jueves, 27 de enero de 2022

La fragua literaria leonesa: Margarita Campos

 

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Margarita Campos: “Recuerdo con emoción el recibimiento que tuve la primera vez que fui al Ágora de la poesía”

La poeta Margarita Campos, autora de 'Sendero de sentimientos' y 'Las caras de la sal', además de una entusiasta del Ágora de poesía, está en estos momentos con dos proyectos en marcha, y espera que al menos uno vea la luz a finales de año o principios del próximo, aunque no quiere darse prisa publicando. 


Margarita Campos es poeta.
Manuel Cuenya | 27/01/2022 - 11:26h.

Qué tiene la mar,/ que cuando la miro, me envuelven los sonidos/ de sus profundidades, contándome secretos/ que embriagan mi alma./ Mis ojos se vuelven aguamarinas/ en las que se reflejan los deseos más íntimos y escondidos del corazón./ Olas poderosas arrancan recuerdos de mi mente/ con la fuerza de sus rizos y vaivenes sembrando de espuma/ mi espacio, limpiando cada letra del verso/ que en mi pensamiento habita./ Y aquí me encuentro, sentada,/ mecida, con su ir y venir/ dejándome arrastrar por la fuerza de la pasión que,/ la cercanía de la mar me despierta./  Y voy a su encuentro, bañándome en sus aguas heladas./ Donde, la sal de mis lágrimas, apenas notan diferencia./ Hundo mi cuerpo deseando la oscuridad/ de sus abismos./  Donde no llegan las voces, donde no se sienten sonidos,/ solo silencio que envuelve./ Donde, solo la belleza de sus corales, dan color a mis sentidos/ Me dejo llevar, esperando que la mar, sea mi destino.

(Margarita Campos, 'Las caras de la sal')

Recuerda Margarita Campos, Mar, que León para ella ha sido una gran sorpresa. Y a uno se le ocurre que la propia Mar es una gran sorpresa o caja de sorpresas, como solía decirse antaño, quizá aún se siga diciendo, porque el lenguaje, a través del cual articulamos el pensamiento o una gran parte del mismo, es un organismo vivo en constante evolución.

El asunto es que Mar Campos, que es autora de un par de poemarios, se siente en León como en casa, puesto que ella, si bien nació en Madrid y es ciudadana universal (llegando hasta la australidad de Sudáfrica), ha encontrado en León a toda una familia de amigos, de amigas, que, en su opinión, se han entregado con cariño y respeto, algo que agradece con su ternura y su consideración, porque ella cree en la empatía, en definitiva en la inteligencia emocional, como un gran valor.

"En la ciudad de León, donde la cultura flota en el aire y se posa en sus calles, donde cada rincón rebosa de belleza y de historia, fue donde, a través de Eugenio Marcos Oteruelo y con el apoyo de Ramiro Pinto https://www.ileon.com/cultura/040190/ramiro-pinto-leon-es-tierra-de-poesia-y-de-hogaza-chorizo-y-cecina, empecé mi participación en el Ágora de la Poesía", rememora con afecto. Y, a partir de ahí, gracias a su querida amiga la poeta Nuria Antón https://www.ileon.com/cultura/060765/nuria-anton-versos-encendidos-es-un-libro-muy-intimo, participó en el Ékole Poétique (ya desaparecido), acompañada por el narrador Fernando Montes Pazos https://www.ileon.com/cultura/057037/el-escritor-fernando-montes-pazos-protagonista-de-en-otono-narradores-de-veguellina-de-orbigo. Un encuentro en el que estuve fantásticamente arropada... En fin, León y sus gentes me han dado más de lo que quizá yo les aporte", evoca Mar Campos, que ha podido presentar sus poemarios, 'Sendero de sentimientos' y 'Las caras de la sal' gracias al narrador y fotógrafo Marcelo Óscar Barrientos en el Café Bellas Artes https://www.ileon.com/cultura/079744/marcelo-barrientos-me-gustan-las-obras-que-me-emocionan. Gracias a él y su equipo, precisa ella, que también se siente encantada con la poeta y narradora Marta Muñiz https://www.ileon.com/cultura/052505/marta-muniz-gabriel-garcia-marquez-es-el-autor-mas-genial-de-toda-la-historia-de-la-literatura-en-habla-hispana y el poeta y narrador Juan María. G. Campal https://www.ileon.com/universidad/090163/juan-g-campal-me-gusta-mas-leer-que-escribir, porque, además, ambos le prologaron sus poemarios: Marta Muñiz prologó 'Sendero de sentimientos' y Juan Campal hizo lo propio con 'Las caras de la sal'.

"La lectura de las obras, tanto de ellos como de tantos poetas de León, me han impreso un conocimiento que me ha ayudado en mi formación como escritora", se muestra agradecida Mar, que reconoce a León como una gran cuna de escritores donde cada día se realizan eventos y encuentros literarios de gran calado. Escritores, buenos lectores formados, incluso autores que lo son por decisión propia, aunque no hayan nacido en esta tierra, como es su caso, que conforman el rico panorama cultural leonés.

(Puedes seguir leyendo esta fragua en este enlace de ileon.com: https://www.ileon.com/cultura/125712/margarita-campos-recuerdo-con-emocion-el-recibimiento-que-tuve-la-primera-vez-que-fui-al-agora-de-la-poesia)

La belleza luminosa y marina de Sidi Bou Said

 20 de diciembre de 2021
 
 Me encanta regresar a aquellos lugares en los que sentí algo especial. Y este es uno de esos sitios con la magia de lo embriagador, con su luz y la belleza de sus colores. Entusiasmado con la compañía de una amiga oriunda. 
 
Esto escribía en mi muro de Facebook, con la emoción del viaje y las ganas de emprender esta aventura tunecina, en este caso excursionando hasta Sidi Bou Said, que es un sitio pleno de encanto y de magia, que emociona a quien lo visita por primera vez y aun a quien lo visita por cuarta, quinta o sexta vez... porque los sitios fascinantes tienen esa capacidad de hechizar al viajero una y otra vez. Es como las buenas películas, que sacuden las entrañas cada vez que uno las ve, aunque sean muchas veces.
Sidi Bou

Además, en esta ocasión la visita a Sidi Bou, de la mano de una amiga tunecina, tuvo el plus de ir precisamente en su maravillosa compañía, algo que uno agradece, con lo que me sentí feliz. Y así lo rememoro ahora, que ya ha transcurrido algún tiempo. Vivir y sentir para rememorarlo. Pues rememorando el viaje, se vuelve a vivir, aunque las sensaciones no sean exactamente las del tiempo presente, en el aquí y en el ahora.
Sidi Bou, con su blancura inmaculada y su azul celeste, cautiva al viajero, incluso aunque esté atestado de visitantes a resultas de las vacaciones navideñas.
Sidi Bou

Visitantes que son en su mayoría oriundos, no encontrando, dicha sea la verdad, a ningún español, tal vez a algunos franceses y poco más. Aunque tampoco soy muy consciente de ello. Es probable que uno estuviera levitando como un derviche que girara como peonza en el espacio sideral de las ilusiones.
Sidi Bou, conocido como el pequeño paraíso blanco y azul, donde los bambaloni (los churros tunecinos) impregnan con su aroma el ambiente, se revela (con uve) como un lugar sagrado, con saludables vibraciones. A uno se le antoja que nada malo le puede ocurrir a alguien en un sitio de esta belleza luminosa, con unas puestas de sol ensoñadoras y con este toque arábigo andalusí. 

De repente, al viajero le da por imaginarse viviendo, al menos durante una larga temporada del año, en Sidi Bou, en éxtasis contemplativo, como un místico sufí, con la mirada puesta en la bahía y en la silueta de un monte con sonrisa misteriosa. 
Pueblo atalaya, con sus cafés legendarios como des Nattes y des Délices, que sabe a té a la menta con piñones por todos los poros de su intra-ánima. 
Me fascina Sidi Bou Said (como les fascinara a buen seguro a tantos otros como Simone de Beauvoir, Sartre o bien Oscar Wilde, entre otros), tanto que, antes de poner fin a este viaje a principios de enero de este mismo año, volví a visitarlo, en este caso viajé solo, amparado en mí mismo, acaso para experimentar ese trance, esa sensación de suspensión en el espacio, como si flotara en una dimensión entre lo real y lo irreal o surreal.
La Marsa
Más allá (es un decir), entre la colina de Sidi Bou y el acantilado de Gammarth se halla La Marsa, con su mediterraneidad, que también pude visitar, por primera vez, gracias a esta amiga tunecina. Un lugar que me hizo rememorar la Costa Brava, quizá por su cierto parecido.
En este recorrido, tuvimos la ocasión de pasear a orillas del mar por La Goulette, La Goleta, el canal que comunica el llamado lago de Túnez con el mar abierto.
La Goulette
La Goleta, donde naciera la actriz Claudia Cardinale, es en realidad el puerto de la capital de Túnez. Un sitio estupendo para pasear con calma y degustar una sabrosa comida en alguno de los restaurantes que existen. 
Con una excelente guía nativa, no se puede pedir más. 
El viaje continúa.

martes, 25 de enero de 2022

Desde Barajas hacia Túnez

Qué comience el espectáculo. Barajas está que se sale, sobre todo para este individuo de campo, de aldea, que no coge un vuelo desde antes de la pandemia. Una auténtica romería, cual si se tratara de la fiesta en honor a la Virgen de las Chanas y San Roque en mi pueblo. Vaya comparación, Santo Dios.
Qué la suerte nos acompañe durante esta travesía.
Salud y feliz Navidad.
En Barajas

Esto escribía en mi muro de Facebook antes de embarcar rumbo a Túnez en la compañía Tunisair, que funciona de aquella manera, como se dice ahora, con retrasos constantes y sonantes, como me contaba también Mari Carmen, viajera de Cádiz, residente en Madrid, con quien charlé a la vuelta de mi viaje a Túnez, en este caso en el aeropuerto de la capital de este país, al que ya he viajado, con ésta, hasta en cuatro ocasiones, creo recordar, aunque la primera vez no cuente mucho porque fue un viaje organizado y apresurado. Bueno, sí que conservo recuerdos de aquel primer viaje, creo que lo hice en 2007, y algunos recuerdos magníficos, sobre todo de alguna gente con la que compartí el viaje, como un viajero vasco y aun otra viajera, que viajaba con su marido y sus hijos, con la que hice buenas migas. A medida que transcurre el tiempo, los recuerdos se difuminan, aunque hay otros que permanecen en la recámara del subconsciente con cierta nitidez. Aquello que se graba en la memoria afectiva, permanece de un modo irremediable. El resto se va diluyendo. 

Pues sí, el aeropuerto de Barajas, antes de salir hacia Túnez, parecía una romería. Y eso que estábamos y aún estamos en pandemia, lo que no le impide al personal el viajar, por fortuna, aunque haya que pasar mucho control, con PCR en mano, negativa, claro está, además del certificado de vacunación. Y, para no variar, Tunisair ya salió con una hora de retraso sobre el hora prevista a las 23h 35, de modo que cuando llegué al aeropuerto de Túnez ya debían dar las dos y media de la madrugada. Si eso añadimos las colas que se producen en los controles y todo eso, cuando salí del aeropuerto debían ser las tres y media de la madrugada.

Por fortuna, había reservado hotel para esa noche (Les Ambassadeurs, que queda al lado del parque Belvedere). Y allá que me fui después de negociar el precio de carrera con un taxista, al que le acabé dando su propina, o sea, lo que en un inicio me había pedido. Total, tampoco uno se va a poner pobre por eso, y al tipo le hizo ilusión y le permitirá a buen seguro sobrevivir mejor, al menos esa noche. La llegada al hotel, puesto que el aeropuerto tampoco queda lejos, debió rondar las cuatro de la madrugada, con sed lobuna (me refiero a mí mismo), aunque la compañía nos había procurado la cena, la mía y la de mi acompañante, una chiquita tunecina, amable, aunque poco comedora, que tomó nada y menos de su cena, dejándomela a mí.
Bueno, mi pastelito se lo cedí a ella, qué menos.

Lástima que su padre era militar y no podía, por ser militar, acercarme al hotel. Eso me dijo su hija. No obstante, me lo presentó a la salida del aeropuerto y el propio militar me ayudó para que el taxi saliera más económico, aunque, como ya había anticipado, al final me compadecí del taxista y le di la guita que normalmente ponen como tarifa de noche, que resulta disparatada si la comparamos con la de una carrera de día, contador en ristre. Pero es lo que tienen los viajes, la vida misma, que a veces se gana y a veces se pierde. Hay que estar a las duras y a las maduras, como suele decirse.
El asunto es que llegué sano y salvo al hotel y cuando quise acostarme eran las cuatro de la madrugada. Hora intempestiva. Que no me impidió madrugar al día siguiente, a las pocas horas, para levantarme a desayunar y ponerme ya en marcha. Ese mismo día, después de darme una vueltecica por la ciudad y comprar una tarjeta tunecina para el móvil, lo que facilita la tarea de hablar por teléfono, vi a una buena amiga de Túnez, que se portó bien amable. Y a partir de ahí comenzó la aventura tunecina. Continuaré con el relato. 

jueves, 20 de enero de 2022

La fragua literaria leonesa: Rafael Parrado

 

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Rafael Parrado: “El estoicismo es un buen acicate para vivir y para conseguir soluciones equilibradas y coherentes”

El narrador, bloguero y fotógrafo Rafael Parrado, coautor de 'Cuaderno bicéfalo' y autor de 'Espuelas para un viaje en corto', tiene entre manos algún que otro proyecto que no quiere desvelar.

Rafael Parrado escritor fotógrafo
Rafael Parrado.
Manuel Cuenya | 20/01/2022 - 10:35h.

Coautor de 'Cuaderno bicéfalo', que publicara con la narradora Nuria Viuda, y autor de 'Espuelas para un viaje en corto', que está intentando que vea la luz, Rafael Parrado es, aparte de narrador y entusiasta de los ensayos, fotógrafo.

Cuenta que 'Espuelas para un viaje en corto' son en realidad tres tratados https://issuu.com/enma122/docs/espuelas__para__un__viaje__en_corto

creados a partir de un blog que tiene, que podría ser asimismo el germen de otros posibles libros como 'Crónicas de los mundos inverosímiles', el cual comenzó después de la crisis de 2008 como respuesta -aclara él- al 11M, la injusticia y el desvelo social que se produjo en la conciencia social de una gran mayoría decepcionada con el poder.

"Los desahucios como uno de los grandes abusos a la ciudadanía española y emigrante, porque muchas personas no solo perdieron su piso sino que quedaron arruinadas, porque tuvieron que pagar dos veces el valor de uno", señala Parrado, que, junto con su amiga Ana de Andrés -cantante y colaboradora de algunas canciones con míticos grupos de León-, trabajaron duro para seleccionar pequeños textos reflexivos, "para leer y pensar", creando tres pequeños libros.

"Es como un viaje de iniciación hacia ese mundo paralelo, el viaje del héroe a través de los infiernos, para regresar a la realidad, pero conquistando esa parte oculta, descifrando el código escondido de la aventura personal y desvelando los entresijos del escenario", matiza Rafael, satisfecho con la coautoría de 'Cuaderno bicéfalo', un poemario conectado en fondo y forma con la poesía mística, desde una perspectiva absolutamente libre y contemporánea. "Un libro digno de ser leído en el panorama de los libros actuales", según Ramiro Pinto: Ramiro Pinto: "León es tierra de poesía y de hogaza, chorizo y cecina" - ILEÓN.COM. Un texto simbólico, a juicio de Parrado, a través del inconsciente y consciente que habita en nosotros: "El Ello, el Yo y el Súper Yo se convierten en esa personalidad múltiple que está perdida en sus propios infiernos y acaba regresando de ese viaje interior en relación con la realidad... En el fondo es una búsqueda de la esencia que está en todo ser, como sabemos a través de los místicos como San Juan de la Cruz o la propia Santa Teresa", puntualiza este autor al que le entusiasma Séneca y el estoicismo. "Para mí el estoicismo es un buen acicate para vivir realidades complicadas y al mismo tiempo para conseguir soluciones equilibradas y coherentes, incluso justas en determinados momentos, así como pulsiones de la vida cotidiana... Sirve asimismo para saber relacionarte con el entorno emocional que nos rodea".

(Puedes seguir leyendo este enlace en ileon.com: https://www.ileon.com/cultura/la_fragua_literaria_leonesa/125516/rafael-parrado-el-estoicismo-es-un-buen-acicate-para-vivir-y-para-conseguir-soluciones-equilibradas-y-coherentes)

lunes, 17 de enero de 2022

La fragua literaria leonesa: Blas Fernández Tomé

 

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

Blas Fernández Tomé: "León, donde puedes encontrar pasiones en las pequeñas cosas, impulsos de vida y vitalidad"

El narrador Blas Fernández Tomé, autor de 'En busca de 'otra' Marlene Dietrich. Un recorrido por 'otra' África', está convencido de que seguirá escribiendo sobre alguno de sus viajes por su adorada África.

Blas Fernández Tomé
Blas Fernández Tomé
Manuel Cuenya | 13/01/2022 - 13:33h.

Autor de 'En busca de 'otra' Marlene Dietrich. Un recorrido por 'otra' (Círculo Rojo, 2021África'), Blas Fernández Tomé es un apasionado de los viajes y de la literatura de viajes. Cuenta que en su casa tiene cientos de volúmenes, de guías de muchas partes del mundo. Y que lee todo lo relacionado con viajes con ganas.

"He leído todo de Javier Reverte... He leído todo de Kapuszinski, al que descubrí, no en 'Ébano', su superlibro famoso, sino en 'Viajes con Herodoto'. He leído a Paul Theroux, a Kaplan, a Manu Leguineche, a Evelyn Waugh, a.... a... Todo lo que leo me viene bien. ¿Literatura actual de viajes de españoles? En mi cabeza están Xavier Aldecoa, Paco Nadal, Xavier Moret, o Alberto Rojas, con su 'África', que me gustó mucho", apunta Blas, que comenzó a escribir un 'blog' allá por el año 2007 porque necesitaba poner a la cabecera del 'blog' un nombre que tuviera que ver con los viajes, pues quería 'postear' sobre ello.

"¿Qué pongo? En aquel momento pensé que era un insatisfecho de los viajes, insatisfecho por no poder viajar todo lo que a mí me gustaba, pues tenía obligaciones laborales, que me daban ganas de mandar al limbo, pero no. No podía. Siempre seré un 'viajero insatisfecho' me decía para mí, y así puse a mi 'blog': V(B)iajero Insatisfecho. Hasta hoy, que ya lo he incorporado a mi vida como un 'alias'... Ahora mismo, el libro que está en mi mesilla de noche es 'A pie y en bicicleta por el continente negro', de Kazimierz Nowak. Un viejo libro de primeros del siglo XX. Ahora, es el que más huella está dejando (y, además, lo recomiendo); en otros momentos, han sido otros, desde Kafka a Umberto Eco, desde Milan Kundera a Vargas Llosa. Transito también por Javier Marías y por Arturo Pérez-Reverte... Y tengo en mis estanterías, también, los siete u ocho primeros premios de Novela Corta 'Tierras de León'", señala este narrador leonés, que vive en Madrid, el cual sigue yendo a visitar "sus  silbares montiscos", además de pasear por el campo y coger setas cuando la época es buena.

"Por mi zona hay 'silbares' (serbales, o serbal del cazador), no muchos, pero da la sensación que es un árbol en peligro de extinción. En mis idas, los visito, los tengo a todos fotografiados y a alguno he regado y cuidado con mimo. Para mí eso es León, donde puedes encontrar pasiones en las pequeñas cosas, impulsos de vida y vitalidad. Y León ha sido el germen, sin duda, de mi pasión viajera, mochilera. Creo que mi adaptabilidad al mundo mochilero en los viajes es producto de mi infancia, hasta cierto punto dura, como para todos los de mi generación, época y entorno. El viaje de los mochileros también es duro y casi vocacional. No todo mundo estaría dispuesto a coger una mochila y a lanzarse solitario a recorrer Tanzania, o Malawi o Madagascar. Yo lo hago casi todos los años", comenta Blas, que recuerda aquellas viñetas de 'Tiburcio y Cogollo', que leyera varias veces en su tierna infancia, "que ahora, gracias a mi amigo Andrés Martínez Trapiello (primo del 'otro Andrés Trapiello'), sobrino del autor de la historieta, tengo en mi librería encuadernados y conservados con cariño, pues les había perdido el rastro. Aquella pareja incitaba al vagabundeo por el mundo, a descubrir volcanes, a subir montañas o a adentrarte en peligrosos túneles", precisa Blas, quien recibió el Primer Premio de Relato corto Monasterio de Escalada, que, en sus propias palabras, fue el embrión de su libro: "un encuentro ficticio con Marlene Dietrich en el Monasterio de mi pueblo, de mi infancia".

(Puedes seguir leyendo esta fragua en este enlace de ileon.com: 

https://www.ileon.com/cultura/125329/blas-fernandez-tome-leon-donde-puedes-encontrar-pasiones-en-las-pequenas-cosas-impulsos-de-vida-y-vitalidad)

miércoles, 12 de enero de 2022

La fragua literaria leonesa: José Antonio González Rodríguez

 

LA FRAGUA LITERARIA LEONESA

José Antonio González: “Noceda del Bierzo ha sido y es lugar al que el tiempo me transporta a mis orígenes”

El narrador nocedense José Antonio González Rodríguez, que emigrara a Argentina siendo un chavalín, es autor de 'Testimonios' y 'Frutos de otoño', y ahora le gustaría concretar una idea sobre líderes sociales en Latinoamérica, de los que en general solo se nombran cuando sus voces incomodan o cuando son víctimas de algún atentado.

José Antonio González Rodríguez escritor Noceda del Bierzo
José Antonio González Rodríguez.
Manuel Cuenya | 30/12/2021 - 11:55h.

Resulta ilusionante que un paisano haya publicado dos libros. Este es el caso del narrador nocedense José Antonio González Rodríguez, que emigrara a Argentina siendo un chavalín, allá por los años sesenta del pasado siglo.

"Cerca de cumplir los once años me tocó partir del pueblo junto a mi madre y tres hermanos menores, dejando en él a los abuelos maternos José y Asunción, tíos, primos y a todos mis amigos.  Exceptuando a los abuelos, al resto nunca más volví a ver", rememora José Antonio, que tiene la morriña de quien tuvo que dejar su pueblo, en este caso Noceda del Bierzo, para embarcarse rumbo a las Américas.

Lo que en un inicio le pareció una aventura emocionante, lo de viajar en barco al encuentro de su padre, que ya residía en Argentina antes de que él arribara al destino, en concreto desde un año antes, se convirtió con el transcurrir de los años, según José Antonio, en una carga emocional, "donde la culpa, cierto abandono y el desarraigo fueron mellando aquella inocencia infantil", precisa él, para quien su pueblo natal, Noceda del Bierzo, era España, habida cuenta de que sólo conocía su pueblo y en este cabían  todos sus afectos, sus pertenencias, y cada ausencia que sentía por haberse alejado.

"Muchas veces las cartas que enviaba hablaban de esos sentimientos, y hoy siento que es una pena no haberlas recuperado, porque seguramente formarían parte de mis inicios literarios", afirma José Antonio, que con casi veinte años sintió que escribir era algo más que un pasatiempo. Y entonces la escritura se convirtió en la necesidad, la necesidad de contar algo, de dejar constancia de hechos que le motivaban, "casi siempre nacidos de la realidad propia o colectiva".

Rememora que el reencuentro con sus abuelos en Buenos Aires fue decisivo porque, en su opinión, daba continuidad a aquellas historias que de pequeño oía con tanto interés, especialmente por parte de su abuelo José, "hombre de ideas progresistas para la época, que tuvo la desgracia de convertirse en alcalde del pueblo cuatro meses antes del levantamiento de Franco contra la República", apostilla, consciente de las penurias que tuvo que sufrir su abuelo por tocarle vivir aquella terrible época, encima siendo alcalde republicano, al que le prometió escribir su biografía. Y, aunque no ha llegado a hacerlo en formato libro, sí ha podido escribir diversos relatos sobre su historia que hoy le llenan de orgullo cuando lee su nombre en publicaciones donde lo nombran como el último alcalde republicano de Noceda del Bierzo.

"La provincia de León, y Noceda del Bierzo en particular, han sido y son lugares a los que el tiempo me transporta a mis orígenes, mi infancia, permanentemente", evoca José Antonio, para quien la poeta y maestra nocedense Felisa Rodríguez y el escritor romántico Gil y Carrasco, con su Señor de Bembibre, fueron durante años sus referentes en lo referente al Bierzo.

"Afortunadamente la tecnología provee medios que permiten conocer a distancia a escritores y sus obras. De todos modos mis preferencias van dirigidas a quienes se ocupan de la historia y las personas o hechos poco y nada reconocidos por la narrativa oficial", puntualiza este colaborador de la revista cultural La Curuja, que él considera, desde sus inicios, algo más que una revista.

"Cerca de cumplir los once años me tocó partir del pueblo junto a mi madre y tres hermanos menores, dejando en él a los abuelos maternos José y Asunción, tíos, primos y a todos mis amigos.  Exceptuando a los abuelos, al resto nunca más volví a ver"

La revista La Curuja como paloma mensajera

"Podría definirla como una paloma mensajera que sobrevuela montañas, ciudades y océanos uniendo un colectivo disperso por el planeta que la aguarda con la ansiedad que se espera a un ser querido. Fue mi primer contacto extra familiar que me permitió llegar a viejos amigos y conocer otros. Revivir a través de sus textos, experiencias, vocablos, costumbres que la memoria va dejando en el camino del tiempo. Y ha sido también testigo y reflejo de mis atrevimientos con las letras", señala agradecido y entusiasta con los diversos encuentros literarios que se organizan en la provincia de León, porque "siempre son enriquecedores y permiten abrir ventanas nuevas para quienes los transitan", detalla este devoto de escritores como Eduardo Galeano y sus 'Venas abiertas de América Latina'. Asimismo, disfruta con la lectura de filósofos de la talla de Zygmunt Bauman, Noam Chomsky o Adela Cortina. O bien con las novelas de Isabel Allende.

(Puedes seguir leyendo este enlace en ileon.com: https://www.ileon.com/cultura/la_fragua_literaria_leonesa/124969/jose-antonio-gonzalez-noceda-del-bierzo-ha-sido-y-es-lugar-al-que-el-tiempo-me-transporta-a-mis-origenes)