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Ruy Vega en Noceda del Bierzo |
Muchas gracias, querido amigo Ruy, por este maravilloso libro titulado Lecturas de un alma vagabunda, que tantas ganas tenía de leer, aunque lo fuera leyendo, saboreando, en pequeñas dosis a lo largo de las cartas a ninguna parte que has ido publicando en La Nueva Crónica, que en realidad son cartas al padre, a tu padre, la estrella que echas de menos; coplas a la muerte de su padre, como hiciera el poeta Jorge Manrique: cómo se pasa la vida,/ cómo se viene la muerte/ tan callando... Qué importantes son los padres, sobre todo cuando los perdemos, como es tu caso y también el mío, porque como bien nos recuerdas, no es inmortal el que nunca muere, sino el que nunca se olvida. Y tú no te olvidas de tu padre, como tampoco lo hago yo del mío, de este modo ellos seguirán con nosotros, acaso iluminando nuestra senda, tal vez ayudándonos a continuar caminando con ilusión, con sueños. Así que sigamos soñando, ahora con tus Lecturas de un alma vagabunda, vagabundos que somos y nos sentimos en este universo que por momentos se revela atroz, y por instantes se nos hace delicioso, como esa prosa que has construido, con tanta belleza, para acercarte a varios autores y autoras de la provincia de León, entre ellos a Raquel Villanueva (la escritora construida con el azul del mar... Raquel es mar, vida, palabras y sueños), Nidia Beltramo, Mayela Paramio (ejemplo de maestría en prosa poética), María José Montero, Berta Pichel (maestra de charol), Marta Muñiz (poeta de lo hermoso... cuyas manos dibujan la belleza con versos), Elisa Vázquez (Úlver), Loli Prieto (el imparable viento de la realidad), Sol Gómez (maestra del relato), Noemí Sabugal, Carmen y Sergio, Luis Artigue (Donde siempre deseas que sea medianoche), Emilio Vega (un poeta con mayúsculas), Carlos Fidalgo, Manuel Ángel Morales, Gregorio Esteban, Piluca Farto, Araceli Fernández, Pedro Villanueva, Cano García (maestro poeta), Dionisio Álvarez, José Yebra (la fuerza del poeta), García Alonso, Fermín Rodríguez, Mario Llamazares, Chary Martínez, Iria Serrano, Loli González, Rosa M. González Quevedo, Amador Fonfría, Ana María Campelo, Azarías DLeyre, Ruth Prada, Benjamín Maceda, Valentín Carrera o Julio Llamazares (un autor genial). Creo que está todo el mundo.
Cuentas que Lecturas de un alma vagabunda nace como el sueño común de todos aquellos que, perdiendo a un ser querido, siguen recordando su voz, sus abrazos y sus sonrisas... Detrás de cada sueño, de cada estrella que brilla en el universo... están aquellos que nos siguen observando desde lo más alto.
Sólo alguien como tú, con tu generosidad y sensibilidad, es capaz de componer cartas tan emocionantes, tan genuinas. Con esa ternura propia de alguien bueno, porque tú, entrañable Ruy, eres un hombre bueno, como lo fuera el poeta Antonio Machado (más que un hombre al uso que sabe su doctrina,/ soy, en el buen sentido de la palabra, bueno), porque la bondad es algo que escasea aquí y allá, sobre todo en esta época de caníbales que nos ha tocado vivir. No diré de caníbales y reyes, que luego se arma el pifostio del siglo. En realidad, lo de caníbales y reyes me ha venido a la chola por el libro del antropólogo americano Marvin Harris, que es un autor extraordinario, al que leo con devoción desde que lo descubriera en la universidad. Por supuesto que es muy recomendable.
Ya lo habíamos hablado hace tiempo, que estaría bien que tus cartas tomaran el formato de libro, más que nada para que no se perdiera en la nebulosa de los tiempos. Y al final echaste para adelante y lo lograste, lo que que me hace tremenda ilusión (como tal vez diría alguien de Hispanoamérica), que tus cartas a ninguna parte hayan visto la luz en esta orilla en la que vivimos los humanos, demasiado bestiales (al menos una parte de las bestias parlantes). Y es que en el fondo los humanos somos tan efímeros, que, de tan mortales, nos creemos divinos. Divinos de la muerte. O divinos de la vida. Sea como fuere, hemos de seguir caminando y soñando, soñando con otros mundos posibles construidos con la belleza de la palabra, de la emoción, pero también de la reflexión.
Mi agradecimiento y enhorabuena, querido amigo, por esa bella dedicatoria, pero este maravilloso obsequio. Nadie es imprescindible, pero agradezco tus palabras. Y también esas cartas acerca del libro Del agua y del tiempo https://www.lanuevacronica.com/actualidad/el-escritor-construido-con-palabras-y-belleza_70321_102.html, que para ti es un viaje interior que nos lleva a reflexionar sobre la propia vida y Desde las entrañas https://www.lanuevacronica.com/el-bierzo/el-libro-que-nos-conto-lo-que-susurramos-al-miedo_103197_102.html, que es, en tu opinión, un libro imprescindible para conocernos a nosotros mismos.
"Si no hallas dentro de ti mismo aquello que buscas, tampoco podrás hallarlo fuera... En ti se halla oculto el Tesoro de los Tesoros... Conócete a ti mismo y conocerás el universo y a los dioses». Y a las diosas.
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