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martes, 11 de julio de 2017

Ilegales en León

Son varias las veces que veo en concierto a los Ilegales. Y siempre me entusiasman. "Tiempos nuevos, tiempos salvajes...toma tu parte, nadie regala nada/no hay nada sin lucha, ni aire que respirar". 
Vivimos tiempos salvajes, es obvio. Vivimos en medio de la jungla. Sálvese quien pueda. Nunca los tiempos han sido fáciles ni de color rosa, al menos para quienes tienen que luchar cada día por subsistir, que no es poco. Y de este modo vive la mayor parte de la población mundial, aquí y allá. Qué no nos vendan la moto.
El tiempo de bonanza nunca existió, al menos para los pobres, que tienen que sobrevivir a como dé lugar. España siempre ha estado en crisis. Y antes en guerra... El eterno cantar de siempre. El resto del orbe tira como puede. África, Asia, América (incluidos los Estados Re-Unidos...) sobreviven. Europa ha muerto, como diría Jorge Ilegal.
¿Qué nos queda? Toda la Tierra está bajo control, teledirigida, manipulada... Nos queda acaso el arte, la música, las palabras... la poesía cantada, tocada, la vibración, el ritmo... 


Ilegales en la plaza Mayor de León
Ilegales, gracias a su líder Jorgito Martínez, me insuflan energía. Buen rollito. Y por supuesto me devuelven a mis tiempos mozos, a aquella época loca y hermosa en Oviedo, donde por cierto pude verlos en los ochenta. 
"Delincuente habitual... soy un chico formal... córtate las venas, maldita sea la ley".  
Recientemente, he tenido la ocasión de escucharlos en la Plaza Mayor de León, un lugar con mucha solera, donde Tina, la de Álvaro Furil, tenía una pensión. Álvaro, aparte de rezar blasfemias increíbles, pura versificación, era el mítico herrero de Noceda del Bierzo. 
A pesar del paso del tiempo, Jorgito, a quien veía a menudo en aquel bar ovetense llamado La Santa Sebe, rodeado de chicas, con su vaso en la mano, se mantiene joven, delgado, fuerte, pelado, si bien tengo la impresión de que ha dejado de ser un macarra, al menos se mostró educadito, y hasta diría que algo frío, en una fría noche sanjuanera, en la que tampoco había tanto público. Una vez más, sólo lo mediático, lo que aparece habitualmente en los medios de comunicación es lo que atrae  a las masas. Habrá que volver a releer al sabio Ortega.
No obstante, me hizo ilusión volver a escuchar a esta banda legendaria, a la que llegara a ver también en la sala La Vaca de Ponferrada, y hasta en unas fiestas de San Juan de Toreno, hace ya algunos añitos. 
Recuerdo que, después de aquel concierto, me dio por escribir algo al respecto en 'Diario de León': 
También recuerdo cómo el macarra y Nosferatu Jorgito, tan provocador otrora, llegó a decir que aquel concierto de La Vaca sería el último que diera en la provincia de León, al menos con el grupo Ilegales. 

Pero por fortuna el vampírico jefecito de la banda -a quien le gusta coleccionar guitarras tanto como chicas- tocó con su banda algunos clásicos como Europa ha muerto, esa Europa cementerial, luego de dos guerras mundiales, con muchos holocaustos y campos de concentración, o bien Enamorados de Varsovia. 
Lástima que no tocara Ángel Exterminador, que tanto me hace recordar a Luis Buñuel (lo digo por su peli). Es probable que esta sea su mejor canción.   


Sin duda, lo más granado de estas fiestas de León. Un gran acierto: Ilegales. 



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