http://www.diariodeleon.es/noticias/cultura/me-considero-desobediente-compulsivo-_775233.html
Con Zapico, Irma y Abel Aparicio en León
«Me considero desobediente compulsivo»
El polifacético Felipe Zapico, autor de ‘El ladrón de peras’, está ahora con varios proyectos a la vez, entre ellos un nuevo poemario, ‘Menú de la casa’.
Escribe normalmente desde el desgarro, el
dolor o la rabia. «Con lo que sí sé que soy sincero, conmigo mismo al
menos», así se expresa el polifacético Felipe Zapico: poeta, bloguero
(Narciso el Valvulista), músico, actor, profesor universitario, editor,
agitador cultural… «Lo que mejor agito es la coctelera para preparar una
margarita, desde mis tiempos de camarero», manifiesta con humor, cuyos
orígenes, al menos una cuarta parte de su genética, provienen de Páramo
del Sil, localidad en la que le gustaría recitar alguna vez y «donde me
curé de la tosferina y Ángel González –en clara referencia al poeta
astur-, se curó unos años antes otra cosa», aclara con sarcasmo el autor
de El ladrón de peras, su reciente libro.
Si bien no existe ningún telurismo ni vórtice magnético que haga especial, literariamente, el nacimiento en la provincia de León, según Zapico, sí es cierto que está llena de literatos, unos fuera y otros dentro. Y él está entre quienes viven fuera de León, porque en la actualidad, y desde hace años, vive y trabaja como profesor en Extremadura, donde reconoce que lo han acogido fenomenalmente, «dentro de lo poco que me dejo acoger», porque se siente a gusto siendo un ser errante, prófugo, culo de mal asiento. Y como no tiene sentido de patria –«más que la de la Avenida Nocedo, donde pasé la infancia»-, pues se siente bien en todos los sitios. «Soy ibérico, me gustan prácticamente todos los lugares de la península, sin pensar en fronteras pero sí en culturas… Siempre tengo que volver a León, eso es cierto», dice este nómada que, siendo aún adolescente, ganó un concurso de cuentos en el Instituto de La Palomera, por el que le pagaron 2.500 pesetas, «de las de entonces», recuerda, lo que debió de haber influido en su posterior dedicación a la poesía. «Pero ya no he vuelto a ganar nada, nunca más –se resiente-. Aunque me quedó la cosa de ocultar mi labor de escritura durante muchos años».
Zapico, que es un poeta del amor y el desamor -cree que su poesía es en gran parte para ser escuchada-, nos ha ofrecido poemarios como Balances parciales o Litro de versos. «Me considero desobediente compulsivo sobre todo en la vida, y cada vez mis poemas son más indignados, incendiarios, comprometidos radicalmente con este mundo que tan poco me gusta, desde siempre», porque es un idealista pesimista que desea un mundo nuevo, donde todo sea al revés o al contrario de como es hoy en día. «Soy pesimista en general, aunque cada día intento luchar en la medida de mis fuerzas por ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones, que dijo Buenaventura Durruti, a quien no puedo por menos que admirar profundamente».
Escribir como terapia
Aunque dice escribir para sí mismo, para salvarse de la miseria diaria, como antídoto ante el abismo, es un poeta comprometido con la sociedad, «lo primero que he empezado ha sido conmigo mismo… escribir es mi terapia ante los embates de la vida». Prueba de ello fue su participación en la antología Esto no rima. «Una experiencia estupenda, altruista, solidaria, desde la protesta, el descontento, la revuelta, todo ello urdido por ese poeta llamado Abel Aparicio, a quien admiro desde la sencillez de su gesto».
Zapico recuerda también, con especial cariño, la presentación de su poemario Litro de versos en Madrid, en compañía del escritor, músico, traductor y radiofonista José Luis Moreno Ruiz. «Leímos a dúo casi todos los poemas del libro, con esa voz que tiene José Luis… Su estilo tan personal, su decir sin miedo ni cortapisas, su forma de mirar la vida y lo que le rodea, le convierte en uno de los comentaristas de la vida más incisivos que he leído jamás… Le admiro desde aquellas inolvidables noches de Rosa de Sanatorio, en las que incluso llegó a poner a Deicidas», porque Felipe es el fundador, junto al compositor y guitarrista Pajares Iglesias, del grupo musical Deicidas, «una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. El hacer canciones, subir al escenario y presentarlas ante el público».
Editorial propia
Desde hace aproximadamente un año, Zapico cuenta con su propio sello editorial on-line, e-bookprofeno. Él y Sol Kabañas son los responsables de esta aventura, creada ex profeso para «editar a excelentes autores que habían pasado desapercibidos al resto de la gente y presentarlos al mundo». Hasta ahora han editado Escupideces, de Teresa Naranjo Pérez, Desollado de Sock y ReviCIoNEs, de Arantxa Oteo y Me importa un verso, de Alfredo MINE. «Además hemos creado una colección específica Malas compañías, para editar obras de otros proyectos cercanos», aclara. «Este año lo primero que vamos a sacar es una novela de J. L. Moreno Ruiz, titulada Guaracha de Isla Verde & Guaguancó de las Islas Vírgenes, lo que supone para nosotros un honor enorme, contar con esta obra de uno de mis autores más admirados».
Aparte de su labor como editor, Felipe está ahora con varios proyectos a la vez, entre ellos acaba de escribir un relato, Nunchacos, para el próximo Vinalia Trippers Spanish Quinqui. Está revisando algo, entre memorialista y furgón escoba, que se llamará Etimolomías 2013. Ha comenzado otro poemario, Menú de la casa. Y tiene un proyecto con el fotógrafo Santos Perandones, «donde él pone la parte gráfica y yo los poemas… Además sigo escribiendo casi a diario poemas, reflexiones y alguna otra cosa que no voy a comentar, para dejar algo a la imaginación».
Si bien no existe ningún telurismo ni vórtice magnético que haga especial, literariamente, el nacimiento en la provincia de León, según Zapico, sí es cierto que está llena de literatos, unos fuera y otros dentro. Y él está entre quienes viven fuera de León, porque en la actualidad, y desde hace años, vive y trabaja como profesor en Extremadura, donde reconoce que lo han acogido fenomenalmente, «dentro de lo poco que me dejo acoger», porque se siente a gusto siendo un ser errante, prófugo, culo de mal asiento. Y como no tiene sentido de patria –«más que la de la Avenida Nocedo, donde pasé la infancia»-, pues se siente bien en todos los sitios. «Soy ibérico, me gustan prácticamente todos los lugares de la península, sin pensar en fronteras pero sí en culturas… Siempre tengo que volver a León, eso es cierto», dice este nómada que, siendo aún adolescente, ganó un concurso de cuentos en el Instituto de La Palomera, por el que le pagaron 2.500 pesetas, «de las de entonces», recuerda, lo que debió de haber influido en su posterior dedicación a la poesía. «Pero ya no he vuelto a ganar nada, nunca más –se resiente-. Aunque me quedó la cosa de ocultar mi labor de escritura durante muchos años».
Zapico, que es un poeta del amor y el desamor -cree que su poesía es en gran parte para ser escuchada-, nos ha ofrecido poemarios como Balances parciales o Litro de versos. «Me considero desobediente compulsivo sobre todo en la vida, y cada vez mis poemas son más indignados, incendiarios, comprometidos radicalmente con este mundo que tan poco me gusta, desde siempre», porque es un idealista pesimista que desea un mundo nuevo, donde todo sea al revés o al contrario de como es hoy en día. «Soy pesimista en general, aunque cada día intento luchar en la medida de mis fuerzas por ese mundo nuevo que llevamos en nuestros corazones, que dijo Buenaventura Durruti, a quien no puedo por menos que admirar profundamente».
Escribir como terapia
Aunque dice escribir para sí mismo, para salvarse de la miseria diaria, como antídoto ante el abismo, es un poeta comprometido con la sociedad, «lo primero que he empezado ha sido conmigo mismo… escribir es mi terapia ante los embates de la vida». Prueba de ello fue su participación en la antología Esto no rima. «Una experiencia estupenda, altruista, solidaria, desde la protesta, el descontento, la revuelta, todo ello urdido por ese poeta llamado Abel Aparicio, a quien admiro desde la sencillez de su gesto».
Zapico recuerda también, con especial cariño, la presentación de su poemario Litro de versos en Madrid, en compañía del escritor, músico, traductor y radiofonista José Luis Moreno Ruiz. «Leímos a dúo casi todos los poemas del libro, con esa voz que tiene José Luis… Su estilo tan personal, su decir sin miedo ni cortapisas, su forma de mirar la vida y lo que le rodea, le convierte en uno de los comentaristas de la vida más incisivos que he leído jamás… Le admiro desde aquellas inolvidables noches de Rosa de Sanatorio, en las que incluso llegó a poner a Deicidas», porque Felipe es el fundador, junto al compositor y guitarrista Pajares Iglesias, del grupo musical Deicidas, «una de las mejores cosas que me han pasado en la vida. El hacer canciones, subir al escenario y presentarlas ante el público».
Editorial propia
Desde hace aproximadamente un año, Zapico cuenta con su propio sello editorial on-line, e-bookprofeno. Él y Sol Kabañas son los responsables de esta aventura, creada ex profeso para «editar a excelentes autores que habían pasado desapercibidos al resto de la gente y presentarlos al mundo». Hasta ahora han editado Escupideces, de Teresa Naranjo Pérez, Desollado de Sock y ReviCIoNEs, de Arantxa Oteo y Me importa un verso, de Alfredo MINE. «Además hemos creado una colección específica Malas compañías, para editar obras de otros proyectos cercanos», aclara. «Este año lo primero que vamos a sacar es una novela de J. L. Moreno Ruiz, titulada Guaracha de Isla Verde & Guaguancó de las Islas Vírgenes, lo que supone para nosotros un honor enorme, contar con esta obra de uno de mis autores más admirados».
Aparte de su labor como editor, Felipe está ahora con varios proyectos a la vez, entre ellos acaba de escribir un relato, Nunchacos, para el próximo Vinalia Trippers Spanish Quinqui. Está revisando algo, entre memorialista y furgón escoba, que se llamará Etimolomías 2013. Ha comenzado otro poemario, Menú de la casa. Y tiene un proyecto con el fotógrafo Santos Perandones, «donde él pone la parte gráfica y yo los poemas… Además sigo escribiendo casi a diario poemas, reflexiones y alguna otra cosa que no voy a comentar, para dejar algo a la imaginación».
«La sociedad está adocenada»
—¿Qué libro no dejarías de leer o leerías por segunda vez?
—En la pregunta de fuentes literarias hay un listado de autores.
—Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).
—No me van las imprescindibilidades, pero destacaría a Ada Colau, de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, que ha llevado la voz de los sin voz al Congreso, y no se ha dejado intimidar.
—Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).
—Mejor no darles más publicidad, que ya salen a diario en todos los sitios.
—Un rasgo que defina tu personalidad.
—Habría que preguntárselo a los pocos que me conocen, yo no sé. Eso puede ser el rasgo: No saber.
—¿Qué cualidad prefieres en una persona?
—Todas las cualidades trufadas de algunos defectos.
—¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
—La política, desde la eliminación de Robespierre, ha sido la mayor estafa a la humanidad. Hoy la sociedad está adocenada, entre el miedo, el fútbol y el consumismo y no creo que salga a las calles de forma masiva, como necesita el mundo.
—¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
—Vivir.
—¿Por qué escribes?
—Se me presentan las ocurrencias en la cabeza y si puedo las anoto, si no se olvidan, esas casi siempre son las mejores.
—¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
—Como no tengo estilo, no lo sé. Lo cierto es que cada día escribo más a bote pronto, sobre todo en facebook, después lo recupero a los archivos correspondientes.
—¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir
—Stendhal, Conrad, London, Hesse, Valle-Inclán, Baroja, Bukowski, Moreno-Ruiz, Hanif Kureishi, Xen Rabanal, Agota Kristof, E. Gutiérrez Gómez, Patxi Irurzun, Suso de Toro, partes de M. Rivas. Lo que leo cada día y me alimenta y señala el camino son Eladio Orta, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Gsús Bonilla, Teresa Naranjo Pérez, Luis Miguel Rabanal, V. Muñoz Álvarez, Eloísa Otero, Arantxa Oteo, Batania, Inma Luna, David González, Karmelo Iribarren, Jesús Ge, Javier GM, Abel Aparicio, Germán Guirado y muchos más que me sorprenden y animan a seguir. Y se me olvidan decenas.
—¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
—Escribo en narcisoelvalvulista y a diario disfruto con islakokotero, moreno-ruiz, hankover, elbluesdeluzazul, vocesdelextremopoesia, entre otros.
—Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
—Soy profundamente individualista, pero antepongo mi ser solidario, todo por el apoyo mutuo.
—En la pregunta de fuentes literarias hay un listado de autores.
—Un personaje imprescindible en la literatura (o en la vida).
—No me van las imprescindibilidades, pero destacaría a Ada Colau, de la Plataforma de Afectados por las Hipotecas, que ha llevado la voz de los sin voz al Congreso, y no se ha dejado intimidar.
—Un autor o autora insoportable (o un libro insoportable).
—Mejor no darles más publicidad, que ya salen a diario en todos los sitios.
—Un rasgo que defina tu personalidad.
—Habría que preguntárselo a los pocos que me conocen, yo no sé. Eso puede ser el rasgo: No saber.
—¿Qué cualidad prefieres en una persona?
—Todas las cualidades trufadas de algunos defectos.
—¿Qué opinión te merece la política actual? ¿Y la sociedad?
—La política, desde la eliminación de Robespierre, ha sido la mayor estafa a la humanidad. Hoy la sociedad está adocenada, entre el miedo, el fútbol y el consumismo y no creo que salga a las calles de forma masiva, como necesita el mundo.
—¿Qué es lo que más te divierte en esta vida?
—Vivir.
—¿Por qué escribes?
—Se me presentan las ocurrencias en la cabeza y si puedo las anoto, si no se olvidan, esas casi siempre son las mejores.
—¿Crees que las redes sociales, facebook o twitter, sirven para ejercitar tu estilo literario?
—Como no tengo estilo, no lo sé. Lo cierto es que cada día escribo más a bote pronto, sobre todo en facebook, después lo recupero a los archivos correspondientes.
—¿Cuáles son tus fuentes literarias a la hora de escribir
—Stendhal, Conrad, London, Hesse, Valle-Inclán, Baroja, Bukowski, Moreno-Ruiz, Hanif Kureishi, Xen Rabanal, Agota Kristof, E. Gutiérrez Gómez, Patxi Irurzun, Suso de Toro, partes de M. Rivas. Lo que leo cada día y me alimenta y señala el camino son Eladio Orta, Antonio Orihuela, Ana Pérez Cañamares, Gsús Bonilla, Teresa Naranjo Pérez, Luis Miguel Rabanal, V. Muñoz Álvarez, Eloísa Otero, Arantxa Oteo, Batania, Inma Luna, David González, Karmelo Iribarren, Jesús Ge, Javier GM, Abel Aparicio, Germán Guirado y muchos más que me sorprenden y animan a seguir. Y se me olvidan decenas.
—¿Escribes o sigues algún blog con entusiasmo porque te parezca una herramienta literaria?
—Escribo en narcisoelvalvulista y a diario disfruto con islakokotero, moreno-ruiz, hankover, elbluesdeluzazul, vocesdelextremopoesia, entre otros.
—Una frase que resuma tu modo de entender el mundo.
—Soy profundamente individualista, pero antepongo mi ser solidario, todo por el apoyo mutuo.
¡Magnífica entrevista! Anima saber que la literatura sigue siendo un bien valorado... Un abrazo Manuel.
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