miércoles, 31 de octubre de 2018

La fragua literaria leonesa: Roberto Arias Alba


LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Roberto Alba: "El Bierzo es un entorno que predispone al impulso creador"

El poeta berciano Roberto Arias Alba, autor de 'Pentagrama amarillo' (Hontanar, 2008), entre otros, está a la espera de publicar su próximo libro, que actualmente está retocando y corrigiendo.

Roberto Alba
Roberto Alba
Manuel Cuenya | 31/10/2018 - 14:06h.
"Vengo de una dimensión desconocida, próxima 
a la infinitud.
Quien nunca tuvo, nada debe perder..."
(Roberto Arias Alba, 'Te vi partir hacia lo infinito')
Nacido en la población de Valtuille de Abajo, de amplia tradición vitivinícola, en pleno corazón del Bierzo, el poeta Roberto Arias Alba vive desde hace años en Cacabelos, otra población con aromas a vino y en verdad inspiradora. No en vano, en esa tierra nacieron también al inolvidable narrador y poeta Fermín López Costero.
O al entrañable artista Pepe Sánchez Carralero, entre algunos otros. Como anécdota cabe señalar que ambos autores nacieron encima de una bodega.
Por tanto, Roberto vive en un lugar, en su opinión, placentero, que le permite escribir a gusto. "Haber nacido en un pueblo pequeño –como es el caso de Valtuille de Abajo–, con una reducida población, donde todo el mundo se conoce y se facilita así la compañía y la relación entre personas, es algo m uy positivo y agradable, al mismo tiempo que se propicia la tranquilidad y el bienestar". La tranquilidad, tan importante para quien aspira a escribir poesía. Como es su caso, él que se dedica en cuerpo y alma a escribir, sobre todo en horario de mañana.
La tranquilidad, la ataraxia estoica, es algo que él busca de un modo deliberado en su poesía, "me asiste la armonía cariñosa y una gran serenidad... al abrigo de un tiempo de sosiego y cálido retiro". Esa comunión con la naturaleza, con los paisajes bercianos, tan presentes, en su afán por encontrar belleza; belleza, bondad y verdad (los grandes valores de la Humanidad, de los que nos hablara el filósofo Platón), porque Roberto es esencialmente un hombre bueno. Como Machado. Recordemos aquellos versos machadianos: Hay en mis venas gotas de sangre jacobina,/ pero mi verso brota de manantial sereno;/ y, más que un hombre al uso que sabe su doctrina,/ soy, en el buen sentido de la palabra, bueno".
Roberto se siente enamorado de su Bierzo, "el país de la niebla", al que califica de vergel, "paraíso... tierra hermosa, acogedora, abierta... una comarca próspera en muchos sentidos, con un microclima y un paisaje privilegiados, un entorno que predispone al impulso creador en cualquiera de las facetas posibles, ya sea pintura, poesía, o cualquier otra".
Esta es su visión, un tanto idealizada y bucólica de su paraíso, porque Roberto Arias Alba es un poeta romántico (con una impronta de Gil y Carrasco), que cree en el amor ("ahora me baño dulcemente en las luces de tus ojos"), en la ternura (también presentes en sus poemas, "dormido en la ternura y calidez de un afecto longevo"), aunque sabemos que, tras esa idealización, se esconde también una cruda realidad de desempleo, despoblación, incluso de contaminación e incendios. Y el otrora Bierzo, si algún día llegó a ser un vergel o Bergidum, hoy nos muestra un rostro que no se nos antoja tan idílico.

El Bierzo como inspiración

Sea como fuere, Roberto ha encontrado en el Bierzo su inspiración, su lugar en el mundo, acaso su temperatura afectiva adecuada, ("quiero volver, perderme para siempre/ en la raíz profunda, perdida, de la tierra acogedora"). Y cuando uno encuentra todo eso puede darse por satisfecho. Y hasta se alegra uno de que una persona como el autor de 'Pentagrama amarillo' (Hontanar, 2008) se sienta feliz poetizando el mundo desde su aldea global, si bien es consciente de que "nadie tiene la llave de la dicha perenne;/ las claves verdaderas y reales hacia el gozo" así como de nuestro corto existir, "efímera singladura pasajera; /fugaz trayecto; breve y veloz recorrido", además de los desastres que asolan el mundo, "combatamos el hambre, la pobreza, el abandono o el racismo;/ que no se vean niños sin cobijo, ni cariño o afectos", escribe Roberto, que nunca se planteó a lo largo de su vida el ser poeta.
"Descubrí mi vocación en la adolescencia, mientras estudiaba el Bachillerato y leía a diversos poetas en la asignatura de Literatura –rememora–; me acerqué de este modo  a figuras de la Generación del 27 y de muchas otras épocas y corrientes. Sobre todo me cautivó la obra de Juan Ramón Jiménez, el andaluz universal, mi poeta preferido; mientras leía sus versos me sentía identificado con ellos, y de ahí a escribir sólo había un paso".
La identificación de un berciano del Noroeste mágico con un andaluz – "universal", matiza Roberto–, nos hace pensar en la capacidad de evocación, también universal, de la poesía. Y de que en el fondo nada de lo humano nos es ajeno.
"Descubrí mi vocación en la adolescencia, mientras estudiaba el Bachillerato y leía a diversos poetas en la asignatura de Literatura –rememora–; me acerqué de este modo  a figuras de la Generación del 27 y de muchas otras épocas y corrientes. Sobre todo me cautivó la obra de Juan Ramón Jiménez, el andaluz universal, mi poeta preferido; mientras leía sus versos me sentía identificado con ellos, y de ahí a escribir sólo había un paso".

Aparte del mencionado Juan Ramón, se siente cautivado por una extensa nómina de autores y autoras, entre los que se hallan algunos de la provincia leonesa (en la que existe, según él, un caldo de cultivo muy propicio para que siga surgiendo savia nueva para nuestro patrimonio cultural) como Emilio VegaHernán Alonso, Dionisio Álvarez, María José Montero, Manuela López, Carmen Busmayor, Juan Carlos Mestre, Colinas, Gamoneda, Eugenio de Nora, Pereira, Julio Llamazares, Leopoldo Panero (incluido su hijo Leopoldo María). Y entre los poetas y narradores, que no son leoneses, cita a escritores de la talla de Bécquer, Rosalía de Castro, Gerardo Diego, Alberti, Miguel Hernández, César Vallejo, Neruda, Octavio Paz, Tagore, León Felipe, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou, Gabriela Mistral, José Hierro, Caballero Bonald, Luis Alberto de Cuenca, "y algún otro que seguro olvido en este momento", afirma Arias Alba, para quien la escritura es una posibilidad para poder expresar e inmortalizar lo que uno siente o piensa, "una manera de crear belleza y compartirla con los demás".

(Puedes continuar leyendo esta fragua en ileon.com: 
https://www.ileon.com/cultura/091128/roberto-alba-el-bierzo-es-un-entorno-que-predispone-al-impulso-creador)

lunes, 29 de octubre de 2018

Versión oficial, por Manuel Barroso

El autor nos introduce, a través de una narración en tercera persona del singular, con la intervención de dos amigas (y aun un personaje ausente/protagonista, Ezequiel) en un universo escalofriante, donde está presente la transgresión. Escrito con sutileza, logra crear una atmósfera inquietante en la que asoman los fantasmas del sexo y la muerte

Manuel Cuenya


(Taller de composición de relatos de la Universidad de León)


Os dejo aquí este relato de nuestro alumno Manuel Barroso, del taller de escritura de León.
Enhorabuena Manuel por tu relato Versión oficialque resulta escalofriante. 
Mi agradecimiento a La Nueva Crónica (en especial a su director, David Rubio, por publicar esta serie de relatos a lo largo del verano). Este se ha publicado el 21 de julio de este año.

En los próximos días iremos publicando en este blog el resto de relatos aparecidos en La Nueva Crónica. Mi gratitud también a mi alumnado. Salud. 

viernes, 26 de octubre de 2018

Río Abajo, por Víctor de Francisco

Con una prosa ágil y desenfadada, a través del punto de vista de un niño que estuviera descubriendo el mundo, su propio mundo entorno, el autor nos cuenta esta historia fascinante, que nos engancha desde el principio al fin, en la que además nos muestra el habla de una zona y una época específicas

Manuel Cuenya

(Taller de composición de relatos de la Universidad de León)


Os dejo aquí este relato de nuestro alumno Víctor de Francisco, de Ponferrada.
Enhorabuena Víctor por tu relato Río Abajoque resulta fresco y desenfadado. 
Mi agradecimiento a La Nueva Crónica (en especial a su director, David Rubio, por publicar esta serie de relatos a lo largo del verano). Este se ha publicado el 26 de agosto de este año.

En los próximos días iremos publicando en este blog el resto de relatos aparecidos en La Nueva Crónica. Mi gratitud también a mi alumnado. Salud. 

miércoles, 24 de octubre de 2018

La fragua literaria leonesa: Juan Carlos Ramos


LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Juan Carlos Ramos: "Cunqueiro y Pereira son dos grandes fabuladores de este noroeste mágico"

El narrador, diseñador, dibujante, retratista y caricaturista Juan Carlos Ramos, autor de 'Inventario de ánimas', sigue escribiendo relatos con el fin de ir aumentando el censo de estas 'ánimas'.

Juan Carlos Ramos
Manuel Cuenya | 24/10/2018 - 16:59h.
Apasionado de la literatura de Cunqueiro y Pereira, "dos grandes fabuladores de este noroeste mágico", el narrador berciano Juan Carlos Ramos ha orquestado un libro de relatos extraordinario.
Orquestado en el sentido preciso del término porque sus palabras suenan y resuenan como las olas de la Mariña lucense, donde están ambientados sus cuentos, escritos con economía narrativa y presión lingüística, como sugieren o mandan los cánones de la narrativa breve.
En todo caso, resuenan como las palabras con las que compone su 'Nazario', personaje que tocaba el acordeón de cabeza, "lo suyo era más bien una cosa mental". O esos trescientos treinta y tres mil trescientos treinta y tres gaiteros, "ni uno más ni uno menos... levitando una o dos cuartas por encima de la cresta de las olas", que anuncian el fin del mundo en su cuento 'Agonías', cuyo "mote suena a nombre de profeta".
Con destreza, buenas dosis de retranca galaica y el influjo del realismo mágico, que, como alguna vez he señalado, es un invento gallego, en concreto de Cunqueiro, Ramos nos obsequia con su 'Inventario de ánimas', un condensado y sustancioso libro, porque lo breve si bueno dos veces bueno.
Un inventario conformado por "personajes que se pasean por el filo de lo imposible... seres desvalidos, soñadores y fascinados por las cosas de un mundo en el que lo cotidiano esconde la naturalidad de lo asombroso...biografías apócrifas de personajes comunes, visionarios afanados en fantasear. Seres que tienen la mirada del niño curioso, callado, asombrado ante los  misterios por descubrir, confundido entre lo onírico y las brumas de lo que suponemos real... seres que... existen cuando se deja de vivir la vida en prosa", como bien escribe el prologuista, Miguel Ángel Varela, "el auténtico responsable de que este 'Inventario de ánimas' exista", nos aclara Ramos, quien reconoce asimismo que todos los personajes que deambulan por sus cuentos viven y sueñan en la Mariña de Lugo. Y hasta sueñan en argentino como el gallego Jacinto Varela, que en el libro figura como algo pariente de otro tal Varela (singular guiño), "dedicado a no sé qué cosas de la farándula, allá por la provincia del Bierzo".
Cuenta que conoció la Mariña lucense porque fue a visitar al escritor y director del Teatro Bergidum Miguel Varela a un pueblo en el que éste solía pasar las vacaciones. "Volví varias veces desde entonces y me ocurría algo muy curioso –relata el creador de 'Inventario de ánimas'–. En el viaje de vuelta, sin saber cómo ni de dónde, se me venía a la cabeza una primera frase. Venía conduciendo y repitiéndome, por ejemplo, que Jacinto Varela soñaba en argentino... Sólo quedaba llegar a Ponferrada y añadir todo lo demás. El caso es que fui componiendo estos relatos a lo largo del tiempo y se los iba enviando a Miguel. Él era mi único lector y yo era feliz siendo algo así como el 'escritor de culto' por excelencia, hasta que un día me dijo que se los pasara todos juntos y me habló de la posibilidad de publicarlos en la colección 'Encuentros Antonio Pereira'. Me pareció que no hacía ninguna falta añadir nada a los millones de cosas que se publican cada año en el mundo. Pero en el fondo me hacía ilusión, aunque esto no lo admitiré nunca públicamente. Puedo decir que este es un libro mío en toda la extensión de la palabra –yo escribí los relatos, yo hice la portada, yo hice la maquetación–, pero la culpa, insisto, es de Miguel. Nunca se lo agradeceré  lo suficiente. A él y, por supuesto, a la Fundación, que ha hecho posible que estas historias mías anden por ahí en forma de libro".

El realismo mágico de Cunqueiro

"Puedo decir que este es un libro mío en toda la extensión de la palabra –yo escribí los relatos, yo hice la portada, yo hice la maquetación–, pero la culpa, insisto, es de Varela"
Por tanto, los personajes de su libro tienen padre y madre, "son adoptados. El padre es el maestro Cunqueiro y la madre la Mariña de Lugo –apostilla–. De esa estirpe sólo podían salir unos seres como estos, absolutamente normales y absolutamente maravillosos a la vez. Gente que se toma un café con leche o una copa de anís en el bar del pueblo y que luego sueñan por encargo o trabajan, a ratos perdidos, en una teoría de los sueños que deja en pañales a la del mismísimo don Sigmundo Freud. En fin, la vida misma. La vida misma contada con sencillez, como deben contarse las historias. Y con ternura, con mucha ternura".

martes, 23 de octubre de 2018

Buenos modales en la mesa, por Noemí González Campillo

Con un estilo que nos hace recordar al Max Aub de ‘Crímenes ejemplares’, la autora compone este relato breve e intenso, con un final impactante

Manuel Cuenya


(Taller de composición de relatos de la Universidad de León)


Os dejo aquí este relato de nuestra alumna Noemí González Campillo, de León.
Enhorabuena Noemí por tu relato Buenos modales en la mesaque resulta estremecedor. 
Mi agradecimiento a La Nueva Crónica (en especial a su director, David Rubio, por publicar esta serie de relatos a lo largo del verano). Este se ha publicado el 22 de julio de este año.

En los próximos días iremos publicando en este blog el resto de relatos aparecidos en La Nueva Crónica. Mi gratitud también a mi alumnado. Salud. 

lunes, 22 de octubre de 2018

Mi tío Martín, por Reyes Llamazares

Narrado desde el punto de vista de una niña, nos cuenta, con extraordinaria sensibilidad, la historia de un personaje marginal, que resulta conmovedor. Un relato intenso con una estupenda progresión narrativa, cuyo desenlace nos estremece

Manuel Cuenya


(Taller de composición de relatos de la Universidad de León)


Os dejo aquí este relato de nuestra alumna Reyes Llamazares, de León.

Enhorabuena Reyes por tu relato Mi tío Martínque resulta estremecedor. 
Mi agradecimiento a La Nueva Crónica (en especial a su director, David Rubio, por publicar esta serie de relatos a lo largo del verano). Este se ha publicado el 5 de agosto de este año.

En los próximos días iremos publicando en este blog el resto de relatos aparecidos en La Nueva Crónica. Mi gratitud también a mi alumnado. Salud. 

sábado, 20 de octubre de 2018

La víctima, por José Luis Rodríguez Souto

Narrado desde el punto de vista de una mujer (y basado acaso en un hecho real), el autor, a través de un monólogo interior, logra meterse de lleno en su mente para plasmar un relato sobrecogedor 

Manuel Cuenya


(Taller de composición de relatos de la Universidad de León)


Os dejo aquí este relato de nuestro alumno José Luis Rodríguez Souto, del Campus de Ponferrada.
Enhorabuena José Luis por tu relato La víctima, que nos pone los pelos de punta. 
Mi agradecimiento a La Nueva Crónica (en especial a su director, David Rubio, por publicar esta serie de relatos a lo largo del verano). Este se ha publicado el 2 de septiembre de este año.

En los próximos días iremos publicando en este blog el resto de relatos aparecidos en La Nueva Crónica. Mi gratitud también a mi alumnado. Salud. 

Carta desde nuestro molino

La narradora Mercedes González Rojo, otrora concejala de cultura en Astorga, maragata de nacencia y algo nocedense (recuerdo a sus primas veranear en el útero de Gistredo desde siempre), me invitó a participar en una exposición 'De arte a la palabra' para conmemorar el Día Mundial de la Salud mental en el Conservatorio de León.
Qué curioso, la salud mental, algo con lo que debería estar familiarizado porque hasta llegué a hacer prácticas como becario Erasmus y luego Leonardo Da Vinci en el Hospital psiquiátrico de La Chartreuse, en la ciudad francesa de Dijon, precisamente en arte-terapia. El teatro como soporte terapéutico. 
En cuanto me lo pidió Mercedes -uno que es muy mandadín- me puse manos al lío. Y con la transpiración del autor francés Daudet (el de Tartarín de Tarascón) me dio por componer este texto, 'Carta desde nuestro molino'. 'Cartas desde mi molino', de Alphons Daudet, me ha inspirado como título. Aunque el contenido sea otro. También el Molín de Ampuero (ubicado en el barrio de Vega del útero de Gistredo), que en tiempos me sirviera como encabezamiento de una columna semanal en Diario de León, ha sido otra rueda de inspiración. 
Una entrañable amiga me recuerda también el cuadro del gran Van Gogh, 'El molino de Daudet en Fontevielle'. 
A partir de cuadros concebidos por personas con discapacidad mental (sin llegar a explicitarla) o otras sin discapacidad (elegí uno de una chica/mujer búlgara asentada en la zona de Astorga llamada Iablena Petrova, según me recuerda Mercedes G. Rojo), escribí este texto/carta, que espero os guste. 

Te escribo desde este molino, ese que ves en el dibujo que te envío. ¿Te preguntarás qué hago viviendo en un molino? Pues te lo contaré. Decidí apartarme de la ciudad porque ya estaba cansado de las prisas, de lo artificial. Y me vine aquí, en medio de esta campiña verde y arcillosa, a este molino, que he logrado restaurar con mis propias manos, lo cual me entusiasma. El dibujo, tan colorido, tan llamativo, lo ha hecho Elba, que ya está hecha toda una mocina. Te encantaría verla, tan crecida, tan feliz, ella lo ha pintado, también con sus manos, con su sensibilidad, en eso se parece a ti.  Imagino que te hará ilusión recibirlo, porque ella lo ha hecho con todo su cariño. “Esto es para mamá”, me dijo. Me da mucha ternura que lo haya pintado para ti, para que veas dónde vivimos ahora. Deseo que nuestra hija disfrute de la naturaleza, de todo lo bueno que tenemos, porque ya sabemos que en ocasiones, más de lo que uno quisiera, la vida nos muestra sus garras. Y es entonces cuando comenzamos a replantearnos la existencia, lo efímero que resulta todo… Pero ahora no quiero ponerme trascendental, que bastante hemos sufrido, primero con tu partida. Y luego con su manifestada melancolía. Discúlpame, por favor, que te diga esto. Te echamos mucho en falta, la niña siempre se acuerda de ti. Y me dice que cuándo vendrá mamá. Yo, para tranquilizarla, le digo que vendrás pronto. No sé si ella entiende bien el concepto del tiempo. Al menos como lo entendemos nosotros. En realidad, me gustaría mucho que algún día regresaras, o que al menos nos rindieras una visita, nos alegraríamos mucho. Y te mostraríamos nuestro molino de agua, a orillas de un río, que ahora hemos convertido en nuestro modo de vida, sencillo, como puedes ver o intuir. A lo mejor ella, cuando sea adulta, desea irse a vivir a otro lugar. Y quiere ser artista, como su mamá. En realidad, ya es toda una artista. Mientras, te mandamos un gran beso y te abrazamos con todo el amor del mundo.  “Mamá, te quiero mucho, vente pronto”, me dice Elba al oído.
Sabes que te seguiremos llevando en nuestro corazón. Siempre tuyos.
                                               Elba y Alfonso

jueves, 18 de octubre de 2018

La fragua literaria leonesa: Tomás Sánchez Santiago


LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Tomás Sánchez Santiago: "Siempre me ha parecido torpe, y hasta peligroso, el ensimismamiento y la exaltación excluyente"

Con una extensa y sustanciosa obra Tomás Sánchez Santiago es uno de los grandes narradores, poetas y ensayistas del panorama actual de la geografía española.

Tomás Sánchez Santiago. Foto: Manuel Cuenya
Tomás Sánchez Santiago en Ponferrada. Foto. Manuel Cuenya
Manuel Cuenya | 18/10/2018 - 11:07h.
"... Así era por aquellos días la calle Feria, una pequeña república de dependientes embravecidos, de épicos viajantes de palabra ya abaratada por la repetición y el cansancio del oficio, de mirones que rendían sus últimos años a la observación silenciosa y al consejo comercial de última hora cuando se trataba de convencer a algún cliente indeciso. Pero por encima de todo ello, la calle era una pajarería de palabras sin orden que iban y venían en todas direcciones. Palabras de reclamo  y  de regateo, palabras de oficio, palabras secretas como contraseñas que encerraban la clave industrial por la que se gobernaban los precios de cada establecimiento, palabras empedernidas en cualquier conversación mercantil y palabras llenas de una exótica salud extraña («plexiglás», «vulcollán», «uralita», «formica»), que llegaban de pronto a la calle como una novedad fuera de tono a la que había que acomodarse para no perder el compás del oficio. Y era en esos juegos de palabras donde los niños aprendíamos un abecedario decimal y lleno de relámpagos que ya nos acompañaría para siempre, nos estañaba la boca con la saliva dulce de nombres que jamás se oían en otros espacios de la ciudad, la ciudad gobernada por el gemido indigesto propio de un país con olor a orín envejecido, encelado en conservar en hielo negro, amortecida y triste, la canción de la vida..."
(Tomás Sánchez Santiago, 'Calle Feria')
Con una extensa y sustanciosa obra, tanto en prosa como en verso, Tomás Sánchez Santiago es uno de los grandes narradores, poetas y ensayistas del panorama actual de la geografía española.
Natural de Zamora, lleva veinticinco años viviendo en la ciudad de León, donde dice sentirse cómodo. Y donde ha ejercido como docente en Enseñanza Secundaria. A este respecto, señala que ya sólo es un honrado pensionista, que pidió la jubilación hace un par de años, cuando cayó en la cuenta de que el ejercicio de la enseñanza se estaba convirtiendo en una actividad puramente administrativa. No obstante, sigue ligado de alguna manera a la docencia a través de la Universidad de la Experiencia.
"A mí me derrotaron los papeles y la falta de compromiso de la Administración con una educación basada en la equidad, en la libertad, en la responsabilidad que yo no veía ya ni por asomo. Todo se ha convertido en carne para las estadísticas. Así que me fui", se expresa con rotundidad y conocimiento de causa Sánchez Santiago, a quien la provincia leonesa le resulta bellísima, aún la sigue descubriendo –aclara–, pero en realidad no se siente especialmente de ningún sitio. "Siempre me ha parecido torpe, y hasta peligroso, el ensimismamiento y la exaltación excluyente", señala con lucidez Sánchez Santiago, quien, por lo demás, reconoce que la tierra natal de toda persona provoca adherencias íntimas difíciles de definir, "sobre todo en todo lo que concierne al mundo emocional de la niñez", porque esas sensaciones están muy vivas en su persona, aunque tienen que convivir irremediablemente –subraya– con una visión crítica de esa misma tierra donde uno nació. "Eso deja una sensación agridulce en el ánimo".
"A mí me derrotaron los papeles y la falta de compromiso de la Administración con una educación basada en la equidad, en la libertad, en la responsabilidad que yo no veía ya ni por asomo"
Conviene ser crítico no sólo con la propia tierra (pues nunca es oro todo lo que reluce), sino con uno mismo, si al menos el deseo es mejorar, crecer, saber dónde está uno parado, que diría algún hispanoamericano.
En cualquier caso, como zamorano, como leonés o ciudadano del mundo, sí cree que existe mucha literatura del Poniente –al menos puede percibirse ese aliento– "donde lo ancestral, lo popular, lo insólito se revelan con facilidad en obras de narradores y poetas. Ese rastro llega hasta el mundo galaico", ese Noroeste del que también nos hablara el maestro Antonio Pereira, uno de nuestros mejores narradores, un cuentista excepcional, tanto por escrito como de modo oral, quienes tuvimos la ocasión de conocerlo y tratarlo así lo sentimos.
Y en este sentido, de la abundante literatura del Poniente, Sánchez Santiago afirma que hay latido literario en León, que hay vida, que él sigue como puede aunque no salga demasiado de su escondite, "quizás debiera hacerlo más a menudo", precisa a la vez que añade que "en León se ha sabido tomar con alegría el relevo que las instituciones, sobre todo a partir de esta última crisis, provocaron. Una ojeada al panorama lo demuestra con facilidad: lecturas en cafés, clubs lectores que persisten en esa existencia a media voz, aventuras editoriales de todo pelaje que casi se cortan el paso...", editoriales entre las que se halla Eolas, el sello que ha editado su reciente obra, 'Años de mayor cuantía', que presentara a finales de septiembre de este año en el Museo de la Radio de Ponferrada.