sábado, 13 de octubre de 2012

Ourense, capital de manantiales y aguas termales

As Burgas
Ourense, capital de manantiales y aguas termales, es de todas la ciudad y provincia galegas que menos conozco. Sin embargo, sí he tenido la ocasión (o las ganas) de adentrarme en sus esencias, como As Burgas del centro y algunas termas de los alrededores de la ciudad (véanse las pozas de A Chavasqueira, al lado del río Miño). 

Incluso he podido estar en lugares tan atractivos como Castro Caldeas, A Pobra de Trives o nuestra hermana comarca de Valdeorras (O Barco, Villar de Silva,...), con lo cual algo conozco. 

A Ourense, al igual que a Monforte de Lemos, también iba en bici un señor, desde los altos de Noceda del Bierzo (donde por cierto también disfrutamos de manantiales curativos, aunque en frío). Un hombre del que ya hablara en anterior entrada en este mismo blog. Se trata de Toño Otero (aún vive, por fortuna, creo que en Bembibre, aunque no lo veo desde hace años). Era amigo de mocedad de mi padre. Le digo el "biciclista", sin duda era/seguirá siendo un especimen, un personaje literario (inspiración, al menos, sí que me ha procurado).

Pero lo que quiero es sobre todo mostraros, aquí y ahora, "ende en bajo", mi gusto por las termas, los balnearios, los llamados baños turcos o hamanes. Y en Ourense (me gusta escribirlo a la galega) abundan estos sitios, y encima puedes disfrutar de ellos de un modo gratuito (bueno, en algunos otros hay que pagar). Se cuenta, además, que estas aguas medicinales, bicarbonatadas sódicas y fluoradas, son magníficas para tratar infecciones de piel, artritis y aun asma.


A Chavasqueira
Lo que me resulta chistoso es que uno ha viajado por algunos lugares en busca de termas: Budapest (buen sitio para darse chapuzones termales), Estambul (el reino de los hamanes), Marruecos (donde el hamman es toda una institución), incluso los baños de la Medina Mayrit, en la capital del Reino, y recientemente -hace menos de un año- descubro (o me descubren, gracias a una gran amiga) las termas de Caracalla (perdón, los baños de A Chavasqueira), un gustirrinín, sobre todo en temporada invernal, aunque el pasado invierno en Ourense (un lugar microclimático, o termal en sí mismo) calentaba de lo lindo.  

Puente del Milenio
Puente romano

Plaza Mayor

Ourense es por lo demás una ciudad monumental, o eso me dio la impresión -se conserva muy bien el casco histórico en sus plazas Mayor y do Ferro, además de su magnífico Pórtico del Paraíso, tan parecido al Pórtico de la Gloria de Compostela-, con dos puentes emblemáticos, uno por su historia (el Puente Viejo, romano o Mayor) y otro por su singular diseño (el Puente del Milenio). Y sobre todo me entusiasmó su mercado al aire libre, en la Alameda do Concello, al lado de la Praza de Abastos. 
Praza de Abastos
Mercado en Ourense

En Ourense nació Valente, uno de los grandes poetas y ensayistas del siglo XX. Perteneciente a la Generación del Medio Siglo (o mejor dicho a la poesía del silencio) influyó en poetas como Gamoneda.  

Y en esta tierra, encrucijada sobre el río Miño, se gestó la Xeración Nós a la que pertenecieron ilustres ourensanos como Vicente Risco y Otero Pedrayo (Galiza: país de los mil ríos... arroyos y fuentes, curativas, en el caso ourensano). 

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