Pablo Gonz: "Cuando uno comienza a desear que los cómics o las novelas que lee de joven acaben de otro modo, ya está empezando a ser escritor"
Manuel Cuenya | 17/02/2015
El narrador con raíces leonesas Pablo Gonz, autor de 'Libertad', sigue contando historias, mirando (o leyendo) las cosas que pasan a su alrededor, como una novela de Pedro Ugarte, un libro de relatos de Eloy Tizón, o bien la autobiografía de Jung y unos cuentos de John Fante.
Pablo Gonz
El narrador Pablo González Cuesta, conocido como Pablo Gonz, es natural de Sevilla pero con raíces en un pequeño pueblo leonés, Cofiñal, que se halla en la Montaña Oriental, donde naciera su abuelo, uno de los muchos emigrantes que diera esta tierra, que siempre regresaba a su rincón a veranear. Una costumbre que quedó arraigada en la madre de Pablo, quien se la transmitió a sus hijos. Reconoce Pablo que, si bien ha tenido una vida bastante itinerante desde muy pequeño, de modo que se ha acostumbrado a que su patria sea lo que queda a su alrededor, acostumbra a darse una vuelta por Cofiñal, eso sí, siempre que viaja a España, porque ahora, y desde hace casi catorce años, reside en Chile, aunque Pablo sigue pensando en regresar a su país, tal vez a León, la tierra de sus ancestros, que le ha servido asimismo como inspiración para componer algunos de sus relatos, como es el caso de 'El informe de Isoba', o bien una novela breve, 'Experto en silencios', que se desarrolla en gran parte en Cofiñal. Y por la que recibiera el V Premio de Novela Breve Juan March Cencillo. Incluso su primera novela publicada, 'Los hijos de León Armendiaguirre' (Planeta, 1998), aunque está ambientada en algún lugar incierto del País Vasco, nos muestra paisajes y caracteres que beben directamente de las experiencias infantiles en León de su autor.
En cualquier caso, León es, para Pablo Gonz, un inmenso marco para la memoria: la tierra donde aprendió a picar leña, a ordeñar, a rastrillar, a matar al gocho... "Allí probé el vino por primera vez, inicié mi gusto por la investigación histórica revisando los archivos parroquiales, construí una cabaña en un árbol, me perdí en el cierzo, vi jabalíes y corzos... He recorrido sus montes en todos los sentidos y por eso en mi pueblo me pusieron el apodo de Corremontes", recuerda este novelista, que aventura la hipótesis de que la provincia de León es notoria por su singularidad artística, cuyo origen podría encontrarse –aclara él– en la Edad Media; "más en concreto, en aquella época en que la capital del reino se trasladó a León y la ciudad fue, en cierta forma, avanzada de la Reconquista. Este carácter fronterizo puede haber jugado un papel en el nacimiento de una tradición artística que se perpetúa hasta hoy". Y, en este mismo sentido, otra región que también sorprende por haber sido cuna de tantos buenos escritores es Aragón, "una zona que también en su día sirvió de frontera o marca entre el mundo cristiano y el musulmán".
"En Cofiñal probé el vino por primera vez, inicié mi gusto por la investigación histórica revisando los archivos parroquiales, construí una cabaña en un árbol, me perdí en el cierzo, vi jabalíes y corzos..."
Entre España y Chile
Entre sus novelas, como la que publicara con la editorial Planeta, Pablo rememora con afecto 'Libertad', "que ha vivido una preciosa historia como libro", ya que la publicó en Chile en el año 2008 y a España solamente llegaron dos ejemplares que fueron comprados de inmediato por dos amigos suyos, quienes los pusieron a disposición de otros, también interesados en leerlo; y así, estos ejemplares únicos llevan años viajando por España, según su creador. "Lo más curioso es que cada cierto tiempo aparecen en mi muro de Facebook fotografías suyas ante diversos monumentos típicos", precisa este escritor, que también ha escrito y publicado al menos dos libros de minicuentos: 'La saliva del tigre', que es un libro heterogéneo; en el sentido de que los microrrelatos que lo conforman no se ciñen a una temática ni se guían por un estilo concreto. "A la hora de construir el libro, traté de que los sentimientos que inspira cada texto trazaran un arco que parte de lo reverencial y recorre lo trágico, lo vesánico y lo humorístico hasta desembocar en lo misterioso", matiza Pablo, cuyo segundo libro de minificciones, 'Los cuatro movimientos', "ordena los textos por su mayor o menor parentesco con la unión, la fusión, la ruptura y la separación. De ahí el título", añade su autor, convencido de que para que un 'micro' sea redondo es necesario que termine justo donde empezó, "pero a su vez es necesario que al llegar a ese punto, uno ya no vea las cosas como las veía al principio. A otros micros se les llama redondos porque son de una concisión extrema. Quizás habría que hablar de ellos más bien como de relatos puntuales".
Aunque el autor de 'Lavrenti y el soldado herido' ha viajado y vivido en diferentes lugares, no cree que el hecho de viajar o residir en distintos países sea necesariamente bueno para la creación. Ni siquiera el hecho de vivir a uno y otro lado del Atlántico, porque "la vida, si uno se deja, le va llevando por donde quiere; y ella, en fin, es caprichosa". Un ejemplo de gran escritor, que construyó una obra vastísima sin salir prácticamente de su casa en Croisset, fue Flaubert, según Pablo, para quien lo fundamental es mirar el mundo (el que a uno le toque vivir) con gran intensidad; y asegurarse de que todo ello va quedando en la memoria. "Hay, sin embargo, un tipo de literatura digamos exotista que casi exige, para ser creíble, que sus autores hayan viajado mucho", aclara este apasionado de la lectura y de los tebeos de Tintín y los de Astérix y Obélix, que reconoce esenciales en el principio de su formación literaria y aun en la actualidad, porque su obra narrativa, dinámica y audaz, siempre ha poseído una cierta cualidad plástica o una vinculación especial con la visualidad típica de este tipo de historias.
http://www.ileon.com/cultura/048545/pablo-gonz-cuando-uno-comienza-a-desear-que-los-comics-o-las-novelas-que-lee-de-joven-acaben-de-otro-modo-ya-esta-empezando-a-ser-escritor
Estimado Manuel:
ResponderEliminarMuchas gracias por darme voz en tu blog. Para los que vivimos lejos del mundillo literario estas cosas son muy importantes.
Te mando un fuerte abrazo,
P