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miércoles, 12 de junio de 2013

La fragua literaria leonesa: Eloísa Otero

Eloísa Otero (foto: Rafa Murciego)

http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/nunca-se-lo-han-puesto-facil-a-nuestros-escritores-_803030.html




Nunca se lo han puesto fácil a nuestros escritores”
        La periodista, bloguera y poeta Eloísa Otero, autora de Cartas celtas, ha apostado por la revista digital Tam Tam Press y le ronda la idea de escribir una novela

         Nunca se lo han puesto fácil a nuestros escritores, artistas y creadores. Muchos han optado por irse, pero otros se han quedado, resistiendo en muchas ocasiones de forma heroica”

         “Me gusta la gente que hace cosas y que participa de forma activa y creativa, cada cual a su manera, en la cultura de la comunidad”.



         Tam Tam Press es para nosotros es una forma de seguir haciendo periodismo cultural, en libertad y sin fronteras, aprovechando las oportunidades que ofrece la Red”

        

         La periodista, bloguera y poeta Eloísa Otero, después de estudiar Periodismo en la Complutense y hacer prácticas en su ciudad de León, comenzó su andadura profesional en Galicia, donde conoció a escritores y periodistas de la talla de Manuel Rivas, Primitivo Carbajo o Francisco Novo, con quienes trabajó en un proyecto “ilusionante que duró poco: Diario de Galicia”. Es durante esa época, que le dejó huella para siempre, cuando Eloísa confiesa haber descubierto la literatura gallega y sobre todo la poesía, sus grandes pasiones. Y desde entonces, hasta ahora, ha trabajado en diversos periódicos, ha colaborado con un buen número de revistas culturales, entre ellas, El Signo del Gorrión o Hofstra Hispanic Review, y ha escrito Tinta preta, un poemario editado en la Colección Provincia en 1999 y Cartas celtas, que publicó en un inicio en la Colección Provincia, en 1995, y luego en la Editorial Leteo, en 2008. Cabe señalar, asimismo, que durante seis años formó parte del consejo editor de la revista internacional de literatura Galerna, editada por la Montclair State University (New York). 

Antologías y maestros literarios 

Tras la publicación de su primer poemario, Eloísa figura en algunas importantes antologías, pero se queja de que haya sido incluida en otras sin que contaran con ella, y encima que se hicieran con criterios que no comparte. “Las antologías son lo que son, unas cuentan y otras no”, aclara esta creadora leonesa que siente devoción por la obra de Mestre (“la poesía es el lenguaje de la delicadeza humana”), Olvido García Valdés (“un poema es un lugar raro en el que se guarda la vida”), Miguel Suárez (“la poesía es la voz del cuidado”) o el maestro Gamoneda, al que tiene la suerte de conocer desde hace años y no ha dejado de leer desde que descubriera su Descripción de la mentira, y a quien le dedica un espacio en la Red, Faro Gamoneda, en el que Eloísa incluye textos críticos sobre su obra, entrevistas, noticias, poemas… “Le quiero, le admiro y le tengo un gran respeto, como persona y como poeta. Su figura es como la de un padre”. No en vano comparte, con el autor del Libro del frío, que “la poesía es una forma de pensamiento” capaz de crear en sí misma otra realidad. “Para mí es todo eso y mucho más, pero también un espacio de investigación personal que se puede compartir”. En su faceta como bloguera, aparte de Faro Gamoneda, cuenta con Isla Kokotero desde 2006, “un buen lugar para perderse, o para encontrarse”, un espacio estupendo para “anotar, encontrar, buscar… un buen poema cada día”.
Recuerda que León era, a principios de los 90, una ciudad muy dura para las gentes de la cultura, y aunque en la capital provincial siempre han existido interesantes territorios underground, “nunca se lo han puesto fácil a nuestros escritores, artistas y creadores. Muchos han optado por irse, pero otros se han quedado, resistiendo en muchas ocasiones de forma heroica”, se expresa esta poeta comprometida con la cultura en libertad, en la que cree como motor del pensamiento y como patrimonio colectivo. “Me gusta la gente que hace cosas y que participa de forma activa y creativa, cada cual a su manera, en la cultura de la comunidad”.

Traductora

Como complemento a la poesía, también ha hecho sus pinitos como traductora, algo que agradece a su amigo Manolo Outeriño, que le regaló un ejemplar de Con pólvora e magnolias (Hiperión, 1994), el gran libro del poeta gallego Méndez Ferrín. A partir de este poemario, que tradujeron a dúo, continuaron con otros libros. No obstante, Eloísa reconoce que “el verdadero traductor es Outeiriño; yo me he ocupado de preparar las ediciones y he aprendido muchísimo”. El resultado de su labor como traductora de poesía,  en todo caso, han sido tres volúmenes bilingües: Con pólvora y magnolias; Contra maquilero, publicado en La Habana en 2007, y Méndez Ferrín. Poesía fundamental (Ed. Calambur, 2011), que recoge sus cinco grandes poemarios.

En la actualidad, Eloísa ha apostado, de un modo personal y colectivo -pues también intervienen los periodistas Camino Sayago y Sergio Jorge- por la revista digital Tam Tam Press, que cuenta con espacios para la opinión y la expresión, aunque en los tiempos que corren no resulte fácil la manera de financiar un proyecto así, al que ya se han sumado más de 60 colaboradores, “todos buenísimos, los cuales aportan sus textos e imágenes de forma generosa y altruista”, según Eloísa, que está convencida de que “para nosotros es una forma de seguir haciendo periodismo cultural, en libertad y sin fronteras, aprovechando las oportunidades que ofrece la Red”, sobre todo en una época en la que “el periodismo afronta una crisis interna sin precedentes”.

         Además de esta revista, le ronda la idea de escribir una novela. 







—¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
Los diarios de Peter Handke, El peso del mundo  e Historia del lápiz.
Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida)
—¿Uno solo? Pilar Merino, mi madre.
—Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable)
—A los autores y libros insoportables, esquinazo total. Bueno, voy a citar a Juan Manuel De Prada, hala.
 —Un rasgo que defina tu personalidad
—Sigo siendo traviesa.
 —¿Qué cualidad prefieres en una persona?
—La inteligencia empática y creativa.
 —¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
—La sociedad debería marcar la política, porque los ciudadanos son quienes deben elegir, pactar, la forma de gestionar lo común. Pero la política desoye a los ciudadanos. Sabemos que un mundo mejor es posible, pero ahora mismo nuestros “democráticos” estados europeos están imponiendo la pobreza y el hambre a millones de personas, y los políticos no están a la altura de lo que esperamos de ellos, ni de las circunstancias. Se olvidan de que están ahí para servir a la “cosa pública”. No nos representan. Y aunque el 15M y los desahucios han despertado conciencias, la sociedad parece estar noqueada. Necesitamos más políticos como Lula da Silva, José Mujica (presidente de Uruguay) o Sergio Fajardo (ex alcalde de Medellín).
—¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
—Disfrutar de todo lo maravilloso de mi entorno.
 —¿Por qué escribes?
—Leer y escribir forma parte de mi vida. Me ayuda a ser mejor persona.
  —¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
—Más bien para pervertirlo. Además me hacen perder bastante tiempo. La escritura necesita espacios de soledad concentrada. Pero las redes permiten conectar con amigos y enterarte de cosas a las que no llegan los medios de comunicación, sobre todo cuando sucede algo importante.
—¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir?
—¡Hay tantas (la vida, etc.)! En Isla Kokotero se pueden encontrar más de mil fuentes literarias, pero no son las únicas...
 —¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
—No son una herramienta literaria. Sigo sitios de amigos y algunas revistas, y descubro lugares interesantes en la Red. Soy la reina de los blogs, según mi amigo Javier Iriso. Funcionan muy bien como archivo circunstancial.
—Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
—Como el arte posmoderno nos enseña, en el mundo hay espacio para todos y nadie tiene más derecho de ciudadanía que los demás.

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