Manuel Cuenya
| León
| 01/09/2015
El
narrador, poeta y profesor Alberto Flecha, finalista del premio Letras
Jóvenes y coautor de 'Cuentos de León narrados por...', entre otros,
sigue escribiendo y viajando a la espera de componer un cuaderno de
viaje donde los modelos de poesía japonesa tendrán un papel importante.
Alberto Flecha. Foto: Manuel Cuenya
Finalista hace veinte años del premio Letras Jóvenes que
convoca la Junta de Castilla y León, el narrador leonés Alberto Flecha,
que se define como un gran lector desde que era un niño, lamenta que no
se editara su poemario 'Canta Belinda', con el que fuera finalista,
porque sigue sorprendido de los versos que escribiera entonces, los
cuales han resistido bastante bien el paso del tiempo, según él,
consciente de que en aquella época no era tan fácil editar como es
ahora. En todo caso, le permitió conocer a mucha gente.
Recuerda que, siendo un niño, le encantaba quedarse en la
cama leyendo cómics, libros de aventuras o lo que fuera. "Hasta comiendo
me entretenía leyendo los ingredientes de las los embalajes de comida".
Y se siente deudor de aquellos autores para los que la forma es
esencial. "Aquellos que hablan con el estilo". Tal vez por eso le gusta
el expresionismo de Valle Inclán, el barroquismo de Carpentier, Onetti y
la lírica de Pavese, entre otros.
"Hasta comiendo me entretenía leyendo los ingredientes de las los embalajes de comida".
Sus comienzos en el mundo literario, en concreto su
acercamiento a la poesía, con el Colectivo Aldabón de Bombay, al que
también pertenecía el narrador y contador de cuentos Manuel Ferrero, se
produjo en su etapa adolescente, durante la cual siguió leyendo con
avidez todo lo que caía en sus manos. Lo mismo leía libros de retórica
que se apasionaba recitando a Saint John Perse al ritmo de la música de
un trombón de varas. "No sabíamos apenas nada, pero éramos grandes
entusiastas. Recorrimos centros de arte, fiestas de los pueblos,
bibliotecas y bares con nuestro espectáculo. Aquello nos enseñó mucho
sobre la poesía; sobre todo su libertad. Y eso nos ayudó mucho a todos
desde entonces a ver no sólo el arte, sino también la vida con otros
ojos. Sin duda", rememora con alegría.
A lo largo de estos años, Alberto, que nunca se ha propuesto
en serio publicar, ha tenido la suerte, reconoce él, de que siempre le
han pedido colaboraciones. Y ha podido participar en muchos espacios,
"siempre a salto de mata", entre ellos, su participación en 'Semáforo
calvo', una revista que editaba la Universidad de León, así como en
obras colectivas como, por ejemplo, 'PoeMario' (que es un homenaje al
poeta Nikos Kavvadías), 'Cuentos de León narrados por...', o bien
'TripleC', una obra editada en Argentina y dedicada al cuento breve o
microrrelato, en el que Alberto es un especialista, aunque a veces duda
de que este género exista. De lo que sí está seguro es de la brevedad de
los 'micros' y de que conviene saber callar a tiempo para dejar al
lector que lo complete por sí mismo. Asimismo, ha participado en
antologías como 'Esto no rima', coordinada por el poeta leonés Abel
Aparicio, "un tío muy vital y con un gran empuje que sacó el libro
contra viento y marea" o 'En un viejo estanque', obra dedicada al haiku
español contemporáneo. En este sentido, a Alberto Flecha le interesa
mucho la poesía japonesa, porque se parece en cierto modo a los
microrrelatos, "en ese callar", del que antes hablaba. "Esas palabras
cortas que callan y te dejan temblando más por lo que ocultan que por lo
que dicen".
"Abel Aparicio es un tío muy vital y con un gran empuje que sacó la antología 'Esto no rima' contra viento y marea".
Haikus y haibuns
Además del haiku, Alberto es un entusiasta del haibun,
"estilo realmente interesante, apenas cultivado en español. Combina la
prosa poética con un haiku en un diálogo entre ambos textos que potencia
el efecto lírico".
Cuenta que escribió una pequeña obra de haibuns con motivo
de un viaje a Polonia que se perdió con la desaparición de su blog, una
pena, aunque él sigue escribiendo a la vez que enseña como profesor,
porque "al igual que la literatura, el enseñar es un negocio entre dos
para formar un relato. Y que resulte convincente es fundamental. Si no,
el trabajo está perdido", aclara este apasionado del arte literario,
que, como el maestro Gamoneda, cree que surge como revelación del
lenguaje, habida cuenta de que el lenguaje es mucho más que el contenido
de las palabras, que su contenido informativo. "Leer para informarse es
algo que podemos hacer en un periódico, en un manifiesto, en una
pintada de la calle. Esas palabras pueden incluso decir una 'noticia'
nueva, algo que no sabíamos, sí, pero con el lenguaje de siempre.
Incluso muchas novelas simplemente se dedican a 'informar' de una nueva
historia de ficción. Sin embargo la literatura, como actividad
artística, tiene el deber de plantearse el lenguaje mismo, hacer que
este hable por sí mismo, más allá de su mero contenido. Tiene el deber
de hacer de la obra una nueva realidad que revele algo que no estaba, ni
en el fondo, ni en la forma. Por eso la literatura, en cierta forma,
tiene el deber de plantearse el propio lenguaje, todo lo que este
significa y ser, por tanto, radical, totalmente radical". Así de
contundente se expresa este narrador y poeta, que reivindica también la
lengua asturleonesa como una manera de "sacar de debajo de la alfombra
un montón de clichés que han formado la historia y la identidad no sólo
de León, sino de toda España".
http://www.ileon.com/cultura/054521/alberto-flecha-la-literatura-como-actividad-artistica-tiene-el-deber-de-plantearse-el-lenguaje-mismo
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