A través del Colectivo Cultural La Iguiada de Noceda, acabamos de editar el número 20 de la segunda época de la revista La Curuja. Y en este caso se trata de un número especial dedicado al ex eurodiputado y escritor nocedense Pepe Álvarez de Paz.
Introducimos precisamente este número con un texto de Álvarez de Paz acerca de la defensa de la sierra de Gistredo, incluido en su libro Nombres propios, que, como su propio título
indica, hace referencia a personas que le han dejado una profunda huella
emocional y reflexiva, entre ellas, muchas de Noceda.
Son varios los colaboradores que han querido sumarse a este merecido homenaje a una persona que tanto ha hecho por su pueblo de Noceda del Bierzo, un ilustre e ilustrado paisano y amigo, un nocedense con alma de poeta, que ha ejercido diversos cargos, algunos de altos vuelos, además de sus facetas como abogado, profesor o columnista de Diario de León.
Entre los colaboradores, que han dedicado palabras de afecto a Pepe, se encuentran el escritor César Gavela, el ex alcalde de Ponferrada y arquitecto Samuel Folgueral, su propio hermano Venancio Álvarez de Paz así como sus primas, las hermanas María Victoria, Nanci y Sina de Paz Fernández, además de su otra prima Asunción Arias de Paz, que vive en París.
Pepe con su madre y su hermano |
Entre los colaboradores, que han dedicado palabras de afecto a Pepe, se encuentran el escritor César Gavela, el ex alcalde de Ponferrada y arquitecto Samuel Folgueral, su propio hermano Venancio Álvarez de Paz así como sus primas, las hermanas María Victoria, Nanci y Sina de Paz Fernández, además de su otra prima Asunción Arias de Paz, que vive en París.
Asimismo, contamos con los textos de Luis Nogaledo Llamas, el periodista, escritor y editor Valentín Carrera, y el periodista y Corresponsal de TVE en Lisboa Miguel Ángel García Rodríguez.
Como coordinador de La Curuja, uno también le dedica algunas palabras en dos artículos, a saber, Pepe Álvarez de Paz, un gran nombre propio y Palabras mayores de Javier R. Sotuela (cabe recordar que Sotuela, un hombre entrañable, es uno de los grandes amigos de Pepe A. de Paz).
"... En el Seminario –recuerda Javier– estaban muy controlados. Pero ellos se las apañaban para contarse todos los secretos e intimidades con absoluta transparencia. Y de este modo establecer una gran complicidad. Y por ende un excelente amistad. “Nuestra forma de ser era más clara y espontánea que la del resto de compañeros, de los que no podíamos fiarnos mucho”, aclara Javier, que está convencido asimismo de que el Bierzo, con respecto a la Maragatería, era de mentalidad más industrial, más abierta, más laica", recojo en Palabras mayores de Sotuela.
Pepe con su madre y su sobrina Carolina |
Como coordinador de La Curuja, uno también le dedica algunas palabras en dos artículos, a saber, Pepe Álvarez de Paz, un gran nombre propio y Palabras mayores de Javier R. Sotuela (cabe recordar que Sotuela, un hombre entrañable, es uno de los grandes amigos de Pepe A. de Paz).
"... En el Seminario –recuerda Javier– estaban muy controlados. Pero ellos se las apañaban para contarse todos los secretos e intimidades con absoluta transparencia. Y de este modo establecer una gran complicidad. Y por ende un excelente amistad. “Nuestra forma de ser era más clara y espontánea que la del resto de compañeros, de los que no podíamos fiarnos mucho”, aclara Javier, que está convencido asimismo de que el Bierzo, con respecto a la Maragatería, era de mentalidad más industrial, más abierta, más laica", recojo en Palabras mayores de Sotuela.
El ponferradino César Gavela, que conociera a nuestro homenajeado cuando Pepe fuera cura en la capital del Bierzo, escribe lo siguiente: "... El Pepe de Paz de aquella cena de 1972 era divertido, cercano, eufórico, rodeado de amigos que le querían mucho. Pepe, en esa noche que quedó en mi memoria como un tesoro de palabras, vino y alegría, improvisó esta canción: “Eu queriame casare, Pablo VI no me deixa”. Entre otras muchas letras cómicas y divertidas que cantó. Para entonces él estaba a punto de comenzar el ejercicio de la abogacía, o tal vez ya lo había iniciado. Luego conoceríamos su vida pública, de parlamentario en Madrid y después, en Estrasburgo, y de gobernador en Pontevedra...".
Por su parte, el ex alcalde de Ponferrada y arquitecto Samuel Folgueral recuerda a Pepe con estas palabras: "...Pepe es lo esencial, también es lo primigenio, es el conocimiento, es la ironía, es la fraternidad, es en definitiva el genio: un ser fantástico...".
Su prima Nanci de Paz Fernández recuerda: "...Él nos recibía con su sonrisa de pillo y una mirada cómplice. Nos contaba historias, reales unas, parecidas a las de su último libro, inventadas otras, pero siempre nos tenía absortas, tan pendientes del hilo, que ni oíamos las pisadas en el pasillo. Estábamos felices...".
Homenaje a Pepe de la Unión Deportiva Noceda |
Su hermano Venancio de Paz escribe un texto sobre el homenaje que le rindiera la Unión Deportiva Noceda y los futbolistas el pasado año, en septiembre, en su pueblo natal. "El gran Avelino Cachelo, de quien el homenajeado dijo que era el que más sabía de fútbol, entregó una placa a Álvarez de Paz, como recuerdo y agradecimiento".
Su prima Asunción Arias de Paz, desde la capital francesa, rememora sus vivencias con Pepe, al que considera un hermano. Y nos muestra a un Álvarez de Paz apasionado de la filosofía, apasionado lector de Marx, Engels, Bakunin, Heidegger, Bertrand Russell, Nietzsche... Ese mismo sentimiento nos muestra María Victoria de Paz Fernández con su artículo titulado Pepe, un hermano. "... Veo a Pepe mientras comía cebolla de Noceda y comentaba: "hoy puedo porque no tengo que confesar a las monjas". Lo veo estudiando concentrado para sus exámenes de Derecho en la Universidad de Oviedo. Recuerdo que, al regresar yo a casa, después de ir al cine o darme un garbeo con amigas y amigos, les contaba mis andanzas y, Pepe, medio sonreía o me daba su opinión con su fina ironía...".
Su otra prima Sina de Paz Fernández, en su artículo Las primas de Pepe, nos habla de su primera imagen de Pepe: "... La primera imagen de Pepe en mi retina viene de la mano de su madre. Regresábamos a Noceda desde León y paramos en Astorga. Sería el año 52 o 53. La plaza de la Inmaculada, comida ahora por edificios y coches, me pareció entonces inmensa y el patio del Seminario, con mis primos en una esquina, grandioso. No recuerdo nada más, sólo aquella imagen de los cuatro, yo pequeñita; ellos tan mayores sonriendo y el gozo de mi tía al ver a sus hijos...".
Luis Nogaledo Llamas, que forma parte del Colectivo Cultural La Iguiada, nos ofrece un texto y breve entrevista a Pepe, en el que reivindica su persona como alguien que ha dejado huella en Noceda.
"...Los peores momentos en mi vida fueron el 23F cuando el golpe de estado y también cuando fui candidato a la alcaldía de Ponferrada...", nos cuenta Pepe.
El periodista nocedense, corresponsal de TVE en Lisboa (antes en Berlín) Miguel Ángel García, nos habla de algunos de los libros que le entusiasman, de la emoción que sintiera en la presentación del libro de Pepe en Ponferrada, cuya lectura nos recomienda: "...Yo recomendaría la lectura de Nombres propios a algunos saulos de la política que caídos del caballo de la casta demuestran una ignorancia supina sobre lo que fueron aquellos tiempos, la talla política y humana de los muchos que supieron limpiarnos la mugre de 40 años de dictadura y nos inyectaron la vacuna contra la guer-rabia civil...".
Presentación de Nombres propios en Ponferrada. Foto. Luis Nogaledo |
Por su parte, el periodista, escritor y editor Valentín Carrera, cuyas raíces, al menos por vía paterna, están en esa "Noceda nutricia y sustancial" a través de su abuela Teresa Cubero, cierra este número con Las resonancias magnéticas de Pepe Álvarez de Paz, donde nos cuenta su experiencia como editor de Nombres propios, el libro de Pepe.
"... A la altura de marzo de 2018 —como dicen los portugueses, de los que tanto gusta Álvarez de Paz—, recibí la llamada de un amigo común, Amancio Prada, animándome a publicar en la modesta editorial Paradiso_Gutenberg un libro de artículos y memorias que Pepe tenía algo atragantado. Llevaba tanto tiempo dándole vueltas a la fondue que las crónicas se habían hilvanado unas con otras en amor y compañía, no siempre en el debido orden.
En esa altura comenzó mi aventura editorial con Pepe, que he vivido del modo más intenso, profesional, afectuoso y cómplice que podáis imaginar".
*La revista La Curuja se distribuye entre las personas asociadas, fundamentalmente de Noceda, donde se creara la Asociación colectivo Cultural La Iguiada, que se encarga de editar esta publicación semestral, con un número de invierno (febrero) y otro en julio (verano).
http://nocedadelbierzo.com/la-curuja/
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