Ayer, en el Museo de la Radio de Ponferrada (un sito estupendo para presentar libros), Alfredo E. Fuertes presentó su nueva novela, El sobrino del cura (título que recuerda a El hijo de la novia), la cual está embientada en los Ancares bercianos, en un espacio inventado, Villamor de Ancares, que bien podría ser la población de Candín.
Si en su anterior novela, La piel del molino, una exótica caribeña de la República Dominicana llegaba a un pueblo de la Omaña revolucionando a la población, en esta última obra de Alfredo asistimos a cómo un maestro, de Abelgas, como su propio autor, convulsiona, con sus métodos pedagógicos, a las fuerzas vivas (represivas) de los Ancares leoneses. Algo que me hace recordar, de un modo inevitable, El club de los poetas muertos, aquella rompedora peli, en la que un profe de Literatura (interpretado magistralmente, nunca mejor dicho, por el actor Robin Williams) enseñaba a su alumnado un nuevo modo de aprendizaje, una manera original y transgresora de acercarse a la poesía, al pensamiento y la emoción.
Huelga decir que también La piel del molino me lleva a la peli de Icíar Bollaín, Flores de otro mundo, cuyo guión lo firma la propia directora y Julio Llamazares, que a Alfredo le parece un grandísimo escritor, algo que suscribo, naturalmente.
Gracias Manuel por informarnos, una vez más, de que un libro (muy apetecible) acaba de salir del horno.
ResponderEliminarMe pondré a ello y lo leeré calentito.
Gracias. Un saludo.
Gracias Manuel por informarnos, una vez más, de que un libro (muy apetecible) acaba de salir del horno.
ResponderEliminarMe pondré a ello y lo leeré calentito.
Gracias. Un saludo.