Una inmensa tristeza provoca saber que el gran Moreno-Ruiz nos dejara recientemente. El saber produce dolor, bien lo sabemos (valga la redundancia). Estamos condenados a sufrir. Aunque la vida no sea sólo un valle de lágrimas y rosas espinadas/espinosas (esas rosas de sanatorio, en su homenaje, o de tanatorio) sino un valle de alegrías, al menos si a uno no le toca una vida jodida. Que ya es buen síntoma. Pues uno es su voluntad pero también sus circunstancias. Y el azar también manda y preside nuestras vidas. No lo podemos obviar.
La vida es un puro milagro, que no lo digo en términos religiosos, sino que, a determinadas edades, amanecer cada día es un lujo, que sí deberíamos permitirnos. Y ahora más que nunca, habida cuenta de la incertidumbre que nos acompaña en todo momento.
Moreno-Ruiz en Bembibre |
Pues eso, que el amigo periodista y escritor José Luis, que en tiempos acaso gloriosos, presentara Rosa de Sanatorio en Radio 3 (RNE), ha fallecido, dejándonos un tanto huérfanos, porque era, fue un maestro, al menos para mí, una persona que caló hondo por sus enseñanzas, al que seguía con reverencia, pues, siendo uno un jovencito universitario, escuchaba su programa de radio, su emisión musical y literaria a altas horas de la madrugada, que me permitía aprender más que asistiendo a mis clases en la facultad, en este caso en la Universidad de Oviedo. Tampoco quiero olvidarme de mi maestro Gustavo Bueno y algunos profesores magníficos como Manuel Fernández Lorenzo o Marino Pérez Álvarez.
Entonces, escuchaba mucho Radio 3, entre otros programas Diálogos 3, que presentara Ramón Trecet y Caminando sobre la luna, que llevaba con estupendo tino Luz Elez: http://cuenya.blogspot.com/2009/10/caminando-sobre-la-luna.html Y por supuesto no me perdía las rosas de sanatorio de Moreno-Ruiz, con aquella mítica lectura introductoria del poema yodofórmico de Don Ramón María del Valle-Inclán, enorme escritor, que me sigue fascinando con sus luces de bohemia y aun otras luces de corte galaico-universal.
José Luis Moreno-Ruiz, que era sin duda un librepensador, me cautivó con su verbo, con su magnífica voz radiofónica, con su inteligencia y su habilidad para componer textos que siempre metían el dedo en la llaga. Su programa Rosa de Sanatorio también me entusiasmaba no sólo por sus textos y los de otros autores, como Buñuel, Dalí (quien era asimismo, además de genial pintor, un buen literato), el poeta César Vallejo, entre otros muchos, sino por la música que allí se podía escuchar, desde clásicos como J. S. Bach a músicos minimalistas como Philip Glass o Carles Santos, pasando por Klaus Nomi. Inolvidables. Entrañable su Rosa de Sanatorio bajo la sensación del cloroformo. Surrealismo lírico de alto voltaje.
El propio Moreno-Ruiz, que reivindicaba su origen judío, hizo sus pinitos con la música, llegando a componer algunos discos, colaborando también con el músico Javier Corcobado (a quien tuve la ocasión de ver/escuchar en concierto en el Albéitar de León).
Agradezco a José Luis sus enseñanzas, incluso sus consejos, como aquellos que me diera radiofónicamente a propósito de un texto que le enviara para un concurso titulado En memoria del ingenioso Don Quijote de La Mancha, del que doy cuenta en este mismo blog: https://cuenya.blogspot.com/2013/10/en-memoria-del-ingenioso-don-quijote-de.html
Agradezco que tuviera la gentileza de presentarme (en compañía del artista Ángel Petisme, el periodista Juanma Colinas y Chema Hidalgo, uno de los impulsores de la casa leonesa de Madrid) precisamente en la casa leonesa de Madrid, con motivo de mi libro de viajes Mapas afectivos. Incluso que viniera a la presentación de La fragua de Furil, también en la casa leonesa de Madrid. https://cuenya.blogspot.com/2017/03/mapas-afectivos-en-madrid-por-juanma.htmlY aceptara gustoso el venir a Bembibre como invitado de las Tardes literarias que uno presentara hace unos años. Por cierto, a José Luis le gustó Bembibre. Y hasta me llegó a decir que en algún momento le gustaría quedarse a vivir en la villa del Benevivere. Qué cosas, él que sí tenía relación con el Bierzo, aunque su experiencia otrora de continuos y ruinosos viajes a Ponferrada, como él mismo me contara, no le agradara en absoluto. Pero esto quizá convendría pasarlo por alto.
A José Luis Moreno-Ruiz, además de cursar estudios de medicina le entusiasman las letras, los libros (librero que llegó a ser en su ciudad natal de Santander), la música, los viajes, las traducciones (manejaba el idioma inglés con soltura), llegué a conocerlo en Madrid, cuando él ya trabajaba como redactor en la revista Interviú, donde componía potentes reportajes. Lo conocí justo después de mi etapa mexicana en una época en la que me dio por experimentar el día a día de la capital del Reino durante un tiempecito. Y en los madriles me contó que él también había vivido en el país azteca, con lo cual nos unía ese gusto por un país tan atómico como lo es México lindo.
¡Qué las diosas te acompañen en la eternidad, querido amigo José Luis!
Vaya aquí este enlace de uno de sus programas.
https://www.rtve.es/alacarta/audios/30-aniversario/30-aniversario-rosa-sanatorio-01-07-09/535700/
Bonitas palabras de recuerdo para un amigo y referete profesional, Manuel. Qué DEP y nos espere largo tiempo.
ResponderEliminarUn grande, don José Luis Moreno Ruiz, al que tenía cariño.
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