El libro que reseñamos aquí debía titularse en su origen Mi matria. El
útero de Gistredo, porque Manuel Cuenya se lo dedica a su familia, a Noceda, a sus gentes. A mí me
lo dio a leer y después de hacerlo, le sugerí el título que lleva ahora, Del
agua y el tiempo; porque así, sus paisanos de Noceda, lo pondrán en relación
con las fuentes de su entorno y con su historia, y los de otros lugares con el
significado simbólico: el agua, el río de la vida y el tiempo que transcurre,
que pasa sobre las cosas y las personas transformándolas.
Del libro, de la estructura y el contenido, y de las circunstancias que
inspiraron estos poemas y reflexiones quien puede hablar mejor es Manuel Cuenya.
Yo sólo quiero decir que el autor es una de las pocas personas que se interrogan
sobre el sentido de la vida y saben
pasar revista a lo que somos: naturaleza y memoria, amor y muerte, y que
concibe la vida como un viaje hacia un destino desconocido, una aventura que transcurre
entre luces y sombras y que es necesario aprovechar y disfrutar. Cuenya es además
un escritor que sabe mirar las cosas que lo rodean y escuchar a las gentes y que
expresa lo que siente con sinceridad: pasión
ante el amor, rabia frente a las injusticias, y amargura y desgarramiento ante la muerte,
ante la pérdida de los seres queridos.
El autor es además profesor de Literatura y de Escritura creativa, por lo
que trabaja y conoce bien la obra de los mejores escritores extranjeros y españoles,
y más en particular leoneses, y todos ellos constituyen su fuente de
inspiración. El libro está lleno de citas y es un homenaje a los autores que han influido en su
pensamiento y en su obra creativa, desde Antonin Artaud y Ernesto Sábato hasta
Antonio Gamoneda y Fermín López Costero, el autor de Teatro de sombras, y su amigo, a quien dedica uno de sus sentidos poemas, pasando por Antonio
Machado, Miguel Hernández, Gil de Biedma, Juan Carlos Mestre, Julio Llamazares
o Antonio Pereira, entre otros. Cuenya es también un nocedense de mundo, un viajero lleno de curiosidad que
regresa de sus viajes siempre cargado de conocimientos, para mostrar luego en
sus crónicas y en sus relatos lo que ha visto y oído. Así lo ha hecho en libros
como Viajes sin mapa o Mapas afectivos, entre otros y en su
blog http://cuenya.blogspot.com/, y en muchos de sus artículos periodísticos. Pero en este libro de poemas, Del agua y del tiempo, va más allá del
viaje por una geografía próxima o lejana. Aquí lleva a cabo un viaje interior y
nos muestra sus sentimientos más hondos, más íntimos sobre sus pasiones y
afectos, sobre el amor y la muerte.
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