miércoles, 1 de enero de 2014

Feliz Año 2013

El 2013 acaba de irse y ya estamos, casi sin darnos cuenta, en el 2014. Sin cortes ni sutura. El tiempo pasa a velocidad de vértigo y da miedo. A determinada edad, cuando uno es jovencito, el tiempo parece detenido por instantes, como si no fluyera. Pero cuando uno es un treintañero, el tiempo ya da la impresión de que siguiera su curso con relativa normalidad. Cumplidos los cuarenta, el tiempo es como una estrella fugaz. Visto y no visto. De esto sabe mucho el gran Julio Llamazares, que nos brindó un libro magnífico este pasado año, Las lágrimas de San Lorenzo, un auténtico ensayo-novela sobre la fugacidad del tiempo. Quiero agradecerle a mi amiga del alma que me lo obsequiara. Y hasta tuvimos la ocasión de ver, a principios de agosto, las estrellas surcando el cielo en Sabero, en su compañía. http://cuenya.blogspot.com.es/2013/08/las-lagrimas-de-san-lorenzo.html


Qué curioso, ahora me doy cuenta de que despido la tarde de la Nochevieja de 2013 tomando una cerveza (y hasta un vino) con Julio Llamazares y su compañera Cecilia Orueta (que es una extraordinaria profesional de la foto, ahí está su libro, Eloxio da distancia) en León. Y descubro, gracias a ellos, la tasca más vieja de la capital, Casa Benito, situada en la Plaza Mayor, y de la cual nos habla Umbral en su Crónica de las tabernas leonesas: "En el más distante ángulo de la plaza Mayor, aquél donde se abren las escalerillas que bajan a la leo­nesa calle Puerta del Sol, encontrará usted 'Casa Benito'. Las escalerillas, estrechas, empinadas, suicidas, descienden bajo la Santísima Virgen que hay en la hornacina, encomendadas a ella para no romperse la crisma". En Casa Benito hay fotos de varios escritores y personajes ilustres leoneses, entre ellos, el propio Llamazares, Luis Mateo, Gamoneda, Aparicio, Pereira, Julio Sánchez Valdés o Carmelo Gómez. Lástima que no viéramos la foto de César, uno de los mejores futbolistas del Club Azulgrana. César, dicho sea de paso, era oriundo de Noceda del Bierzo. Algún día le dedicaré un artículo.
Con Ful y Llamas en Cármenes


El tiempo como obsesión, el tiempo como dimensión, el tiempo como la sangre con la que uno escribe. Siempre el tiempo. Sobre sus pasos y sus huellas. El presente que se nos escurre y el pasado que, en ocasiones, nos produce morriña. La memoria, esa fuente de placer y a veces de dolor. Y el futuro, que se perfila tras el horizonte, eso espero y deseo, como cuando era un rapacín y me preguntaba qué habría tras la Sierra de Gistredo. 
El Gualtón de Carracedo de Compludo
Lago Isoba
Un año, el 2013, cargado de aguinaldos y buenas nuevas. Lo comencé, ilusionado, viajando a Marrakech para presentar mi fragua de Furil en el Instituto Cervantes de la ciudad roja marroquí, lo que me permitió volver a visitar, en agradable compañía, el valle de Ourika y visitar por primera vez el valle de Imlil, y lo despedí en la ciudad de León, donde sigo y desde donde escribo estas "letras"a renglón seguido. 
Hacia el valle de Ourika

San Andrés de Teixido
Mirador próximo a la fuente del Infierno, donde nace el Sella
Si tuviera que hacer un balance de este año, sería positivo, o esa es mi impresión al respecto. He llevado a buen término, creo, mi fragua literaria leonesa, dedicada a autores y autoras de la provincia, primero en Diario de León y en estos últimos dos meses desde ileon.com 
Coimbra
Una labor que espero continuar con el mismo tino con que la empecé. Gratificante me resulta entrevistar a escritores y escritoras de la provincia. Asimismo, he dado comienzo a un portal de viajes,http://www.viajesinmapa.com/, con el impulso de mi amigo Pablo Arias Otero, que me ha ayudado a crear la página y que fue uno de los artífices de La Curuja, en su primera etapa de vida. Prosigo con mis colaboraciones regulares con el periódico el Buscador, que a partir de febrero se publicará mensualmente. He comenzado a colaborar con la Nueva Crónica, que dirige David Rubio, periodista y escritor al que tuve el placer de entrevistar en ileon.com justo antes de comenzar al frente de este Diario. Además, sigo manteniendo este blog y con la revista La Curuja, que verá la luz, el próximo número, a principios de febrero de este 2014. Una revista que coordino desde hace años bajo el amparo del Colectivo La Iguiada: http://www.nocedadelbierzo.com/, que me ha permitido realizar ya cuatro encuentros literarios en Noceda del Bierzo, mi pueblo natal. Algo que me satisface mucho. Ya estoy con las miras puestas en el quinto. Aparte de este encuentro en el útero de Gistredo, he podido asistir a algún encuentro literario en Magaz de Abajo, bajo la tutela de Marcos Cubelos y Juanjo González, al Primer encuentro de escritores bercianos celebrado en Bembibre, organizado por Cano García Ordiz, a Toreno, para la presentación de la nueva edición de El habla de Toreno, gracias a Paco Vuelta, para leer fragmentos de la novela, El Tío Perruca, en el singular y bello Valle de Bubín (Igüeña), con Paco Pozo como maestro de ceremonias, al Día de las personas desaparecidas, celebrado a finales de agosto en Ponferrada, o al reciente recital de Lombillo, la matria del académico García Yebra, que organizara Loli Prieto, y aun al seminario de los Ancares, dedicado al patrimonio inmaterial, ideado por Susana y Nuria. En el que participaron también el catedrático Valentín Cabero y el investigador y fotógrafo bembibrense Casimiro Martinferre. Esto fue, creo recordar, a finales de septiembre del 2013. También ejercí como maestro de ceremonias presentando algún libro, como el Ladrón de peras, de Zapico. Una pena que mis obligaciones con el ayuntamiento de Bembibre me impidieran estar en la presentación del libro que coordinara Nico de la Carrera, Los Barrios, tres pueblos de leyenda, con el contribuí humildemente con algunos refranes, que publicara inicialmente en Las edades del Bierzo. Al respecto de libros publicados o reeditados, quiero agradecerle a Valentín Carrera la reedición de mi libro de relatos Trasmundo en EbooksBierzo. http://blog.ebooksbierzo.com/index.php/manuel-cuenya-cuentos-en-el-bierzo-a-la-manera-de-poe/

Antón Reixa en Lugo, San Froilán
En el ámbito cinematográfico, del que nunca me he desligado, estuve como jurado en el Festival de cine de La Fila de Valladolid, invitado por su directora Isabel Blanco. Me alegró sobre todo que ganara La boda, de Marina Seresesky. Y volver a ver a algunos viejos conocidos y conocidas. 
Canal de Castilla

Valladolid fue el pretexto para, en un segundo viaje con motivo de la gala del festival, recorrer parte del Canal de Castilla, con entrada incluso (inclusive, que diría la hispanidad) en la provincia palentina. Medina de Rioseco como punto de partida.
Embarcadero en Medina de Rioseco
Un viaje hermoso, en excelente compañía, a lo largo del canal. Tiempo hacía que deseaba hacerlo, desde que me acercara al libro monográfico de Raúl Guerra Garrido, sobre este legendario canal. Y la verdad sea dicha, en algún momento me encantaría repetir esta experiencia. Sobre viajes volveré más adelante. 
Faro de Estaca de Bares

Por otro lado, he continuado impartiendo clases en la Universidad de la Experiencia, en el Campus de Ponferrada, aunque en estos últimos meses también le he dado vuelo a un taller de escritura creativa, un a modo y semejanza, con ciertas variantes, del taller de composición de relatos que imparto en el Servicio de Actividades Culturales de la Universidad de León. Olvidaba que durante el 2013 también llevé a cabo las Tardes Literarias y de cine en el Ayuntamiento de Bembibre, bajo la jurisdicción, qué palabro me salió, de la Concejalía de cultura. He impartido algunas conferencias, como La inteligencia emocional en el proceso de creación literaria, que luego ha quedado recogida en la revista Prolepsis. Y también me invitaron para ejercer como mantenedor del Botillo en Albares de la Ribera, la tierra de mi abuelo materno, Antonio Robles, o sea, el Chulo. Gracias Beli y gracias a la Asociación de Albares por vuestra hospitalidad.
Gulpiyuri
Da la impresión, a tenor de lo que acabo de escribir, que sólo tuviera tiempo (el tiempo, ay, una vez más) para "il lavoro", mas también he podido disfrutar del tiempo de los afectos, que en definitiva es lo que me impulsa y me da fuerzas para continuar con la batalla diaria, y de algunos viajes, tanto por la provincia interior como por la provincia exterior y aun por otras provincias, entre ellas Salamanca (que es como un santuario de peregrinación musical, este año actuaban los Corizonas), algunas provincias galegas (maravillosos viajes a los cañones del Sil, al Cebreiro, 
Monasterio de Samos
Samos y Portomarín, a los conciertos de San Froilán en Lugo (con Antón Reixa como gurú), a San Andrés de Teixido (que hermana la vida con la muerte), a Estaca de Bares (el faro más septentrional de la península) y O Barqueiro (pueblecito de ensueño), al lago de As Pontes y Ortigueira, a Mondoñedo (la tierra de Cunqueiro), etc.) y astures (extraordinario viaje a las Asturias entrándole por Riaño y Oseja de Sajambre, donde nace el Sella, hasta Cangas de Onís, Covadonga, y luego los bufones de Pría, Gulpiyuri, Celorio... y vuelta por Candás, Belmonte, Somiedo, Babia...) 
Embalse del Porma

incluso por el país vecino y hermano: Ay, "Pertugal", por ti me muero: ahí queda Oporto, Aveiro y Coimbra, que tuve la ocasión visitar en julio de 2013. 
Laguna del Ratón en el Bierzo Alto


La provincia interior se reveló fantástica, tanto en el Bierzo como por el resto: Primout -desde Pardamaza, que este año dio mucho juego, siguiendo el curso del río hasta alcanzar esta población, Urdiales -inolvidable caminata hasta esta aldea para festejar mi cumple-, la fervencia de Foncebadón, Balboa y la cascada de Cantejeira, la del Gualtón y aun la cascada de San Pedro Mallo y sus pinturas invisibles, la laguna del ratón, las pinturas visibles de Sésamo, Cármenes (estupendo día en compañía de Ful y Toño Llamas), el embalse del Porma y Puebla de Lillo, el lago de Isoba, el puerto de San Isidro, Veneros (gracias a Chema y a su mujer, a Toño y su compañera por hospedarnos de lujo); La Robla (en compañía del entrañable Mario, el rabelista), Hospital de Órbigo, que para mí siempre había sido un lugar de paso, nomás, Mansilla de las Mulas, la tierra de mis tías, como diría Umbral, y la tierra del gran cicerone Toño Morala, que me/nos hizo visitar el Museo Etnográfico de la localidad. Al lado de Mansilla, en Villaverde de Sandoval, visité al artista Toño Benavides, que me/nos mostró el monasterio de esta localidad. Muy hermoso en su decadencia exterior. 
O Barqueiro


Monsaterio de Sandoval
Con Toño Benavides enfrente del monasterio de Sandoval

Esto es lo que puede dar de sí, a grandes rasgos, un año. Todo un año: 2013. 

1 comentario:

  1. Un resumen del año estupendo, Manuel. A ver si el año próximo nos da tanto de sí (o más) que este. Un gran abrazo

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