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sábado, 12 de enero de 2013

El dedito de Aznar (Ansar)

Recupero este texto, escrito hace tiempo. 

 De haber estado en la Vetusta de Clarín, acaso le hubiera/hubiéramos metido su propio dedito por donde más le gustara y le cupiera, excuso decir al charlotín peperoni éste. Si ya no me caía nada bien este farfullador, con pinta de facha reciclado en pos, melena relamida por alguna vaca charolesa y bigotito de zorra que va a las uvas de mi parra -o de la tuya-, ahora ya lo tengo cruzado. 
No es bueno consumir energías en alguien así, sobre todo porque acaba repercutiendo en uno mismo, mas este hombrecito, que un buen día nos metió en cintura y en guerra, algo que hemos pagado a pelo de coneja, no merece ningún respeto, porque él tampoco se lo tuvo ni a lo estudiantes de Oviedo (que por cierto le lanzaron algunos insultines, nomás), ni a los demás españolitos y españolitas, que no comulgan con sus hostias desagradas y agriadas de molino. 
No se mide, el muy muy prepotente/penitente, flagelado por su propia castidad, que la postura -máxime si se trata de una personalidad, porque ni las buenas gallinas ponedoras la pierden-, no debe perderla en ningún momento, aunque veas tu cadáver pasar por delante de ti, como me dijera un amigo, que en tiempos fuera gran político y parlamentario. 
Aznarín o Asnarín o Ansar, no nos chingue con su dedito del corazón, que al final acabará lamiéndoselo y aun relamiéndoselo usted solito, cual perrito dejado de lado por su doña. 
Sé que no es políticamente correcto decir lo que estoy diciendo, pues uno también se está dejando llevar por la visceralidad, pero qué queréis que os diga, estimados lectores y lectoras, no soporto a este energúmeno, que se cree una divinidad, y encima atropella las palabras cual buen zarabeto, ay, los zarabetos. 
Bueno, ahora parece que aprendió a vocalizar un poquito, desde que le da al english en el rancho de Bush junior, y se dedica a impartir charlas acá y acullá, como si fuera una estrella de Hollywood, con la alfombra desteñida de la rojez y la memez, porque no se explica uno cómo alguien así pudo, primero llegar a Presidente de la Junta de Castilla y León, y luego a Presi de un país, el nuestro, que para elegir políticos y gobernantes se luce que es una maravilla. 
Así nos va en el Bierzo, en León, en Castilla y León, en el País entero. A lo mejor es cierto que la culpa no sólo es de nuestros políticos, que elegimos en "trampa democrática" sino del pueblo, de esta sociedad abotargada y puesta del revés, colgada bocabajo, como la piel de esta vaca machorra que tenemos por España, Epaña, coño, joder, qué ya va siendo hora de que nos espabilemos, seamos más serios, y dejémosnos de cachondeítos, corruptelas, amiguismos, etc; y reconozcamos el talento de quien vale de veras, repartamos el trabajo de modo hermanador, seamos productivos, no explotemos a unos y encumbremos a otros como si fueran dioses...Que todos queremos nuestra parcelita, y aun nuestro puntito de gloria. Qué cosasa digo.
Señor Aznar, deje por favor de hacerle deditos al público, que a usted, tan apostólico y romanín pucelano, no le queda nada bien un gesto tan obsceno. Eso déjeselo para los barriobajeros y macarrones de medio pelo, para los obreros, nomás, a los que usted desprecia porque se cree la mamá de todas las pollitas (incluida su doña) y gallos que en este país de hidalgos y fachas hay aún intentando meternos, simpre que pueden, en cintura.

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