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martes, 20 de marzo de 2018

La fragua literaria leonesa: Berta Pichel


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LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Berta Pichel: "La escritura es mi buena y fiel compañera"

Manuel Cuenya | 19/03/2018 - 13:44h.

La narradora y profesora Berta Pichel, autora de 'Cicatrices de charol', está trabajando en su segunda novela. Y con la promoción de su ópera prima, que presentará en el Bierzo en el mes de abril, el 12 (Museo de la Radio de Ponferrada), el 13 (Campus universitario) y el 14 en Villafranca del Bierzo.

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"El pequeño pueblo de Matarrosa semejaba un islote perdido y enclavado en un reducido valle entre montañas. El río Sil contribuía  a agrandar la belleza del paraje al deslizarse con discreción por uno de los costados del pueblo a modo de coraza protectora. El verdor de las montañas de la margen izquierda, ocupadas en la parte baja con huertos, prados y bosques, contrastaba con el subsuelo rico en carbón de la franja derecha, de aspecto negruzco.
En una primera impresión, el paisaje le recordó  a Nía el pueblo de su madre La Portela, rodeado de montañas y franqueado por el río Valcarce, pero era una aldea mucho más verde y sin el oscuro contraste generado por las minas, que allí se adivinaban cercanas...".
(Berta Pichel, 'Me estoy volviendo loco por ti', 'Cicatrices de charol)
Originaria de La Portela, localidad perteneciente al municipio de Vega de Valcarce en la comarca del Bierzo, Berta Pichel acaba de publicar 'Cicatrices de charol', una novela ambientada precisamente en su tierra natal.
Su autora nos lleva de la mano por lugares como Ponferrada (la plaza de la Encina, el Rañadero, la plaza Lazúrtegui, La Obrera, Las Cuadras, el Pajariel...), Villafranca del Bierzo (el barrio de la Cábila, Ledo), Cacabelos, Vega de Espinareda, Matarrosa del Sil, Fabero, Bembibre, La Portela o la propia ciudad de León (el barrio Húmedo, Casa Benito, la plaza del Grano...), entre algunos otros.
Una historia de amor en el contexto de la preguerra y la Guerra Incivil, que va desde septiembre de 1933 hasta octubre de 1939, un tiempo convulso, en el que se desata de un modo brutal el odio, la violencia, el rencor de unos vecinos y hermanos contra otros. "Animo a los leoneses, y a los bercianos en particular, a leer mi novela. Es una posibilidad de sumergirse de manera entretenida en la vida y época de nuestros ancestros".
Estructurada en tres partes, a saber, El despertar, Nuevos rumbos y Laberintos, Cicatrices de charol (Penguin Random House, 2018) nos ayuda a conocer y entender el pasado histórico del Bierzo en la compleja época de los años treinta, "que, incluso, aún nos ha dejado a sus descendientes cicatrices", asegura su creadora, "porque vivir con pasión siempre deja cicatrices", agrega esta narradora berciana, que, con su obra, ha pretendido acercarse a la gente más desfavorecida, a sus penalidades y alegrías a través de personajes como Nía (Herminia, la protagonista) y su amiga Rita "como símbolos del mundo femenino de la época". Y aun otros como Toñito Pereira en el capítulo 'A festa do maio' (en clara referencia al excelente escritor villafranquino) o los amores de Nía: Valeriano, alias el Jilguero, y Miguel. Incluso personajes históricos como el poeta y animador cultural villafranquino Antonio Carvajal Álvarez de Toledo, el director de teatro ponferradino Alberto de Paz y Mateos o Emilio Silva, el abuelo del periodista, escritor y fundador de la Asociación para la Recuperación de la Memoria Histórica, también llamado Emilio Silva.
"En la actualidad podemos aprender, y mucho, de aquella época", nos recuerda Berta Pichel. No en vano, deberíamos aprender a no repetir los errores cometidos en ese período terrible. "Bucear en la dura realidad de aquellos tiempos convulsos (1933-1939) implica una lección de vida".
Aunque su autora afirma (en una entrevista reciente que le hiciera la poeta y narradora Marta Muñiz Rueda) que esta novela no es autobiográfica en absoluto, sí reconoce que se identifica con su protagonista, con Nía, una mujer que aspira a convertirse en actriz, que desea romper con las ataduras de un sistema castrador, de una madre (Avelina) harto conservadora. "También en el convencimiento de que el amor es una de las grandes fuerzas de la vida por el que vale la pena arriesgar", señala.  En todo caso, cabe recordar, una vez más, si nos fiamos de lo que nos cuenta el grandísimo escritor Julio Llamazares, que "toda novela es autobiográfica y toda autobiografía es ficción".
(Puedes continuar leyendo esta fragua en ileon.com:
http://www.ileon.com/cultura/083929/berta-pichel-la-escritura-es-mi-buena-y-fiel-companera)

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