Me hace ilusión encontrarme con este blog, La nuestra tierra, en el que se hace referencia a mi persona como escritor de viajes. Sea como fuere
https://lanuestratierra.blog/2014/01/17/la-joya-del-noroeste/
Sea como fuere, a uno le entusiasma componer con la palabra. Y en concreto me gusta adentrarme en el terreno de los viajes, habida cuenta de que en el viaje está el movimiento (motion) y la emoción (emotion). Dos en uno. Acción/emoción. Aprendizaje real. Porque en el viaje a uno se le queda grabado a fuego lo que vive.
Viajar, la aventura de viajar, debería ser una asignatura obligatoria. Y la gente, sobre todo joven, sería conveniente no sólo que viajara, que es cuando uno tiene más energía, sin duda, sino que viviera en otros lugares, además de en su sitio de nacimiento.
Recientemente, se nos ha muerto un gran escritor viajero, Javier Raverte, al que no he leído mucho, más bien poco, lo confieso. Pero al que espero leer. Ahí están sus viajes por África. O bien su Corazón de Ulises, un viaje por el Mediterráneo oriental: Grecia, Turquía, Egipto.
El escritor y periodista Javier Reverte tenía una especial querencia por el mar o la mar y la tierra astur, donde llegó a tener una casa.
Tuve la ocasión de ver y escuchar a este fenómeno de las letras en el 2014 con motivo de un congreso castellano-leonés que se hiciera en León. Y hasta tomé notas de aquella su ponencia, que en verdad me resultó interesante.
Lamentablemente, no logro saber en qué libreta quedaron plasmadas aquellas notas. Y eso que no suelo perder nada. Tal vez las encuentre. O no. De modo que, si las encontrara, podría componer algo al respecto. Al menos, conservo una foto suya, de su paso por la ciudad de León.
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