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martes, 11 de marzo de 2025

El padrino II, de Coppola

Sólo por haber filmado la trilogía de El padrino (1972), Francis Ford Coppola ya sería uno de los más grandes directores de la historia del cine. Como guionista fue premiado con el Óscar por El padrino y El padrino II (1974), como director por El padrino II y como productor también por El padrino II

La trilogía de El padrino, que me resulta fascinante toda ella, está basada en la novela homónima de Mario Puzo, considerada una de las más importantes de la historia del cine. 

Siento devoción asimismo por sus películas Apocalypse Now (1979), inspirada en El corazón de las tinieblas, de Conrad, y Drácula, de Bram Stoker (1992). 

https://cuenya.blogspot.com/2022/12/dracula-de-coppola.html

En esta ocasión me centraré en su película El Padrino II porque me apetece hablar sobre la misma en una clase. 

Ver de vez en cuando esta película -son varias las veces- es un auténtico deleite audiovisual, porque la banda sonora, compuesta por el genial Nino Rota (compositor habitual de las películas de Fellini) resulta inolvidable. 

Una música fúnebre acompaña los créditos iniciales. Y, con esta música de fondo, aparece el rostro en primer plano de Michael Corleone (Al Pacino, que intimida con su forma de mirar) y un plano en el que le besan la mano. Al Pacino se convierte en el nuevo padrino, como sucesor del padre, interpretado de un modo extraordinario por Marlon Brando en la primera película de la trilogía (Mario Puzo estaba muy interesado en que Brando hiciera el papel, y al final lo consiguió).

Visualmente El padrino II es estupenda (así que eso de que segundas partes nunca fueron buenas es una estupidez, creo incluso que es más redonda la segunda que la primera), con secuencias portentosas, que han calado hondo en nuestro subconsciente. 

Después de los planos iniciales se produce el primer salto temporal de cincuenta años hacia el pasado (un flashback), con un gran plano general de Sicilia (me apasiona esta isla, en la que he tenido el gusto de estar en dos ocasiones, y a la que volvería encantado). 

https://cuenya.blogspot.com/2017/04/sicilia.html

Unos rótulos nos anuncian que el padrino nació como Vito Andolini en el pueblo de Corleone (Sicilia). Su padre fue asesinado por la mafia local... Sigue sonando música de funeral. A través de una panorámica vemos a una mujer enlutada con su hijo. Se escuchan disparos. Han matado a un joven. Se impone el dolor. Bajo una atmósfera soleada, con los grillos como banda sonora, la mujer de luto, acompañada de su hijo, se enfrenta al tirano don Ciccio (Giuseppe Sillato), cuando comprende que don Ciccio no tiene intención de dejar vivo, por temor a represalias, a ningún ser de su familia. Sabemos que don Ciccio mató al marido de la mujer de luto. Y esta le implora que no mate a su hijo de nueve años. Don Cicio le responde que cuando su hijo sea un hombre intentará vengarse de él. La mujer de negro intenta matar con un cuchillo a don Ciccio, pero es ella la que acaba asesinada a tiros por los esbirros del capo. El niño (Vito, encarnado por Oreste Baldini) logra huir de las garras de sus matarifes. Y, aunque don Ciccio (espantoso como personaje) da la orden de capturar al pequeño Vito Andolini, éste, como un héroe de tragedia griega, consigue esconderse, con la ayuda de sus paisanos, en los serones de un burro. Y escapar de los asesinos en la noche. 

Se muestra una panorámica de Nueva York, con el símbolo de la estatua de la Libertad (la estética es de una tonalidad amarillenta cálida, como en las películas de otra época). Seguimos al pequeño Vito entre la muchedumbre que abarrota el barco. Se produce el desembarco. Y en la aduana el funcionario de turno le pregunta el nombre al pequeño, el cual no responde. Alguien dice: Vito Andolini, de Corleone. Y el funcionario escribe Vito Corleone. Debe permanecer en cuarenta durante tres meses. La migración como gran tema. 


De la imagen del pequeño Vito cantando (Ellis Island, 1901) se encadena la imagen de su nieto, más de cincuenta años después, haciendo la primera comunión (Anthony Vito Corleone, Nevada, 1958). Asistimos a un choque de imágenes, como diría el gran cineasta y teórico Eisenstein, a un salto temporal, que nos impacta. En realidad, El padrino II tiene varios saltos temporales, unos doce he percibido a lo largo de la película, aunque estos saltos no nos hagan perder el hilo de la historia, en realidad de las dos historias, la de un padre (De Niro), desde su infancia en Sicilia hasta que se convierte en un gran capo en Estados Unidos;  y la de un un hijo (Al Pacino), como nuevo jefe de la mafia. Ambas historias están montadas en paralelo.

A continuación asistimos a la  fiesta de cumpleaños de Anthony Vito Corleone, a orillas de Lake Tahoe (en la frontera entre California y Nevada), donde se nos presentan algunos personajes esenciales en la trama, como al senador (interpretado por el actor Spradlin), Pentangeli (antiguo socio de Vito Corleone, interpretado de un modo magistral por Michael Vincenzo Gazzo, dramaturgo, actor y miembro del Actors Studio), el astuto Johnny Ola (interpretado por Dominic Chianese), o Fredo Corleone (actorazo John Cazale, quien fuera novio de la estrella Meryl Streep), que tiene una estrecha relación con Pentangeli, a la vez que se nos muestra que Pentangeli está distanciado de Michael Corleone. 

El senador resulta ser un personaje diabólico. Y, en el propio despacho de Michael Corleone, lo insulta, se mete con su familia. Le hace chantaje. La mirada de Michael Corleone (Al Pacino) lo dice todo: "Somos todos parte de la misma hipocresía... pero no se meta con mi familia". Michael se niega en redondo a lo que le propone el senador. "Mi oferta es esta, nada", agrega Michael. 


La fiesta animada, el jolgorio, continúa a orillas del lago, como si nada hubiera pasado. El contraste entre la luminosidad del exterior y la oscuridad de los interiores nos sobrecoge. La iluminación en exteriores de día es muy brillante, no se da contraste, porque no hay nada que ocultar. En cambio, se impone el estilo tenebrista, como de tragedia griega, en los interiores. En los interiores se da un alto índice de contraste y sub-exposición. Asimismo, la iluminación nocturna en exteriores mantiene la estética de los interiores, porque lo que sucede de noche, en términos narrativos, son asesinatos. 

"... Prefiero tener personajes que se muevan entre la luz y la sombra. Para mí, resulta fuertemente dramático un grupo de gente hablando en un rincón oscuro, o un personaje que muere en un plano largo, porque, a veces, lo que no se ve puede ser tan efectivo como lo que se ve”, llegó a expresar Gordon Willis, el director de fotografía, habitual en varias películas de Woody Allen, como Annie Hall, Manhattan, Zelig o La rosa púrpura del Cairo.  

Asistimos también en el despacho de Michael Corleone a una conversación entre este y Johnny Ola, donde sale a relucir el mafioso Hyman Roth, que controla negocios en Miami, porque Johnny Ola es el hombre de confianza de Roth (interpretado por el genial Lee Strasberg, quien dirigió el famoso Actors Studio -la mítica escuela neoyorkina fundada en 1947 a partir de las innovaciones del método Stanislavski con la memoria emocional, donde se formaron grandes de la interpretación, entre ellos, Marilyn Monroe, Marlon Brando, James Dean, Al Pacino, De Niro, Dennis Hopper, Sissy Spacek, Hackman (recientemente fallecido), Harvey Keitel, Paul Newman o Dustin Hoffman, entre otros).

En esta reunión entre Michael Corleone y Johnny Ola, Michael excluye de la misma a su mano derecha, el abogado Tom Hagen (gran actor Robert Duvall), quien abandona el despacho. 

En la siguiente secuencia en el exterior, llena de comicidad, vemos a Pentangeli burlándose de la música americana, pidiendo a gritos a la orquesta, encargada de amenizar la fiesta de cumpleaños, que tararee al menos alguna melodía italiana, pero los músicos acaban tocando música norteamericana. 

A continuación, en el interior de la casa de los Corleone (como con una luz de bodega), vemos a Connie Corleone (Talia Rose Coppola, esta actriz es hermana del director) pidiéndole dinero a su hermano Michael para viajar a Europa. Y este le reprocha que aún no se ha secado la tinta de su divorcio y está mariposeando con desconocidos. "Si te casas con él, me decepcionarás", le dice Michael a su hermana delante del novio. 

A propósito de la la luz empleada en esta película, a la que ya hice referencia, ahora como luz de bodega en alusión al tenebrismo, se ha escrito mucho, porque el director de fotografía empleó el claroscuro en las escenas de interiores, una forma de iluminar característica del cine negro, que hereda a su vez del expresionismo y de la pintura tenebrista de Rembrandt, el cual solía pintar con una sola fuente de luz. 

Después de una cena familiar, prosigue la fiesta, donde vemos a Fredo Corleone intentando calmar a su mujer, la cual insulta a su familia. Se masca la tensión entre el pusilánime Fredo y el despiadado Michael. Algo que acabará explotando a lo largo de la película. 

A continuación, se produce una terrible discusión entre el acalorado y borracho Pentangeli y el frío Michael, con el abogado Hagen, la mano derecha de Michael, al fondo, en silencio. Una escena también filmada en interior en estilo tenebrista. Pentangeli acaba de cavar su tumba. 

La fiesta continúa en la noche con Michael y su mujer Kay (Diane Keaton, que está estupenda) bailando. Michael se enternece con el dibujo que le hace su hijo Anthony. Y ese momento de felicidad se rompe de un modo abrupto con un tiroteo en su propia casa. "Los quiero vivos", grita enfadadísimo Michael refiriéndose a quienes acaban de disparar contra su casa a orillas de Lake Tahoe. Al Pacino nos intimida con su mirada, con su modo de moverse. En cuanto sufre el tiroteo, podemos percibir que Michael comienza a planear su venganza. 


Michael conversa a solas con Tom Hagen (el abogado), al que antes había echado de una reunión, pero ahora le confía el futuro de su familia, otorgándole plenos poderes, porque no se fía de su hermano Fredo, al que califica de débil y estúpido. Se percibe la traición en la familia Corleone. "Intenta pensar como piensan los que te rodean", le recuerda el astuto Michael a Hagen. 

Antes de poner tierra de por medio, Michael (Al Pacino) se acerca a su hijo, envuelto en claroscuro en la cama, transmitiéndole su cariño, contándole que tiene que irse, que algún día, cuando sea mayor, le ayudará en su trabajo. La escena se encadena con otra mediante un salto temporal hacia atrás, Vito Corleone, Nueva York, 1917, en el que Vito observa también a su bebé, como si fuera la misma escena que la anterior.

Asistimos como espectadores, al igual que Vito y su amigo, a un espectáculo melodramático en Nueva York. Y de entre el público aparece por primera vez el capo don Fanucci, que se me antoja uno de los personajes que da un juego fantástico en esta película. Excelente el actor que lo interpreta (Gaston Moschin). 

Vito (De Niro) le pregunta a su amigo quién es ese tipo. Y el amigo le responde que es Fanucci, la Mano Negra, al cual vemos amenazador, violento, quedándose con una sustanciosa parte del dinero del espectáculo. Fanucci recibe pagos de los negocios de todo el barrio (Little Italy). Magnífica la reconstrucción de este barrio neoyorkino, con un plano en el que el joven Vito transporta una caja de alimentos cruzando una calle de principios del siglo XX. Al que seguimos a través de un travelling. Podemos respirar el ambiente de ese tiempo, de ese mercado al aire libre. 

Vito vive de forma humilde y honesta como ayudante de una tienda. Pero don Fanucci, que reaparece en escena, le obliga a transformarse en otra persona, entonces comprende que su estabilidad laboral depende de un mafioso, y a buen seguro piensa que él también podría ser otro mafioso (quitar un santo para poner otro), porque Fanucci acaba enchufando a un sobrino suyo en la tienda en la que trabaja Vito y este se queda sin trabajo. 

Resulta enternecedora la escena, filmada en planos/contraplanos, en la que el tendero le dice a su empleado Vito que no puede seguir trabajando con él porque Fanucci le ha pedido que el puesto lo ocupe su sobrino, una escena que se resuelve en un abrazo entre ambos. Bueno, en realidad la escena continúa, porque vemos al jefe de la tienda, provisto con una cesta de productos, acercarse a Vito para hacerle un obsequio mientras Vito, quien no acepta el regalo, camina tranquilo por el barrio, con orgullo y a la vez agradecimiento a su jefe.  

Vito llega a casa sonriente con una pera para cenar. Vaya gesto. Se percibe en su rostro que se siente feliz con su mujer compartiendo lo que tiene. 

Vito se deja llevar por su amigo Clemenza para robar una alfombra en la casa de un amigo, con el consiguiente allanamiento de morada. Clemenza está incluso dispuesto a dispararle a un policía que aparece en escena tocando a la puerta de la casa. 


Llevamos una hora de película y se produce otro salto temporal hacia adelante, con Michael subido a un tren, acompañado por su gorila

Encuentro de Michael Corleone y Hyman Roth

Michael arriba a la luminosa Miami bajo una música de suspense. Y se dirige a la casa de Hyman Roth, que lo recibe con poco entusiasmo, más pendiente del fútbol en la televisión que de charlar con Michael, el cual desea averiguar quien ha intentado asesinarlo en su propia mansión.

"La salud es lo más importante de todo, más que el dinero, más que el éxito, más que el poder", le dice Roth (me entusiasma la interpretación de Lee Strasberg) a Michael. El poder lo es todo en El Padrino II.  

La escena de conversación entre Michael y Roth está filmada en planos/contraplanos en claroscuro. A continuación, en la siguiente secuencia Michael visita a Frankie Pentangeli en la que fuera en tiempos la casa de su padre Vito, porque desea saber quién de los dos lo ha traicionado. Michael se pone hecho un basilisco. "Quiero vengarme y tú me ayudarás", le dice Michael a Pentangeli. "Fue Hyman Roth quien intentó matarme", prosigue diciéndole Michael. 

Fredo Corleone recibe una llamada de teléfono a media noche del tal Johnny Ola, la mano derecha de Hyman Roth. Una escena de pesadilla con música de suspense. "Ya me habéis liado bastante... Me engañasteis una vez", le contesta Fredo a Ola. 

¿Será Fredo el traidor de la familia Corleone? 


En la siguiente secuencia se intuye que algo extraño ocurrirá porque Pentangeli acude a una cita en un bar y su interlocutor le da un billete de cien dólares en la puerta de este bar, cuyo interior está filmado en el característico estilo tenebrista. "Michael Corleone te saluda", le dice un tipo a Pentangeli, el cual pone todo su empeño en asfixiarlo. La secuencia finaliza con un tiroteo entre bandas rivales, y con la policía.

Al senador, a quien vimos al inicio de la película -el cual llega incluso a insultar a la familia Corleone-, le tiende una trampa el abogado de la familia Corleone (Tom Hagen), haciéndole creer que ha matado a una prostituta en estado ebrio en un prostíbulo que regenta Fredo. Una escena dantesca. El senador está asustado. "No tiene familia. Como si no hubiera existido... Lo único que cuenta es nuestra amistad", le dice Hagen al senador. 

A continuación, nos trasladamos a la finca de los Corleone, donde Tom Hagen, que ha recuperado el gran poder en ausencia de Michael, le impide a la mujer de Michael (Kay, Diane Keaton, otrora actriz fetiche de Woody Allen) salir de la finca porque peligra su vida. "Prisionera en mi propia casa", dice la maravillosa Keaton. 

De la casa de los Corleone saltamos a Cuba a ritmo de Habanera tú: En Cuba, la isla hermosa/ del ardiente sol,/ bajo su cielo azul,/ adorable trigueña,/ de todas las flores/ la reina eres tú... Michael viaja en automóvil a esta isla, en compañía de su guardaespaldas, para reunirse con Batista y grandes empresarios americanos, mafiosos, claro. Por cierto, en mi visita a la Escuela de cine y televisión de San Antonio de los Baños (EICTV), a las afueras de La Habana, me contaron que Coppola impartía clases magistrales en esa escuela. Su firma aparece estampada en alguna pared. 

En vez de filmarse en Cuba, El padrino II se rodó en la República Dominicana -una gran labor de la dirección artística-, logrando que pareciera la Cuba prerrevolucionaria de finales de los cincuenta. 

En la reunión de los magnates atrae la atención cómo se miran desafiantes Michael y Roth. Y posteriormente vemos cómo Michael es testigo, desde el auto en el que viaja, de la inmolación de un revolucionario cubano al grito de viva Fidel Castro. No parece impactado por la violencia. Y de ahí se pasa a otra escena luminosa en la terraza de un hotel con la tarta de cumpleaños de Roth. Michael, en el transcurso de esta celebración, cuenta lo que presenció acerca de un rebelde revolucionario, que se mató antes de que lo cogieran vivo, y hace la siguiente reflexión:  "Los soldados cobran por luchar, los rebeldes, no", dice Michael. A lo que Roth, todo oídos, responde: "conclusión". "Los rebeldes pueden vencer", añade Michael. Roth le reclama a Michael dos millones de dólares. 

Michael se reencuentra con su hermano Fredo en la isla cubana. Fredo (el hermano traidor interpretado por el fenómeno John Cazale) se ha encargado de traer los dos millones de dólares a la isla. Michael, aun no sabe que Fredo es el traidor de la familia, pero no tardará en descubrirlo.  Se sientan en la terraza de un bar para tomar un vaso de soda (Michael) y un banana daiquiri (Fredo) y compartir intimidades. La secuencia del diálogo entre ambos está filmada en plano/contraplano. Fredo le cuenta que lo odiaba y Michael le desvela sus planes: asesinar a Roth. "Roth no verá el nuevo año", le dice Michael a su hermano Fredo. 

A continuación asistimos a una secuencia de alto voltaje, también filmada en planos/contraplanos, en la que vemos a Roth y Michael hablando con la mirada. La tensión se dispara. "Voy a echar un sueñecito, cuando despierte, si el dinero está en la mesa, sabré que tengo un socio, si no, sabré que no lo tengo", le dice retador Roth a Michael.

Michael y Fredo celebran el nuevo año con una fiesta que incluye un espectáculo de baile sensual. Fredo baja la guardia y acaba revelando su amistad con Ola. La mirada de Michael lo dice todo al descubrir que su hermano Fredo lo ha traicionado. Johnny Ola será asesinado inmediatamente por el matón guardaespaldas de Michael, cuando Ola acude al balcón alertado por algo extraño. Este mismo matón, que da miedo, será el encargado de asesinar a Roth, el cual está postrado en la cama de un hospital en Cuba, como lo estaba Vito (Marlon Brando) en El padrino. Eintento de asesinato fracasa.  

El beso de la muerte

Es extraordinario el beso de la muerte (il bacio della morte) que le da Michael a Fredo mientras celebran el nuevo año: “sé que fuiste tú Fredo, me rompiste el corazón…me destrozaste el corazón”, le dice con ira. Se monta una revuelta en la calle. "Viva Fidel", grita la muchedumbre. Fredo huye despavorido. No escucha la llamada de su hermano Michael. El desconcierto es total.   

Michael regresa a casa. Conversación privada entre Michael y Tom Hagen acerca de Fredo. Filmada en planos/contraplanos. "Está asustado... Roth lo engañó", le dice Michael a Tom Hagen, el cual le cuenta que Kay tuvo un aborto y perdió a un bebé. 

"¿Era un varón?", pregunta Michael desaforado, salido de sí mismo. "Es que no lo sé", responde el dubitativo Hagen -siempre le toca a él dar terribles noticias, como lo hiciera con la muerte de Santino-, mientras vemos a Michael fumando pensativo. Esta secuencia se encadena con la siguiente, donde vemos a Vito Corleone (De Niro) observando expectante, triste, a su bebé Fredo, aquejado de neumonía, el cual es tratado con un remedio casero. Se produce un flashback, aunque presente y el pasado parecieran tocarse a través del sufrimiento que sienten los padres por sus hijos. 

Don Fanucci, un personaje espantoso

Reaparece en escena don Fanucci, que se sube al auto que conduce Vito por el barrio italiano de Nueva York. Fanucci intenta por todos los medios amedrentarlo, reclamarle dinero, pero no lo consigue. Vito se muestra sereno, con gran manejo de la situación. Me fascina esta breve secuencia, al igual que la siguiente, donde vemos a Vito reunido con sus dos amigos mientras estos comen pasta. Vito se muestra seguro de sí mismo, dispuesto a hablar con Fanucci para que los deje en paz. Después de una charla con ellos, Vito logra convencerlos de que él se ocupará de todo.  Los amigos le dicen a Vito que no podrá ir contra la Mano Negra, pero él los convence con sus dotes verbales. Piensa pagarle a Fanucci, pero una cantidad razonable de dinero. "Yo le haré entrar en razón... Dejadme hablar con él... Encima os hago un favor", les dice Vito a sus colegas. "Le haré una oferta que no podrá rechazar", le asegura Vito a su amigo Clemenza. 

Don Fanucci espera, en una oscura cafetería del barrio, a Vito para que le entregue su tajada. La conversación entre ambos -filmada en plano/contraplano, no tiene desperdicio. "No he tenido trabajo. Deme un poco más de tiempo". "Tienes cojones... Cómo no había oído hablar antes de ti... Tienes muchas agallas... Te encontraré un trabajo bien pagado", le dice Fanucci a Vito, mientras el mafioso sorbe el café como un bruto, que lo es. Fanucci se despide de Vito tocándole el rostro. Acaba de sentenciar su muerte. A Vito parece no haberle gustado nada ese gesto paternalista del mafioso, que se pasea de un modo harto chulesco por el barrio en fiesta. Lo que sigue es realmente antológico. Creo que es una de las secuencias que más me gustan. La procesión, lo digo de un modo literal, continúa. Y Vito, como un aguilucho, sobrevuela la ciudad. Es un decir. Desde los tejados y chimeneas humeantes otea a su presa, que viste traje blanco y sombrero de igual color, entre la muchedumbre. Una secuencia filmada mediante travellings. Fanucci se muestra devoto religioso. A la subida de escaleras por parte de Fanucci se contrapone la bajada de las mismas por parte de Vito, así como su acción de aflojar la bombilla del rellano. A esto se añade el plano del Cristo lleno de dólares. Los planos de la celebración eucarística se alternan con los planos de Fanucci subiendo. Una subida que parece interminable. la imagen de Vito, con su pistola envuelta en una toalla, causa pavor. La bombilla, parpadeante ante el toqueteo de Fanucci, parece anunciar el final. Don Fanucci incluso le sonríe a Vito cuando lo ve. Pero Vito no duda en dispararle a bocajarro, en el pecho y luego en la cara. Incluso, cuando ya está abatido, le introduce la pistola en la boca y aprieta el gatillo una tercera vez. Luego le coge la cartera y empuja su cuerpo de una patada. Este asesinato ocurre mientras asistimos a la fiesta del exterior (una constante de montaje en esta película, porque también vemos la toalla incendiada en paralelo con los petardos de la fiesta). El montaje en paralelo con la liturgia es algo habitual porque Coppola nos cuenta dos historias, cada una con un protagonista distinto, separadas por más de medio siglo. 

Coppola nos traslada desde una época a otra, con suaves transiciones a través de encadenados y fundidos poéticos, confiando en la perspicacia de los espectadores. Hacia el final de la película tenemos la sensación de que ambos tiempos, pasado y presente, coexisten. 

La secuencia del asesinato de don Fanucci concluye con Vito deshaciéndose del arma, cuyos trozos va introduciendo en las chimeneas de las casas.  Y luego camina entre los devotos de la fiesta religiosa (motivo en esta trilogía para cometer un asesinato), ajeno a la fiesta, preocupado sólo por su familia, que lo espera en las escaleras de su edificio. "Michael, tu padre te quiere mucho", le dice Vito a su hijo, al que vemos en su regazo. Suena la música-añoranza de Nino Rota. Funde a negro. 

Se abre el plano con un auto desplazándose sobre la nieve. Y vemos a Michael circunspecto. Se produce otro salto temporal. Michael ha regresado a casa después de lo acontecido en Cuba. Se nota la frialdad, también del hogar, con una mujer, Kay, ausente, que está tejiendo. 

Hyman Roth, que logró sobrevivir al intento de asesinato por parte del matón de Michael, somete a Michael a una comisión de investigación del senado. Vemos a Michael caminando sobre la nieve abatido.  

En la siguiente secuencia Michael mantiene un bello diálogo con su madre acerca de su mujer Kay. Se nota que está preocupado por perder a su mujer, a su familia. Esta breve secuencia se encadena -con salto temporal- a otra en la que vemos a Vito comprando naranjas en el barrio, aunque el tendero se las obsequia, signo evidente de que Vito ya es todo un capo. Una vecina, que tiene que abandonar la casa alquilada donde vive porque el dueño no quiere que viva con el perro, le pide el favor a Vito para que el dueño no la eche. "¿Cómo se llama el dueño?", le pregunta Vito a la señora. "Señor Roberto", responde ella.  

Escena cómica, propia de Chaplin o Fellini

Vito intenta convencer al señor Roberto de que deje a la vecina en su casa con el perro. Pero este se niega diciéndole que ya tiene alquilada su casa a otra persona. A través de un travelling seguimos la conversación de los dos personajes, Vito y el señor Roberto, el cual se siente ofendido aunque Vito le ofrece bastante dinero. El dinero lo puede todo, es el significante que fulmina cualquier significado. A partir de ese momento, el señor Roberto -ya se ha enterado de quién es Vito-, se muestra sumiso con el nuevo capo del barrio. Resulta una escena cómica, digna de una película de Chaplin, o bien de Fellini. "Puede quedarse la señora y el perro en su casa", le dice el señor Roberto a Vito. Incluso le baja el alquiler. El señor Roberto, con los nervios a flor de piel, es incapaz de salir del despacho de Vito. 

Nuevo salto temporal. Michael está sentado en el banco de acusados. Su mujer Kay está detrás de él. También lo acompaña su abogado Hagen. La comisión del senado lo interroga. El senador defiende a los italoamericanos. Le debe una a Michael, que niega cualquier acusación, al tiempo que reta a la comisión a presentar testigos o evidencias, después de leer una carta en la que miente como un bellaco. "No he querido acogerme a la quinta enmienda", dice él. 

"Pentangeli vive", le aclara el abogado Hagen a Michael. Pentangeli parece dispuesto a testificar contra Michael, con lo cual estaría perdido. 

Michael está dispuesto a hablar con Fredo con el fin de que pueda echarle un cable. Fredo se disculpa ante Michael, diciendo que no sabía que le habían tendido una emboscada. Esta secuencia, con el muelle nevado al fondo, es formidable, con un Fredo explosivo. El diálogo entre ellos es magistral. Michael reniega de Fredo, al que no quiere ver nunca más. 


La declaración de Pentangeli ante el jurado resulta sorprendente. Se produce un giro inesperado, que nadie se espera, con lo cual Michael sale airoso. Y el hermano de Pentangeli, para fortuna de Michael, tampoco declara nada. 

Kay también sorprende a Michael diciéndole que se va con los niños de la casa. "No pienso volver a Nevada... Eres demasiado listo para dejarte vencer por nadie", le dice a su marido. "¿Cuál es la verdad de la historia de Pentangeli?", pregunta Kay a Michael. 

Escena de un matrimonio roto

Comienzan una discusión verbal. A Michael se le salen los ojos de las órbitas. Kay está atacada, herida. No soporta más absurdo, más crímenes. "No siento ningún amor por ti", le dice. A lo que Michael parece hacer oídos sordos: "Esperabas de mí que te dejaría ir en paz... Con el tiempo cambiarás de idea... Sé que me culpas de la pérdida del niño... Cambiaré... Tendremos otro hijo".  

"Michael, sigues ciego, fue un aborto provocado... igual que nuestro matrimonio... No quería otro hijo tuyo... ahora se ha terminado", cuando le dice esto, Michael monta en cólera y la agrade físicamente. Un momento escalofriante.  

Vuelta al pasado (Sicilia)

Se produce un corte al pasado. Vito (De Niro, Óscar al mejor actor de reparto) visita Sicilia para vengarse del viejo don Ciccio, para vengar el asesinato de su madre. "¿Cómo te llamas?", le pregunta don Ciccio a Vito. "Vito Corleone", le responde. Entonces, se sonríe el viejo matarife. Es un momento potente cuando Vito le raja la barriga de abajo a arriba a don Ciccio. 

Nuevo salto temporal. Vemos muerta a la madre de los Corleone, la mujer de Vito. Fredo la está llorando. Connie se acerca a Fredo y lo abraza. Fredo habla con Tom Hagen y éste le dice que su hermano Michael no quiere verlo. Pero Connie intercede por ellos. Michael se muestra frío y rencoroso. Le pide que perdone a Fredo. Entonces, Michael se acerca a Fredo. Resulta conmovedor cuando Fredo abraza desesperado a Michael, creyendo ingenuamente que su hermano Michael lo ha perdonado. Pero la mirada asesina de Michael lo delata. No siente empatía por nadie. Incluso pone en ridículo a su abogado Hagen en la siguiente escena. "Nada es imposible... Se puede matar a cualquiera", le dice. "No siento la necesidad de eliminar a todos... A mis enemigos sí, solo a ellos... Si te sientes con fuerzas para ayudarme, dímelo, de lo contrario, coge a tu mujer, a tu familia, a tu amante y establécete en Las Vegas", agrega con mala baba Michael. "¿Por qué me ofendes, Michael, he sido siempre leal contigo?", le responde Hagen. 

En la siguiente escena vemos en una barca en el lago a Fredo con Anthony, el hijo de Michael, a punto de ir a pescar. Se porta como un padre con su hijo. Esta breve escena se corta de un modo abrupto. Y nos vamos a la conversación que mantienen Tom Hagen y Pentangeli en la base militar, donde permanece Pentangeli. Filmada en un solo plano secuencia, también empleando un travelling de seguimiento. "La familia Corleone era como el Imperio romano", le dice Pentangeli. "Sí, lo fue...", aclara Hagen. 


Aparece Connie en la siguiente escena para anunciarle a Kay que tiene que marcharse de la casa de Michael. Vemos a Kay con sus hijos.  Se demora en despedirse y llega Michael, que la echa de la casa sin mediar ni una palabra con ella. La mirada de Michael está encendida de ira. Le da un portazo en las narices. Sobrecogedor. 

Se retoma en cierto sentido la secuencia de Fredo con Anthony, pues desea llevárselo a pescar al lago, que se halla al lado de la propiedad de Corleone, pero Connie lo llama porque le dice a Fredo que el niño tiene que viajar con su papá a Reno. Fredo esta sentenciado. La música de Nino Rota nos anuncia la muerte de Fredo. Es una secuencia con un gran poder narrativo y simbólico. Vemos un plano medio de Fredo a contraluz. Y luego un plano fijo de Michael mirando por la ventana. 

El viejo Roth le dice a los medios que le hubiera gustado vivir sus últimos días en Israel como judío, también como un inversionista retirado que vive de su pensión. Pero le han denegado la entrada en ese país. Y mientras concede la entrevista a los medios, alguien le dispara a bocajarro. También aparece asesinado en su bañera el lenguaraz Pentangeli, lo mismo que le ocurre a Fredo con un disparo -que escuchamos fuera de campo-, mientras está rezando una oración en una barca en medio del lago. 

Otro salto temporal. Con los hermanos de la familia Corleone reunidos, celebrando el cumpleaños del padre, al que no vemos. Asistimos asimismo a un enfrentamiento entre Santino y Michael. 

 Michael se queda solo, fumando, pensativo, mientras los demás le cantan el cumpleaños al padre -en fuera de campo- porque sólo los escuchamos. 

Se produce otro salto temporal que nos devuelve un primerísimo plano de Michael en la actualidad, reflexivo, solo. Comienzo y final se tocan, son similares. Con una estructura circular. 

Suena la música de Rota con la fuerza de la nostalgia mientras se suceden los títulos de crédito finales. 


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