A Whitman

A Whitman

No dejes que te arrastre la corriente.

No puedes caer en el abismo

aunque la vida se vuelva en ocasiones una trampa

porque la vida es bella, ya verás, a pesar de los pesares.

Navega, esfuérzate, échale agallas, procura ser tú mismo

sin dejar de ser con otros.

Baila una danza ancestral y sumérgete en los cenotes sagrados de la fabulación.

Nutre tus fantasías, alimenta tus sueños.

Vuela, todo lo alto que puedas, vuela como una cigüeña

atravesando desiertos y selvas

en busca de calor y amistad

en busca de tiempo y espíritu

en busca de la tan ansiada libertad.

No te dejes llevar por la inercia

Sé tú mismo, con tus pensamientos, con tus ilusiones

sin dejar de estar con otros.

Sólo se vive una vez.

Y no debes dejar que otros piensen por ti

que otros actúen por ti,

piensa en toda la historia de la Humanidad.

Sigue aprendiendo con humildad y entrega.

Aprende de tus ancestros, de tus maestros.

Nunca dejes de aprender.

Sal de la rutina, camina, viaja, siente.

Siéntelo todo de todas las maneras posibles

con intensidad, con pasión

porque al fin, como quisiera Pessoa, viajar es sentir

y la vida es un viaje, casi siempre corto, siempre breve, hacia la nada.

Por eso, haz que la nada parezca y aun sea algo

que tu vida merezca la pena ser vivida

que tus sueños se hagan realidad

y el tiempo, tu tiempo, se expanda

como el universo, este universo, que es la casa de tu ser,

la casa de la presencia.

Empápate de experiencias, lucha por tus ideales, ama con devoción, 

paladea las palabras, que te permitan pensar,

vuelve a pensar, una y otra vez

hasta que tu pensamiento toque los confines del universo

pero sobre todo siente, siéntelo todo con inmenso cariño,

con pasión,

porque el mundo, tu mundo, podría ser amoroso

si tú lo deseas con fuerza, con tu alma, con tu cuerpo

que es todo uno, 

Entonces, tu mundo podría convertirse en algo maravilloso.

La vida es tiempo y espacio

que tú puedes recorrer, que tú puedes imaginar.

Nunca dejes de fantasear ni de soñar,

porque en tus sueños, también en tus pensamientos, está la esencia.

Tu esencia, que te ayudará a volar y a sentir,

sentirlo todo de todas las maneras posibles,

sentir el mundo, tu mundo, como si fuera la primera vez que lo sintieras.

Vive con intensidad, cada momento, como si fuera el último

siendo consciente de que todo llegará a su fin

pero eso no ha de preocuparte por ahora,

no tengas miedo, miedo al futuro, miedo a la libertad

porque ahora es tu tiempo, tu presente, tu aquí y ahora

que saborearás con afecto y dignidad.

No dejes que te arrastre la corriente.

Nada de todas las maneras posibles, rema, navega, bucea

en busca de algún tesoro escondido,

de esa belleza, que engendra amor.

La belleza tocando el arpa de la lírica

que es tu día a día.

Esa belleza que te invita a volar en el instante mágico de las sorpresas.

Déjate sorprender y sorprende a tus seres queridos.

Sonríe con naturalidad, sonríe a la vida.

Y ríete de ti mismo, no te tomes tan en serio

porque la vida es danza y humor, malabarismo y azar.

"Se puede hacer bella poesía sobre pequeñas cosas,

No traiciones tus creencias", nos dijo el gran poeta Whitman.
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