Cine y teatro para el Programa de la Experiencia de Ponferrada
Se proyectarán cuatro películas del martes 10 al viernes 13 de
diciembre en el Salón de Actos de la sexta planta del edificio central
del Campus
https://www.lanuevacronica.com/el-bierzo/cine-teatro-programa-experiencia-ponferrada_166891_102.html
Luces de Bohemia, del genial Valle-Inclán, es una obra por la que siento devoción, tanto que incluso llegué a adaptarla en clave contemporánea con el grupo de teatro de la Universidad de la Experiencia de Ponferrada.
https://cuenya.blogspot.com/2017/06/luces-de-bohemia-en-ponferrada.html
Se trata de una obra esperpéntica (una deformación grotesca de la realidad) que fue publicada por entregas en 1920 en la revista España. A continuación se amplió y se editó como libro en ese mismo año. Una obra con muchos personajes que entraña cierta dificultad para ponerla en escena. Pero que se me antoja extraordinaria por cómo refleja esa España en la que nos sentimos identificados, incluso en la actualidad, con lo cual ha resistido de un modo magnífico el paso del tiempo, con una gran vigencia.
En España se estrenó como representación teatral en 1970, con la dirección de Tamayo e intérpretes de la talla de Rodero, Agustín González o María Luisa Ponte. Y en 1981 con Carlos Álvarez-Nóvoa en el papel de Max Estrella. https://cuenya.blogspot.com/2011/03/carlos-alvarez-novoa.html
En 1984 se repuso bajo la dirección de Lluís Pascual. Y en 2002 Helena Pimenta hizo un montaje con Ramón Barea como Max Estrella.
Conformada por quince escenas, Luces de bohemia nos muestra el peregrinaje nocturno de Max Estrella, el poeta ciego, de la mano de Don Latino, su lazarillo, por ese Madrid absurdo, brillante y hambriento de la restauración borbónica (periodo histórico desde finales de 1874 hasta 14 de abril de 1931, con la proclamación de la Segunda República).
Por esta innovadora obra desfila una galería de personajes variopintos, grotescos, desde políticos hasta periodistas, pasando por prostitutas, borrachos, sepultureros, entre otros, incluso personajes ficticios como el marqués de Bradomín (alter ego de Valle).
Sorprenden las reflexiones humorísticas y las cinematográficas acotaciones (que nos dicen cómo es la estética expresionista del esperpento) contenidas en la obra sobre la condición humana.
El estreno de Luces de bohemia fue un gran éxito. Y a partir de ese momento han sido numerosas las representaciones que se han hecho de la misma, incluso fue adaptada al cine en 1985 con guion de Mario Camus (maestro en la adaptación de textos literarios al cine, director de películas tan singulares como Los santos inocentes, La colmena o La casa de Bernarda Alba, que veremos en el campus de Ponferrada el jueves 12) y bajo la dirección de Miguel Ángel Díez, que realizó, en mi opinión, una estupenda adaptación fílmica (aunque algunos críticos piensen otra cosa), que es la obra que veremos hoy martes 10 de diciembre en el campus de Ponferrada. En esta película intervienen actores de la talla de Agustín González (Don Latino), Fernán-Gómez (ministro y amigo de Max), Paco Rabal (Max Estrella), Paula Molina, Miguel Rellán, Ángel de Andrés, o Imanol Arias (el preso).
Miguel Ángel Díez, que fue alumno de la Escuela Oficial de Cine, llevaba años intentando dirigir esta película porque sentía gran atracción por esta obra de Valle. Y al final logró su sueño, procurando trasladar esta obra al cine con el máximo rigor, con la colaboración de Mario Camus, "el mejor adaptador cinematográfico de España... y unos actores magníficos", según su director, que introdujo elementos escenográficos con el fin de que no se olvidara la raíz teatral de la obra original. El propio director de la película reconoció en su momento que se había adentrado en una aventura que sabía de antemano que sería muy difícil, aunque quedó satisfecho con el trabajo realizado.
"El texto de Valle es tan intenso que a mí como director de cine me costaba verdadero esfuerzo encontrar la oportunidad de alejarme de los actores para hacer un plano general y mostrar el entorno que los rodea, porque el texto es ya una imagen continua... Espero haber sido fiel a Valle-Inclán", manifestó Miguel Ángel Díez.
Sea como fuere, cuando se filma una película basada en una obra maestra como la de Valle supone un riesgo, porque a menudo surgen las comparaciones entre una y otra, habida cuenta de que son lenguajes diferentes aunque complementarios. Creo que la película consigue una buena ambientación de un Madrid terrible y excelentes interpretaciones. La escenografía y el vestuario corresponden al gran Félix Murcia, que impartió clases en la ex Escuela de cine de Ponferrada. Es el director artístico de películas como El perro del hortelano, de Miró, Días contados, de Uribe, Mujeres al borde de un ataque de nervios, de Almodóvar, o El bosque animado, de Cuerda, entre otras muchas.
La película cuenta asimismo con la música del compositor Alberto Iglesias, que es en la actualidad, desde hace años, uno de los mejores de la cinematografía española, incluso internacional (Malkovich, Ridley Scott, Meirelles...), el cual ha puesto banda sonora a películas de Julio Medem, Icíar Bollaín, Bigas Luna, Isabel Coixet o Almodóvar (Hable con ella, Julieta, Dolor y gloria, Madres paralelas...).
La película Luces de bohemia recrea los espacios imaginados por Valle-Inclán en su obra de un modo, a mi juicio, extraordinario, desde la casa de Max Estrella, la cueva de Zaratustra, la Taberna de Pica Lagartos hasta el Café Colón con sus “mesas de mármol”. Y la caracterización de los personajes también se me antoja sobresaliente, desde Max Estrella (excelente Rabal, como siempre) y don Latino de Hispalis, “vejete asmático con anteojos”, hasta el preso catalán (Imanol Arias) que transmite con sus palabras y gestos la amargura y el coraje que Valle-Inclán quiso encarnar en él.
En cuanto a los diálogos, son fieles al texto original de Valle-Inclán, preservando la enorme riqueza léxica y expresiva que caracteriza el lenguaje del dramaturgo gallego, que combina de un modo magistral los registros cultos y vulgares, además de lo trágico y lo grotesco.
Con respecto a la obra de Valle, en la adaptación fílmica el director introduce algunos cambios reseñables tanto en la estructura dramática como en el contenido, de modo que la película comienza con las tres últimas escenas de la obra teatral.
La película comienza con la escena del velatorio de Max Estrella, con lo cual ya asistimos al final trágico del protagonista -como una crónica de una muerte anunciada-, para luego pasar, por medio de un joven poeta (interpretado por Mario Pardo) que podría identificarse con Valle-Inclán, al recuerdo del último día en la vida de Max Estrella.
El hecho de que se altere el orden de las escenas originales de la obra de teatro obliga al director a inventar ese personaje para reconstruir las horas previas a la muerte del poeta bohemio Max Estrella. Y de este modo incorpora diversas secuencias para poder darle coherencia narrativa/dramática.
En la película se introducen fragmentos de la obra de Alejandro Sawa, escritor que inspiró a Valle-Inclán para crear al protagonista de Luces de Bohemia. Otra novedad de la película es la muerte del preso catalán, que provoca en el espectador un gran impacto emocional. En la obra de Valle se menciona el asesinato del preso a través de uno de los personajes, mientras que en la película podemos visualizar el dolor y la rabia del mismo antes de su fusilamiento.
Valle-Inclán, que era un adelantado a su época, escribió Luces de bohemia no sólo como un ejercicio teatral sino cinematográfico gracias no sólo a constantes cambios de espacio sino al gran número de personajes y las extraordinarias acotaciones escénicas.
Luces de bohemia de Valle, que tiene mucha influencia de la picaresca española, con Lazarillo incluido, como es Don Latino, me parece una obra esencial, también para entender nuestra España actual. Dice Luis Racionero que "la picaresca española reflejada en un espejo cóncavo del universo newtoniano -el mundo clásico era plano- da el esperpento... ¿En qué ha venido a dar la picaresca española?: el Banco de España, la Guardia Civil, el Boletín Oficial del Estado, incluso ¡la Cruz Roja!... Andalucía, Madrid (Bárcenas) y los pilares de Catalunya. Encarcelamientos espectaculares, las declaraciones, las escuchas, los fondos de reptiles, que también cobraba Max Estrella, pero por poeta famélico, son la realidad deformada de un país que antes sólo era pícaro y ahora está pasando de sainete grotesco a tragedia esperpéntica".
La película Luces de bohemia es un modo magnífico de adentrarnos en el universo esperpéntico del gran escritor gallego.
Ruta por Madrid
Existe una ruta en Madrid dedicada a Luces de bohemia.
Un recorrido que sigue los pasos de Max Estrella por este esperpento, que nos muestra una deformación de la realidad social y política de la España de principios del siglo XX. Un paseo por un Madrid absurdo, brillante y hambriento, en el que se encuentra con personajes y situaciones grotescas.
En ese deambular por la capital de España aparece Casa Ciriaco y la buñolería modernista (la chocolatería de San Ginés), además del calabozo, edificio de la Presidencia de la Comunidad de Madrid, célebre por su reloj y el sonido de sus campanadas de fin de año. Asimismo, Max Estrella entra la Taberna de Pica Lagartos, en la calle Montera, y se pasea por el callejón del Gato, quizá la calle más estrecha de la capital, donde se hallan los espejos cóncavo y convexo que inspiraron a Valle-Inclán su esperpento. "El esperpento lo ha inventado Goya. Los héroes clásicos han ido a pasearse por el callejón del Gato... Los héroes clásicos reflejados en los espejos cóncavos dan el esperpento. El sentido trágico de la vida española sólo puede darse con una estética sistemática deformada. España es una deformación grotesca de la civilización europea".
En esta ruta -la última parada-, está también el Círculo de Bellas Artes, en la calle Alcalá, sede de la institución cultural homónima que ideó y organizó la ruta de Max Estrella por primera vez.
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