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martes, 15 de mayo de 2018

La fragua literaria leonesa: Pepe Kubrick

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Pepe Kubrick: "Escribo la poesía que a mí personalmente me gusta leer. La que me sacude. La que me provoca”

El poeta, actor, locutor de radio y músico ponferradino Pepe Kubrick (José Rubio Fontal), autor de 'Enfermera de noche y otros asuntos del delirio', que presentará en la ciudad de León el 19 de mayo en la librería Elektra, a las 13:30 horas, está ahora con varios proyectos que le rondan la cabeza pero, de momento, prefiere no adelantarlos. No se vayan a gafar.

Pepe Kubrick
Pepe Kubrick. Foto Manuel Cuenya
Manuel Cuenya | 15/05/2018 - 11:33h.
Ahora que estoy sentado en el vestíbulo
de una estación,
sugiero que mi vida nuevamente vuelva a
zarpar hacia la aventura,
prodigio de esta edad maravillosa
en la que la mayoría de mis amigos han
envejecido y perdido todo rasgo de
bonhomía.
No envidio sus novias,
ni sus trabajos,
ni sus astutas responsabilidades.
Ellos deberían envidiar mis pesares,
mis conflictos,
mis pesadillas,
mis deudas con Dionisos.
Así se escribe la vida,
con cicatrices feroces marcadas por el
Johnnie Walker,
con llantos imposibles de amores más
imposibles,
con el veneno cruel que recibimos al nacer,
y ser inquieto como una hiena,
esa es la única salvación en un mundo de
estatuas afligidas,
y asesinar,
asesinar el tiempo como quien asesina un
niño en una guerra,
revolcarse en el fango,
olvidarse de las madrugadas azules,
trabajar sin compasión el difícil arte de la
estética,
limpiar los botines,
planchar el abrigo,
buscar otoños más pálidos que estos y
muchachas más bellas que estas,
quemar los pasquines políticos, incluidos
los del Partido Comunista,
devorar la vida a bocados distrayéndose.
Y eso me lo enseñó Vinicius:
"A coisa mais divina que hay no mundo,
e viver cada segundo,
como nunca mais..."
...lástima que los demás se olvidaron de
zarpar
(Pepe Kubrick, 'Prodigio de mis veintipico años', incluido en 'Enfermera de noche')
Conozco a Pepe Kubrick desde hace años. Y me alegra que haya publicado recientemente 'Enfermera de noche y otros asuntos del delirio' (Tualmonteyoalmar, 2018), un poemario que a buen seguro no dejará indiferente a nadie, porque es la suya una poesía arriesgada, transgresora. Confieso que me he quedado gratamente sorprendido con su forma de encarar la lírica, pues no conocía, hasta hace poco, esta faceta suya.
Él mismo es consciente de que puede provocar rechazo en quienes no han conocido o no se han interesado por los rincones oscuros de nuestras mentes, pero sabe que está gustando a lectores/as más afines a movimientos rupturistas o transgresores.
"Escribo la poesía que a mí personalmente me gusta leer. La que me sacude. La que me provoca. La que no me deja tibio o indiferente. No quiero hacer apología del malditismo, no se lo recomiendo a nadie. No creo que haya nada ilustre en acabar tus días como Leopoldo María Panero, quien parecía casi una caricatura de ser humano, el pobre, pero no puedo evitar sentir un irrefrenable atractivo por esa parte de la condición humana, por el fracaso como 'la más resplandeciente victoria', citando al propio Panero. En ese sentido la poesía, o mi manera de entender la poesía, me permite bajar a mi propio infierno y exorcizar mis propios demonios, por mucho que yo sea luego una persona de lo más normal que se levanta por las mañanas para ir a trabajar a una oficina y los fines de semana desconecta viendo deporte por la tele o películas de ciencia-ficción".
Precedido por un homenaje al poeta Baudelaire, "donde quiera que esté, por invitarme a aspirar el aroma de sus flores del mal de las cuales nacen deudores estos versos corrompidos", 'Enfermera de noche', "envuelta en blanco y maquillada de esperma", es una invitación a adentrarnos en el malditismo y aun en el surrealismo como la única manera posible de concebir la realidad.  "¿O acaso existe otra manera para no volverse loco en este miserable mundo, que no sea precisamente renunciar a la cordura?", se cuestiona Pepe Kubrick, quien,  ya en la introducción, nos dice que su obra nace en la cama de un hospital y enfermo de tuberculosis pleural.
"Esos son los padres, esa es la herética madre, ese es el podrido contexto. Raíz de ponzoña. Palabras e imágenes golpeando a borbotones sobre un viejo cuaderno de anillas. Manuscrito del delirio pero a la vez tabla de salvación de aquellas semanas de forzoso encierro físico...", especifica. Y añade que sus grandes obsesiones poéticas y literarias a lo largo de su vida son el malditismo, el simbolismo, el dandismo disoluto y la mayor y absoluta perversidad y depravación posible. "Escribir como acto de inconformismo. Como el epítome Lucifer de la rebeldía", explica.
La escritura como ejercicio psicoanalítico
Dividido en dos grandes bloques, 'Enfermera de noche' y 'Asuntos del delirio', beben del simbolismo francés y del modernismo. Y nacen –en palabras de su propio creador– bajo la escritura automática que defendían los surrealistas. "Opino, al igual que ellos, que escribir de este modo es un ejercicio de psicoanálisis, de llegar hasta tu propio subconsciente. A partir de ahí salen a la luz muchos miedos, angustias, hipocondrías... el paso del tiempo... pero también pasión por la vida y la carne, mucho sexo".
Este poemario, ilustrado por Daniel Buitrón con una estética impactante, está editado por 'Tú al monte yo al mar', un sello editorial que hasta el momento era tan sólo una discográfica, cuyos responsables Tomás e Inés han hecho un bonito libro "como objeto", del que su autor ha quedado muy contento.
"Otro personaje imprescindible para mí es Oscar Wilde, quizás el literato más resplandeciente que haya existido nunca, y cuyo trágico final hace su figura todavía más fascinante"
Nunca se habría acercado a la poesía, a la literatura en general, o al menos a la literatura tal y como él la concibe actualmente –precisa Pepe–, si no hubiera descubierto a Baudelaire en los primeros años de su adolescencia, así como el simbolismo francés de Rimbaud, Verlaine... "Para mí fueron los antecedentes de estrellas del rock and roll más 'cool' como Brian Jones... Otro personaje imprescindible para mí es Oscar Wilde, quizás el literato más resplandeciente que haya existido nunca, y cuyo trágico final hace su figura todavía más fascinante. Él mismo reconocía desde la cárcel de Reading que era el preso más desdichado de los presentes, ya que la mayoría de sus compañeros de presidio no habían conocido otra vida que la de la pobreza, miseria o delincuencia, y el venía de ser recibido por reyes".
Asimismo, siente fascinación por lo que "Luis Antonio de Villena llama 'fin de siècle', con los movimientos continuamente rupturistas y transgresores que se van produciendo a velocidad de vértigo, hasta llegar al modernismo español e hispanoamericano", aclara Pepe, que también ha leído a Bukowski, "fundamental para no tener una visión tan amable de la vida pero sí más cruda y real", y la Beat Generation, aunque se muestra bastante selectivo con los textos de esta generación.

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