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martes, 29 de noviembre de 2016

La fragua literaria leonesa: María del Roxo

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La Fragua Literaria Leonesa

María del Roxo: "En El Bierzo, en Babia, en Laciana me siento como en casa"

Manuel Cuenya | 29/11/2016 - 11:04h.

La narradora, pintora y fotógrafa María del Roxo, autora de 'Maragatería y Astorga', entre otros libros, reconoce que ahora mismo no está escribiendo nada 'publicable'. No obstante, tiene un par de ideas que le rondan por la cabeza desde hace tiempo y algún día empezará a darles forma.

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'Registradora de rostros", porque se fija en esos rostros que le gustaría grabar para la eternidad, habida cuenta de que los rostros son, en su opinión, el reflejo del alma y a ella le encantaría atrapar un alma, "curioseadora de vidas" y  "anotadora de historias", así es como le gusta definirse a María del Roxo.
"No quiero que suene a falsa modestia, pero ni me considero escritora porque escriba, ni fotógrafa porque haga fotos, ni pintora porque pinte... Más que crear, me gusta recoger y dar forma a las vidas ajenas. Eso me encanta", aclara esta artista políglota, capaz de hablar varios idiomas, incluso el holandés, a resultas de su estancia hace años en Países Bajos, esta viajera y ciudadana del mundo que en la actualidad prefiere descubrir lo cercano, porque está convencida de que hay muchos rincones sin explorar en su entorno más o menos inmediato.
Es por esto que ha dedicado tiempo y esfuerzo en recorrer y conocer su tierra y aun otras tierras próximas, que bien pudieran ser "otros mundos y realidades paralelas", sobre los que ha escrito y publicado, como Oviedo, Cangas de Narcea, Somiedo, Allande o bien Ibias, su cuna, su casa, su lugar de referencia, su mapa afectivo, el rincón más suroccidental y remoto de Asturias, de donde es originaria su familia paterna, "El Lejano Oeste", como a ella le gusta decir, "Lejano Oeste en todos los sentidos, un lugar abandonado de la mano de Dios y de los gobiernos, un lugar mágico y recóndito, "salvaje" en lo mejor que este término encierra, una especie de reino del olvido", donde pasaba los veranos con sus abuelos.
"Ni me considero escritora porque escriba, ni fotógrafa porque haga fotos, ni pintora porque pinte... Más que crear, me gusta recoger y dar forma a las vidas ajenas. Eso me encanta"
El mítico Lejano Oeste
"Detrás de 'aquella montaña' sabíamos que estaba León, y detrás de 'aquella otra' estaba Galicia. Ambos territorios estaban más cercanos que el resto de Asturias. A León se iba a por embutidos y a por vino, y a León se iban los ibienses a trabajar a las minas. Ponferrada era la metrópoli, lo más 'cool' de la época", recuerda María, cuyo apellido artístico, "del Roxo", es el nombre con el que se conoce su centenaria casona en el pueblo de Villaoril.
"Roxo hace referencia a una persona con la tez blanca y el pelo y los ojos claros. Vamos, justo lo contrario de mi aspecto, en el que ganan los rasgos oscuros de alguna 'mora de la morería' que se hubiera dejado deslumbrar por tan apuesto caballero norteño", apostilla con humor esta bloguera, que puso en marcha su bitácora: el-lejano-oeste.blogspot.com.es para documentar una realidad y una historia que se estaba perdiendo a pasos agigantados. "Cientos de entradas  y varios años de trabajo después, estoy orgullosa de pensar que hemos logrado poner a Ibias en el mapa. Si ahora buscas Ibias en Google, te aparecen casi 800.000 referencias. Cuando yo empecé, el buscador me respondía: Quizás quiere decir 'Ibiza'", ironiza esta asturiana de nacimiento, cuyos orígenes, por el lado materno, son gallegos, si bien con León tiene la afinidad de la cercanía, de las costumbres, de muchísimos amigos.
"En El Bierzo, en Babia, en Laciana me siento como en casa. Soy de las que piensan que una unión Asturias-León nos beneficiaría a ambas regiones", señala esta autora y coautora de diversos libros de viajes, entre otros, 'Maragatería y Astorga', que incluye diez rutas a pie por esta singular comarca leonesa, una tierra a la que se siente unida de un modo ancestral.
"Siento una fuerza especial en sus colores, en sus paisajes, en sus gentes", precisa esta narradora, fotógrafa y pintora, que recuerda como si fuera hoy la primera vez que hiciera el Camino de Santiago y el trayecto entre Astorga y Manjarín como una especie de "despertar", como si volviera a un lugar muy querido.
"Esa misma sensación la he vuelto a experimentar haciendo el libro. Hay algo fascinante en ese territorio tan despoblado, tan desolado, tan explotado por los romanos... Creo que pocas veces he disfrutado tanto haciendo el trabajo de campo", especifica con entusiasmo María, que confiesa haberse lanzado a La Maragatería -en compañía de su compañero del alma, el también narrador y editor Alberto Álvarez Ruiz-, un poco a tumba abierta y por una corazonada.
En cuanto a la narrativa leonesa actual, María sigue con especial interés a Emilio Gancedo, "sus 'Palabras Mayores' me ha parecido una obra extraordinaria", y a Julio Llamazares, quedándose sobre todo con sus algunas de sus primeras obras, como 'El río del olvido' y 'La lluvia amarilla', que deberían ser de lectura obligada, según ella.
Asimismo, siente admiración por Julio Álvarez Rubio, que le parece un referente en literatura de viajes. "Más que escritor es un hombre del Renacimiento, que sabe de todo y que es capaz de integrarlo en su escritura, pero además —y esto es lo fundamental— es un hombre cercano y generoso y su compañía es todo un privilegio".
Entre los autores leoneses, por los que María siente devoción, también se encuentra el bembibrense Casimiro Martinferre, "que tiene un talento especial para escribir sobre su territorio... su obra nos ha enamorado a Alberto y a mí. Y no solo la literaria, con sus pinceladas de humor socarrón, sus fotos en blanco y negro son magníficas y sus reproducciones en acuarela de las pinturas rupestres me dan una envidia tremenda. Es un artista integral... Seguro que me dejo a muchos en el tintero...", concreta María, quien, en colaboración con Alberto Álvarez Ruiz, dirige la editorial Calecha, una plataforma que les ha permitido, tanto a ella como a su compañero,  poder publicar aquello que escriben sin tener que recurrir a otros editores o intermediarios.
(Puedes seguir leyendo esta fragua en ileon.com)

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