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miércoles, 12 de abril de 2017

La fragua literaria leonesa: Miguel Ángel Castro Merino

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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Miguel Castro Merino: "Escribir es un ejercicio espiritual para organizar lo que se piensa y se siente"

Manuel Cuenya | 04/04/2017 - 16:26h.

El psicólogo y filósofo Miguel Castro Merino, autor de 'Panfleto contra la filosofía de Pablo Iglesias y compañía' y el reciente '¿Quién es filósofo? Todos somos filósofos', está ahora con una novela filosófica, que aparecerá en abril o mayo.

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Filosofar es una de las tareas más grandes que puede hacer un ser humano. Ello no quiere decir que exista un filósofo que comprenda la "Omnitude rerum". Ni siquiera lo puede haber.
(Miguel Ángel Castro Merino, '¿Quién es filósofo? Todos somos filósofos)
Psicólogo y filósofo, Miguel Ángel Castro Merino es un leonés al que le interesa la literatura comprometida y escritura creativa desde siempre, "publique o no lo que he escrito", aclara, porque la escritura ha sido y es una necesidad para él. "Escribir es un ejercicio espiritual para organizar lo que se piensa y se siente.  Sea poesía, novela, ensayo...", apostilla el autor del 'Panfleto contra la filosofía de Pablo Iglesias y compañía. Martillazos nietzscheanos', un opúsculo filosófico editado por Lobo Sapiens en 2015, un interesante libro dedicado a don Gustavo Bueno y su Escuela presente y futura.
No en vano, Miguel Ángel reconoce que la figura de Gustavo Bueno ha sido fundamental para él, hasta el punto de que, con el maestro, "el filosofar español se ha elevado de nuevo. Su genio y persona ejercían un poderío enorme y lo siguen ejerciendo en el presente a través de sus discípulos. Constantemente lo estudio y observo su capacidad nada común de explicar, de entender y de pulverizar lo que parece a simple vista evidente. Estuve a su lado muchas veces. Me encantaba su sabiduría y por él me desplazaba siempre que me fuera posible. He aprendido a su vera a amar el filosofar más que la filosofía. Se reconocerá su magisterio por mucho tiempo. Con él espabilabas que daba gusto. Muchas horas de mi vida las he pasado con sus libros, con  su obra video-gráfica y con sus discípulos. Con su influencia te interesas por todo lo que ocurre a tu alrededor. Sus discípulos son de una talla elevada, nada común. Pablo Huerga es uno de ellos y me alegro de que así sea. Sin su filosofía no hubiera calado ni reparado en un conjunto de temas tan vitales y actuales". Así se expresa Miguel Ángel, que ha colaborado en la obra colectiva, 'Gustavo Bueno: 60 visiones sobre su obra', en la que también participa, entre otros,  el filósofo y profesor de Benavides de Órbigo Pablo Huerga Melcón, a quien también le hemos dedicado una fragua en este diario digital.
Cabe señalar que el sábado 6 de mayo Miguel Ángel le rendirá un homenaje a Gustavo Bueno en la Biblioteca Pública de León.
En cuanto a su 'Panfleto', el propio autor dice que se trata de  "un cuaderno de preparación para la vida que viene" cuya pretensión es "destrozar a nuevos y viejos impostores, a falsos redentores". Una obra que bebe a sorbos en las fuentes vivas de Nietzsche, y también de lo pensado en español antes de nosotros. "Un opúsculo decisivo para alertar de las imposturas de gentes que creen hablar bien pero desconociendo casi todo. Hablar es una cosa. Dar trigo otra, vamos", precisa este pensador, convencido de que la filosofía nos enseña a que no nos tomen el pelo. Y en el caso de su opúsculo, "es un  canto a la búsqueda de espabilar uno mismo en la compleja sociedad de la que formamos parte. Y nos da razones para ver la dificultad real de las cosas. El subtítulo reza 'Martillazos nietzscheanos' porque está impregnado de ese autor notable y temible", nos advierte Castro Merino, quien recomienda  estudiar historia y filosofía para que no nos engañen, porque "le comen el coco hasta al más listo de los que compran en mercados para los no tontos. Lo importante es lo que nos han dicho los sabios: que hay que desconfiar, que no es oro todo lo que reluce. Por eso, ese librito es para siempre y no sólo para el momento presente. Nietzsche me enseñó a sospechar de los que se llaman comunistas o cristianos. Nos ha dado un manual para agudizar el olfato. Lo mismo que Schopenhauer o Cioran. El marxismo no atiende a lo Inconsciente sea lo que sea eso que habrá que analizar e investigar. Y eso es un error".
"...A través de Gustavo Bueno el filosofar español se ha elevado de nuevo. Su genio y persona ejercían un poderío enorme y lo siguen ejerciendo en el presente a través de sus discípulos."
En esta obra, Castro Merino, desde su filosofía materialista, nos cuenta que a los políticos les interesa más que comerán este mediodía que los destinos de la Nación y la paz de los pueblos. "Y lo sabes porque a ti te ocurre lo mismo"; "Pablo Iglesias, el hombre espectáculo, no es Gandhi. No le interesa tanto el cambio como pretende hacernos pensar"; "prometer paraísos a los necesitados es simplemente prometer"; "ni la democracia ni la paz ni las ideas borrosas y confusas pueden explicar el futuro porque son ideas falsas o incompletas per se... porque la democracia real es imposible"... Por fortuna, la vida es más que política, según Miguel Ángel. "La condición humana no la cambia ni Dios. Imposible. Entre otras cosas porque no existe dios... ni sabemos qué es lo humano... estamos todos corruptos... desde el Papa hasta el último átomo de hidrógeno... aunque salieran elegidos los mejores filósofos o sabios, si de estos últimos hay alguno, tampoco cambiarían nada, porque el saber puede hacer lo que puede hacer la medicina: algo, pero no todo, cura en parte pero no puede curar totalmente. No resucita a nadie, no quita los temores ante la vida, no hace personas en serie, no elimina la corrupción".
Quienes estén interesados en esta temática, aparte de leer su libro, pueden navegar en la Red, donde encontrarán varias reseñas, entre otras, las de Carlos Madrid en 'El Catoblepas', Felipe Giménez en su blog 'Eutaxia', Ramiro Pinto en economiazero.com en Error de Podemos  respecto a la Renta Básica...
Castro Merino, que acaba de publicar ahora el ensayo '¿Quién es filósofo? Todos somos filósofos. El papel del filosofar en España', ha apostado vitalmente por la Psicología y por la Filosofía, porque ambas son, en su opinión, fundamentales en la actualidad.

La enseñanza de la Filosofía como algo vital

"La necesidad del filosofar hoy es mayor que nunca. Y por ello, sin unos rudimentos mínimos es imposible entender algo. Es más, debiera ser una materia obligada en todas las facultades para aumentar la potencia de los que votan. Algún día se impondrá por necesidad lógica. Eso, o más barbarie".
En su reciente libro, Miguel Ángel nos invita a tomar partido ante la vida y a darle a la Filosofía el lugar que se merece, capaz como es de arrojar luz ante tanta oscuridad, de destruir mitos e ideas falaces. "Cuando hay politicastros que eliminan gratuitamente la filosofía hay que actuar. Hubo un momento en mi vida que se me impuso la filosofía como algo extraño, a la fuerza, y posteriormente apareció otro momento de convivir irrenunciablemente con ella. Más nos vale ser filósofos a todos puesto que así somos cada día invitados a mejorarnos y a pulirnos como un diamante. Lo que dijeron antiguamente: hacer de nuestra vida una obra de arte...", nos alerta de que los elementos que se encuentran ante nosotros nos impelen a filosofar, también la literatura.
No obstante, cabe diferenciar entre "la literatura comprometida, como diría Sartre, y otra que conviene conocer para destruirla... Hablar de literatura en general es muy difuso, como hablar de Filosofía. Hay muchos libros, hay muchas filosofías...". En cualquier caso, está convencido de que no hay libro malo, porque todos nos pueden enseñar algo. "Pero unos nos enseñan muchísimo más..."
En cuanto a la Psicología, si ésta se entiende como estudio del comportamiento y de los ambientes sociales que condicionan conductas –apunta Miguel Ángel- la labor del psicólogo es enorme. "Como no existe una sola psicología y hay muchas, afirmo que el modelo conductista radical es crucial para estudiar lo que ocurre en una Nación política. Muchos psicólogos han renunciado a exponer la artillería del Conductismo Radical y se dejan comer el coco por sofistas de tres al cuarto. Y filosofar como actividad política supera a la llamada psicología porque nos hace ir más allá de una escuela como la citada. No se puede entender nada apenas sin conocer el marxismo, ciencias, historia, psicoanálisis, teoría crítica, corrientes actuales, tecnología...", sostiene este profesor vocacional de Filosofía, que modera, un lunes al mes en la Biblioteca Pública de León, un Diálogo Filosófico con temas variados sobre cine, vida, consumismo, entre otros, "al que acuden personas muy preparadas y con deseos de ir más allá".
En este sentido, cree que la ciudad de León es el lugar en el que actualmente puede desarrollar un modo de vida maduro e intenso existencialmente. "Me gusta respirar por el barrio El Ejido en donde  correteaba y me enamoraba de chaval perdidamente de las chicas preciosas", rememora.
León son, para él, los pinos, La Candamia, sus padres, su familia, sus amigos... "un lugar mágico", aunque confiesa que, cuando ha salido fuera, ha podido amar también otros lugares maravillosos. Y desde que regresara a su ciudad natal, después de haber vivido en otros sitios, ha trabajado por cultivar con otros la conciencia filosófica de los residentes en su tierra. "A ello me he visto impelido por fuerzas que han influido en mí, por los encuentros que he tenido".
"La condición humana no la cambia ni Dios. Imposible. Entre otras cosas porque no existe dios... ni sabemos qué es lo humano... estamos todos corruptos... desde el Papa hasta el último átomo de hidrógeno"
Y en lo referente al ámbito literario, "León puede estar feliz de contar con núcleos de poetas, novelistas y literatura en general. Un ejemplo curioso de la vitalidad de la poesía se encuentra y concentra en el Ágora de San Marcos que brota cada viernes último del mes".
Asimismo, Miguel Ángel resalta que en León existen editoriales que, pese a dificultades, tratan de publicar a autores desconocidos muy interesantes. "No se puede quejar del crecimiento exponencial. Pero hay que trabajar y no resignarse ni desesperarse".
Como profesor, cree que, tanto en institutos como en colegios, se está haciendo una labor imprescindible. Lástima que "lo cotidiano no nos llama la atención".
Reconoce que aprende mucho con sus alumnos. Y que debe mucho a todo lo que ha escuchado y vivido, porque son cientos los autores y profesores, los maestros, con los que ha compartido tiempo y charlas. "Cuando estaba estudiando no era consciente de aprender lo mucho que se me regalaba. Siempre queda algo a pesar de que parece que un alumno no presta atención. Luego te das  cuenta del valor de los filósofos y de muchas personas vivas, y algunas ya desaparecidas, que te enseñaban casi como sin querer. Nunca pensé que iba a estar horas y horas con Spinoza, con Hegel, con Tomás de Aquino, con los escolásticos, con las vidas de místicos y santos, con científicos, con Cioran, con Rosset, con poetas, con los libros de historia, con Gustavo Bueno, con mis amigos filósofos y los que no saben que lo son. En el barrio Húmedo, en los bares y cafés de todas partes aprendí de muchas personas. Y en Salamanca y en Valladolid, y en Cáceres y en Badajoz, y en Suiza y en París, y en Turquía y en Cuba... Y en la infancia, y cuando me enamoré, y siempre", detalla este autor, que está ahora con una novela filosófica, que aparecerá en abril o mayo. "Es una carta a mi hijo inengendrado, en el que expongo los motivos por los que se ha decidido en mí no traerle. Es duro. Pero tiene la ternura del que contempla la realidad de los hijos y de los alumnos en un mundo cruel en que sería conveniente la alegría de vivir... Se titula 'No me pidas nacer. Cartas al ángel custodio'".

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