Joaquín Alonso: "León fue en el pasado una tierra entrañable y luminosa"
Manuel Cuenya
| 26/05/2015
El
etnógrafo y antropólogo cultural Joaquín Alonso, autor de 'Alfarería
tradicional en la provincia de León', está ahora inmerso en la
elaboración de unos textos divulgativos sobre patrimonio
histórico-artístico a nivel nacional, y en la elaboración de un artículo
derivado del trabajo sobre alfarería leonesa, que viene a complementar
lo que ha publicado recientemente.
Especialista en la cultura leonesa y, por encima de todo
un trabajador infatigable, Joaquín Alonso reconoce que ha empleado
muchas horas haciendo trabajo de archivo, leyendo y releyendo sobre la
historia y la cultura leonesa, recorriendo pueblos, caminos y sendas por
los altozanos y las llanuras, por los fondos de valle y el curso de los
ríos, por los piedemonte y los cordales de la montaña leonesa, siempre
buscando la vida de sus gentes y su rastro cultural, lo que de un modo
inevitable le ha permitido conocer bastante bien la provincia, sobre
todo desde un punto de vista etnográfico y antropológico.
Recuerda que en su día Julio Caro Baroja, uno de sus
maestros, definió León como una de las provincias con mayor interés
antropológico de la península, "una circunstancia en la que, a mi
juicio, debe incluirse las que conformaron el Viejo Reino de León. Pero
el territorio leonés es especial al estar condicionado por una evidente
variedad geográfica y por una multitud de pequeños pueblos, cada uno con
su modo de vida dentro de la homogénea realidad que pueda haber en las
áreas comarcales". Esta circunstancia ha generado una gran profusión de
rasgos –aclara el autor de 'Alfarería tradicional en la provincia de
León'– que se materializa tanto en las manifestaciones culturales que
definen lo que es León, como en los propios matices que diferencian y
personalizan a esos grupos humanos. "En ambos casos, son razones
inequívocas de la identidad leonesa", puntualiza. Por otro lado, ya en
los años ochenta se hablaba del ocaso de la vida tradicional –rememora–.
Pues bien, a pesar de esa realidad, aún le sigue llamando la atención
su prolongada continuidad, la permanencia, aunque no generalizada, de un
buen número de tradiciones que perviven en un presente saturado de
globalización, descreimiento e impersonalidad. "Es algo que se puede
comprobar en la religiosidad popular, la música, los deportes autóctonos
(lucha leonesa, bolos en sus variantes), ciertas artesanías –pocas,
pero algunas–, los pendones, la institución concejil..., que resisten a
duras penas los ímpetus de la mentalidad contemporánea", argumenta
Joaquín, quien, como individuo, se considera parte de la realidad de un
tiempo que, al igual que los de su generación, posiblemente haya que
encuadrar en la casilla del eclecticismo, ante la multitud de cambios a
los que han tenido que adaptarse. "En consecuencia, desde esta óptica y a
estas alturas de la vida, diferencio mi acontecer personal de aquélla
experiencia y conocimiento que me ha proporcionado el estudio de este
territorio, hasta conducirme a pensar y sentir que León fue en el pasado
una tierra entrañable y luminosa, y hoy es una 'adenda territorial'
desesperanzada, con su talento emigrado, con sus fuerzas debilitadas y
sin el espíritu colectivo suficiente como para luchar por ella misma".
"El territorio leonés es especial al estar
condicionado por una evidente variedad geográfica y por una multitud de
pequeños pueblos, cada uno con su modo de vida dentro de la homogénea
realidad que pueda haber en las áreas comarcales".
Aunque normalmente hay un nexo invisible que nos une a la
tierra donde hemos nacido, según él, lo que hace que queramos volver al
seno de donde nacimos, "a nuestro rincón térreo donde están los
'nuestros' por los siglos de los siglos", Joaquín también es consciente
de que los significados que se llegan a otorgar a los lugares de origen
son tan sólo consecuencia de las vivencias que se han tenido en ellos y
que las sociedades cambian, "culturalmente hemos entrado en una nueva
dimensión que minimiza la fortaleza de los vínculos con la procedencia
de cada uno. Ahora se tiene más en cuenta el momento y sus expectativas
que las nostalgias, pues a veces resultan ser auténticos nudos
gordianos", apostilla este investigador nato, que dirigido y codirigido
diversos proyectos de investigación, tanto para el Ministerio de Cultura
o la Diputación de León como para la Consejería de Educación y Ciencia
de la Junta de Castilla y León. Como prueba fehaciente de su labor,
Joaquín ha recibido varios galardones literario/culturales, entre los
cuales se halla el Premio "Libro Leonés" 2014, otorgado por la
Diputación Provincial de León. No obstante, aclara que los premios
pueden decir mucho pero también pueden no decir nada, porque el
prestigio reside en que el premio se otorgue de un modo transparente e
independiente, que es lo que garantiza su validez. En todo caso, "el
premio más preciado es aquél que nace del reconocimiento espontáneo y
sincero de la sociedad, porque entiendo que el mérito no es precisamente
un hecho puntual, sino una trayectoria. Si se premia hay que premiar lo
verdadero, lo auténticamente meritorio, no lo aparente y amañado, ni
esas realidades falseadas y bien publicitadas que hoy día se ponen en
escena sin ningún tipo de rubor", precisa este prestigioso
conferenciante, cuyas intervenciones en diversos foros, tanto de ámbito
nacional como internacional, siempre versan sobre el patrimonio
etnográfico de León y de provincias aledañas: su especialidad.
"Culturalmente hemos entrado en una nueva
dimensión que minimiza la fortaleza de los vínculos con la procedencia
de cada uno. Ahora se tiene más en cuenta el momento y sus expectativas
que las nostalgias, pues a veces resultan ser auténticos nudos
gordianos"
Cuenta que en sus inicios era "caro-barojiano", deudor de su
metodología y de su aportación como introductor en España de la
Etnohistoria. "De hecho conocí a don Julio", matiza este antropólogo
cultural que reivindica el estudio del ser humano como "ente cultural"
en el contexto de varias disciplinas: la Antropología, la Etnografía
(como base empírica) y la Etnología (como pauta comparativa de las
realidades que perviven en las distintas áreas culturales). "La
Antropología Cultural tuvo sus inicios en el estudio que un leonés, Fray
Bernardino de Sahagún, realizó y plasmó en su libro 'Historia de las
cosas de la Nueva España', aunque académicamente comenzó a ser
considerada a principios del siglo XX a partir de las investigaciones
del antropólogo estadounidense Franz Boas y de sus seguidores Robert H.
Lowie, Alfred L. Kroeber y el alemán Edwar Sapir. Tanto Boas, como
Kroeber y Marvin Harris fueron, entre otros autores, básicos en mi
formación", especifica Joaquín, que también reconoce la figura de José
Luis Alonso Ponga (su director de tesis), quien, además, ha tenido que
navegar en las difíciles "aguas regionales". Un prestigioso antropólogo,
cuya aportación al conocimiento de la cultura tradicional es
incuestionable.
Leyendas y cuentos en la provincia de León
Joaquín, aparte de 'Alfarería tradicional en la provincia de
León', cuya innovación fuera la de documentar la actividad alfarera de
Jiménez de Jamuz en el siglo XVII, así como el añadido de nuevos
epígrafes sobre los inicios de la alfarería en la provincia, los alfares
que hubo en ella y la aportación de un catálogo que recoge todas las
piezas realizadas en los alfares de Jiménez, tiene otros títulos
publicados como 'Rutas inéditas por León' o 'Astorga en imágenes', con
incursiones en lo literario, como ocurriera con su colaboración con el
libro colectivo 'Leyendas de León contadas por', "un interesante
proyecto que permitió una enriquecedora y singular experiencia literaria
realizada por un amplio conjunto de autores de lo más dispar, de los
cuales muchos tuvimos que afrontar el duro ejercicio de la narrativa
para construir un texto que esta vez no iba a quedar olvidado en un
cajón, sino que iba a ser publicado". En su caso, escribió una historia
contemporánea a partir de la leyenda del castillo de Gordón. "En la
narración encajo la leyenda tal como a mí me la contaron, pero al tiempo
procuré que lo narrado se convirtiese en otro suceso legendario
mediante una pequeña fabulación que en su día me insinuó el editor, que
no fue otro que Joaquín Alegre, supremo ideólogo de la ocurrencia y
hacedor de la editorial Rimpego, también responsable de otro libro
posterior que se construyó con una traza semejante y que tiene por
título 'Cuentos de León narrados por'".
http://www.ileon.com/cultura/051860/joaquin-alonso-leon-fue-en-el-pasado-una-tierra-entranable-y-luminosa
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