Dedicado al Día de la poesía, que deberían ser todos los días. Y todas las noches.
La poesía como algo auténtico, esencial, una forma de estar y ser en el mundo, en este mundo subyugado a lo material grosero en detrimento de lo espiritual. Por desgracia, todo lo manda y lo puede el dinero, que es mierda, o sea, el significante que pudre cualquier significado.
Otro gallo nos cantaría si nos convirtiéramos en seres más espirituales, más poéticos, más trascendentales, a la vez que más solidarios, humanitarios... Más fraternos con los demás congéneres.
La poesía como algo que nos sacude las entrañas y nos ayuda a reflexionar acerca de la realidad o irrealidad en la que estamos sumergidos. Una realidad que, por momentos, se nos atraganta con sus buenas dosis de enfermedad y muerte. La poesía como una belleza sensorial que nos emociona profundamente, que nos conmueve hasta hacernos saltar las lágrimas de vida, la vida en estado puro, la pureza de los sentimientos.
Conviene saber que la poesía no sólo está en los poemas, poesía puedes ser tú mismo, tú misma, la poesía ni siquiera les pertenece a los/las poetas, sino que florece en la vida en estado puro, en la naturaleza, en una mirada cariñosa, en un aroma inspirador, en la caricia de alguien querido, en una voz que taladra con su ritmo, en el sabor picante del pulpo aderezado con aceite de oliva extra virgen y pimentón, en un amanecer, ay, el amanecer como milagro, también en una puesta de sol a orillas del Atlántico o en los campos de nuestra ancha Castilla, nuestro montañoso León, nuestro romántico y fabulador espacio del Bierzo.
La poesía como ritmo, esa música que nos hace vibrar, que nos conmueve, haciendo que se nos ericen por ende los huesitos de la alegría.
La poesía será ritmo o no será nada.
La poesía será belleza o no será.
La poesía será música o se quedará en palabrería, incluso inservible.
La poesía como lenguaje universal que nos ayuda a comunicarnos, incluso a religarnos con la especie humano-animal.
La poesía como antídoto contra la barbarie en este mundo podrido hasta la médula.
¿Os habéis dado cuenta de que la Tierra comienza a convertirse en un basurero? Al menos en algunas partes del mundo.
Creo que deberíamos ser conscientes de que en casi todo el orbe, en todo, los humanos vivimos bajo el yugo de la ignorancia y el miedo, esclavizados a la pobreza, embadurnados por la hambruna y el sufrimiento.
Creo que deberíamos ser conscientes de que en casi todo el orbe, en todo, los humanos vivimos bajo el yugo de la ignorancia y el miedo, esclavizados a la pobreza, embadurnados por la hambruna y el sufrimiento.
¿Por qué consentimos los seres humanos estas aberraciones, por qué somos nosotros mismos aberrantes?
Ojalá pudiéramos salvar el mundo a través de la poesía, de la luminosidad, que también tenemos, del arte en general, de la belleza. Ojalá la poesía fuera un genuino bálsamo.
Incluso después de los holocaustos y las guerras, de las catástrofes, podemos hacer hacer poesía. Y que la poesía siga brotando de la realidad en que vivimos. De la naturaleza que nos permite seguir viviendo.
Eso espero y deseo.
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