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jueves, 3 de febrero de 2022

La fragua literaria leonesa: Tònia Passola

 

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Tònia Passola: “Gamoneda es el más longevo y reconocido patriarca de las actuales letras leonesas”

Licenciada en Historia de Arte y Catedrática de Lengua y Literatura Tònia Passola, autora de 'Cel rebel' y 'Sensualitat del silenci', tiene previsto publicar dos libros, uno en catalán-francés y otro en catalán-español, aparte de algún libro más. 


La catedrática de lengua y literatura y poeta Tònia Passola
La catedrática de lengua y literatura y poeta Tònia Passola.
Manuel Cuenya | 03/02/2022 - 10:42h.

Conocí a la catedrática de lengua y literatura y poeta Tònia Passola en el Encuentro Literario que hicimos en Noceda del Bierzo en agosto de 2013. En ese encuentro también estuvo presente el poeta y artista Gustavo Vega, su compañero, a quien he tenido el gusto de entrevistar para esta misma sección de la Fragua literaria leonesa.

Si bien Tònia nació en Barcelona, se siente asimismo leonesa, porque León es, en su opinión, su segunda ciudad. Y desde sus veintiún años ha formado parte de su vida, "también en ella he ido creciendo hasta el día de hoy", señala. "León me ofreció no solamente a mi nueva familia, la de mi pareja, Gustavo Vega Mansilla, sino que me descubrió un mundo que para mí era extranjero y como todo lo foráneo, atractivo y enriquecedor: "¿No ves / Que no soy de tu país, /Amor?", para decirlo con este verso del primer poema de 'El silencio', libro de Agustín Delgado", agrega Tònia, que se muestra fascinada con las canciones leonesas y sus costumbres ancestrales así como con su espíritu gozoso y anárquico.

"Desde aquel 1973 que la pisé por primera vez ha cambiado, como todas las ciudades del estado español. Rincones con sabor a cecina y vino añejo, algunos que ya no llegué a conocer como las casas con soportales del barrio de Santa Ana. Cuando Gustavo Vega me llevó hasta allí la decepción inundó su rostro ante la presencia de su recién estrenada destrucción. También recuerdo subir las escaleras déco de los almacenes Pallarés, hoy Museo de León, para  comprar alguna herramienta en sus estantes de ferretería. E ir a la casa de los Botines donde, por cierto, el dentista Llamazares me extrajo inesperadamente una de mis muelas. Y no hablo de la riqueza arquitectónica que siempre recibe con su sonrisa llena de memoria. Acercarnos hasta la catedral, después de un día de trabajo, ya sea verano o invierno, forma parte ya de mi cotidianidad leonesa", rememora con cariño la creadora de libros como 'Cel rebel' y 'Sensualitat del silenci', que vieron la luz gracias a los premios que recibiera.

"Quizás sin ellos todavía mis libros no existirían. O quizás sí. No me gusta dar consejos, y me lo digo a mi misma: nunca te fíes de los premios. Alegría al recibirlos, mucha. Pero la poesía continua respirando siempre sin ellos. Comparto plenamente lo que decía Virginia Woolf: 'No hay necesidad de apresurarse, no hay necesidad de brillar. No hay necesidad de ser nadie más que uno mismo'", expresa Tònia Passola, contenta de que algunos de sus poemas hayan sido traducidos a diversas lenguas como el griego, macedonio, albanés, árabe, chino, entre otras, traducciones que han surgido, según ella, de los encuentros y festivales, de las amistades nacidas en estos momentos maravillosos en los que hay ganas de conocerse e intercambiar poesía.

Recuerda que, pocos años después de su llegada a León, las revistas 'Cuadernos leoneses de poesía' (1977-1979 y 1981) y 'Alcance' (1978) eran las que llevan la antorcha poética.

"'Alcance', dirigida por Gaspar Moisés Gómez, que con mirada azul nunca se cansaba de regalar su poética amistad, es en donde -en el número dos del verano de 1978- se incluyó mi  poema -de forma bilingüe- 'A sorbos las amapolas, los sonidos, los cuerpos', siendo la primera vez que un poema mío veía la luz en una revista. De esto ya hace años. De mi generación, Julio Llamazares (1955) con su poesía me invita a los lares de su niñez: "Nuestro abandono es grande como la existencia,/ profundo como el sabor de las frutas machacadas", dice en 'La lentitud de los bueyes'. Poeta con sabor rural, a tierra patria, con versos como estos de 'Memoria de la nieve': "La noche nos golpea y caminamos hacia el país de las / leyendas olvidadas y los árboles de hielo" o "Nieva impecablemente sobre los páramos de mi memoria". Añadiría todos sus versos porque, con su nevada calidez, Llamazares me transporta a los paisajes leoneses arropados con la niebla de la nostalgia", afirma Tònia Passola, que destaca 'Luna de lobos' y 'La Fuente de la Edad' de Luis Mateo Díaz como dos novelas homenaje tejidas con las sinestesias de los paisajes que los vieron nacer y crecer.

Tònia reivindica asimismo la figura y la obra de Gamoneda, "el más longevo y reconocido patriarca de las actuales letras leonesas. Con él, 'arden los significados' porque, como en este verso suyo, entre el caudal de imágenes poéticas, siendo apolíneo y dionisíaco, renace siempre con su revolucionaria juventud". Respecto al poeta Juan Carlos Mestre (1957) dice que le atrae por su traspasada cotidianidad, "por su torrencial imaginación impregnada de místico surrealismo: 'Bienaventurado el pájaro cuyo canto despierta el corazón de una madre en las ramas de la tristeza'".

"Desde aquel 1973 que la pisé por primera vez ha cambiado, como todas las ciudades del estado español. Rincones con sabor a cecina y vino añejo, algunos que ya no llegué a conocer como las casas con soportales del barrio de Santa Ana. Cuando Gustavo Vega me llevó hasta allí la decepción inundó su rostro ante la presencia de su recién estrenada destrucción. También recuerdo subir las escaleras déco de los almacenes Pallarés, hoy Museo de León, para  comprar alguna herramienta en sus estantes de ferretería. E ir a la casa de los Botines donde, por cierto, el dentista Llamazares me extrajo inesperadamente una de mis muelas. Y no hablo de la riqueza arquitectónica que siempre recibe con su sonrisa llena de memoria. Acercarnos hasta la catedral, después de un día de trabajo, ya sea verano o invierno, forma parte ya de mi cotidianidad leonesa"

Raigambre literaria leonesa

En este su repaso por la poesía leonesa, menciona a Ángeles Basanta (1964), "que desde el Bembibre de la niñez escribe su libertad con la espiritualidad de crepúsculos y amaneceres y que, con inteligente melancolía, es experta en Poesía de la Inexperiencia... A Eloísa Otero (1962) la descubrí en Barcelona con 'Ellas tienen la palabra' (1997), interesante antología, ya que apareció en un momento donde la voz poética de las mujeres era poco conocida. "He de jugar a crecer chispas hacia dentro" escribe en 'La Fuente dormida' (1982), su primer libro, entrañable por estar impreso con grafía de máquina, la de las máquinas que acompañaron nuestros primeros escritos. Eloísa hace honor a su nombre literario y a este verso, porque silenciosa y secreta, generosa, va al grano, y con su creatividad no para de cuidar y organizar actos poéticos en León. Su importante presencia en 'Tam Tam Press', revista digital leonesa, son una muestra de ello".


(Puedes seguir leyendo esta fragua en este enlace de ileon.com: https://www.ileon.com/cultura/la_fragua_literaria_leonesa/125903/tonia-passola-gamoneda-es-el-mas-longevo-y-reconocido-patriarca-de-las-actuales-letras-leonesas)

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