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martes, 27 de julio de 2021

Taramundi y Los Oscos

El viaje continúa por el legendario pueblo de Taramundi, de donde es originario el amigo Jovino Andina, y discurre por la comarca de los Oscos, donde Asturias y Galicia se fusionan, se confunden incluso, porque todo se parece, tanto el paisaje como el paisanaje. Y las lindes obedecen a una cuestión política, burocrática, puramente artificial, pues todo este mapa mundi (por seguir con Taramundi) es el mismo.

Taramundi

Tal vez por eso uno no acaba de entender las fronteras, los límites impuestos, porque además me gustaría ser y sentirme nómada, gaucho, arriero maragato, viajero más allá de la noche, más cerca de las esencias que saben a Naturaleza, a tiempo inmemorial, a belleza eterna, habida cuenta de que existe eternidad en la belleza, como nos dijera el laberíntico Borges. Lo bello es gozo para siempre, según el poeta Keats, que yace en el cementerio protestante de la eterna Roma. Por eso esta ciudad es tan bella y carnalmente atractiva. Y por eso debemos moralmente estar en una búsqueda permanente de la belleza, que es verdad y bondad, lo único que realmente merece la pena en este mundo de trapicheos y mamoneos miles. 

No es la primera vez que me adentro en Taramundi. Recuerdo que la primera vez que visité este pueblo fue de la mano de Jovino Andina, que es un extraordinario conocedor de su tierra. Algo que me está dejando bien claro a través de los mensajes que me envía. Lástima, como ya había señalado en anterior entrada, que no estuviera para pasar un rato agradable con él. 


La primera vez fue una excursión que organizara el IEB (Instituto de Estudios Bercianos) con Mar Palacio como presidenta y Jovino como cicerone. Hace ya años. Luego, transcurrido algún tiempo, regresé a aquellas tierras astures con aires galegos. Y hasta al menos en tres ocasiones he tenido las ganas de adentrarme en estos bosques milenarios poblados por molinos de agua -el agua como principio vital-, cabazos y/o hórreos, batanes (archiconocidos son esos de los que nos habla Cervantes en su monumental novela El Quijote, etc. en el conjunto etnográfico de Teixois: https://osteixois.es/), aparte de sus famosas navajinas (con su museo de la cuchillería) y sus deliciosos quesos. En esta reciente visita tuve la oportunidad de probar varios quesos y estaban para rechuparse los dedos. Me encantaron todos pero en especial el de nueces y avellanas: https://quesosdetaramundi.com/

Teixois

"La ruta del agua", me recuerda Jovino, te llevará hasta la ruta de las fuentes medicinales de Noceda del Bierzo. Y es que en esencia estamos hermanados. Y paisaje y paisanaje, tanto de Taramundi como de la comarca de los Oscos, me devuelve a mi útero de Gistredo. La relación es tanta que incluso el habla se parece. "La franja entre el Eo y el Navia, 'a fala' se prolonga de norte a sur, por el Bierzo, Zamora...", apostilla Jovino, que es además un estudioso. Y hasta me recuerda que el monasterio de Villanueva de Oscos, que tengo la ocasión de visitar por primera vez, es filial del monasterio de Carracedo. 

"En A Pontenova están las minas de hierro que comenzó a explotar Julio Lazúrtegui antes de venir al Bierzo", me comenta asimismo Jovino, que me hace montones de recomendaciones y sugerencias, lo que daría para otro viaje. Te agradezco todo lo que me dices, como ya hicieras en aquel primer viaje a tu útero, cuando me recordaste que Taramundi, cuyo nombre me invita a fantasear y me traslada a mi Trasmundo, hace referencia a Trasmundi o Taramundus.

Villanueva de Oscos

Y me hablaras de Mariví Lorido, la mujer del actor, director y productor cubano Andy García, que desciende de Taramundi, al igual que el cineasta argentino Campanella, el director de la magistral El hijo de la novia, entre otras. El tema de la emigración española a América resulta fascinante. 

En algún momento llegué a escribir (ahora lo recupero) que Taramundi sería como el Finis Terrae, límite entre lo conocido y lo desconocido, entre la belleza palpable y lo sublime, que es belleza extrema, lo bello grandioso, tan puro y tan bello que procuran éxtasis en quien lo percibe. Como le ocurriera a Stendhal con Florencia ante tal acumulación de belleza artística, contenida y condensada en esta ciudad italiana, cuyo centro histórico es un museo al aire libre. Taramundi es sublime como un viajero sobre un mar de nubes, en medio de un océano infinito. Algo así como un cuadro de Caspar David Friedrich. Cuando pienso en Taramundi tengo en mente Trasmundo, ese barrio de Robledo de las Traviesas que se mece en el regazo de la Sierra de Gistredo. También esta sierra debería haberse declarado, hace tiempo, reserva de la biosfera, al igual que ha sido declarado este paisaje astur, casi gallego en el deje de su habla, en el límite con la Galicia lucense. Reserva de la Biosfera que impediría que en estos momentos algunas empresas se plantearan coser nuestro Gistredo con molinos eólicos, con el consiguiente destrozo de nuestro patrimonio natural. 

Este concejo astur, pionero en turismo rural en España, nos enseña a los bercianos cómo se puede potenciar este tipo de turismo verde y sostenible en base a los recursos naturales. 

Santa Eufemia

"Un personaje fundamental para impulsar el turismo rural en Taramundi fue el entonces alcalde Lalo Lastra, junto al presidente del Principado Pedro Silva. Sin ellos nada hubiera sido igual. Tuvieron una gran visión de futuro... Apostaron y ha resultado un verdadero éxito... Venancio Bote Gómez, profesor de Geografía aplicada del CSIC (al que tuve la ocasión de conocer) hizo el estudio previo sobre el fenómeno emergente del turismo rural, que sirvió para fundamentar el proyecto", me cuenta Jovino. 











También en el Bierzo contamos con recursos naturales, sin embargo, no hemos sido capaces de aprovecharlos, sobre todo en el Bierzo Alto, que está abandonado por nuestros gestores y también por los propios vecinos. 

Es probable que el Principado de Asturias tenga una visión del mundo rural que aún no ha llegado al Bierzo, aunque también éste cuente con belleza artesanal: molinos de agua, lagares y fraguas. Véanse la Herrería de Compludo o el lagar del Alvarico en Noceda. Por poner sólo un par de ejemplos. Pero en Taramundi le saben sacar partido a través de visitas guiadas, y han descubierto que esta suerte de turismo es una fuente de ingresos para un pueblo que en mi reciente visita estaba atestado de comensales en los restaurantes que existen. Aunque una rica sidra, al amor de una compañía inmejorable, nunca debe faltar, sobre todo para quienes estamos convencidos de que la sidra escanciada es una bebida divina... de la vida. 


Santa Eulalia, Villanueva (incluida santa Eufemia) de Oscos son lugares como de otra época, sobre todo Santa Eufemia, donde se halla el museo del pan, que tanto me hace recordar a pueblos del Bierzo Alto como Primout o Colinas del Campo de Martín Moro Toledano (Colinas para los lugareños). 

Los Oscos es comarca de ferreiros (me apasiona la figura del ferreiro, no en vano uno de mis libros se titula la fragua de Furil en honor al ferrón o ferreiro Álvaro, de Noceda, o la propia fragua literaria). También en esta ocasión Jovino Andina me recuerda que por esta zona está la casa natal-museo del marqués de Sargadelos, un ilustrado que creó la famosa fábrica de cerámica de Sargadelos en la mariña lucense. Pues para festejarlo seguiremos recorriendo espacios y tiempos por esta zona del poniente peninsular, mientras escanciamos sidra y yantamos queso artesanal. 

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