Fuerte de San Martín-Santoña |
Este verano, en concreto en el mes de julio, estuve por la costa cántabra. Ya escribí sobre Santander en este mismo blog. Os remito a la entrada.
Cabe recordar que esta capital fue en los siglos XVIII y XIX el principal puerto de las exportaciones castellanas. Por lo demás, su bahía es muy hermosa. Me dispongo a escribir esto mientras escucho el concierto que diera Jean Michel Jarre en Santo Toribio de Liébana en 2017, que me hubiera encantado escuchar en vivo y en directo. Por fortuna, tuve la ocasión de estar en dos conciertos del genio Jarre, a saber, uno en Suiza (Lausanne) y otro en París, en el campo de Marte, en una época en la que este menda lerenda trabajaba en la factoría Disney: https://bembibredigital.com/mas-noticias/741-jean-michel-jarre
Santoña |
Bahía de Santoña |
Monumento al carnaval-Santoña |
Santoña, con su gastronomía y su colorido, pero también con su bahía y su monumento al Carnaval, me pareció un buen lugar para quedarse a vivir durante una temporada. Pues se trata de un sitio tranquilo y agradable. Le prometí al responsable de El Despacho que haría referencia a su restaurante y la haré, porque se portó muy bien. Y la comida estaba riquísima. El marmitako y la dorada como platos excelentes. Si os pasáis por este sitio, no dejéis de tomaros algo. Todo un personaje resultó ser también el tipo de la Bilbaína, al que parecía entusiasmarle el poteo (ya me salió, ay, el vasco). Si creía que estaba en Cantabria.
Santoña ya está cerca de Castro Urdiales y aún más cercano al País Vasco. En una próxima entrada espero escribir sobre mi viaje en agosto a la costa vasca, con Castro como punto de partida, es un decir.
De momento, continúo paseando por Santoña. Y de un modo inevitable, con mi querencia por el mar, por todo aquello que fluye, me dirijo en busca de un barquito que me haga cruzar hacia la otra orilla, enfrente está la villa marinera de Laredo, que también cuenta con un casco histórico.
Laredo |
Aunque lo que más disfruté (vuelvo al tiempo pasado, que el viaje fue en julio, como había dicho) fue la travesía hasta El Puntal. Y luego la caminata a lo largo de algunos kilómetros por la enorme playa, que me llevó al interior de Laredo para darme un garbeo por la zona vieja y también por el puerto.
Laredo |
Santoña, aparte de sus anchoas y su bonito, cuenta con un fuerte, el de San Martín, que data del siglo XVII. Y es el pueblo natal de Carrero Blanco, al que volaron por los aires.
Como es oriundo de esta tierra, los santoñeses quisieron rendirle culto con un monumento en el paseo marítimo de El Pasaje. Se dice que el monumento de marras tiene la altura a la que se trepó el almirante, o mejor dicho, a la altura a la que le hizo treparse la banda terrorista en 1973.
Me sorprendió toparme con este monumento porque, a decir verdad, no recordaba que el falangista fuera de Santoña.En este viaje no visité ni Suances, ni Comillas ni San Vicente de la Barquera, aunque estas tres poblaciones costeras he podido visitarlas en otras ocasiones.
Laredo |
Comillas atrae no sólo por su costa sino por su cementerio, con su ángel exterminador y también por el edificio de su universidad, el palacio de Sobrellano y El Capricho de Gaudí...
Y, la verdad, me entusiasma San Vicente, con el resplandor de sus marismas y los picos de Europa al fondo. Una estampa ensoñadora.
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