Eloy Rubio: "La poesía debe ser una fulguración del lenguaje que se escapa al pensar"
Manuel Cuenya | 27/01/2015
El profesor de Filosofía, poeta y narrador Eloy Rubio Carro, autor de ''Pajaroquealanochesederrama', acaba de publicar un libro inédito, 'Arriería Maragata. Empresa de Diligencias del Poniente de España', de su tío Esteban Carro Celada, y cree que en breve él podría editar nuevos poemas.
Eloy Rubio Carro. Foto Manuel Cuenya
Profesor de Filosofía y poeta, Eloy Rubio Carro se define como un 'currante de la filosofía', que realizó su tesina sobre el filósofo Husserl e imparte clases en un instituto de León. "Lo que sí me ha dado la filosofía es esa visión de larga distancia, el desvínculo vinculante que practicaba uno de los personajes de Tennessee Williams, creo que en 'Un tranvía llamado deseo'", aclara este autor astorgano, que pertenece a una familia de periodistas, entre los que se hallan sus tíos, los hermanos Carro Celada, Juan María González Gullón, otro tío suyo, además de sus primos Magín Revillo y su hermana Carmen González Revillo o su propia mujer, María Antonia Reinares, que lleva ejerciendo el periodismo desde hace ya varios años y ahora regenta el periódico digital 'Astorgaredaccion.com', con el que colabora Eloy realizando entrevistas y reseñas de libros y autores/autoras. Como por ejemplo el análisis del libro del poeta Luis Antonio de Villena, 'Lúcidos bordes del abismo', dedicado a los Panero.
Rememora su infancia en una Astorga de largas vacaciones, y también de regreso y de "regresión", porque si bien ha cambiado su fisonomía en los últimos años, ha habido demasiado control social, según Eloy, lo que impide que uno madure adecuadamente. Y aunque en la actualidad vive a diez kilómetros de la capital maragata, sigue asomado a la misma, "si me subo a un corredor veo las torres de la catedral", que es como "estar asomado al balcón de la infancia... una manera muy catuliana, 'Odi et amo', de estar".
Como buen maragato, Eloy cree que la provincia de León ha dado y sigue dando buenos narradores y poetas a resultas de la magnífica labor realizada por las generaciones anteriores, "los Panero y Carro Celada en Astorga, Carnicer o Pereira en el Bierzo", aparte de la contribución de las revistas 'Espadaña' y 'Claraboya' en León.
"Abundan demasiado esos poetas de quince libros que no han ido más allá del primero".
Fascinado ante el lenguaje, "el lenguaje que tú produces que te dice cosas, un lenguaje que viene de ti y que piensa antes de que puedas pensar nada, un ir por delante del lenguaje sobre el pensar, esto que dijeron los dadaístas de que 'el pensamiento surge en la boca'", descubrió ya en la infancia su gusto por la escritura creativa.
Durante su estancia en Vigo, a finales de los años ochenta, recién egresado de la universidad, Eloy descubrió la movida contracultural viguesa y participó colateralmente en la misma, colaborando con algunos cuentos en revistas efímeras y 'underground' ('Tintimán' en Vigo, 'Hipocausto', en Astorga) y otras publicaciones de corte étnico, como 'Nevipens Romaní', incluso llegó a editar un libro, 'Odioso, esto no es el paraíso', en el que proponía una visión muy crítica "de eso que amparándose en el inmovilismo se denominó movida, yo ya estaba en la quietud...".
Cunqueiriano
Su libro de cuentos, con aromas fantástico cunqueirianos aunque con el tono desabrido y nihilista de aquella época de la movida, tuvo difusión en pequeños grupos, entre sus amigos. Y su idea de continuar con aquel tipo de cuentos, que se leyeran en la incipiente Onda Cero de Astorga, nunca llegaron a publicarse, porque, según él, nunca ha perdido el tiempo en currarse a los políticos. Supone que se quedarían en algún cajón del Ayuntamiento de Astorga.
"Lo que me ha dado la filosofía es esa visión de larga distancia, el desvínculo vinculante que practicaba uno de los personajes de Tennessee Williams, creo que en 'Un tranvía llamado deseo'"
Autor del poemario 'Pajaroquealanochesederrama', dedicado a su tío José Antonio Carro Celada, Eloy se siente cercano a poetas como T. S. Eliot, el Vallejo de 'Trilce' o Huidobro, y cree que el poeta tiene que aportar algo o bien no tiene sentido insistir en el error, porque "abundan demasiado esos poetas de quince libros que no han ido más allá del primero". Tal vez por eso su obra literaria es breve, breve pero intensa, en todo caso. "La poesía debe ser una fulguración del lenguaje que se escapa al pensar, aunque el pensar corre luego detrás, es una respuesta enigmática y muy emotiva a esas preguntas que nos merodean siempre, el nacer y el morir", precisa este poeta y narrador, al que le gusta viajar por los libros, "como decía un judío de 'El hombre de Kiev' como si cabalgara en la escoba de una bruja, hasta el próximo Sabbath", y cuya poesía es "críptica, enigmática, a veces abisal, escapa de sí misma y rehúye el ser".
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