Qué brutín.
En realidad, el obelisco del Milenium sí lo había visitado en otra ocasión. Por su parte, María Pita es una plaza muy bonita, y el centro histórico parece atesorar mucho misterio (esto me quedó algo fuera de madre, lo siento). En este centro está la casa de Pardo Bazán, incluso la de María Pita, y aun el Jardín de San Carlos (lindo lugar para avistar el puerto).
No me resisto a adentrarme en una librería situada al ladito mismo de la María Pita. Se llama El baúl de los recuerdos y muestra una buena cantidad de libros interesantes a precios re-bajados, de ocasión. Al final, decido hacerme con Aforismos en el laberinto, de Max Aub. Y regreso al hotel a la espera de presentar la fragua. Qué puedo contar, me pregunto. Pues que me hace mucha ilusión presentar en esta ciudad, por la que en verdad siento cariño, y que se me hace familiar. Y que la Casa leonesa, y en concreto Celemín, me brinda una ocasión magnífica.
Y que ésta es tierra de grandísimos escritores y escritoras, desde los clásicos y siempre modernos Valle, Rosalía, Cela, Ballester, Otero Pedrayo o Cunqueiro hasta autores y autoras contemporáneos como Rivas, Susana Fortes y Blanca Andreu (ambas estuvieron en Tardes literarias en Bembibre) o el caso de Blanca Riestra, que nos deslumbró con La canción de las cerezas y luego compuso su Madrid blues. Riestra también estuvo/moró en la ciudad francesa de Dijon, como este menda. Qué curioso.
Bueno, continuaré escribiendo pero ahora tengo que ponerme en marcha. Toca presentación.
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