Hasta siempre, amigo Jose García Olano (Pin)

 Hasta siempre, amigo Jose. Hasta siempre. 

Me enteré por su hijo Tote, que me envió un mensaje: "Hola amigo, falleció el gran Pin... Un abrazo". Esto me manda vía WhatsApp. 

Y me quedé desconsolado porque, aunque sabía, también a través de su hijo, de la enfermedad con la que estaba peleando, resulta doloroso asimilar la muerte. Y, aunque sabemos que un día u otro nos llegará la Parca, nos resistimos, nos aferramos a la vida. 

Pin, foto tomada del muro de Facebook de Mila García Olano, su hermana

Jose, Pin como le llamaba la gente más cercana, era una buena persona. Y eso lo convierte en grande porque no hay tanta gente buena. Eso creo. Y él lo era. Y conmigo siempre fue amable, cercano, cariñoso. Yo creo que me trataba como si fuera alguien de la familia, ya que me conocía desde que era un niño. Y él, con su cámara al hombre, solía ir mucho a Noceda, mi pueblo. Entonces, Pin gustaba de hacer fotos. Bueno, recuerdo que hacía muchos reportajes fotográficos. 

Es como si fuera de Noceda este berciano bembibrense que regentaba desde hace ya años una óptica en la capital del Bierzo Alto, Óptica García. Las gafas que llevo puestas ahora mismo me las graduó él. Y algunas otras también. 

Siempre que lo iba a ver a su negocio, charlábamos, me preguntaba cosas, me hablaba con afecto y se alegraba de que le llevara la revista La Curuja, era un fiel seguidor de la misma. Y creo que de todo lo que escribo, incluidos algunos de mis libros, que a él le gustaba tener. Además, siempre recogía la revista La Curuja para Domínguez. 

Jose García Olano (Pin) era un hombre campechano, alegre, amigo de sus amigos, servicial, una persona que ha dejado huella en quien lo conoció. 

Un gran aficionado por lo demás a los deportes. Un gran forofo del fútbol, con gran pasión por el Atlético Bembibre y responsable de la peña barcelonista Bierzo Alto. Así lo recuerdo. Al igual que recuerdo cuando le hicimos un homenaje al legendario futbolista César Rodríguez, descendiente de Noceda del Bierzo, en la revista La Curuja, de la que Pin era socio. 

Dice su hermana Mila que las personas no se van mientras las recuerdes. Y a Pin lo seguiremos llevando en la memoria emocional, porque, como recordaba su hermana, ha llenado nuestras vidas con su cariño. Con su amistad. Con su buen hacer profesional. 

Siempre te recordaremos con una sonrisa. En Bembibre y en Noceda del Bierzo.